Para concluir la serie de reportajes dedicados a la provincia italiana de Forlì-Cesena, quiero hablarte de la Trattoria Montepaolo, un restaurante que pude conocer durante el #buonvivere blog tour y que me dejó, y nunca mejor dicho, un magnífico sabor de boca.

Una de las grandes bazas de esta trattoria es, sin duda, su ubicación. Está situada en una de las colinas que rodean el pequeño pueblo de Dovadola, aislada en plena naturaleza, en un entorno privilegiado y tranquilo desde el que se divisa el mar Adriático en los días despejados. No me extraña que el chef Franco Gamberini y su esposa, Eleonora Pezzi, se quedaran prendados de este lugar y quisieran materializar aquí el sueño de abrir su propio restaurante. Eso fue en 2001 y con el paso de los años, a base de tesón y mucho esfuerzo, han conseguido su propósito: convertirlo en todo un referente de la gastronomía local.

Trattoria Montepaolo. Dovadola. Italia

Detalle de uno de los salones de la Trattoria Montepaolo. Dovadola. Italia

La decoración del restaurante, obra de Eleonora, es sencillamente preciosa. Un ambiente rústico y acogedor lleno de pequeños detalles destinados a crear una cálida atmósfera en la que es imposible no sentirse a gusto. Chimeneas, grandes ventanales, coquetos comedores, un jardín de cuento de hadas…

Comedor principal de la Trattoria Montepaolo. Dovadola. Italia

Jardines de la Trattoria Montepaolo. Dovadola. Italia

El gusto del chef Gamberini por las cosas buenas y genuinas se nota en cada una de las especialidades que se elaboran en esta trattoria. Una cocina que se inspira en los sabores tradicionales de la Romagna y la Toscana, y que cambia varias veces al año para incluir los productos de cada temporada y garantizar la frescura de los platos que aquí se sirven.

Para elaborar nuestro menú nos dejamos aconsejar por el propio chef que, en cuanto tomamos asiento, se acercó a nuestra mesa para saludarnos y darnos la bienvenida. Como entrantes, nos sugirió una ensalada de setas frescas con queso parmesano y unas tartaletas rellenas de queso di fossa y regadas con salsa de peras. Los platos principales, como no podía ser de otra manera, eran de pasta. Y es que en este restaurante, la pasta al igual que el pan se elaboran de manera artesanal. Los platos que probamos fueron unos tortellinis de calabaza con parmesano, tocino y puerro, y dos de las especialidades más típicas de esta zona, los passatelli y las taglatelli al ragu di Chianina. Para acompañar este desfile de sabores, a cual más delicioso, nos ofrecieron una cuidada selección de vinos locales en la que no faltó el gran embajador de estas tierras, el Sangiovese. Si no recuerdo mal, yo fui la única que no probó los dulces de Eleanora, no porque no tuvieran una pinta estupenda, sobre todo la tarta de manzana, es que no podía comer nada más.

Ensalada de setas frescas con queso parmesano. Trattoria Montepaolo. Dovadola. Italia

Tartaletas rellenas de queso di fossa. Trattoria Montepaolo. Dovadola. Italia

Passatelli. Trattoria Montepaolo. Dovadola. ItaliaTortellinis de calabaza con parmesano, tocino y puerro. Trattoria Montepaolo. Dovadola. Italia

Si recuerdas mi anterior entrada sobre los sabores de Forlì-Cesena, fue en este restaurante donde aprendimos a cocinar la famosa piadina romagnola. Tras concluir el taller, pude disfrutar de una animada charla con sus dueños en la que les expresé lo mucho que me había gustado su restaurante. También les dije que cuando volviera a España lo recomendaría a mis lectores. Y como lo prometido es deuda…

Trattoria Montepaolo Via Monte Paolo, 55 – 47013 Dovadola (FC)

Nota: Este post forma parte de mi viaje por la provincia de Forlì-Cesena durante el Buonvivere Blog Tour, organizado por la Settimana del Buon Vivere en colaboración con 21grammy.