El Valle del Loira y Leonardo da Vinci: una escapada inolvidable en Francia

El Valle del Loira y Leonardo da Vinci: una escapada inolvidable en Francia

El Valle del Loira y Leonardo da Vinci. ¿Puede haber mejor combinación para un viaje inolvidable? La respuesta es no. Seguir los pasos del genio de la Toscana en Francia te llevará a conocer algunos de los castillos más hermosos del también llamado Valle de los Reyes, a profundizar en su figura y a comprender por qué Da Vinci -que siempre afirmó que el agua es el vehículo de la naturaleza– escogió las orillas del Loira, el más grande de los ríos franceses, para pasar sus últimos años.

El Valle del Loira y Leonardo da Vinci

El Valle del Loira y Leonardo da Vinci: del personaje al mito

Si ha habido un hombre capaz de destacar en cada disciplina que abordase, ese fue Leonardo da Vinci. Pintor, científico, inventor, arquitecto, botánico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, poeta, visionario… Da Vinci encarna como nadie el ideal del hombre del Renacimiento, la expresión absoluta del talento, y su legado, como su controvertida e inaprensible personalidad, sigue fascinando a todos los que se interesan por su persona.

Biografia de Leonardo da Vinci

La belleza perece en la vida, pero es inmortal en el arte»

– Leonardo da Vinci

Basta acercarse a la región Centro Valle del Loira para comprobarlo. Más aún este año ya que es el principal escenario de las conmemoraciones del quinto centenario de su muerte. Una fecha que coincide en el tiempo con dos efemérides claves en la historia de Francia: el nacimiento de Catalina de Médici y el inicio de la construcción del Castillo Real de Chambord.

El Valle del Loira, el destino final de un artista multidisciplinar

Da Vinci llegó a Francia en 1516 a lomos de un burro y portando consigo tres de sus obras maestras –San Juan Bautista, Santa Ana y La Gioconda-, y un buen fardo de frustraciones y decepciones. A sus 63 años decidió cruzar el puente de plata que le tendió su país natal, una Italia fascinada por el talento de Miguel Ángel y Rafael que no valoraba su arte, se escandalizaba por sus revolucionarios estudios de anatomía y no entendía su particular visión del mundo.

La corte francesa, en cambio, puso el reino a sus pies. El joven Francisco I, aleccionado por su madre Luisa de Saboya, le brindó su protección y una oferta irrecusable: el cargo de primer pintor, ingeniero y arquitecto del rey, una pensión de 700 escudos de oro, una lujosa residencia y total libertad para dar rienda suelta a su creatividad.

Castillo de Amboise. Valle del Loira

En el Valle del Loira, Leonardo da Vinci encontró la paz que tanto ansiaba y un lugar para soñar, pensar y trabajar rodeado de espléndidos paisajes que lo acompañaron hasta el fin de sus días. Por ello, la región y el país entero rescata este año su memoria y su testamento intelectual con una interesante agenda cultural que incluye más de 700 eventos: exposiciones únicas, ciclos musicales, gastronomía…

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El Castillo Real de Amboise, la sofisticación del primer Renacimiento francés

Construido sobre una antigua fortaleza que domina el Loira y la ciudad medieval, el castillo de Amboise, residencia real y cumbre del art de vivre francés, es la primera sorpresa que nos depara esta ruta ligada al genio italiano.

Castillo Real de Amboise. El Valle del Loira y Leonardo da Vinci

Castillo de Amboise. Leonardo da Vinci y el Valle del Loira

La deslumbrante colección de mobiliario gótico y renacentista de las diferentes salas -recreadas gracias a la tecnología del Histopad-, las terrazas y los amplios jardines con vistas panorámicas al valle, las imponentes torres, su ubicación junto al apacible centro histórico de Amboise… Todo el conjunto que enmarca este castillo erigido entre los siglos XV y XVI es realmente sublime. Por algo fue el palacio favorito de Francisco I y de muchos otros monarcas de las casas de Valois y Borbón.

Capilla de Saint-Hubert. Castillo de Amboise. Valle del Loira

También lo fue para Leonardo da Vinci que quiso ser enterrado en sus dominios. Y es aquí, en una sencilla tumba que custodia la capilla de Saint-Hubert, bajo una lápida de mármol decorada con su rostro, donde reposa aquel hijo bastardo, denostado por el Vaticano, que llegó a ser uno de los grandes prohombres de la historia. Si conoces su prolífica obra, resulta imposible no emocionarse al recordar lo injusto de sus palabras: «He ofendido a Dios y a la humanidad porque mi trabajo no tuvo la calidad que debía haber tenido«.

Tumba de Leonardo da Vinci en el castillo de Amboise © Leonard de Serres

Clos Lucé, la última morada de Leonardo da Vinci

La lujosa mansión que Francisco I puso a disposición del maestro es Clos Lucé, antigua residencia de verano de los reyes de Francia. Situada a solo 400 metros de Amboise, en este castillo con alma de palacio Da Vinci pasó los que probablemente fueron los años más felices de su vida hasta que falleció en mayo de 1519, a los 67 años, dejando tras de sí un legado excepcional.

Clos Luce. El Valle del Loira y Leonardo da Vinci

Su dormitorio, los talleres en los que trabajaba sin descanso, su estudio de pintura, la cocina en que Mathurine -hasta aquel momento cocinera real- preparaba su comida vegetariana, el soberbio oratorio de Ana de Bretaña, la gran sala renacentista, la biblioteca y el gabinete de curiosidades, el sótano donde se exponen de sus inventos, el pasadizo secreto que comunicaba con el castillo de Amboise y que, según dicen, Francisco I utilizaba para visitar a «su padre» lejos de las miradas de la corte… Sin duda, si hay un lugar en el que el espíritu de Da Vinci sigue vivo cinco siglos después de su muerte, es este, su hogar en suelo francés.

Estudio de Leonardo da Vinci. Clos Luce, Francia

Pasadizo secreto de Clos Luce. Valle del Loira

Pero la magia de Clos Lucé no acaba en las nobles dependencias de la villa señorial. Continúa a cielo abierto, a lo largo de un vasto jardín que nos sumerge en la mente de aquel que tanto ansió conocer el funcionamiento de la naturaleza y del hombre.

El Hombre de Vitruvio en los jardines de Clos Luce. El Valle del Loira y Leonardo da Vinci Maquetas móviles de sus visionarios inventos a tamaño real, lienzos que cuelgan de los árboles jugando, como el propio pintor, con la luz y las sombras, audios con sus reflexiones, el manto vegetal que reproducía en sus dibujos el Da Vinci botánico, su proyecto de ciudad ideal…Un paseo iniciático e inspirador como pocos, a la altura de un polímata que entendía el arte y la ciencia como un todo indisoluble.

TE INTERESA → Si visitas Clos Lucé antes del 2 de septiembre, podrás admirar el tapiz de la Última Cena, una valiosa tela, tejida con hilos de seda y oro, que por primera vez en su historia sale de los Museos Vaticanos para formar parte de una exposición única. Esta obra maestra, encargada por Francisco I, tiene las mismas medidas que el fresco que realizó Da Vinci en el refectorio de Santa Maria delle Grazie de Milán.

Chambord, la colosal obra maestra de Francisco I

Según Leonardo Da Vinci existen tres clases de personas: «aquellas que ven, aquellas que ven lo que se les muestra y aquellas que no ven». En el Valle del Loira, no hay lugar para estas últimas porque es imposible no caer rendido ante la belleza de castillos como el de Chambord, una maravilla arquitectónica situada en el corazón de La Sologne.

Castillo de Chambord. Valle del Loira

Aunque empezó a construirse el mismo año en que murió Da Vinci, son muchos los que le atribuyen el diseño de uno de sus elementos más destacados: la escalera central de doble espiral que permite que las personas puedan subir y bajar sin cruzarse. Sea como fuere, lo que está claro es que Chambord es uno de los castillos más espectaculares de esta ruta.

La famosa escalera helicoidal del castillo de Chambord. El Valle del Loira y Leonardo da Vinci

Castillo de Chambord. Valle del Loira, Francia

Y es que lo que empezó siendo un pabellón de caza acabó convirtiéndose en la mayor mansión del valle. Un palacio ideado por Francisco I para demostrar su poder que se traduce en más de 400 habitaciones, 365 chimeneas, terrazas panorámicas y seis torres que se alzan a los pies de sus preciosos jardines. Todo ello, como no podía ser de otra manera, rodeado de naturaleza. Más de mil hectáreas de bosque que le aportan una atmósfera realmente única.

Jardines del castillo de Chambord. Valle del Loira, Francia

GASTROTIP → ¿Te has preguntado alguna vez cómo era la gastronomía francesa durante el Renacimiento? Encontrarás la respuesta en la carta del Restaurant de l’Agriculture de Tour-en-Sologne, un magnífico establecimiento que se ha sumado a las celebraciones del V Centenario con un menú renacentista que nos permite descubrir las recetas de la época y el rico patrimonio culinario del Valle del Loira. Suflé de ricotta con queso parmesano y jamón de Parma, fricasé de pollo al limón, peras al vino y la mejor tarta Tatin que he probado nunca.

Los sabores del Renacimiento en el Valle del Loira

Colinas, viñedos, frondosos bosques, suntuosos castillos que ejemplifican la exquisitez del Renacimiento francés, apacibles pueblos en los que desearías alargar tu estancia, su superb cuisine… El quinto centenario de la muerte de Leonardo da Vinci es la excusa perfecta para conocer este excepcional destino declarado Patrimonio de la Humanidad. Su nombre: Val de Loire. Su apellido: el jardín de Francia.

Más información: Valle del Loira.

Mis recomendaciones viajeras para 2019

Mis recomendaciones viajeras para 2019

Si te gusta planificar las vacaciones con antelación y buscas inspiración para llenar tu agenda viajera con grandes experiencias, aquí tienes mis mejores destinos para 2019. Encontrarás paisajes de postal, desiertos, escenas urbanas, arte, gastronomía y, sobre todo, diferentes culturas y credos que ampliarán tu visión del planeta en el que nos ha tocado vivir. Mi objetivo con esta recopilación de imprescindibles no es otro que despertar tu curiosidad y animarte a visitarlos en este nuevo año que estamos a punto de estrenar. Como suelo decir, el mundo es demasiado grande para conocerlo en una sola vida, pero, al menos, intentémoslo. ¿No te parece?

Los mejores destinos para 2019: Jordania

Mi primer gran destino para el 2019 es un país que adoro: Jordania. Un oasis de paz en Oriente Medio en el que descubrirás el verdadero sentido de la palabra hospitalidad. Cumplir el sueño de visitar Petra, flotar en el Mar Muerto, descubrir los alucinantes paisajes que encierra el desierto de Wadi Rum, callejear por Amán, bucear en los impresionantes fondos marinos del Mar Rojo, desear parar el tiempo viendo atardecer en la Reserva de la Biosfera de Dana... En mi lista de deseos está volver para recorrer la Jordan Trail, una ruta épica de 650 kilómetros que cruza todo el país de norte a sur -desde Um Qais hasta Aqaba- y que discurre por sus principales atractivos patrimoniales y medioambientales.

Wadi Rum, Jordania. Los mejores destinos para 2019

La Región de los Mil Lagos de Finlandia

Me contaron que la región de los Mil Lagos de Finlandia era sinónimo de arquitectura, diseño, naturaleza y relax. Viajé hasta allí y comprobé que todo era cierto. Paisajes lacustres y bosques donde reina el silencio, aire puro, cabañas de madera, la fascinante arquitectura de Alvar Aalto en Jyväskylä, experimentar los beneficios de una auténtica sauna, una gastronomía rica y saludable, deportes de aventura… Un destino, a poco más de tres horas en avión desde España, perfecto para los amantes de la naturaleza y/o urbanitas que buscan desconectar en el país más feliz del mundo.

Los Mil Lagos de Finlandia. Los mejores destinos para 2019

Los mejores destinos para 2019: Zambia, el latido de África

“En coche ves África, a pie sientes África”. Nunca olvidaré las palabras de Lawrence, el faro que me guió durante mis días en el South Luangwa National Park, una de las reservas más importantes del continente africano en la que el hombre sigue estando en franca minoría. En Zambia, un rincón del África subsahariana, ajeno a los conflictos que se viven más allá de sus fronteras, en el conviven más de 70 etnias y donde todo discurre sin prisa. Un país que también me mostró su cara menos amable: la de los cazadores furtivos, el día a día de ciudades como Lusaka y Livingstone, y los estereotipos que amenazan el futuro de las mujeres del medio rural. También recuerdo que lloré al ver por primera vez un elefante en libertad, en cada atardecer en la sabana y frente a las majestuosas cataratas Victoria; que se ven mejor desde Zimbabue, cierto, pero se sienten más en su vertiente zambiana. Lágrimas de felicidad.

South Luangwa National Park, Zambia

El mundo es un libro y aquellos que no viajan solo ven una página» San Agustín 

Japón, un imprescindible para cualquier viajero

Entre mis recomendaciones viajeras para 2019 no podía faltar Japón, un país que puede resultar una locura y una deliciosa relajación, un lugar en el que la sorpresa te aguarda en cada esquina, el respeto y la cortesía es una forma de vida y donde sientes que tienes todo por aprender. La dulce y serena Kioto, el monte Fuji, la titánica Tokio, el santuario sintoísta de Fushimi Inari, Koyasan y el cementerio de Okunoin, Kanazawa, el bosque de bambú de Arashiyama, el sabor de las gyōzas, alojarte en un ryokan, los usos y costumbres de la sociedad nipona… El país del Sol Naciente puede provocar infinidad de emociones, pero nunca indiferencia a los ojos occidentales.

Tempo Kiyomizu-dera, Kioto. Japon. Los mejores destinos para 2019

Marsella, mi último gran descubrimiento en el sur de Francia

Si, como yo, tienes debilidad por las ciudades portuarias, que tus pasos te lleven a Marsella: el Viejo Puerto, sus playas, más de 300 días de sol al año… Súmale el encanto de Le Panier, donde los griegos se asentaron hace más de 20 siglos, el street art del multiétnico Cours Julien, su gastronomía -con la bouillabaisse por bandera- y lo encantadores que son sus habitantes, y tendrás motivos más que suficientes para desear conocer la Marsella del siglo XXI.

La vibrante y seductora Marsella desde Notre-Dame de la Garde

Marruecos, un paraíso para los sentidos a tiro de piedra

Un lujo a la vuelta de la esquina. No encuentro mejores palabras para condensar que supone Marruecos para mí. El mejor ejemplo de que, a menudo, no hace falta irse muy lejos para conjugar el verbo viajar en mayúsculas. Y es que este país merece ser descubierto palmo a palmo, saltando de la fascinante Marrakech al hipnótico desierto de Merzouga, del todopoderoso Atlas al Valle de las Rosas, tajín a tajín, medina a medina. Casablanca, Meknes, Rabat, Fez, Mequinez… Me queda aún tanto por descubrir, vivir y sentir en Marruecos. No importa porque esta recomendación también es para mí ya que espero volver el año viene y estaré aquí para contártelo.

Mezquita de Hassan II. Casablanca, Marruecos. Los mejores destinos para 2019

Ahora digo -dijo a esta sazón don Quijote- que el que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho» – Cervantes

Oslo, la flamante Capital Verde Europea 2019

Otro de los mejores destinos para viajar en 2019 es Oslo, una ciudad que se ha esforzado como pocas para reducir la huella de carbono y luchar contra el cambio climático, y que este año ostenta el apreciado estatus de Capital Verde Europea. ¿Su apuesta? Una urbe en la que los coches dan paso a las bicicletas y a un transporte público eficiente, con pulmones verdes, hoteles con certificado medioambiental y restaurantes que ofrecen menús basados en productos de proximidad. Descubre cómo es posible vivir en verde paseando por Grünerløkka, su barrio más trendy; callejeando entre los grafitis de Vulkan -magnífico ejemplo de planificación urbana sostenible-, frente a la Ópera, con la vista perdida en el fiordo, o entre las esculturas del parque Vigeland. Siempre lo digo: está muy bien que tu objetivo final sea sentir el poder de la naturaleza en las Islas Lofoten, pisar el Preikestolen, dormir en un hotel de hielo o trazar de cazar una aurora boreal en la increíble Noruega Ártica, pero no pases de puntillas por Oslo. La capital del país merece mucho más que una fugaz escala.

Parque Vigeland. Oslo, Noruega

Y hasta aquí este listado de los que considero los mejores destinos para el 2019. Si he cumplido mi propósito y algo se ha movido dentro de ti leyéndome, objetivo cumplido. ¡Feliz entrada de año, viajero!

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Avilés, la joya medieval de Asturias, en siete citas imprescindibles

Avilés, la joya medieval de Asturias, en siete citas imprescindibles

Hay ciudades a las que les das la mano y se quedan con parte de ti. O tú de ellas. Como Avilés, la villa medieval más bonita de Asturias. Y no, no es una opinión subjetiva. Todo aquel que se lanza a traspasar el cinturón de chimeneas sucumbe a su encantador casco antiguo, al ambiente de provincias, a calles que parecen lienzos, a obras como el Niemeyer, que simbolizan el renacer de su ría, y a una oferta gastro que confirma que estás en la tierrina. A continuación, qué ver en Avilés en siete citas imprescindibles.

Plaza Alvarez Acebal, Aviles. Asturias

Calle Galiana, Aviles

Callejea por el casco antiguo

Nada de preámbulos. Viste tu imaginación con ropajes de otras épocas y camina sin prisa por un casco antiguo de origen medieval cuajado de soportales, plazas y casonas señoriales. Declarado Conjunto Histórico Artístico y uno de los mejor conservados de Asturias.

A tu paso encontrarás calles como La Ferrería, la arteria principal del Avilés amurallado y medieval, que nos obliga a detenernos frente al Palacio de Valdecarzana o ante la iglesia de los Padres Franciscanos donde reposa su vecino más ilustre, Pedro Menéndez, Adelantado de la Florida y Gobernador de Cuba. O Rivero, que a lo largo de sus cinco siglos de historia ha visto y ve desfilar a los peregrinos del Camino del Norte.

Iglesia de los Padres Franciscanos. Que ver en Aviles

Cafe Frida. Aviles. Asturias

Calle Rivero. Aviles

O mi favorita, la calle Galiana. 252 metros de soportales que hilvanan la plaza Álvarez Acebal y el parque del Carbayedo. Y es que, aunque ya no hay artesanos refugiándose del orbayu ni el ganado pisa su suelo empedrado, su estampa apenas difiere de la que lucía en el siglo XVII como abanderada de la expansión de la ciudad. Lo que sí ha cambiado es el paisanaje que se cita en sus terrazas para picar algo, tomar unos vinos o unas copas. En Galiana, la eterna Galiana.

Calle Galiana. Que ver en Aviles

Calles que enamoran de día y seducen al caer el sol, cuando la luz de las farolas despierta a los que no descuelgan la llamada de Gijón, dueña y señora de la Asturias más canalla. Gente que se mueve por Carbayedo, Rivero y Sabugo, se toma un cóctel de autor en el Meeting Point (Alfonso VII, 3) y se va de conciertos a Le Garage (Plaza del Carbayedo, 50). Gente que se resiste a que las grandes noches de Avilés sean solo un recuerdo de los dorados noventa.

Tómate unas sidras en Sabugo

Si crees que tu retina aún no ha sucumbido al efecto Avilés, acércate al marinero barrio de Sabugo, el único que vivió el Medievo fuera de las murallas. En este antiguo arrabal todo pasaba y pasa por la plaza del Carbayo. Siéntate en una de sus terrazas como un paisano más, culín en mano y al abrigo de la delicada armonía de la iglesia vieja de Sabugo.

Plaza del Carbayo. Que ver en Aviles

Vieja porque en el XIX se quedó pequeña y porque la burguesía emergente de la época quiso plasmar su poder en una nueva: la neogótica y monumental Santo Tomás de Canterbury. Pero no vayas aún a verla porque desde este mentidero vecinal parte otro túnel del tiempo, la calle Bances Candamo. Si la recorres en soledad, podrás pintar de historias su pasado. Las de los pescadores y mareantes que desde aquí salían a la mar, y la de las mujeres que al grito de sardines fresques ponían rumbo al Avilés de intramuros para vender su mercancía.

Calle Bances Candamo. Que ver en Aviles

¿Dónde comemos?

Pues depende de lo que te apetezca. Si quieres empezar por los contundentes clásicos de la gastronomía asturiana, tu sitio es Tierra Astur Avilés (San Francisco, 4). El ambiente está asegurado y, como el resto de sidrerías de este grupo, la carta se basa en productos locales de calidad: quesos, embutidos, ternera asturiana, tortos, rapas… Si buscas cocina de autor, deberías dejarte caer por Apiñon Bistro para catar las originales propuestas del chef Pablo Pérez. Platos, como la merluza agridulce o el salteado de panceta al estilo thai, inspirados en la street food internacional que entran por los ojos y estallan en el paladar (Galiana, 30). Otra plaza fuerte de la nueva cocina avilesina es Brujería, un rincón del barrio de Sabugo en el que Jacobo Rodríguez y compañía hacen auténtica magia a la vista de todos. Imprescindibles: los chipirones, el taco de lomo ibérico y el coulant de zanahoria con helado de coco (La Estación, 18).

Donde comer en Aviles

Aunque a priori puede parecer imposible hacerse un hueco en territorio sidrero, lo cierto es que en Avilés el mundo del vino siempre ha estado muy presente. ¿Dos recomendaciones para comprobarlo? Sal de Vinos, una agradable vinoteca que también funciona como bar de tapas y restaurante -ojo a la deliciosa longaniza de Avilés (La Muralla, 36), y la enoteca Syrah con excelentes vinos que maridan a la perfección con su selección de tapas (Alfonso VII, 12). En ambos, lo mejor es que te dejes aconsejar para disfrutar del arte del buen beber.

ACTUALIZACIÓN → Aquí tienes un artículo dedicado exclusivamente a dónde comer en Avilés con mis recomendaciones.

Visita el Niemeyer, el gran escenario de Avilés

Óscar Niemeyer le regaló a la ciudad mucho más que su principal obra en Europa, la puso en el mapa cuando pocos la conocían fuera de Asturias. Y lo hizo plasmado su universo creativo en el Niemeyer, un centro cultural multidisciplinar que se articula alrededor de “un gran palco de teatro sobre la ría y la ciudad vieja de Avilés”. Lo comprobarás recorriendo la pasarela que a modo de grapa une el pasado y el presente de la ciudad. A tu espalda, casas bajas con balcones acristalados. Enfrente, las curvas y colores primarios que el arquitecto brasileño soñó para bañar de luz la antes agónica ensenada avilesina.

Pasarela de acceso al Niemeyer. Aviles, Asturias

Centro Niemeyer. Que ver en Aviles. Asturias

Una vez allí, juega a descubrir las formas de la naturaleza que encierran las toneladas de hormigón blanco que te rodean. La enorme plaza central, la Cúpula, el Auditorio, la Torre-Mirador… Niemeyer creía que todas las artes estaban unidas y lo rubricó cosiendo, sin apenas líneas rectas, los diferentes edificios que componen su única obra en España. Espacios para la música, el cine, la danza o el teatro que te recomiendo descubrir en una visita guiada. Y sí, mi rincón favorito es la escalera de la Cúpula. Solo este genio de la arquitectura moderna podía dibujar, peldaño a peldaño, unas curvas femeninas que bien podrían desfilar por la arena de Copacabana.

Escalera de la Cupula del Centro Niemeyer. Aviles

Descubre el arte funerario del cementerio de La Carriona

¿Un cementerio en una lista de imprescindibles de Avilés? Como lees, pero no uno cualquiera, el cementerio de La Carriona, un camposanto en el que la escultura funeraria alcanza la categoría de arte como demuestra su inclusión en la Red Europea de Cementerios Significativos. Inaugurado en 1890, este museo al aire libre atesora la memoria colectiva de la ciudad. La de la burguesía que alzó panteones, capillas y criptas para que su poder económico, fruto del comercio con América, no cayese en el olvido, la de personajes ilustres de distintas disciplinas, y la del pueblo, enterrado en modestas sepulturas. Un consejo: para conocer mejor su patrimonio artístico y monumental, visita antes el Centro de interpretación.

Cementerio de La Carriona. Que ver en Aviles

¿Qué ver en Avilés? Sube al mirador del barrio de La Luz

Si quieres hacerte una idea de las dimensiones reales de Avilés y ver cómo luce su silueta desde la distancia, acércate al barrio de La Luz. En concreto al monte de la Xungarosa, una atalaya natural desde la que podrás contemplar una espectacular panorámica que abarca todo el concejo. Deja que tu mirada sobrevuele el horizonte de este a oeste. Los prados ponen el verde, la ría, el azul. No hay duda. Estás en Asturias.

Mirador del barrio de La Luz. Aviles

Antes de iniciar el descenso al centro, entra en la preciosa ermita que precede al mirador. Un pequeño templo situado a casi cien metros de altitud en el que se venera a la patrona de la ciudad, la Virgen de la Luz.

Ermita Nuestra Señora Virgen de La Luz. Aviles

Explora la comarca de Avilés: playa de Salinas y Museo de Anclas Philippe Cousteau

Arena dorada, surferos cabalgando sobre las olas, un ecosistema de dunas con especies vegetales únicas, un paseo marítimo y el más hermoso tributo a las gentes del mar que he visto nunca. Si tuviera que escoger uno de los muchos atractivos turísticos de la comarca de Avilés, este sería, sin duda, la playa de Salinas. La playa y su magnífico colofón: el Museo de Anclas Philippe Cousteau. ¿Uno de mis rincones favoritos de Asturias? Sin duda porque cuanto el asfalto me asfixia mi mente suele volar a este promontorio rocoso en el que la naturaleza estrecha la mano del hombre. Anclas y velas varadas en tierra, el fiero Cantábrico golpeando los acantilados, el viento en la cara, la mirada en el horizonte y el pensamiento libre, a la deriva… Mágico. Sí, esa sería la palabra.

Playa de Salinas. Asturias

Museo de Anclas Philippe Cousteau. Castrillon

¿Necesitas más ideas sobre qué ver en Avilés? Aquí las tienes. Un paseo por la ría al atardecer, asistir a la subasta de pescado en La Rula, conocer la evolución la que fue la primera villa costera del Cantábrico en el Museo de la Historia Urbana de Avilés, un momento de paz en el parque de Ferrera, contemplar el conjunto de galerías acristaladas que enmarcan la plaza Hermanos Orbón y entrar en el mercado de abastos… Empieza y acaba por donde desees. El resultado será el mismo: terminarás enamorándote de Avilés. A mí me pasó.

¿Dónde dormir en Avilés?
Si buscas un alojamiento con encanto en pleno casco histórico, te recomiendo el Hotel Don Pedro. Está situado en la calle de La Fruta, a tan solo 30 metros del Ayuntamiento y cuenta con habitaciones espaciosas y luminosas. A destacar: la amabilidad de su personal.

Completa tu escapada a Avilés con estas visitas guiadas

Si quieres aprovechar al máximo tu estancia en Avilés, aquí tienes una serie de actividades y experiencias muy bien valoradas por otros viajeros:

Visita guiada por Avilés en español: Descubre esta ciudad medieval y marinera y el encanto de su precioso casco histórico. Niños gratis.

Tour de quesos y sidra: Conoce la elaboración tradicional del Afuega’l Pitu y participa en una espicha con sidra natural, quesos y chorizos.

Tour de los misterios y leyendas de Avilés: El centro de Avilés tuvo en su día su particular “Jack el destripador”. Atrévete a descubrir leyendas como esta en este tour nocturno.

Tour indiano por Avilés: Cuando volvieron a Asturias tras “hacer las Américas”, los indianos de Avilés dejaron su impronta en la ciudad. Anímate a conocer su historia en este paseo guiado.

Sigue viajando por Asturias

Oviedo, Avilés y Gijón: las tres princesas de Asturias

Oviedo, Avilés y Gijón: las tres princesas de Asturias

Sus espectaculares paisajes vestidos de azul y verde fascinan. Su rico patrimonio sorprende. Su gastronomía -la de siempre y la que reinventa la nueva cantera de cocineros asturianos-, engancha tanto como el placer de compartir unas sidras a la vera del mar o disfrutar del ambiente de una fiesta de prao. La cálida acogida de su gente enamora y el encanto de ciudades como Oviedo, Avilés y Gijón deja huella. Y es que quien pisa la tierrina acaba seducido por su cultura tradicional y por el soplo de aire fresco que aportan las nuevas opciones de ocio del Principado. Quien pisa esta tierrina no la olvida y marcha con una sonrisa en los labios en la que se puede leer un «quiero volver».

Museo de Anclas Philippe Cousteau. Salinas. Asturias

Que lo diga yo, una enamora confesa de Asturias, puede resultar y es subjetivo. Pero no soy la única que opina así sobre este rincón norteño encajado entre Galicia y Cantabria. Según un informe elaborado por el portal Electomanía, esta comunidad autónoma es la mejor valorada por los españoles y encabeza el ranking de las regiones más queridas de nuestro país. Una notable posición que, por supuesto, también se refleja en otro dato cuantitativo: Asturias ha vivido este verano el segundo mejor año turístico de su historia.

Oviedo. Asturias

Las cifras avalan su gran potencial, sí, pero son los sentimientos los que convencen. Y créeme cuando te digo que Asturias no se visita, se siente. Escuchando el discurso del mar, comiendo fabada, tocando la historia, oliendo el frescor que deja el orbayu y contemplando entornos urbanos que se dirían lienzos.

Oviedo, Avilés y Gijón: la corte del Principado

Tres ciudades separadas entre sí por apenas 30 kilómetros. Tres princesas para un Principado. Tres piezas indiscutibles de un precioso puzzle llamado Asturias que he tenido la suerte de volver a pisar hace un par de semanas.

Santa Maria del Naranco y Aviles. Asturias

Tal vez entre ellas exista cierta rivalidad, pero a los ojos del viajero se complementan para cubrir con nota la cara más urbana de este paraíso natural. Un rostro cargado de historia y arte que navega entre el prerrománico asturiano de Oviedo -con las depuradas y armónicas formas de Santa María del Naranco y San Miguel de Lillo a la cabeza-, las avilesinas curvas del Niemeyer y la vanguardia del edificio civil más grande de España: la Laboral Ciudad de la Cultura de Gijón.

Santa Maria del Naranco. Oviedo, Asturias

Centro Niemeyer. Aviles

Laboral Ciudad de la Cultura. Gijon, Asturias

Un trío de ases, diverso y cargado de personalidad, que ejemplifica la pluralidad de este territorio y que nos invita a destilar su esencia desde la experiencia, como un paisano más.

Mi momento en Oviedo, una capital que custodia su pasado para sorprender en el presente

Callejear por su impoluto y peatonal casco histórico lleno de reminiscencias medievales, saludar a las más de cien estatuas que se cruzan en mi camino, conmoverme ante el fascinante dúo medieval que custodia el monte Naranco, coleccionar rayos de sol en el Campo de San Francisco, tomar el vermú en La Paloma, ir de sidras por Gascona, soñar con veladas de ópera en el Teatro Campoamor, merendar en la confitería Rialto…

Plaza de El Fontan. Oviedo. Asturias

Todas estas experiencias típicamente ovetenses, me encantan, sí, pero una destaca del resto: pasear de buena mañana por los alrededores de la plaza de El Fontán, casi en soledad y pulsando el lento despertar de la capital asturiana, como hacen los carbayones más madrugadores. Para recrearme en sus preciosos rincones y paladear la tranquilidad que brinda una pequeña ciudad como esta, donde todo el mundo parece conocerse y el tiempo discurre sin prisa.

Más información: Oviedo, una pieza más de ese precioso puzzle llamado Asturias

Oviedo, Avilés y Gijón: tras los pasos del peregrino

Arte, naturaleza, un patrimonio intangible heredado a lo largo de los siglos… Nadie duda del brutal atractivo de los Caminos de Santiago del Norte Peninsular, declarados Patrimonio Mundial en 2015. Un entramado de rutas de peregrinación cuyo legado, en forma de templos, calzadas, hospitales y albergues, aumenta el valor de un viaje a Asturias que, por supuesto, debe hacer parada y fonda en Oviedo, Gijón y Avilés.

Como el denominado Camino Primitivo, que recorrió por primera vez Alfonso II el Casto y que parte de la majestuosa catedral de Oviedo -hito imprescindible para comprender el dicho de «quién va a Santiago y no al Salvador, visita al vasallo y no al señor»-, para continuar adentrándose, concha a concha, en el occidente asturiano.

Estatua de La Regenta y Catedral de San Salvador. Oviedo. Asturias

O el Camino del Norte, que bordea el litoral cantábrico uniendo en su sexta etapa Gijón y Avilés. En la primera, también conocida como la Villa de Jovellanos, detente en el Muséu del Pueblu d’Asturies para sumergirte, entre hórreos, paneras y casonas hidalgas, en el patrimonio cultural del pueblo asturiano.

Museo del Pueblo de Asturias. Gijon

En Avilés, por su parte, el Camino atraviesa su casco antiguo, declarado conjunto histórico artístico, hasta enfilar los altos de San Cristóbal. Si quieres ahondar en la evolución de la que fue la primera villa costera del Cantábrico, tienes una cita en el Museo de la Historia Urbana de Avilés.

Soportales de la calle Galiana. Aviles. Asturias

Más información: El Camino del Norte: etapa Gijón/Xixón-Avilés

Mi momento en Avilés, la villa medieval más bonita de Asturias

Una ciudad a escala humana que rezuma aires del medievo. Un casco antiguo cuajado de soportales, iglesias y casonas señoriales. Calles que parecen decorados. Una recuperada ría que invita a pasear hasta llegar a esa gran plaza abierta al mar que es el Centro Niemeyer, locales gastro, el mirador de la ermita de Nuestra Señora de la Luz, el cementerio de La Carriona, la cercana playa de Salinas… Y un cinturón de chimeneas al que, egoístamente, acabas hasta cogiendo cariño porque desalienta a los turistas desinformados y preserva Avilés como es, la joya medieval más preciada de Asturias.

Cae la noche en Aviles. Asturias

Bajo la luna y bañada por la luz de las farolas. Si tuviera que escoger un momento en la Villa del Adelantado, sería este. Recorriendo los kilómetros de soportales que hilvanan su centro histórico en calles como Galiana, La Ferrería, Bances Candado o Rivero, deteniéndome a los pies de la iglesia vieja de Sabugo que custodia el antiguo barrio marinero, fijándome en el pavimento que cambia de piedra a loseta… Cuando la ciudad duerme, pero yo no.

Oviedo, Avilés y Gijón: tres anfitrionas del buen comer

A Asturias uno va, entre otros motivos, a comer. A comer muy bien y en cantidades que obligan a dejar aparcada la dieta en el túnel del Negrón. La oferta, avalada por la calidad de la marca Alimentos del Paraíso Natural, es tan variada que resulta inabarcable en una sola escapada, y viaje a viaje descubro nuevas propuestas gastronómicas. Toma nota y, cuando no puedas más, recuerda que nun ye fame ye viciu. Porque aquí se viene a yantar hasta quedar fartuco, o lo que es lo mismo, a asturianizarse bocado a bocado.

¿Tres sugerencias en Oviedo? Probar el galardonado cachopo de La Corte de Pelayo mientras contemplas una bonita vista del Teatro Campoamor, disfrutar de la cocina fusión y el gusto por los detalles de Secreto a voces, y sucumbir a la cocina tradicional de La Pumarada, todo un clásico del Bulevar de la Sidra.

Pastel de cabracho, anchoas del Cantabrico y cachopo

En Avilés, dos propuestas innovadoras y una que siempre es una apuesta segura. Apiñón Bistró, para ser testigo de la desbordante creatividad del chef Pablo Pérez y su deliciosa street food (Galiana, 30), Brujería, un rincón del barrio de Sabugo en el que Jacobo Rodríguez y compañía hacen auténtica magia a la vista de todos dispensando un trato inmejorable (La Estación, 18), y Tierra Astur Avilés que, como el resto de sidrerías de este grupo, basa su carta en productos locales de calidad: quesos, embutidos, ternera asturiana, tortos y rapas…

Tabla de tortos y coulant de zanahoria

Para conocer qué se cuece en Gijón, pásate por Zascandil, el nuevo restaurante de José Luis Camacho que me conquistó con su entrecot de vaca vieja, por Casa Trabanco -un llagar tradicional y familiar fundado en 1925-, por Okaeri, donde descubrí un universo de sabores healthy entre tazas de té (Joaquín Fernández Acebal, 14) y, si el tiempo lo permite, por La Terraza de La Laboral, la nueva apuesta del restaurante La Cocina que dirige con mimo el cocinero Sergio Rama.

Y si te ha sabido a poco, acércate a Casa Gerardo, en Prendes, para descubrir el secreto de una buena fabada de la mano de los hermanos Morán y su estrella Michelin.

La famosa fabada de Casa Gerardo. Prendes. Asturias

Mis momentos en Gijón, la ciudad más vibrante de Asturias

Sí. Esta vez hablo de momentos porque me resulta imposible quedarme solo con uno. ¿Por qué me presta tanto Xixón? Porque se asoma a un Cantábrico que alivia mi corazón marinero, por la magia de Cimavilla, por su brillante combinación de pasado y presente, porque se mueve, porque se quiere, porque es cultura, por su animada vida nocturna, sus paisanos, y, sobre todo, porque es un potente imán que me atrae con fuerza cuando busco un lugar en el que sentirme bien.

Playa de San Lorenzo. Gijon. Asturias

¿Dónde puedes encontrarme si coincidimos? En lo alto del cerro de Santa Catalina, ensimismada con el sonido del mar bajo las 500 toneladas de hormigón que Eduardo Chillida transformó en el Elogio del Horizonte. De culines en el antiguo barrio de pescadores y marisqueras. En el puerto deportivo o paseando por la playa de San Lorenzo al atardecer. En el Savoy, exprimiendo la noche en directo… ¿Dónde quedamos?, ¿en la Plaza del Marqués junto al rey Pelayo o en La Escalerona?

Más información: Gijón, una atractiva ciudad teñida de azul y verde.

Oviedo, Avilés y Gijón. Tan distintas como similares, tan auténticas como se espera, tan sorprendentes que harán que desees volver para sentir de nuevo la belleza del Asturias.

Wilderness Boutique Manor Rapukartano (Finlandia)

Wilderness Boutique Manor Rapukartano (Finlandia)

Apaga el móvil, cierra los ojos e imagina un lugar en el que la naturaleza, la tranquilidad y el buen gusto se alían para enmarcar experiencias únicas. Acabas de salir de la sauna y estás tomando una cerveza bien fría junto a un precioso lago de aguas cristalinas. El sonido del silencio acaricia tu piel, tu vista se relaja entre azules y verdes, y la suave temperatura te invita a no moverte del cercado de madera que custodia una pequeña hoguera. Sigue siendo de día y no sabes qué hora es. No importa. Estás en la gloria. Estás en el Wilderness Boutique Manor Rapukartano, todo un referente en la hostelería de lujo de la Región de los Mil Lagos de Finlandia.

Verano en Wilderness Boutique Manor Rapukartano. Region de los Mil Lagos. Finlandia

Koivulahden Rapukartano. Finlandia

Desmontando el Wilderness Boutique Manor Rapukartano

La carta de presentación que nos regala Rapukartano no puede más atractiva: un encantador complejo dibujado con trazos de madera y diseño escandinavo, situado a orillas del lago Kuorevesi, que se integra a la perfección en el paisaje rural de Vilppula.

Y es que una de las grandes bazas de este hotel es el escenario natural que lo rodea y que resume la esencia de esta región situada en la parte central del sur del país. Bosques, ríos y lagos, aire puro, ausencia de turismo de masas… Un edén emplazado en la mayor zona lacustre de Europa que exuda paz por los cuatro costados y que nos invita a disfrutar del verano con mayúsculas.

Wilderness Boutique Manor Rapukartano, Finlandia

Desayunos a los que el reloj no ha sido invitado, paseos en bici, tardes de sauna, una cena con vistas al lago, un cóctel en el embarcadero, días eternos que se funden con noches bañadas por el sol…

La dolce vita, sí, pero a la finlandesa. O lo que es lo mismo, siguiendo una filosofía basada en la naturaleza, el confort y el lujo nórdico que huye de la ostentación para centrarse en lo realmente importante: crear espacios que transmiten tranquilidad e invitan al descanso.

Rapukartano Suite

TE INTERESA → Si quieres vivir esta experiencia sin preocuparte de nada, pregunta en tu agencia de viajes por el programa Destellos de los 1.000 lagos del turoperador español CATAI. Jyväskylä, la Art Town de Mänttä, alojarte en Rapukartano, marcha nórdica, paseos en bici y más en la Región de los Mil Lagos de Finlandia. ¿Un plus? También tendrás tiempo para conocer Tallin, la capital de Estonia.

Sauna de la Rapukartano Suite. Wilderness Boutique Manor Rapukartano

Suite para 4-5 personas. Koivulahden Rapukartano

Un buen ejemplo son las espectaculares suites a dos alturas equipadas con sauna y bañera de hidromasaje, y el resto de habitaciones premium y standard del edificio Merta. Un diseño presidido por el uso de la madera que se repite en el resto de instalaciones del complejo: en las acogedoras zonas comunes, el embarcadero, la terraza junto al lago, el jacuzzi exterior y, cómo no, en las saunas, el tesoro finlandés más exportado.

Da igual la opción que escojas, sauna de humo, de madera o eléctrica. Si completas el ritual bañándote en el lago, te convertirás en un incondicional de esta placentera y tradicional práctica de purificación de cuerpo y mente.

Koivulahden Rapukartano. Finlandia

Primero construye la sauna y después la casa»

– Antiguo proverbio finlandés

Jacuzzi. Wilderness Boutique Manor Rapukartano. Finlandia

Los sabores del Wilderness Boutique Manor Rapukartano

Saludable, sabrosa y sorprendente. Así es la propuesta culinaria de este hotel que tiene en el Bear’s Den el mejor marco para ser degustada. Un encantador espacio con vistas al lago en el que el jefe de cocina Jarmo Räisänen despliega su innovadora carta reinterpretando con acierto la cocina escandinava tradicional. Sus pilares: productos frescos de temporada y de kilómetro cero que transforma en bocados gourmet.

Restaurante Bear’s Den. Koivulahden Rapukartano

Nuestra cocina es muy importante para nosotros. Queremos que nuestros huéspedes experimenten algo único «

– Pasi Heinonen, manager

Oferta culinaria del Wilderness Boutique Manor Rapukartano

Räisänen, además de formar parte de la Asociación Finlandesa de Chefs, es un reputado rôtisseur y sus elaboraciones a la parrilla lo confirman. Alce, reno, oso… Carnes que comparten mantel con finas cremas de setas, verduras ecológicas, deliciosos pescados y cangrejos de río, y tentadores postres en los que no faltan las omnipresentes bayas. En definitiva, una experiencia gastronómica de altura en la que el bucólico paisaje que se filtra por los amplios ventanales reclama su protagonismo como un comensal más.

TOMA NOTA → Este verano, Finnair, la aerolínea nacional de Finlandia, aumenta el número de frecuencias entre España y Helsinki operando 40 vuelos semanales desde Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante y Palma de Mallorca. Con tantas facilidades, ¿te vas a resistir a elegir Finlandia como destino vacacional?

Actividades en la naturaleza

Junto a este plan de desconexión y relax, el Wilderness Boutique Manor Rapukartano, en colaboración con reputadas empresas locales, ofrece durante todo el año un atractivo calendario de actividades deportivas. En verano es el turno de remar en un bote tradicional, hacer excursiones en 4×4 o practicar piragüismo y marcha nórdica. Cuando el paisaje se tiñe de blanco, las raquetas, la pesca en el hielo y las travesías en moto de nieve toman el relevo en este bello rincón de la Región de los Mil Lagos.

Entorno natural del Wilderness Boutique Manor Rapukartano Además de las actividades guiadas, el paisaje que rodea el hotel es perfecto para hacer senderismo gracias al llamado Jokamiehen Oikeus, una ley por la que todo el mundo tiene derecho a disfrutar de la naturaleza y que, por tanto, permite recorrer el país con total libertad. ¿Más opciones? Una visita a los museos Serlachius, uno de los complejos museísticos más importantes de Finlandia.

Noches blancas en Rapukartano

A pesar de no estar situado por encima del círculo polar ártico, que es donde el sol de medianoche brilla en todo su esplendor, las noches de verano también son blancas en el Wilderness Boutique Manor Rapukartano. El documento gráfico es esta foto tomada a las tres de la madrugada. Una imagen que trata de captar en un puñado de píxeles los amarillos, naranjas y rojos que pintaban el cielo en ese momento desdibujando la frontera entre el atardecer y el amanecer. Mágico, ¿verdad?

Wilderness Boutique Manor Rapukartano. Region de los Mil Lagos, Finlandia

Informado quedas. Si buscas unas vacaciones inolvidables en la Región de los Mil Lagos, el Wilderness Boutique Manor Rapukartano es la mejor sugerencia que puedo hacerte para disfrutar del verano como un finlandés más. Seductores paisajes, tranquilidad, acogedoras instalaciones, un staff cercano y amable…Todo ello en el país más feliz del mundo. Todo ello a poco más de 3 horas en avión desde España.

Ficha del Wilderness Boutique Manor Rapukartano

Dirección  Koivulahden Rapukartano. Koivuseläntie 77. 35700 Vilppula

Teléfono → +358 44 592 9429. Web → Koivulahden Rapukartano

Categoría → 5 estrellas.

Alojamiento → El Wilderness Boutique Manor Rapukartano cuenta con tres categorías de alojamiento: suites para 4-5 personas equipadas con sauna y jacuzzi, habitaciones premium con terraza o balcón, y habitaciones standard con baño en el vestíbulo. Todas ellas están insonorizadas, disponen de acceso a Internet gratuito y están decoradas siguiendo el estilo cálido y acogedor que prima en todo el complejo.

Mapa de Rapukartano

Servicios → Instalaciones adaptadas para huéspedes con movilidad reducida. Registro de entrada y salida exprés. Wifi gratuita en todo el establecimiento. Zona privada de playa. Cuatro tipos de sauna. Jacuzzi, barbacoa y terraza al aire libre. Bar & Cocktail. Menús dietéticos (bajo petición). Zona TV/salón de uso compartido. Masajes, tratamientos de belleza y terapias antiestrés. Salas de reuniones y eventos para 12-100 personas. Información turística y reserva de excursiones. Actividades durante todo el año. Parking privado. Servicio de conserjería y aparcacoches. Traslados al aeropuerto. Alquiler de coches. Zona de fumadores. No se admiten mascotas.

Nota: Esta reseña se enmarca en un press trip a la Región de los Mil Lagos de Finlandia organizado por CATAI y Finnair.

NO VIAJES SIN SEGURO
Si vas a viajar a Finlandia, haz como yo y contrata un seguro de viajes con Chapka. Para estancias inferiores a 90 días, te recomiendo el Cap Trip Plus por su amplias coberturas. Además, si lo contratas a través de mi web, obtendrás un 7% de descuento usando el código OBJETIVOVIAJAR. No lo dudes, contrata aquí tu seguro de viajes y disfruta de una aventura asegurada.

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La Región de los Mil Lagos de Finlandia: el verano que te mereces

La Región de los Mil Lagos de Finlandia: el verano que te mereces

¿Con qué imágenes pintarías el cuadro de unas vacaciones perfectas? Paisajes de escándalo, días cálidos y noches frescas, aire puro, poca gente, una charla entre amigos, una cerveza bien fría, algo de deporte, un momento de soledad, unas pinceladas culturales, romper el yugo de la rutina y relajarte… Al final, todo se resume en dos palabras: ser feliz. Y puestos a buscar lo que la RAE define como «estado de grata satisfacción espiritual y física«, nada mejor que hacerlo en la Región de los Mil Lagos de Finlandia donde te espera un verano como nunca antes has vivido. El verano que te mereces en el país más feliz del mundo.

La Region de los Mil Lagos de Finlandia

La Región de los Mil Lagos: el lujo de disfrutar del verano en Finlandia

Recorrer la Región de los Mil Lagos es viajar al corazón de la identidad finlandesa, un órgano que bombea impulsado por el cauce de sus aguazales, se alimenta con savia y que muestra en cada latido el carácter de una población que sabe disfrutar de la vida. Sobre todo, en verano, cuando todo es eterno. Como los días, el agua, el verdor de los bosques o la tranquilidad que proyecta un brutal entorno diseñado para que los sentidos se reconcilien.

Region de los Mil Lagos de Finlandia

Lo mejor de este escenario en el que la naturaleza da el do de pecho es que los finlandeses han sabido seguir su melodía. El resultado: un adagio que conjuga sin fricciones naturaleza y arquitectura, y que da pie a un sereno diálogo entre el hombre y el paisaje. A una conversación de tú a tú que fluye sin altibajos a la espera de la réplica del viajero. Aquí, en la parte central del sur de Finlandia, a poco más de 3 horas en avión desde España.

Iglesia de Petäjävesi. Region de los Mil Lagos de Finlandia

Finlandia: bienvenido a la república de la felicidad
Un sistema educativo y sanitario ejemplar, líderes en igualdad de género, ausencia de corrupción, impuestos proporcionales a los ingresos, libertad y seguridad, la nación con más bosques de Europa y la tercera a nivel mundial en cuanto a calidad del aire…. Este es el termómetro que marca la calidad de vida en Finlandia, una república ya centenaria que, según el informe World Happiness Report 2018 de Naciones Unidas, es el país más feliz del mundo. ¿Adivinas cuál es la mejor zona para comprobarlo?

Navegando por el lago Ruovesi. Finlandia

El objetivo y el dónde han quedado claros: buscamos el verano perfecto en la Región de los Mil Lagos de Finlandia. ¿Cómo conseguirlo? Conociendo qué hace feliz a las gentes de Lakeland los 365 días del año y, en especial, hasta que las noches vuelven a teñirse de negro.

Una cabaña junto al lago

Una cuarta parte de los finlandeses tiene una casa de verano, un segundo hogar en el que alejarse del mundo, un refugio que en la Región de los Mil Lagos se dibuja con trazos de madera y pantones de naturaleza… una cabaña junto al lago. ¿Importa qué lago sea? En absoluto. Si el país cuenta con más de 180.000, esta zona es la que más agua tiene y por ende, más cabañas a su vera.

Wilderness Boutique Manor Rapukartano

Koivulahden Rapukartano. Region de los Mil Lagos de Finlandia

¿Cómo es la vida en un sitio así? Tan intensa o relajada como quieras, o mejor, suma las dos opciones para esbozar el lienzo de un verano inolvidable. Desayunos a los que el reloj no ha sido invitado, paseos por el campo, nadar, montar en bici, navegar, practicar rafting, retomar aquel libro que dejaste a medias y devorar media docena más, recordar que el presente es lo que importa y posponer los problemas del mañana, sentir que el estrés se aleja impulsado por un chute de tranquilidad, tardes de sauna, noches sin fin… Pasar unos días en una cabaña es algo intrínseco al verano finlandés y puedo asegurarte que si pruebas, repites.

Practicar el Jokamiehen Oikeus

No te esfuerces en pronunciarlo y quédate con el concepto: en Finlandia todo el mundo tiene derecho a disfrutar de la naturaleza aunque se trate de un recinto privado. O lo que es lo mismo, la ley permite recorrer el país -con más del 70% de su superficie cubierta de bosques y 40 parques nacionales- con total libertad. Pero no solo podrás pasear, también bañarte en los lagos y recoger frutos silvestres siempre que lo hagas de forma responsable y sostenible.

Esta filosofía, democrática como pocas, dice mucho de la relación que tienen los finlandeses con la naturaleza: auténtica devoción. Respirar aire puro, escuchar los sonidos del silencio, liberar la mente, abrazar un árbol y sentir su energía… Una terapia forestal en toda regla que, obviamente, contribuye y mucho a la felicidad nacional ya que está comprobado que una buena dosis de campo mejora el estado de ánimo.

Torre de observacion de Mänttä. Region de los Mil Lagos de Finlandia

Dicho esto, y teniendo en cuenta que uno de cada cinco ciudadanos posee un bosque, te reto a encontrar un cartel de «prohibido pasar» en la Región de los Mil Lagos. Yo te espero columpiándome frente al lago.

La sauna: un saludable must try en la Región de los Mil Lagos de Finlandia

Los finlandeses llevan el tema de la sauna en el ADN, escrito en sangre generación tras generación desde que Finlandia es Finlandia. Prueba de ello es que hasta no hace mucho era el escenario en el que se completaba el ciclo de la vida: los niños nacían allí porque era el lugar más limpio de la casa y, tras la muerte, los cuerpos pasaban por un último lavado. Hoy en día, las cifras hablan por sí solas: 5.4 millones de habitantes y más de 3 millones de saunas. Echando cuentas, más de una por cada dos ciudadanos.

La sauna, una experiencia cien por cien finlandesa

Primero construye la sauna y después la casa. Como reza este antiguo proverbio finlandés, ir a la sauna es algo tan fundamental como respirar así que difícilmente entenderás la cultura de este país si no pruebas su tesoro nacional más exportado ya sea en una sauna de humo tradicional, de madera o eléctrica.

Consejos para principiantes → Los finlandeses van desnudos a la sauna incluso con extraños así que hacer lo propio o cubrirte con una toalla depende de ti. Para empezar a aclimatarte, lo mejor es una sesión rápida de 10 o 15 minutos, seguida de un buen baño en el lago para tonificar la piel y, si te apetece, vuelta a empezar. Eso sí, como sudarás a mares tienes que beber mucho líquido -una cerveza bien fría sienta de fábula. Y lo más importante: ponte cómodo, socializa y relájate porque se trata de un placentero ritual de purificación de cuerpo y mente, no de una competición a ver quien aguanta más.

El diseño en todas sus expresiones…

La silla bola de Eero Aarnio -todo un fetiche para James Bond-, los vestidos de Marimekko que popularizó Jackie O. en los 60, los Mumins de Tove Jansson… Finlandia siempre ha sido y sigue siendo sinónimo de vanguardia gracias a un elenco de diseñadores, arquitectos e ilustradores que se inspiran en la naturaleza para crear obras atemporales. Un legado que en la Región de los Mil Lagos converge en dos figuras claves de su desarrollo cultural: Alvar Aalto y Gösta Serlachius.

La Jyväskylä de Alvar Aalto

Jyväskylä, a poco más de tres horas en coche desde Helsinki, es un buen punto de partida para explorar la zona y conocer otra de las debilidades de los finlandeses: la arquitectura de Alvar Aalto, unas de las figuras más importantes de la arquitectura moderna del siglo XX. Conocida como la Atenas de Finlandia, esta joven ciudad cuenta con un total de 29 obras que muestran la evolución del padre del modernismo finlandés. El Teatro del Centro administrativo y Cultural de Jyväskylä, el Museo Alvar Aalto, el campus de la Universidad, la iglesia de Muurame…

Ayuntamiento de Säynätsalo e iglesia de Muurame

Tampoco deberíamos dejar la ciudad sin acercarnos a la isla de Säynätsalo para conocer una de las obras más relevantes de Alvar Aalto: el ayuntamiento. Diseñado a principios de los 50, este edificio multifuncional, que actualmente ofrece alojamiento, resume buena parte de su aplaudido discurso arquitectónico: construcciones que se integran en armonía con el entorno -urbano o natural-, materiales propios de la tradición escandinava, enormes ventanales que abren paso a la luz, texturas abstractas… En definitiva, edificios que a primera vista parecen sencillos pero que encierran una gran complejidad estructural y mucha sensibilidad.

Consejo viajero → Aprovecha tu estancia en Jyväskylä para palpar su animado ambiente universitario, hacer algunas compras, recorrer en bici su patrimonio natural o acercarte a la orilla del lago Päijänne, el más grande de esta región y el segundo más grande de Finlandia.

Mänttä y los museos Serlachius

La estrecha relación entre el mundo del arte y la naturaleza también está presente en la localidad de Mänttä-Vilppula de la mano de Serlachius Museums, uno de los complejos museísticos más importantes del país. Para conocer la importancia de este icono cultural hay que retroceder hasta principios del siglo XX cuando la familia Serlachius, una saga de empresarios de la industria papelera, empezó apoyar a numerosos pintores y escultores finlandeses, y a forjar su propia colección de arte. Para ubicarla alzó, a orillas del lago Melasjärvi, el Museo Gösta, un conjunto arquitectónico formado por la Mansión Joenniemi, con clásicos de la Edad de Oro, y por el premiado Pabellón Gösta, una impresionante construcción de madera que desde el 2014 exhibe grandes obras de artistas contemporáneos.

Serlachius Museums. Region de los Mil Lagos de Finlandia

La visita teatralizada al Museo Gustaf, antigua sede de la empresa familiar, completa la oferta cultural de Serlachius, una cita imprescindible para los amantes del arte y otro rincón que muestra la delicada belleza de la Región de los Mil Lagos de Finlandia.

Consejo viajero → Si lo tuyo es el arte contemporáneo, no deberías perderte el Mänttä Art Festival, el festival de arte más potente del verano finlandés. La cita, hasta el 31 de agosto en la galería Pekilo. Y si eres más de espacios abiertos, aprovecha para dar un paseo por Mäntänvuori, una preciosa reserva natural situada en los alrededores de esta pequeña población también conocida como Art Town Mänttä. Ahora ya sabes por qué.

… y no solo valorarlo, también consumirlo

Como me comentó Päivi Viherkoski, directora de desarrollo y comunicación de la Fundación Serlachius, los finlandeses tienen muy arraigada su identidad nacional y no solo admiran el diseño, también lo consumen. Basta visitar la fábrica de vidrio de Iittala, donde se sigue produciendo la mítica jarra de Alvar Aalto, o el Museo Finlandés del Vidrio de Riihimäki, que cuenta con una interesante colección piezas que van desde el siglo XVIII al XXI, para comprobar que el diseño forma parte del día a día de los finlandeses y que los rodea donde quiera que vayan.

Jarras de Alvar Aalto con la fabrica de vidrio de Iittala al fondo. Region de los Mil Lagos

¿Algunos ejemplos de que en Finlandia el diseño es una forma de vida? Los hogares se decoran con muebles de Artek y se adoran con textiles de Marimekko y porcelanas de Arabia, visten ropa de diseño de IvanaHelsinki o Tiia Vanhatapio y se desplazan en las bicis Jopo de Eero Helkama.

Comer sano, comer rico

Que la felicidad también se saborea no es algo nuevo. Que los finlandeses tienen fama de bon vivants, tampoco. Pescados como el omnipresente salmón, carne guisada, verduras ecológicas, pan de centeno, patatas, quesos, frutos rojos, hierbas y setas silvestres… Estos son algunos de los saludables productos de proximidad que reinan en el escenario culinario de la Región de los Mil Lagos. Calidad y creatividad sin renunciar a recetas de toda la vida como las empanadas de Carelia, el estofado de reno o el pastel de arándanos.

Sabores de la Region de los Mil Lagos

Aunque, a tenor de lo catado, es muy fácil acertar a la hora de elegir un restaurante, toma nota de estas sugerencias:

  • Ravintola Gösta: Como paladear a bocados un bosque finlandés. Así fue mi experiencia en este restaurante ubicado en el Museo Gösta. Productos frescos de kilómetro cero con el premiado chef Henry Tikkanen a los fogones.
  • Ravintola Pöllöwaari: El restaurante del Boutique Hotel Yöpuu está considerado el mejor de Jyväskylä. Sabores sorprendentes, amplia carta de vinos, esmerado servicio, elegante decoración… Su menú degustación de seis platos y una copa de cava, y la felicidad está servida.
  • Koivulahden Rapukartano: Un encantador espacio con vistas al lago en el que el chef Jarmo Räisänen despliega su innovadora carta reinterpretando con maestría la cocina escandinava tradicional. ¿Dónde? En el Wilderness Boutique Manor Rapukartano.

Por cierto, aquí, como en el resto de Finlandia, el almuerzo se toma entre las once y la una del mediodía, y lo normal es cenar a partir de las siete o las ocho. Buen provecho o, mejor dicho, Hyvää ruokahalua!

TE INTERESA → Dónde alojarte en la Región de los Mil Lagos de Finlandia:

En Jyväskylä → Urban Hotel Verso: céntrico, confortable y diseñado con gusto. Un buen hotel para tomarle el pulso a este vibrante ciudad.

En Vilppula→ Wilderness Boutique Manor Rapukartano: probablemente el mejor alojamiento para vivir un verano al más puro estilo finlandés en la Región de los Mil Lagos.

La mágica luz del verano en la Región de los Mil Lagos de Finlandia

Aunque el sol de medianoche solo brilla por encima del círculo polar ártico, en la Región de los Mil Lagos de Finlandia las noches también son blancas. Y lo son por un capricho de esta estrella que se dedica a jugar al despiste en verano: desaparece brevemente para alzarse de nuevo, sí, pero deja como testigo su luz. Una luz nacarada que desdibuja los límites entre el ocaso y el amanecer, que sorprende, intimida y sobrecoge.

Noches blancas en la Region de los Mil Lagos de Finlandia

• Mi momento: La velada en Rapukartano se ha demorado hasta las tres de la madrugada. Regreso a mi habitación con la intención de desplomarme en la cama, pero no puedo. La imagen que se cuela por la ventana me lo impide y, cual ladrón de guante blanco, se adueña de unos pasos que acaban en la terraza. Con mi mirada congelada frente a un horizonte que no entiende de sueño ni cansancio. Como la luz que envuelve este atardecer eterno. La misma que pinta de rojos, naranjas y amarillos el cielo. La misma que me reta a no dormir aún, a no desperdiciar entre las sábanas este guiño de la naturaleza. Ya no miro más el móvil. Da igual la hora que sea y mi sonrisa está de acuerdo.

El verano de tu vida. Region de los Mil Lagos de Finlandia

Definitivamente, la Región de los Mil Lagos juega en otra otra liga y en verano no hay quien compita con ella. Y sí, no creo que sea necesario especificarlo, pero sí. Fui feliz, muy feliz, disfrutando de la vida como una auténtica finlandesa.

Kiitos por todo, Lakeland!

Nota: Este artículo se enmarca en un press trip a Finlandia organizado por CATAI y Finnair.

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Montilla, enoturismo, historia y arte en plena campiña cordobesa

Montilla, enoturismo, historia y arte en plena campiña cordobesa

Viñedos, olivos, siglos de historia y arte. Estas son las señas de identidad de Montilla, un destino enoturístico situado en plena campiña cordobesa que te invito a conocer a ritmo lento, el mismo que demandan sus famosos vinos. Qué ver en Montilla, sus bodegas y lagares más singulares, las rutas a seguir, dónde comer y dormir… Toda la información que necesitas para planificar tu escapada a esta bonita ciudad andaluza.

Montilla, Cordoba. Que ver en Montilla

Montilla, tierra de vinos

Un viaje en el que descubrirás que la tierra habla en boca de la viña y el olivar. Detente a escuchar su discurso y el de cuantos velan por ella. Solo así podrás destilar la esencia de Montilla.

Un paseo por Montilla

Dominando buena parte de la campiña, el Castillo-Alhorí dibuja el inconfundible perfil de Montilla. Aquí nació en 1453 Gonzalo Fernández de Córdoba, más conocido como el Gran Capitán, un ilustre montillano que negoció con el rey Boabdil la rendición de Granada y fue virrey de Nápoles.

Castillo-Alhori. Montilla

Si sigues la huella de este destacado militar y diplomático, llegarás al barrio de la Escuchuela, a la calle que lleva su nombre. Estás en la antigua villa, un encantador entramado de callejuelas empinadas y casas blancas, una postal de Andalucía. Detén el paso en la iglesia de Santiago y ve en busca de la panorámica que enmarca el Balcón de la Escuchuela. En días despejados, la vista incluso alcanza a descifrar la silueta de Sierra Morena.

Barrio de la Escuchuela. Que ver enMontilla

Balcon de la Escuchuela. Montilla

Sus orígenes también te conducirán a la Finca Buytron, una preciosa casona rehabilitada que perteneció a la familia del Gran Capitán, donde podrás alojarte y combinar momentos de absoluto relax con experiencias gastronómicas y actividades relacionadas con la cultura del vino. Si te gusta el enoturismo y que te hagan sentir como en casa, te encantará.

Finca Buytron. Que ver en Montilla

De vuelta al centro, toca seguir callejeando en busca de más vecinos célebres y más ejemplos de su rico acervo patrimonial como el Convento de Santa Clara, el palacio de los Duques de Medinaceli, la ermita de la Rosa o la casa de San Juan de Ávila.

Callejeando por Montilla

Calles que nos acercan a la historia y al arte a través de las colecciones del Museo Histórico Local, con piezas que van desde el Neolítico a la actualidad, o en las salas del Museo Garnelo que reúne la obra de este maestro de la pintura figurativa e incansable viajero -natural de Valencia y montillano de adopción-, en un magnífico edificio de corte palaciego conocido como la Casa de las Aguas.

Museo Historico Local. Que ver en Montilla

Museo Garnelo. Que ver en Montilla

En Montilla también quedó la impronta del primer historiador y escritor que hizo gala de su condición de mestizo, el Inca Garcilaso de la Vega. Su casa-museo, en la que este literato universal desarrolló gran parte de su obra durante 30 años, es otra de las citas culturales que te esperan en Montilla.

Casa del Inca Garcilaso de la Vega. Que ver en Montilla

Quizá una de las cosas más interesantes a ojos del viajero es que este legado, fruto del pasado, comparte espacio sin fricción alguna con coloridos trazos del presente que aluden a la historia y cultura montillana. Te hablo de la Ruta de los Murales, un brillante proyecto de revitalización del espacio urbano en el que no solo participan artistas como la argentina Gisel Rosso, también los ciudadanos. ¿Un ejemplo? El mural de La Cuesta de Pinillos lo realizaron un grupo de escolares supervisados por un artista local.

Arte urbano en las calles de Montilla

Cuesta de Pinillos. Montilla

Montilla, tierra de vinos

Este rincón cordobés vive por y para unos excelentes vinos cuya calidad viene avalada por la Denominación de Origen Montilla-Moriles. Lo comprobarás visitando sus bodegas y lagares donde podrás conocer el complejo y apasionante mundo que encierra cada copa que cates.

Brindis en la Finca Buytron. Montilla

Un gran vino requiere un loco para hacerlo crecer, un hombre sabio para velar por él, un poeta lúcido para elaborarlo, y un amante que lo entienda.»
– Salvador Dalí

Velo de flor. Bodegas Alvear, Montilla

Y no hablo solo de las peculiaridades de la elaboración de finos, amontillados, olorosos o Pedro Ximénez, sino de algo más importarte, del mimo que acompaña su camino desde la vid y del respeto por el terreno albarizo que le da la vida. Toda una inmersión en la cultura vitivinícola que disfrutarás tanto si eres un amante de la enología como un neófito que quiere aprender a apreciar un buen vino.

Qué ver en Montilla: Ruta de lagares y bodegas

La mejor opción para sumergirte en el universo de los vinos montillanos es realizar una ruta por sus lagares y bodegas, al tiempo que recorres el hermoso paisaje de la Sierra de Montilla que muchos comparan con la Toscana. Mi consejo es que empieces por los primeros ya que es en los lagares donde se obtiene el mosto que, tras fermentar en las tinajas, convertido ya en vino nuevo, pasará a las bodegas. ¿Algunas sugerencias?

Lagar Blanco: Estás en el punto más alto de Montilla. A 600 metros de altura, una cota perfecta para la uva Pedro Ximénez, la variedad típica de esta zona. En un lagar que inició su actividad en 1959 donde podrás realizar una visita guiada o una cata dirigida por su propietario, Miguel Cruz, todo un experto que te transmitirá el amor a su tierra y a sus vinos.

Tinajas del Lagar Blanco. Que ver en Montilla

Lagar Los Raigones: Degustar un típico desayuno molinero o un contundente almuerzo, regado con vino de tinaja, fino y vermut, son algunas de las tentaciones que nos propone este encantador lagar familiar que cuenta además con una tienda gourmet. Más de doscientas referencias de productos a la altura de calidad de los vinos y aceites que elaboran en esta casa.

Lagar Los Raigones. Que ver en Montilla

Lagar La Primilla: El buen hacer, transmitido de generación en generación, es el pilar de este lagar que lleva activo más de medio siglo. Cuando lo visites, no olvides subir al mirador para contemplar el sereno manto de viñas y olivos que tapiza la falda del Cerro Macho, la cima más alta de la Sierra de Montilla.

Mar de viñas y olivos. Lagar La Primilla. Que ver en Montilla

Me gustaría ser todo de vino y beberme yo mismo.»– García Lorca

Silencio… Entramos en la casa del vino, un lugar de culto donde se venera una tradición milenaria. Deja que tus sentidos se acomoden a la escasa luz, al olor a madera y vino, al tacto de las barricas de roble. Ahora sí. Ya estás listo para ser testigo del arduo trabajo y la pasión que encierran las bodegas de Montilla.

Bodegas Alvear: Recorrer su monumental bodega es caminar hacia atrás en del tiempo, a un lejano 1.729 que la convierte en la más antigua de Andalucía. Tres siglos después, la familia Alvear, además de seguir elaborando sus premiados generosos, apuesta por una nueva colección de vinos que expresa la singularidad del terruño montillano. Su nombre, 3 Miradas.

Bodegas Alvear. Que ver en Montilla

Bodegas Pérez BarqueroSolo por realizar una cata guiada en un espacio tan singular como La Sacristía de Pérez Barquero vale la pena acercarse a esta centenaria bodega. El mejor colofón a una visita en la que te mostrarán el proceso de elaboración y crianza de la gama de vinos, brandies y vinagres que elaboran desde 1905.

Bodegas Perez Barquero. Que ver en Montilla

Bodegas RoblesSería imperdonable que abandonases Montilla sin conocer el gran trabajo que realiza Francisco Robles y su equipo. Y es que en esta bodega, pionera en apostar por la viticultura responsable, no se conforman con elaborar vinos ecológicos o delicias como la gelatina de fino; van más allá trasladando su admirable respeto por la naturaleza al usuario final con geniales iniciativas como Sigue tu cepa. Si quieres ser amadrinado por una vid ecológica, entra en su web y súmate al proyecto Vida

Bodegas Robles. Que ver en Montilla

TIP VIAJERO: Cuatro citas imprescindibles en Montilla

Semana Santa: Una ocasión única para ver desfilar a la Centuria Romana Munda que desde hace más de veinte años toma las calles de Montilla rindiendo sus armas a la Semana Santa.

Fiesta de la Vendimia: Declarada de Interés Turístico, es una de las fiestas más antiguas de España. Cada año, a principios de septiembre, se designa un capataz para que custodie y defienda los vinos de la zona.

Fiestas de Montilla

Fiesta del Vino y de la Tapa: Buen ambiente, buena comida y buen vino en un evento gastronómico que ya va por su XIII edición (mediados de septiembre).

Montijazz Vendimia: Un fin de semana en el que la música toma como escenario los lagares y bodegas de la ciudad en un atractivo maridaje de jazz y vino (finales de septiembre).

Gastronomía montillana

Montilla también expresa su identidad en los fogones. Un recetario gastronómico en el que no faltan los extraordinarios aceites de oliva virgen extra que se elaboran en almazaras como el Molino Juan Colín, una finca de finales del siglo XVI que cuenta con un museo rodeado de rincones que invitan a desconectar entre olivos centenarios.

Molino Juan Colin. Montilla

Museo del Aceite Juan Colin. Que ver en Montilla

Si te interesa el oleoturismo, tienes otra cita en Hacienda Bolonia, una empresa dedicada al cultivo ecológico del olivar y el viñedo que comercializa aceites de gran calidad.

Viñedos de la Hacienda Bolonia. Que ver en Montilla

Ya en la mesa, te esperan platos como las gachas de mosto, el salmorejo, las habas con berenjenas y el siempre apetecible flamenquín. Delicias de la cocina montillana que podrás conocer yendo de tapeo por los bares de la plaza de la Rosa y en restaurantes donde los sabores de la tierra y el vino son los protagonistas.

Plaza de la Rosa. Montilla

Dos recomendaciones: prueba las originales creaciones de la Bodega Los Arcos -el tartar de atún es una maravilla-, y acércate hasta la Casa-Boutique Lujo Pobre para participar en una didáctica y amena cata maridaje dirigida por May y su marido. Te aseguro que en esta acogedora casona andaluza, que también funciona como hotel, acabarás amontillándote a través de los sentidos.

Lujo Pobre. Que ver en Montilla

Otra de las grandes bazas de la gastronomía local es la repostería. Alfajores, pastelones, tejas, pastel cordobés, roscos de vino Pedro Ximénez… Golosas propuestas que deberías probar en la pastelería Manuel Aguilar, una empresa familiar que lleva endulzando a los cordobeses desde 1886. Mi perdición: sus lenguas de hojaldre rellenas de crema pastelera y cubiertas con azúcar. Un bocado de cielo.

Pasteleria Manuel Aguilar. Montilla

Por cierto, ¿has probado el arrope? Es una reducción del mosto que combina a la perfección con una tostada de pan con aceite.

Probando el sabor del arrope en la Finca Buytron. Montilla

TIP VIAJERO: Siempre es un buen momento para una rubia ligera, una IPA bien fría o una negra con notas de café. Tú decides y el joven equipo de Cervezas Artesanas Capitán las sirven. Nos vas a irte sin probar la cerveza artesanal de Montilla, ¿verdad?

Cervezas artesanas Capitan. Montilla

Finalizo este recorrido por los principales atractivos de Montilla recomendándote dos actividades. La primera de ellas, créeme, es una experiencia única: volar en globo al amanecer para contemplar lo hermosa que luce la ciudad a vista de pájaro y los preciosos paisajes que la abrazan.

Vuelo en globo. Montilla

La segunda, subirte a un bici y completar la Ruta de las Fuentes Históricas. Un itinerario circular de algo más de 11 km que, entre viñedos y olivares, enlaza ocho fuentes del término municipal. Entre ellas, la Fuente Nueva, obra de Hernán Ruiz, uno de los arquitectos más importantes del siglo XVI. Su punto de partida: el mirador de la Escuchuela.

Ruta de las Fuentes Historicas. Que ver en Montilla

Paisajes teñidos por la viña y el olivar, espíritu andaluz, bodegas con solera, historia, cultura, sabores de la tierra… ¿No crees que son motivos suficientes para planificar una escapada a Montilla? La campiña cordobesa te espera. No la defraudes.

Nota: Todas estas experiencias forman parte del blogtrip #Amontíllate organizado por el Ayuntamiento de Montilla.

Cabanas y las Fragas do Eume: Galicia en estado puro

Cabanas y las Fragas do Eume: Galicia en estado puro

No hace falta viajar muy lejos para disfrutar de excepcionales enclaves naturales y playas eternas, de buena gastronomía, de senderos trillados por los peregrinos del Camino de Santiago, de arte e historia. Simplemente hay que desplazarse a la provincia de A Coruña y recalar en Cabanas, un municipio costero de las Rías Altas que junto a las Fragas do Eume resume cuanto es Galicia.

Panoramica de Cabanas

La Galicia amable, cercana y hospitalaria que tienes en mente. La Galicia azul y verde que te sorprende con sus espectaculares paisajes y su patrimonio arquitectónico. La que te conquista por el paladar. Esa Galicia a la que sueñas volver antes de haberte ido.

Playa de A Magdalena, Cabanas

Cabanas, a fraga feita mar

A fraga (bosque atlántico) hecha mar. Así es Cabanas, un encantador concello unido a un río, el Eume, a una ría, la de Ares, a zonas de montaña y entornos de ribera. El lugar donde las fragas se encuentran con el mar creando un bello escenario natural.

Pantalan de Cabanas

Un rincón de las Rías Altas que nos narra la historia de sus habitantes a través de su patrimonio en el que destacan el puente medieval que nos da la bienvenida a Cabanas -construido en 1380 y que en su día contó con un hospital para los peregrinos del Camino Inglés-, sus cruceiros, pazos como el de Fraián o Rioboo -levantado por el arzobispo D. Francisco Seixas en el siglo XVII-, y las iglesias de San Martiño do Porto y San Andrés de Cabanas. Un legado que descubrirás caminando sin brújula por las calles de Cabanas y recorriendo el resto de parroquias que conforman este concello donde no faltan vestigios de época megalítica.

Iglesia de San Andres de Cabanas

Cabanas

Días de playa, senderismo y actividades náuticas en Cabanas

Tú decides cómo prefieres disfrutar del entorno natural de Cabanas. Descansado en sus tranquilos arenales -perfectos para familias con niños-, conociendo sus paisajes a través de su red de rutas o practicando deportes náuticos como el piragüismo o el kayak.

Si vas en busca de largas jornadas de playa que culminan presenciando hermosos atardeceres, tienes a tu disposición tres arenales: la playa de A Madalena -más de un kilómetro de arena blanca flanqueado por un frondoso pinar-, la playa de Chamoso -ubicada en una zona de acantilados- y Río Castro, una pequeña playa situada en el límite de los municipios Cabanas y Fene.

Playa de A Magdalena, Cabanas

Chiringuito Los Pinares. Cabanas

Playa de Chamoso, Cabanas © Eduardo Perez

Mi consejo es que combines estos momentos de relax con las experiencias que nos propone Cabanas KDM Ocio Activo, especialistas en rutas en kayak por el Río Eume y la Ría de Ares, y senderismo por las Fragas do Eume. Su actividad estrella es la ruta A Fraga Feita Mar, una jornada de aventura y conocimiento de la zona que incluye un recorrido a pie por algunas de las sendas más singulares de las fragas por la mañana y una ruta en kayak hasta la playa de A Madalena por la tarde. Además, también organizan campamentos de verano en el Pinar da Madalena en los que la diversión para los más pequeños está asegurada.

Kayak en la ria de Ares. Cabanas

Marco de Salto, historias de meigas que marcan lindes

Además de seguir cumpliendo su función de mojón que delimita las parroquias de Salto, Laraxe e Irís, según la tradición, el marco del Salto es una piedra que posee propiedades curativas contra los meigallos.

Marco de Salto

Encantamientos, sortilegios… Cualquier hechizo realizado por una meiga se puede deshacer si se cumple un ritual que finaliza depositando una moneda encima del marco o tirándola junto a él.

Algunos consideran que puede tratarse de un monumento megalítico, otros acuden en busca de remedio a sus males y a otros, como yo, les encantan estas leyendas que perviven ajenas al paso del tiempo. Sea como fuere, ¿qué sería de Galicia sin sus trasgos, fadas y meigas?

Fragas do Eume, el gran imán turístico de Cabanas

Imagina un entorno en el que la naturaleza es dueña y señora de cuanto sucede alrededor. Un manto verde cuajado de robles, castaños y fresnos. Un río que antes de desembocar en la ría de Ares da vida a exuberantes riberas. Un profundo cañón de abruptas laderas. Senderos que demandan ser recorridos. Líquenes, musgo y helechos de la Era Terciaria. Aire puro. Silencio. Paz.

Ahora, deja de soñar despierto porque este mágico lugar existe. Su nombre, Parque Natural Fragas do Eume, uno de los bosques atlánticos costeros mejor conservados de Europa.

Las Fragas do Eume

9.125 hectáreas que abracan cinco municipios, entre ellos Cabanas, que revelan la riqueza natural de las Rías Altas. Porque fraga significa bosque con árboles de diferentes especies. Y, si añadimos do Eume, un motivo de peso para viajar a esta zona en la que Galicia nos muestra cómo era su fisonomía hace millones de años.

Fragas do Eume

Un viaje en el tiempo, a su pasado más primigenio, que deberás recorrer sin prisa, olvidando el reloj y agudizando los sentidos. Solo así descubrirás por qué Las Fragas do Eume son el mayor reclamo turístico de Cabanas.

Parque Natural Fragas do Eume

Para ello cuentas con una red de senderos señalizados. Uno de ellos es el llamado Camino dos Encomendeiros, un tramo de dificultad baja que parte del Centro de Interpretación y nos acerca a puentes colgantes como Cal Grande antes de llegar al Monasterio de San Xoán de Caaveiro.

Monasterio de San Xoan de Caaveiro

Absolutamente sorprende y romántica. No encuentro mejor definición para expresar la visión de este antiguo cenobio benedictino que aparece entre la espesura del bosque, despuntando entre la vegetación y atrayendo todas las miradas.

Monasterio de San Xoan de Caaveiro

Su bucólica ubicación, en un promontorio rocoso entre los ríos Eume y Sesín, nos ofrece una impresionante panorámica de las Fragas muy similar a la que contemplaron desde el siglo X San Rosendo y otros eremitas.

Un paseo en barco por el río Eume

Si quieres disfrutar de la imponente belleza de las Fragas do Eume desde otra perspectiva, deberás embarcarte en el Anduriño, un barco de pesca artesanal que remonta el río Eume hasta al alcanzar este espacio protegido.

Ruta en barco por el Eume. Cabanas

Te puedo asegurar que, si te gusta navegar, es una experiencia que difícilmente olvidarás. Milla a milla, las tranquilas aguas del estuario van quedando atrás y la travesía se interna en el cañón que el río esculpe antes de su desembocadura. Los sauces, alisos y abedules que protegen las riberas intensifican el verdor de un entorno salvaje no exento de leyendas. Como la que cuenta que Dios prometió la ofrenda de un hombre cada año al río que llegase antes al océano. Los otros dos convocados a este reto, el Landro y el Masma, traicionaron al Eume que respondió enfurecido a esta ofensa salvando con bravura cuantos valles y montes encontró en su ruta.

El rio Eume a su paso por Cabanas

Leyendas al margen, lo cierto es que esta ruta fluvial muestra perfectamente el significado de la marca turística Cabanas, a fraga feita mar: un bosque virginal que acaba fundiéndose en el mar.

Reservar plaza en el Anduriño

Si quieres realizar esta travesía por el Eume a bordo de la gamela Anduriño, puedes reservar tu plaza en la Oficina de Turismo de Cabanas (Parque del Areal), por teléfono (981 434 566) o bien vía e-mail (oficinadeturismocabanas@gmail.com). La ruta está operativa de mediados de julio al 15 de septiembre con un mínimo de tres viajes al día y parte del embarcadero Día Oito. No olvides llevar calzado cómodo, un chubasquero por si la lluvia hace acto de presencia y unos prismáticos.

Barco Anduriño. Cabanas

Los sabores de Cabanas: Meu deus que comida máis rica

La gastronomía es otro de los grandes atractivos de Cabanas. No podía ser de otra manera tratándose de Galicia donde el mar y la tierra se alían para nutrir un recetario que toma forma en platos de marcado carácter tradicional y en innovadoras propuestas culinarias. En ambos casos, la apuesta está asegurada porque, además de maridar a la perfección con los vinos gallegos, en este concello se come muy bien y en abundancia. Aún así, es probable que cuando acabes tu festín escuches un “seguro que quedaches con fame”. Tu respuesta, reflejo de un estómago satisfecho, debería ser “comín coma un rei” o “non me cabe nin unha cereixa”.

¿Dos recomendaciones que reflejan la calidad de los fogones de Cabanas?

  • Chiringuito Los Pinares: Los productos locales son la base de la carta de este establecimiento en el que la chef Chus despliega todo su talento. Pulpo á feira, almejas a la marinera, mejillones al vapor, raxo, parrillada de verduras, merluza de pincho, churrasco, empanadas… Todo ello en un espacio comprometido con el medio ambiente en el que la categoría de chiringuito alcanza otro nivel. ¿Mis imprescindibles? Las zamburiñas a la plancha, la tortilla hecha con huevos camperos, y sus filloas, toda una tentación que se torna pecado cuando las catas aquí, en la playa y con la ría como telón de fondo (Praia da Madalena, s/n).

Delicias gallegas en el Chiringuito Los Pinares. Cabanas

  • Restaurante La Solana: La Solana se ha convertido en todo un referente en la zona gracias a su cocina de raíces gallegas, su cuidada técnica y su extensa carta de vinos que complacen a los comensales en un ambiente moderno y elegante. No olvides probar el pulpo a la plancha con crema de patatas, las filloas rellenas de puerros y langostinos, y la brocheta de rape y vieiras. El dulce remate final, la tarta de queso con mermelada de frutos rojos. Inmejorable relación-precio (Paseo de la Magdalena, 2).

Restaurante La Solana. Cabanas

Para finalizar, otras dos sugerencias para los amantes del vino: Mi mamá me mima, un magnífico albariño afrutado de Bodegas y viñedos Don Olegario, y El canto del cuco, gran tinto de la D.O. Ribeiro elaborado por la bodega Lagar do Merens.

Albariño Mi mama me mima. Chiringuito Los Pinares, Cabanas

Aunque espero que este artículo haya despertado en ti el deseo de conocer Cabanas, te dejo con un vídeo que muestra los grandes atractivos de este municipio gallego.

  • Nota: Estas experiencias forman parte del blogtrip #Cabanas #AFragaFeitaMar organizado por la Universidad de Santiago de Compostela y el Concello de Cabanas.
El Camino del Norte: etapa Gijón/Xixón-Avilés

El Camino del Norte: etapa Gijón/Xixón-Avilés

Dicen que nunca es demasiado tarde para encontrar tu Camino. Yo encontré el mío en la costa asturiana, recorriendo la etapa Gijón/Xixón-Avilés del Camino de Santiago del Norte. Un tramo que une dos preciosas ciudades que ya conocía pero que redescubrí con otros ojos: los del peregrino.

Camino de Santiago. Etapa Gijon/Xixon-Aviles

Apenas fueron un puñado de kilómetros, muy lejos de los 100 necesarios para conseguir La Compostela, pero bastaron para provocar en mí el deseo de sumarme a los más de 277.000 peregrinos que hicieron la ruta jacobea en 2016. Porque es cierto, el Camino de Santiago no se anda, se vive. Paso a paso, etapa a etapa, afrontando cuestas, salvando llanuras y luciendo una sonrisa que oculta unos pies doloridos. Un itinerario, cuyo origen se remonta al descubrimiento de la tumba de Santiago el Mayor hace más de mil años, que en Asturias se tiñe de azul y verde.

Elogio del Horizonte. Gijon

El Camino del Norte: etapa Gijón/Xixón-Avilés

El punto de partida de esta etapa se encuentra en el barrio de la Calzada. En su Ateneo Obrero pude conocer el proyecto “Gijón Oeste. Una memoria industrial”. Una iniciativa vecinal que pone en valor el legado del proceso de industrialización que convirtió a la ciudad en el centro industrial de Asturias a mediados del siglo XIX, y que muestra el presente de las fábricas que nos acompañarán en el primer tramo.

Ateneo Obrero de La Calzada, Gijon

Industria y naturaleza en la etapa Xixon/Gijon-Aviles del Camino del Norte

No por mucho tiempo. A medida que iniciamos la ascensión al Monte Areo, la cara más amable del Principado hace acto de presencia. El asfalto se torna camino y aparece esa imagen que todos tenemos de la Asturias rural: bosques, verdes prados donde pastan las vacas y una tranquilidad absoluta que te anima a seguir caminando hacia el valle de Carreño y Santa Eulalia del Valle.

Paisaje rural asturiano. Etapa Gijon/Xixon-Aviles

Dolmen de San Pablo. Etapa Gijon/Xixon-Aviles. Camino del Norte

El encuentro con un grupo de jóvenes llegados de Irlanda provoca que mi mente vuele hasta la imagen de los peregrinos medievales. Aquellos que pisaron la misma tierra que piso atraídos por el fenómeno compostelano que Alfonso XII, rey de Asturias, difundió por toda Europa. Inevitablemente un escalofrío recorre mi cuerpo porque empiezo a comprender el significado de una frase que retumba en mi cabeza desde que la escuché: «El milagro del Camino está en que convierte en mágicas las cosas normales».

Peregrinos en el Camino del Norte

Y es que la fuerza del Camino, más allá de los valores religiosos, artísticos y paisajísticos que atesora, reside en quienes se lanzan a la conquista de la ruta jacobea. Españoles, alemanes, italianos, americanos, portugueses, franceses, irlandeses… La peregrinación a Santiago de Compostela no entiende de nacionalidades, edades, clases sociales ni exclusivamente de credos. La mayoría sigue su fe, sí, pero también son muchos los que se echan a andar por motivos culturales o como una prueba de superación personal.

Credencial del peregrino

Cada opción es válida para el Camino que los trata a todos por igual haciendo de esta vía un magnífico ejemplo de compañerismo, solidaridad y empatía por el otro. Y eso se nota y se palpa en cada encuentro; cuando una voz con acento extranjero te desea buen camino o cuando le devuelves el móvil a una peregrina que lo extravió y su respuesta es «muchas gracias, en el Camino nunca se pierde nada». Cierto, pensé para mí, en el Camino de Santiago no se conjuga el verbo perder, solo ganar: experiencias, enfrentarse a uno mismo en los momentos de soledad, conocer otras culturas y otras realidades… Hablaba de magia, ¿verdad?

Iglesia de Santa Eulalia del Valle, Carreño. Etapa Gijon/Xixon-Aviles

La misma que, tras dejar atrás Tamón y Trasona, acompaña al peregrino hasta el final de esta etapa que concluye en Avilés atravesando su impresionante e injustamente poco conocido casco histórico hasta enfilar los altos de San Cristóbal.

Iglesia de los Franciscanos. Aviles. Etapa Gijon/Xixon-Aviles

Albergue de peregrinos Pedro Solis. Etapa Gijon/Xixon-Aviles

 El Cantábrico y el Camino: peregrinos por el mar

¿Sabías que ahora también puedes hacer el Camino de Santiago navegando? Así es. El nuevo itinerario jacobeo Sail the Way-Navega el Camino discurre por los principales puertos deportivos de Asturias, Cantabria, País Vasco y Galicia. Para conseguir La Compostela, deberás viajar a vela un mínimo de 100 millas náuticas y, como buen peregrino, hacer pie los últimos 10 kilómetros del Camino.

El Camino de Santiago por el mar

Yo tuve ocasión de realizar una pequeña travesía por la bahía de Gijón en catamarán emulando, al menos en espíritu, a aquellos ingleses e irlandeses que fueron los pioneros en emprender las rutas marítimas hasta Santiago de Compostela en el siglo XII. Una experiencia fantástica que me regaló una nueva perspectiva de la capital de la Costa Verde.

Gijón y Avilés: de la Villa de Jovellanos a la Villa del Adelantado

Uno de los grandes atractivos de la etapa Gijón/Xixón-Avilés es que nos permite conocer dos ciudades con un gran potencial turístico. Gijón, la encantadora capital de la Costa Verde, y la coqueta e histórica Avilés que contempla con orgullo su reflejo en la ría. Tan distintas como semejantes, tan auténticas como se espera, tan sorprendentes que harán que, como yo, desees volver para respirar y sentir una vez más la belleza del norte.

El Cantabrico y Gijon

Aviles

Mis imprescindibles de Gijón

Gijón es buen ejemplo de todo lo que Asturias ofrece al viajero: la fuerza del Cantábrico, un entorno natural salpicado de playas, bosques y prados, longeva historia y una gastronomía excepcional. Todo ello en una ciudad amable y sostenible que combina con acierto su carácter marinero y su presente más innovador.

¿Algunos planes que considero imprescindibles?

  • Callejear por Cimavilla. Es aquí, en el antiguo barrio de pescadores, donde reside el alma de Gijón. Lo comprobarás recorriendo rincones como la calle del Rosario con sus casas típicas, la Cuesta del Cholo y plazas como la del Lavaderu en las que corre la sidra. De bajada, detente en la Casa Paquet, el mejor ejemplo de palacio urbano de inspiración renacentista de Asturias y futuro albergue de peregrinos de Gijón.

Casa Paquet, Gijon. Etapa Gijon/Xixon-Aviles

  • Subir al Cerro de Santa Catalina y contemplar la costa gijonesa al abrigo del Elogio del Horizonte, obra de Eduardo Chillida y uno de los símbolos de la ciudad.
  • Pasear por la playa de San Lorenzo, bordeada por un precioso paseo marítimo de casi tres km., y sentarte en la Escalerona a esperar la puesta de sol.

Playa de San Lorenzo. Gijon

  • Visitar las Termas Romanas de Campo Valdés, uno de los yacimientos más importantes del norte de España ubicado junto a la iglesia de San Pedro.
  • Descubrir la belleza de la Laboral Ciudad de la Cultura, un monumental conjunto arquitectónico, diseñado por el arquitecto Luis Moya, en el que confluyen cultura, arte, ocio y educación.

Laboral Ciudad de la Cultura. Gijon

  • Llevarte como recuerdo una foto en las famosas Letronas situadas al lado del puerto deportivo.
  • Exprimir las noches de Gijón en locales como el Savoy, un clásico con música en directo, estética de los 50 y buen ambiente asegurado.

¿Dónde comer en Gijón? Aunque muchos afirman que «con pan y vino se anda el Camino», permíteme sugerirte tres restaurantes que conocí en este viaje:

La Cuadra de Antón: Sería imperdonable abandonar Gijón sin probar las creaciones de Noelia de Prada que fusionan la cocina tradicional con la de vanguardia utilizando productos locales y ecológicos. ¿Una tentación irresistible? Semifrío de Afuega’l pitu y arándanos con helado de lima-limón. (San Bernardo, 17).

Casa Zabala: Fundado en 1923, este templo del buen comer es otro de los nombres propios de la gastronomía gijonesa. Un antiguo hospital de peregrinos medieval por el que desfilan elaborados platos tradicionales a precios asequibles. Me robó el corazón con su pastel de centollo gratinado (Vizconde de Campo Grande, 2).

Casa Zabala. Gijon

Restaurante Auga: Excelente cocina de mercado avalada por una estrella Michelín que se traduce en una grata experiencia gastronómica en pleno puerto deportivo de Gijón. Imprescindible probar su rodaballo de costa con salicornia, ajetes y limón verde, y el lechazo xaldo con soja y morro de ternera. Deliciosos (Claudio Alvargonzález, s/n.).

¿Dónde dormir en Gijón? Hotel San Miguel: Si ya lo recomendé en mi primera visita, ahora que han renovado la estética de sus habitaciones y han abierto una tienda solidaria con productos africanos, me reafirmo: este hotel familiar y eco-friendly es una magnífica opción para alojarse en Gijón. El personal es absolutamente encantador, ofrecen un 10% de descuento y servicios exclusivos para los peregrinos y está al lado de la playa de San Lorenzo (Marqués de Casa Valdés, 8).

Hotel San Miguel. Gijon

Mis imprescindibles de Avilés

Atrás quedaron los años en los que la imagen de Avilés se asociaba a una ciudad gris, marcada por la degradación de su ría y por fábricas contaminantes que no incitaban a conocerla. Por fortuna y porque le sobran los motivos, hoy en día esta villa marinera, tierra de descubridores, ya ocupa el lugar que le corresponde: ser la joya cada vez menos desconocida de Asturias. Porque la ría se ha convertido en un agradable paseo, porque el Niemeyer la colocó en el mapa y, sobre todo, porque conserva un sorprendente casco antiguo -declarado Conjunto Histórico Artístico- que nos traslada a la Edad Media entre casas señoriales, iglesias y calles cuajadas de soportales en los que es un auténtica delicia refugiarse cuando el orbayo despliega su fino manto de lluvia. Como La Ferrería, por donde discurre el Camino a la vera de los más vestigios del Avilés antiguo, o la calle Galiana, antaño feudo de los artesanos que dieron paso a vinotecas y locales de ocio. En definitiva, porque es una villa que enamora. A mí me conquistó la primera vez que puse mis pies en ella y aún sigo presa de su hechizo.

  • Subir al mirador de la Ermita de La Luz para contemplar unas magníficas vistas de la ciudad.
  • Realizar una visita guiada por el Centro Niemeyer, una ventana abierta a la cultura, símbolo de la renovación urbanística y medioambiental de la ría de Avilés.

Centro Niemeyer, Aviles

  • Conocer la evolución de la villa desde sus orígenes en el Museo de la Historia Urbana de Avilés.
  • Un alto en el camino en el parque de Ferrera, el pulmón verde la ciudad.
  • Contemplar el armonioso conjunto de galerías acristaladas y esbeltas columnas de hierro que enmarcan la plaza Hermanos Orbón y entrar en el mercado de abastos para conocer la riqueza de la gastronomía asturiana.
  • Tomar unas sidrinas a los pies de la iglesia vieja de Sabugo, en el antiguo barrio marinero.

Iglesia vieja de Sabugo, Aviles

  • Visitar el cementerio de La Carriona, un hermoso camposanto en el que la escultura funeraria alcanza la categoría de arte y que forma parte de la Red Europea de Cementerios Significativos.

Cementerio de La Carriona, Aviles

  • Callejear al anochecer para ver lo hermosa que luce cuando el sol se apaga.
  • Salir de fiesta como un avilesino más por los locales del centro. ¿Mi favorito? Le Garage, música en directo y noches eternas (Plaza del Carbayedo, 50).
  • Si tienes tiempo, pasear por el arenal de la playa de Salinas y acercarte al Museo de Anclas Philippe Cousteau, un bello paraje al aire libre donde se exhiben anclas de distintos buques como homenaje a la cultura marinera.

¿Dónde comer en Avilés? Dos recomendaciones: un clásico y un grato descubrimiento.

Tierra Astur Avilés: Tablas de quesos, embutidos, platos de cuchara, tortos… Lo mejor de la cocina asturiana se da cita en este agradable local que cuenta con una tienda de productos de la tierra. ¿Mi perdición? La sangría de sidra. Imprescindible. (San Francisco, 4)

Tierra Astur. Aviles

Vinoteca Syrah: Excelentes vinos que maridan a la perfección con su carta de tapas. Déjate aconsejar por Gonzalo Rodríguez y disfruta del arte del buen beber (Alfonso VII, 12).

¿Dónde dormir en Avilés? Hotel Don Pedro: Un hotel con encanto situado en pleno casco histórico cuyo nombre rinde homenaje a la figura de D. Pedro Ménendez de Avilés, Adelantado de La Florida y gobernador de Cuba. Destaca por sus espaciosas y luminosas habitaciones y por la amabilidad de su staff (La Fruta, 22).

Hotel Don Pedro. Aviles

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