Los impresionantes paisajes de la isla Esmeralda son el telón de fondo de Normal People, la serie del momento de la que todo el mundo habla. Si quieres conocer dónde se rodó, únete a este viaje que recorre los escenarios de Irlanda que enmarcan esta exitosa producción televisiva.
Normal People, una historia de amor que traspasa la pantalla
Normal People es la última serie que ha caído rendida ante la magia y la belleza de Irlanda, un país que seduce desde la pequeña pantalla y que, en persona, se instala en tu corazón para siempre.
Precisamente, el amor es el hilo conductor de esta nueva ficción de marcado sello irlandés que emite la plataforma StarzPlay. Y es que, tanto la productora que la ha hecho posible, Element Pictures, como su director, Lenny Abrahamson, son de origen irlandés.
Mención especial merece la también irlandesa Sally Rooney. Ella es la autora de la novela homónima en la que se basa Normal People y a sus 29 años ya se ha convertido en todo un referente de la literatura anglosajona. ¿Una curiosidad? Tanto Rooney como Abrahamson estudiaron en el prestigioso Trinity College de Dublín que, como verás más adelante, es un personaje más de la serie.
Sinopsis sin spoilers
La adaptación de la que ya se considera la novela de toda una generación -publicada en España por la editorial Literatura Random House- consta de 12 episodios y narra la relación que mantienen a lo largo de los años Marianne (Daisy Edgar-Jones) y Connell (Paul Mescal), dos jóvenes de la misma ciudad que viven realidades muy diferentes. Ella, de familia acomodada y distante, es una chica solitaria que no tiene amigos, y él es el popular, el hijo de una atenta madre soltera que triunfa en los estudios y en el deporte.
A partir de aquí discurre una historia de amor poco convencional con un trasfondo que llega a resultar universal, y que atrapa al espectador desde el primer minuto por su trama y por los asombrosos platós en los que discurre. Toda una invitación para lanzarte a conocer o redescubrir la siempre sorprendente Irlanda.
Descubre la Irlanda de Normal People
Los escenarios de Normal People en Irlanda se centran en dos de sus grandes atractivos: Dublín, la histórica capital de la República, y el Condado de Sligo, un tramo de la famosa ruta costera del Atlántico en el que la tierra y el mar forjan un enclave de leyenda para los amantes del surf y de la literatura universal. Si te animas a visitarlo, recuerda que a menos de dos horas en coche te esperan otras dos citas imprescindibles para vivir y sentir Irlanda: los salvajes acantilados de Moher, y Galway, la niña bonita del oeste irlandés.
Escenarios de Normal People en Dublín
Si ya has estado en Dublín, reconocerás su vibrante personalidad en muchas escenas de esta serie y si no, te aseguro que querrás comprar un vuelo que te lleve a una de las ciudades más potentes e interesantes de Europa.
Es aquí donde Marianne y Connell retoman su relación al reencontrarse en el Trinity College, el mejor lugar para constatar que el arte y la literatura forman parte del tejido de Dublín, declarada Ciudad de la Literatura por la UNESCO. Tanto es así, que esta prestigiosa universidad fundada en 1592 se convierte en un referente fundamental en la vida de la pareja. Como también lo fue en su día para grandes figuras de las letras como Samuel Beckett, Oscar Wilde o Jonathan Swift, que también pasaron por sus aulas.
Recorrer su magnífico campus es como volver a esos años entre edificios que mezclan diferentes estilos arquitectónicos, plazas y jardines. Además, aquí te espera uno de los templos del saber más bellos del mundo, la fascinante Long Room de la antigua biblioteca, y el Libro de Kells, un valioso manuscrito medieval considerado el mayor tesoro cultural de Irlanda.
Como no podría ser de otra manera tratándose de Dublín, los pubs también están muy presentes en Normal People. Para seguir los pasos de los protagonistas, puedes acudir al Blackbird, un popular local de ambiente estudiantil situado en Rathmines Road Lower, o al pequeño Anseo que llena de música alternativa el número 18 de Camden Street. Y si te saben a poco, te invito a leer este artículo que recoge mis pubs favoritos de la capital. Literarios, de estilo victoriano, para fanáticos del deporte, mecas del buen comer… No será por oferta.
Una curiosidad más: si te gusta el estilo boho chic que luce Daisy Edgar-Jones en la serie, pásate por Jenny Vander Vintage, la tienda donde adquirió buena parte de su vestuario (Drury Street, 50).
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Localizaciones de Normal People en el Condado de Sligo
Viajamos ahora a Sligo, a la costa oeste, para que tú, al igual que todo el reparto, te enamores de este condado bendecido por la naturaleza. La bienvenida que nos propone este otro escenario de Normal People no puede ser más espectacular: la playa de Streedagh. Un hermoso arenal de 3 km en el que los surfistas cabalgan sobre las olas más grandes de Europa occidental.
Desde la misma playa, podrás divisar la inconfundible silueta de Ben Bulben con sus escarpadas laderas recortando el horizonte. No te sorprendas si te quedas absorto contemplándola. La imagen de esta montaña, tan característica de la ruta costera del Atlántico, no solo brilla en la serie. También sirvió de inspiración al poeta William Butler Yeats, Premio Nobel de Literatura y cofundador del Abbey Theatre de Dublín.
Muy cerca de aquí, a apenas una hora en coche, se encuentra otra de las localizaciones que aparecen en Normal People. Se trata de Tubbercurry (Carricklea en la ficción), un encantador pueblo situado al pie de las montañas Ox. En el hogar de Marianne y Connell, debes dejarte caer por Brennan’s Bar, un pub irlandés de toda la vida famoso por sus sesiones de bailes tradicionales, y acercarte a conocer la iglesia de St John the Evangelist.
Pero los atractivos de este condado, conocido como el «país de Yeats», no acaban aquí. También hallarás poblaciones costeras, como Rosses Point y Easkey, en las que podrás comprobar la legendaria hospitalidad de esta región, rutas en barco que te llevarán a islas como Inishmurray, y, cómo no, la propia Sligo, que resulta perfecta como base para recorrer uno de los condados más pequeños y apasionantes de Irlanda.
Y hasta aquí este recorrido por los escenarios de Normal People en Irlanda. Si quieres conocer más detalles de esta serie y ver algunos de los extraordinarios paisajes en los que se rodó, no te pierdas este vídeo. Y si lo que buscas son más localizaciones de rodaje, entra en este enlace de Turismo de Irlanda.
Y recuerda, la realidad siempre supera a la ficción. ¡Nos vemos en Irlanda!
No viajes a Irlanda sin seguro de viajes
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Plantearse qué ver y hacer en Dublín es una pregunta fácil de extensa respuesta. Dublín es sinónimo de pintas en el Temple Bar, de irish breakfast, de Joyce, U2 y Molly Malone, de cielos plomizos, lluvia e inesperados rayos de sol, de paseos por el Liffey, de instituciones culturales… Es el feudo del craic y de las buenas vibraciones que revolotean sobre un mestizaje de razas y credos que la historia convirtió en la capital de la República de Irlanda.
No hay excusa para no lanzarse a conocer a esta señorita alegre, cultureta y musical que reina con su atractiva personalidad en la isla Esmeralda. Los vuelos low cost la hacen accesible, su manejable tamaño no roba más de un fin de semana y quien la visita repite. ¿Tendrá algo que ver el afable carácter de los dublineses? Suena a tópico, lo sé. Siéntate con ellos alrededor de una Guinness y a la vuelta me cuentas.
Mientras tanto, acompáñame en este recorrido en el que te muestro qué ver y hacer en Dublín.
Dublin Pass y Dublin Bus Tour: dos tips para planificar tu visita
Para no perderte lo mejor de Dublín, una buena opción es adquirir la tarjeta turística Dublin Pass con la que podrás entrar en sus principales puntos de interés. Con ella no solo ahorrarás dinero, también tiempo evitando las colas en lugares como la Guinness Storehouse, la cárcel Kilmainham o Dublinia.
A pesar de ser una ciudad muy cómoda para recorrerla a pie, si te gusta que te lo den todo hecho, el Dublin Bus Tour es tu mejor opción. Esta compañía de autobuses verdes cuenta con dos líneas que te dejarán en la puerta de las principales atracciones de la ciudad. Muy recomendable si quieres visitar enclaves más alejados del centro como la cárcel de Kilmainham, el Phoenix Park o la zona de los Docklands.
¿Qué ropa debo llevar en la maleta?
Llénala de «por si». Por si llueve, por si luce el sol, por si hace frío… En Dublín es normal pasar por las cuatro estaciones del año en un solo día así que lo mejor es vestirse en plan cebolla e ir quitándote capas en función de la cambiante climatología local. Sobre todo, no dejes que los cielos grises y la lluvia minen tu moral. Es su estado natural y forma parte de su encanto. O como dicen los dublineses: si no te gusta el tiempo, espera diez minutos.
Ahora sí. Empezamos con las visitas imprescindibles y los mejores planes que he seleccionado para fotografiarte esta vibrante ciudad palmo a palmo.
Qué ver y hacer en Dublín: The Temple Bar
No podrás decir que has estado en Dublín si no te dejas caer por las adoquinadas calles del Temple Bar, el barrio más animado y divertido de la ciudad. El sanctasanctórum de los devotos de la cerveza y de la música tradicional. Un enjambre de pubs que discurre entre el río Liffey y Dame Street encerrando en su seno el alma de Dublín cada noche. Lucharás por hacerte un hueco frente al escenario del propio Temple Bar, parada más que obligada desde 1840, huyendo de las hordas de turistas que solo entran a hacerse la foto. Tú sabes más que ellos así que lograrás encontrar tu espacio para disfrutar de una actuación en directo. Otra opción: tómate un tradicional estofado irlandés (irish stew) en del Oliver St. John Gogarty, al lado del busto del poeta que le brinda su nombre.
Según Leopold Bloom, el protagonista del Ulises de Joyce, cruzar Dublín sin pasar frente a una barra sería un buen rompecabezas.. Por si te sirve de ayuda, teniendo en cuenta que hay más de 1000 a ambos lados del río, en su día elaboré una ruta de pubs con mis 10 recomendaciones.
Pero el Temple Bar no es solo el olimpo de los noctámbulos y de los músicos callejeros que se adueñan de cualquier rincón. La zona vieja de Dublín, el lugar en el que los vikingos se establecieron en el 795 d. C., cuenta con una potente oferta cultural en la que no faltan galerías de arte, teatros, salas de cine, estudios… ¿Tres propuestas? El Irish Film Institute, la National Photographic Archive and Gallery y sus mercadillos del sábado. Para gourmets en busca de productos ecológicos, el Food Market (Meeting House Square), libros de segunda mano y vinilos en el Book Market (Temple Bar Square), y diseños y artesanías locales en el Designer Mart (Cow’s Lane).
CONSEJO VIAJERO →¿Qué hacer en Dublín? Realizar un tour nocturno en español por el Temple Bar con cata de cervezas para descubrir los mejores pubs de Dublín y conocer sus historias y leyendas.
Qué ver en Dublín: Trinity College y el Libro de Kells
Pasear por su enorme campus, respirar el ambiente estudiantil que vivieron personajes como Oscar Wilde, Bram Stoker o Jonathan Swift, visitar su magnífica biblioteca y admirar el Libro de Kells -un valiosísimo manuscrito escrito alrededor del 800 d.C. por monjes irlandeses- son motivos más que suficientes para visitar el Trinity College. La universidad más antigua de Irlanda fundada en 1592 por la Reina Isabel I.
Ni recuerdo el tiempo que pasé en la sala principal de la antigua biblioteca, la famosa Long Room, buscando qué nombres esconden los bustos de mármol que la custodian, fijándome en cada detalle de sus viejas estanterías y empapándome del olor a madera. No sé si será una de las bibliotecas más bellas del mundo pero realmente es impresionante. Sin duda, un imprescindible en este listado sobre qué ver y hacer en Dublín.
CONSEJO VIAJERO → No viajes sin seguro Tu seguridad y tranquilidad es lo primero, así que, si vas a viajar a Dublín, haz como yo y contrata un seguro de viajes con Chapka. Para estancias inferiores a 90 días, te recomiendo el Cap Trip Plus por sus amplias coberturas. Además, si lo contratas a través de mi web, obtendrás un 7% de descuento usando el código OBJETIVOVIAJAR. No lo dudes, contrata aquí tu seguro de viajes y disfruta de una aventura asegurada.
Guinness Storehouse, una cita imprescindible en Dublín
Sin duda, uno de los platos fuertes de cualquier itinerario que englobe qué ver y hacer en Dublín es la Guinness Storehouse. Este templo para los amantes de la cerveza, situado en el complejo de la mítica fábrica Saint James’s Gate, es para muchos la principal atracción turística de la ciudad. Una gigante pinta de Guinness distribuida en siete plantas que recorre la historia de la cerveza negra más famosa de Irlanda y cuya visita concluye en el famosísimo Gravity Bar degustando una cremosa pinta y contemplando una espectacular panorámica de la ciudad desde sus cristaleras. 360 grados de vistas.
CONSEJO VIAJERO → Si tu nivel de inglés no es muy alto y no quieres perderte ni un detalle a la hora de visitar la Guinness Storehouse, te recomiendo que contrates una visita guiada en español. Te va a costar lo mismo que la entrada en taquilla, no tendrás que hacer cola e incluye también una pinta o un refresco en el Gravity Bar. Tras hacer la reserva recibirás un bono de confirmación que podrás imprimir o llevar en tu móvil.
Guinness Open Gate Brewery de Dublín: un imprescindible para los entusiastas de Guinness
Si eres un auténtico fan de la espuma, del sabor y de una buena charla entre amigos pinta en mano, incluye en tu agenda la visita a la Guinness Open Gate Brewery. En esta cervecería que ha abierto sus puertas recientemente podrás probar las últimas creaciones de la marca. Delos barriles al vaso y en primicia.
¿De qué tipo de cervezas estamos hablando? Pues de ediciones especiales y, por supuesto, de tres imprescindibles: la Guinness Draught -la más famosa y vendida-, la Hop House 13 -lager dorada con sabor afrutado, y la Pure Brew Lager (sin alcohol).
Lo mejor es que podrás hacer tu cata personalizada en compañía de los maestros cerveceros que las han creado y que resolverán todas tus dudas sobre el proceso de elaboración: el tipo de malta, la escala de lúpulo, los ingredientes utilizados…
No lo dudes. Reservar tu entrada online -son solo 9€-, y disfruta de una de las experiencias más auténticas que puedes vivir en Dublín. ¿Dónde? En James’s Street, justo al lado de la Guinness Storehouse. Sláinte!
Kilmainham Gaol
La visita a Kilmainham Gaol, la cárcel de Dublín, es un imprescindible con mayúsculas para conocer el pasado de Irlanda. Un recorrido guiado que no deja indiferente ya que sus muros fueron la última morada de muchos nacionalistas irlandeses que lucharon por alcanzar la libertad frente al gobierno británico.
La atmósfera que se respira en el gélido testigo de los episodios más trágicos del nacimiento de Irlanda es asfixiante, los relatos, escalofriantes. Corredores, galerías, celdas selladas con infranqueables candados, patios que sirvieron de escenario a las ejecuciones y un museo que profundiza en el conflicto irlandés y nos da una visión más amplia sobre la historia política y penal de esta prisión. Pon esta visita en las primeras posiciones de qué ver y hacer en Dublín.
Old Jameson Distillery
Agua, cebada, levadura y un toque de magia. Si quieres conocer todos los entresijos del proceso artesanal de elaboración de un buen whisky irlandés, tienes una cita en Bow Street. Allí te espera The Old Jameson Distillery, fundada por John Jameson en 1780. Audiovisual introductorio, amena visita guiada por el museo y cata final. Menos masificada que la Guinness Storehouse y, en mi opinión, más auténtica. ¿Un dicho popular? Dios inventó el alcohol para que los irlandeses no dominaran el mundo.
Saint Patrick’s Cathedral
La Catedral de San Patricio, dedicada al patrono de Irlanda, es uno de los pocos edificios que quedan del Dublín medieval. Esta Catedral, la más grande del país, alberga tesoros como el coro -decorado con los estandartes de los Caballeros de San Patricio-, obras de Roubiliac, Rysbrack y Nollekens, la tumba de Jonathan Swift – autor de Los viajes de Gulliver-, y la estatua de San Patricio con las manos alzadas en señal de bienvenida. Tras contemplar su belleza gótica, siéntate en uno de los bancos del parque que está junto a ella para ser consciente de su potente factura exterior. Cuentan que fue aquí dónde San Patricio bautizaba a los paganos para convertirles al cristianismo. Precio de la entrada: 6€.
Christ Church Cathedral
Otro emblema de la arquitectura irlandesa de la Edad Media es la Christ Church Cathedral. Muchos viajeros suelen pasarla por alto por aquello de que vista una catedral, vistas todas. Tremendo error. Es la más antigua de la ciudad y su cripta, con sus gruesas columnas de piedra, una de las más grandes de Gran Bretaña e Irlanda. Olvídate del gato y la rata que quedaron atrapados en el órgano allá por 1860 y céntrate en el resto. Precio de la entrada: 6€.
The National Gallery of Ireland
Un estupendo alto en el camino de carácter cultural y además gratuito. Pinturas de los principales maestros holandeses, obras de Picasso, Monet, Goya, Murillo, destacadas muestras del barroco italiano, acuarelas, dibujos, grabados, esculturas… Más de 12.000 obras de arte se dan cita en esta galería que podrás recorrer con un servicio de audioguía. Una sugerencia muy personal: relájate unos instantes tomando algo en su Gallery Café. No encontrarás un lugar más tranquilo en todo Dublín para hacerlo.
Dublin Castle
Aunque su fisonomía apenas recuerde la de un castillo, ya que salvo por la torre medieval – The Record Tower- y los restos de las originales murallas, se difumina con el resto de edificios que lo abrazan, el Dublin Castlefue en su día el principal testigo de la historia de esta ciudad. Desde su construcción, en el siglo XIII, ha sido un asentamiento vikingo, fortaleza militar, prisión, tesorería… El precio de la visita guiada (50 minutos de duración) es de 8,50€
Chester Beatty Library
Otro magnífico bastión cultural es la Chester Beatty Library, un inagotable compendio de tesoros artísticos que recoge en forma de manuscritos, grabados, miniaturas y libros antiguos el legado de las grandes culturas y religiones del mundo. Y todo gracias a Sir Alfred Chester Beatty, un magnate americano que donó toda su colección a la ciudad de Dublín. Entrada gratuita.
Dublín en verde: Saint Stephen’s Green, Merrion Square y Phoenix Park
Si te gusta la naturaleza, tienes una cita en Saint Stephen’s Green, mi parque favorito. De estilo victoriano, céntrico y cargado de encanto, es el lugar al que acuden los dublineses para darse un respiro, almorzar y desconectar del ritmo trepidante que reina en las calles que lo rodean. Paseos arbolados, estanques con cisnes y patos, fuentes, esculturas…. Nueve hectáreas de manto verde en las que desearías que el reloj se detuviera.
Algo parecido ocurre con su hermano pequeño, el elegante y georgiano Merrion Square Park, que a diario ve desfilar a decenas de turistas que hacen cola para inmortalizarse junto a la escultura de Oscar Wilde, su vecino más ilustre. Fíjate en la colección de farolas que hallarás a tu paso, son las que alumbraron el Dublín del siglo XIX.
He dejado para el final el Phoenix Park, el verdadero pulmón verde de Dublín. Con más de 700 hectáreas de extensión, está considerado el mayor parque urbano de Europa y alberga el Zoo así como una serie de casas señoriales entre las que destaca la residencia oficial del Presidente de Irlanda. Para recorrerlo y, con algo de suerte, ver alguna familia de ciervos, lo mejor es alquilar una bicicleta a la entrada del parque (2 horas 5€).
Qué ver en Dublín: Grafton Street y O’Connell Street
En Grafton Street, la bulliciosa calle peatonal que sirvió de escenario a la película Once, los músicos callejeros, imitadores y demás aspirantes a estrellas compiten por robar la atención a las tiendas de lujo y comercios de todo tipo que los rodean entre coloridos puestos de flores. No te olvides de saludar a uno de los que lo consiguió, Phil Lynnot, que posa apoyado en su bajo en el cruce con Harry Street. Tras presentarle tus respetos al líder de la mítica banda Thin Lizzy, sería una descortesía no hacer lo propio con Molly Malone. Encontrarás a esta vendedora de mejillones de día, chica alegre de noche, en Suffolk Street, justo delante de la Discover Ireland Tourist Office.
Tampoco puedes abandonar la ciudad sin saludar a James Joyce. Te espera en la otra orilla del río, en North Earl Street, a unos pasos de O’Connell Street, la avenida más importante del norte de Dublín. ¿Ves esa aguja de 120 metros de altura? Se conoce como Spire y por las noche se ilumina su punta a modo de faro sobre el cielo de Dublín.
El río Liffey
Pasear a la vera del río Liffey, la espina dorsal que divide Dublín en dos, es un relajado plan que te permitirá conocer los numerosos puentes que lo salvan. Algunos ejemplos: los dedicados a James Joyce y Samuel Beckett, el Millenium Bridge, O’Connell Bridge y, por supuesto, Ha’penny Bridge. Uno de los grandes símbolos de la ciudad cuyo nombre recuerda el peaje de medio penique que debía pagar todo aquel que quisiera cruzarlo hasta 1919.
Recorrer el cauce de la que fue la puerta de entrada de los vikingos de día vale la pena y de noche se convierte en casi una obligación. Un perfecto punto y final a una jornada descubriendo los mejores rincones de Dublín.
Qué ver en Dublín: Los Docklands
Otro estupendoplan: acércate a la renovada y revitalizada zona de los Docklands. Yo lo hice caminando desde Merrion Square bordeando el Grand Canal Dock. Esta zona del puerto de Dublín es la más moderna y alberga instituciones culturales como el Bord Gáis Energy Theatre o The Design Tower. Esta última es una antigua refinería de azúcar donde se dan cita los mejores artistas irlandeses, y barcos convertidos en cafeterías o galerías.
Para ser sincera, mi objetivo final era peregrinar hasta Windmill Lane, los estudios donde U2 grabaron sus tres primeros álbumes. No los busques, desgraciadamente fueron demolidos hace años y decenas de grafitis dan fe de ello. Recuerdo que, sentada en un banco frente al río, imaginé a unos jóvenes Bono, The Edge y compañía caminando sobre los adoquines rumbo al estudio…. ¿Piel de gallina? Exacto. Para qué negarlo.
Tras estas recomendaciones, solo me queda despedirme con una frase en gaélico que encierra la magia de Dublín: ‘Beidh ceol, caint agus craic againn’. O lo que es lo mismo: tengamos música, charlemos y a pasarlo bien. Con este qué ver y hacer en Dublín espero haber despertado tu curiosidad por una de las ciudad más atractivas que conozco.
Las mejores excursiones en Dublín y alrededores en español
Aprovecha tu escapada a Dublín para realizar alguna de estas actividades con guías que hablan español y que están muy bien valoradas por los usuarios. Toma nota: Tour gratis por Dublín→ La mejor forma para empezar a descubrir la ciudad. Apúntate y asegura tu plaza. Tour privado por Dublín con guía en español→ La mejor opción para descubrir Dublín a tu ritmo pudiendo escoger qué quieres ver. Más cómodo imposible. Tour gratis de misterios y leyendas por Dublín → Secretos, misterios y leyendas para descubrir un Dublín insólito. Tour gratis por el Norte de Dublín → Conoce los principales monumentos del norte de la ciudad y su pasado más oscuro.
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