Dormir en una jaima en el desierto de Marruecos: una experiencia inolvidable

Dormir en una jaima en el desierto de Marruecos: una experiencia inolvidable

Dormir en una jaima en el desierto de Marruecos, rodeada de kilómetros y kilómetros de arena. Ese siempre fue uno de mis grandes sueños viajeros. De hecho, podría apropiarme de las palabras de Antoine de Saint-Exupéry: «Siempre he amado al desierto. Uno puede sentarse sobre una duna de arena sin ver ni escuchar y, sin embargo, siempre hay algo que brilla en el silencio.» También de otra de las frases célebres del autor de El Principito: “Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad”. Y así lo hice. Pasar la noche en el desierto marroquí dejó de ser un espejismo para encabezar el listado de los grandes momentos vividos en Marruecos.

Durante siete días recorrí este sorprendente y fascinante país, una franja norteafricana que me sedujo por sus contrastes, por el calor de sus gentes, porque me hizo sentir bien en todo momento. En su día traté de tamizar las mejores vivencias de este viaje que bauticé como el de las mil sonrisas. Hoy me centro en una de ellas. En las que tal vez fueron las catorce horas más intensas de mi viaje por Marruecos.

A las puertas del desierto. Marruecos
A las puertas del desierto

Tras una larga jornada en 4×4 recorriendo el Valle del Dades, las espectaculares Gargantas del Todra,  Erfoud  y Rissani, y disfrutando del color ocre y rojo de las kasbahs y ksours que se cruzaban a nuestro paso, llegamos a Merzouga, frente a las altas dunas de Erg Chebbi.

La primera visión de este campo de dunas móviles que pueden llegar a alcanzar los 150 metros de altura me dejó sin palabras. Justo en ese momento el sol bañaba su silueta desplegando un abanico de dorados y naranjas que difícilmente una cámara puede inmortalizar.

Erg Chebbi. Dormir en una jaima en el desierto de Marruecos
Erg Chebbi

A lo lejos divisé una caravana que se internaba hacia el desierto. Ojalá que vayamos solas, pensé. Y así fue. Cuando bajamos del todoterreno, solo había dos dromedarios esperándonos al cuidado del que sería nuestro guía.

Caravana de dromedarios en Erg Chebbi
Caravana de dromedarios en Erg Chebbi

Mientras me acomodaba en mi montura, recordé la leyenda de las dunas de Erg Chebbi que había leído en alguna parte. Según cuenta la tradición oral, fueron creadas por Dios para castigar a una rica familia de Merzouga que se negó a dar cobijo a una mujer y a su hijo durante un festival local. Para condenar su falta de hospitalidad -algo impropio de un pueblo como el marroquí- sepultó a toda la familia bajo grandes montículos de arena. Bendita condena. Recorrer un tramo de esta espectacular extensión de 22 kilómetros situada en la frontera con Argelia fue uno de los mejores regalos que Marruecos pudo hacerme.

Como comenté en su día, literalmente teníamos el desierto para nosotras y allá donde posábamos la mirada iban apareciendo diferentes estampas de este hipnótico mar de dunas que iba cambiando de tono siguiendo los designios de un día que se iba apagando. Y sí, lo reconozco, también me asaltó la imagen de Peter O’Toole encarnando a Lawrence de Arabia. Trotamundos y cinéfila, así soy.

Recorriendo Erg Chebbi. Marruecos
Adentrándonos en Erg Chebbi

TE PUEDE INTERESAR Excursión de 3 días al desierto de Merzouga: en esta excursión te adentrarás en Erg Chebbi, la parte más sorprendente del desierto del Sáhara, y disfrutarás de los contrastes de Marruecos. El itinerario -con guía que habla español- incluye: la Kasbah de Ait Ben Haddou, Ouarzazate y la Kasbah de Taourirt, el Valle del Dades y las increíbles Gargantas del Todra, el palmeral de Jorf, Erfoud, Merzouga, Rissani, Tizi N’Tfrkhin y Ouarzazate.

Atardece en Erg Chebbi. Marruecos
Atardece en Erg Chebbi

La única pega, esa que sufrimos todos los viajeros que nos empeñamos en contar nuestras idas y venidas por el mundo, fue tener que romper el hechizo del momento para conseguir un soporte visual con el que acompañar estas líneas. Suerte que nuestro guía era un bendito y aguantó estoicamente cuantas paradas le obligamos a hacer. También los dromedarios, de aspecto saludable y dóciles, pusieron su granito de arena deteniéndose sin mayor problema para que pudiéramos tratar de captar la belleza que nos rodeaba. Mi sueño de dormir en una jaima en el desierto de Marruecos estaba a punto de cumplirse.

Dormir en una jaima en el desierto de Marruecos

Cuando llegamos al campamento ya era noche cerrada y costaba distinguir la silueta de las tiendas que teníamos a un puñado de metros. Todo estaba en silencio, diríase que deshabitado, salvo por la tímida luz de las lámparas que iluminaban un camino de alfombras. ¿Estamos solas?, pregunté. No, hay una mujer catalana alojada aquí, obtuve por respuesta. Miré a Sara y no pude evitar sonreír. Aquella chica era Anna, una viajera de la vieja escuela, comprometida y solidaria, que por unas horas se convirtió en nuestra germana de dunes (hermana de dunas).

Tras saludar a todo el equipo de Jaimas Madu, a cual más políglota, nos acompañaron a nuestra jaima. En pleno corazón del desierto me encontré con una tienda llena de comodidades: baño y ducha privado, agua caliente, electricidad y una cama enorme que alejaba la idea de pasar frío con solo mirarla. La noche en el desierto de Marruecos prometía y mucho.

Dormir en una jaima en el desierto de Marruecos
Mi preciosa jaima

De repente, el sonido de unos timbales mezclado con ininteligibles canturreos llamó nuestra atención. La cena estaba lista en una acogedora jaima. Entre animadas conversaciones sobre lo humano y lo divino fueron desfilando una sopa de verduras que nos devolvió la vida, arroz, kefta, pollo con limón…

Dormir en el desierto de Marruecos
Jaima comedor
Cenando en Jaimas Madu. Marruecos
Cenando en Jaimas Madu

Después salimos al exterior para disfrutar de un pase de música y canciones bereberes alrededor de una fogata. Ya puedes imaginar el resto. Al abrigo de la nocturnidad, la fiesta acabó entre chistes subidos de tono, refranes catalanes y con una servidora aporreando cualquier instrumento que cayera en sus manos. Un heterogéneo grupo de desconocidos convertidos en amigos por la magia del desierto.

Musica tradicional en el desierto de Marruecos
Música tradicional en el desierto de Marruecos

Cuando todo el mundo se retiró, me quedé unos minutos más sentada sobre una alfombra. Hecha un ovillo. En silencio. Saboreando la soledad y mirando al cielo que a pesar de ser un enorme manto negro dejaba entrever algún fragmento de su bóveda celeste. Estaba allí, cumpliendo mi sueño de pasar la noche en el desierto y sentí el cálido roce de la felicidad.

Pasar la noche en una jaima en el desierto de Marruecos
Disfrutando de la soledad en el desierto

Debo confesar que no dormí mucho esa noche. Más bien la pasé en una dulce duermevela, navegando entre las imágenes que asaltaban mi mente a modo de flashback. No fue el frío ni la ausencia de un lecho confortable. Era yo. Nerviosa y excitada. Como una niña pequeña en la noche de reyes esperando su regalo: el amanecer en el desierto marroquí.

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Hubiera deseado verlo en lo alto de una duna pero remolonear cinco minutos de más bajo los edredones me robó el escenario. No así el momento. Descubrí la enorme alfombra que resguardaba la jaima y allí estaba, imponiéndose sobre el horizonte, el nacimiento de un nuevo día.

Salida del sol en el desierto de Marruecos
Sale el sol en el desierto de Marruecos

Me puse lo primero que pillé sobre el pijama, cogí la cámara y salí corriendo hacia las dunas. Hacía muchísimo frío pero la sangre al galope por mis venas me dio el calor que los primeros rayos de sol me negaban. Tras dormir en una preciosa jaima en pleno desierto marroquí, un nuevo amanecer me daba los buenos días.

No sé cuánto tiempo pasé con mis pies enterrados en la arena. Ensimismada frente a las dunas. Sintiendo como mi cuerpo se iba enfriando. Al contrario que mi alma, encendida por un hervidero de sensaciones que no me canso de recordar. Y, sí, de nuevo sentí el roce de la felicidad.

Ensimismada en el desierto. Marruecos
Ensimismada en el desierto

El «yalla, yalla» de nuestro guía me devolvió a la realidad. La estancia en el desierto tocaba a su fin. Un copioso desayuno al aire libre, una cordial despedida y de vuelta al 4×4 rumbo a nuestro siguiente destino: Marrakech.

Desayunando en el desierto. Marruecos
Desayunando en el desierto

Aviso para navegantes: ten en cuenta que Erg Chebbi es un destino bastante turístico así que si quieres vivir una experiencia similar a la mía y dormir en una jaima en el desierto de Marruecos sin mucha gente, trata de ir fuera de temporada para evitar encontrarte con decenas de autobuses y auténticas caravanas de todoterrenos. Las mejores épocas son noviembre, enero y febrero.

Seguro de viajes para viajar a Marruecos

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La Palma, diez experiencias para enamorarte de la Isla Bonita

La Palma, diez experiencias para enamorarte de la Isla Bonita

Hace un par de meses La Palma se cruzó en mi camino. Me retó a imaginármela a través de sus paisajes sonoros, piezas de audio captadas por toda la isla que traté de hilvanar en un guión cinematográfico que recogía lo que intuía me esperaba en ese rincón canario bañado por el Atlántico. Ahora, tras cuatro días descubriéndola, siento que La Palma ya es un poco mía, que buena parte de su magia se coló en mi maleta de vuelta. Diez experiencias bastaron para que haya vuelto enamorada. Diez experiencias que comparto contigo para que tú también sientas el efecto La Palma. Porque esta isla no es solo bonita, también es única y sorprendente.

Jugar con las olas en un playa virgen

Mi ruta palmera soñada empezaba en una playa desierta rodeada de impresionantes acantilados. Aquella estampa fruto de mi imaginación se hizo realidad en la playa de Nogales, en Puntallana. Por un instante, contemplándola desde el mirador, pensé que había regresado a la costa occidental de Irlanda. Imposible no asombrarse frente a las paredes de roca que se precipitan súbitamente hacia el mar enmarcando una lengua de arena negra que se resiste a desaparecer a manos del océano.

Playa de Nogales desde el mirador. La Palma

Para alcanzarla hay que seguir el sendero que bordea el acantilado. Sin prisas, disfrutando de esta preciosa antesala que desemboca en la playa. Una vez allí sientes la necesidad de descalzarte para experimentar el suave tacto de la arena en tus pies. Súmale la brisa marina acariciando tu rostro, el olor a mar y el sonido de las olas amplificado por los imponentes barrancos que la delimitan, y comprenderás porqué para muchos es la playa más hermosa de la isla.

El sendero que bordea el acantilado. Playa de Nogales. La Palma

Playa de Nogales. La Palma

Y es que La Palma no se distingue por ser un destino de sol y playa al uso con arenales kilométricos. Ni falta que le hace. El encanto de su litoral reside en playas y calas que nos recuerdan su pasado volcánico en forma de paisajes vírgenes. Como Echentive en Fuencaliente, una playa que se formó tras la erupción del volcán de Teneguía en 1971 y que esconde unas charcas naturales que parecen sacadas de otro mundo.

Charcas naturales. Playa de Echentive. La Palma

Adentrarte en las entrañas de la Caldera de Taburiente

La joya más preciada de esta isla, declarada en su totalidad Reserva Mundial de la Biosfera por la UNESCO, es el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente. Un espectacular entorno natural tan hermoso como abrupto, fruto de las erupciones volcánicas, la fuerza erosiva del agua y los grandes deslizamientos.

Caldera de Taburiente. La Palma

Los senderos señalizados sobre el terreno permiten bordearlo o adentrarse hasta su corazón. En mi caso, seguí una ruta de 18 kilómetros que me regaló paisajes que difícilmente podré olvidar. Te hablo de rincones como el mirador de Los Brecitos, con sus espectaculares vistas hacia el interior del parque, de escarpadas laderas verticales pobladas de pino canario, de ese spa natural que forma el río en la playa de Taburiente, de la Cascada de Colores, una pared de roca de colores naranjas, amarillos y verdes por la que se precipita el agua, y del impresionante cauce del Barranco de las Angustias.

Playa de Taburiente. La Palma

Cascada de colores. La Palma Contagiarte del ritmo de vida palmero en Santa Cruz de la Palma

Si quieres contagiarte del tranquilo ritmo de vida que se respira en la isla, nada mejor que dar un paseo por su capital, Santa Cruz de La Palma. Una coqueta ciudad, declarada Conjunto Histórico-Artístico, que fusiona con acierto su carácter marinero y su estética colonial. La mejor de las bienvenidas la hallarás en la Avenida Marítima con sus balcones repletos de flores y cubiertos de celosías que miran al mar.

Avenida Marítima. Santa Cruz de La Palma

Balcón de la Avenida Marítima. Santa Cruz de La Palma

Luego tus pasos deberán encaminarse hasta la Plaza España para contemplar el conjunto renacentista más importante de Canarias presidido por el Ayuntamiento, que ostenta con orgullo el hecho de haber sido el primer ayuntamiento de España de elección popular en 1773. La iglesia del Salvador y las casas Monteverde, Lorenzo, Massieu y Pereyra completan este centro neurálgico que aúna los poderes político, religioso y civil. A partir de aquí callejea libremente sin rumbo. Ríndete al slow travel y disfruta del calor de sus gentes.

Plaza de España. Santa Cruz de La Palma

Retroceder en el tiempo en el Bosque de los Tilos

El municipio de San Andrés y Sauces guarda con celo un auténtico tesoro. Se trata de Los Tilos, uno los bosques de laurisilva más importantes del archipiélago canario. Entrar en este exuberante ecosistema vegetal heredado de la época terciaria y que todos tus sentidos se pongan en alerta es todo uno. Es como internarte en una preciosa selva cuajada de altísimos árboles cuyas copas apenas dejan pasar la luz del sol, entre helechos, lianas, especies endémicas y cascadas. Un entorno húmedo y sombrío donde el silencio solo se ve turbado por la presencia de agua y el canto de los pájaros. No me extraña que esta cautivadora masa verde fuera la primera Reserva de la Biosfera de La Palma. Verdaderamente merece esa distinción.

Bosque de Los Tilos. La Palma

Cascada. Bosque de Los Tilos. La Palma

Disfrutar de la gastronomía palmera

 ¿A qué sabe La Palma? Sabe a papas arrugadas, a mojo rojo y mojo verde, a deliciosos quesos de cabra con Denominación de Origen, a pescados como los meros, las viejas y morenas, a gofio, a carne de cerdo, conejo o cabrito, y a platos de cuchara como la sopa de picadillo, la sopa de garbanzas y el potaje de trigo.

Papas arrugadas y queso asado. Casa Goyo. La Palma

Los deliciosos pescados de Casa Goyo. La Palma

Todo ello regado con los vinos palmeros, unos caldos únicos ya que se elaboran con variedades que ya han desaparecido otras regiones europeas. Destacan los blancos secos, tintos y rosados y, cómo no, el Malvasía, el más emblemático de los vinos de La Palma, cuya calidad lo sitúa a la altura de los grandes vinos dulces del mundo y que combina muy bien con la repostería local.

Hablando de dulces, los palmeros son muy golosos y cualquier momento es bueno para endulzar el paladar con postres como los almendrados, el bienmesabe o el Príncipe Alberto. Una última recomendación: no podrás decir que has estado en La Palma sin tomarte un barraquito, un café que lleva leche, leche condensada, canela, corteza de limón y licor. Engancha y mucho, avisado quedas.

Caminar entre volcanes y salinas

Aunque es prácticamente imposible decantarse por uno, guardo muy buenos recuerdos del municipio de Fuencaliente. Es el más meridional de la isla y en él la impronta volcánica se deja sentir a cada paso. Como en el Volcán de San Antonio, un gigante dormido que despertó en las erupciones de 1677 dando paso a uno de los lugares más bellos de la isla. Bordear su cráter supone alcanzar magníficas panorámicas que incluyen el Volcán de Teneguía y las Salinas de Fuencaliente que con su blancura rompe la paleta de marrones, ocres y rojizos que discurre hasta donde alcanza la mirada.

Bordeando el Volcán de San Antonio. La Palma

Cráter del Volcán de San Antonio. La Palma

El Volcán de Teneguía y las salinas desde la cumbre del Volcán de San Antonio. La Palma

Tocar el cielo con las manos en el Roque de los Muchachos

Subir al Roque de los Muchachos, deteniéndote a observar el mar de nubes provocado por los vientos alisios, es una experiencia increíble. Estás a 2.426 metros sobre el nivel del mar, en el punto más alto de la isla, y te invade una sensación de libertad absoluta cuando contemplas desde lo alto la Caldera de Taburiente. Tu cámara tratará de captar en vano lo que ven tus ojos. No lo conseguirá. Hay que estar allí, en el mirador por excelencia de La Palma, para sentir el vértigo frente a los barrancos, la coreografía de las montañas, el aire puro… En definitiva, el latido de la tierra.

Mar de nubes. La Palma

Mirador del Roque de los Muchachos. La Palma

Vistas desde el Roque de los Muchachos. La Palma

Roque de los Muchachos, isla de La Palma

Visitar el Observatorio Astrofísico y entrar en el GRANTECAN

Justo aquí, en el techo de La Palma, se ubica el Observatorio Astrofísico del Roque de los Muchachos, uno de los complejos de telescopios más completos del mundo. ¿Por qué en esta isla? Porque su cielo es uno de los mejores del planeta para ver las estrellas gracias a su situación geográfica, a sus inmejorables condiciones de estabilidad atmosférica y a la aplicación de la Ley de Protección del Cielo, que vela por regular la correcta iluminación de los núcleos urbanos y reducir la contaminación lumínica. Por cierto, aprovecho para felicitar a toda la isla ya que este año La Palma celebra el octavo aniversario de su declaración como entorno ‘Starlight’ por la calidad y transparencia de su bóveda celeste.

Observatorio Astrofísico del Roque de los Muchachos. La Palma

Uno de estos telescopios es el GRANTECAN (Gran Telescopio de Canarias), el mayor del mundo de sus características. Conocerlo por dentro era uno de mis sueños palmeros que se hizo realidad. Si te apasiona el mundo de la astronomía, debes saber que tu también puedes solicitar tu visita a través del Instituto de Astrofísica de Canarias.

GRANTECAN. La Palma

Interior del GRANTECAN. La Palma

¿Más opciones para contemplar el universo? Puedes acercarte a alguno de los 16 miradores astronómicos naturales que hay en la isla, como el Pico de la Cruz, el Llano del Jable, Puerto Naos o La Muralla entre otros, o acudir a empresas especializadas que te harán ver el cielo con otros ojos. De hecho, en los últimos años el astroturismo se está consolidando con fuerza y buena parte de la industria turística isleña está vinculando sus servicios al mundo de la astronomía.

Mirador astronómico. La Palma

Contemplar amaneceres y puestas de sol de ensueño

Se diría que hasta el astro rey, testigo mudo de cuanto acontece bajo sus pies, está prendado de esta isla. Un pasión que demuestra cada día regalándole increíbles amaneceres y puestas de sol.

Durante mi estancia lo vi desperezarse a diario, perfilando en el horizonte la silueta de Tenerife y tiñendo el océano de mil tonalidades de azul. No me importó robarle horas al sueño. En esos mágicos minutos, en la terraza de mi hotel y acompañada por el canto de los pájaros más madrugadores, La Palma era solo para mí. El frescor de un nuevo día, el rumor de las olas, las últimas luces iluminando Santa Cruz… Y allí estaba yo cada mañana, con la mirada perdida en el horizonte y embelesada ante un espectáculo de luces y colores que soy capaz de recordar con tan solo cerrar los ojos.

Vistas desde mi habitación. H10 Taburiente Playa. La Palma

Amanece en la playa de Los Cancajos. La Palma

El sol, el Atlántico y La Palma

Su adiós no le va a la zaga. Desde un mirador o a pie de playa, resaltando con sus últimos rayos la salvaje orografía de su litoral. Amarillos, naranjas, rojos y la hora azul. El sol se pone y el negro da paso al siguiente acto: la aparición de un nítido manto de estrellas que cubre toda la isla.

Puesta de sol. Playa de Echentive. La Palma

Navegar en un mar de estrellas

Otro de los grandes momentos de mi viaje a La Palma lo viví gracias a Toño González, miembro de la Agrupación Astronómica Isla de La Palma, guía Starlight y director de la empresa Cielos-La Palma. Con su ameno y didáctico recorrido por las constelaciones, salpicado de referencias mitológicas, consiguió que me quedara prendada del increíble cielo de esta isla. Imagíname tumbada en el suelo, dibujando constelaciones y viendo pasar las estrellas fugaces más impresionantes que he visto en mi vida. Es cierto lo que dicen, con esta bóveda celeste, dormir no es una opción sensata en La Palma.

Toño, además, es todo un experto en fotografía paisajística nocturna y se encargó de inmortalizar este momento tan especial.

Foto del equipo de #EscuchaLaPalma

Observación de estrellas con Cielos-La Palma

Y hasta aquí mi repaso por las diez experiencias que hicieron que regresara a Madrid prendada de esta pequeña isla marcada por la diversidad de sus paisajes. Si te ha sabido a poco, no te preocupes. Habrá más artículos dedicados a la Isla Bonita. Pienso cumplir mi objetivo: que tú también sientas el efecto La Palma.

INFORMACIÓN PRÁCTICA: Vuelos a La Palma

  • La Palma – Bilbao con Vueling. Comenzará a operar el próximo 23 de junio y contará con 1 frecuencia semanal durante los meses de julio y agosto.
  • La Palma – Barcelona con Vueling. Dos vuelos semanales confirmados hasta final de año.
  • La Palma – Madrid con Iberia Express. 6-7 vuelos semanales.
  • CanaryFly, por su parte, conecta La Palma con los aeropuertos de Gran Canaria y Tenerife Norte desde donde parten vuelos frecuentes a diferentes puntos de la península.

Nota: Este artículo forma parte de mi viaje a la isla de La Palma durante el blogtrip #EscuchaLaPalma organizado por el Patronato de Turismo de La Palma en colaboración con el Centro de Iniciativas y Turismo TEDOTE La Palma, Iberia Express, Vueling y CanaryFly

  • NO VIAJES SIN SEGURO
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Viajar a Marrakech: guía práctica y los mejores consejos para preparar tu escapada

Viajar a Marrakech: guía práctica y los mejores consejos para preparar tu escapada

Viajar a Marrakech es el sueño de cualquier viajero. Si sabes seguirle el juego a esta ciudad imperial descubrirás un cóctel de olores, sabores, sonidos e imágenes que, probablemente, te acabe atrapando. Una bomba de relojería para los sentidos que discurre entre sus animados zocos y en preciosos rincones donde el orden no se pierde entre el caos, donde el salvaje tráfico da un respiro al viajero. A mí logró fascinarme y de ahí nace esta guía con toda la información y los mejores consejos. ¿Mi objetivo? Lograr que te fijes en este destino y ayudarte a planificar tu viaje a esta perla africana situada a los pies del Atlas. Comenzamos: viajar a Marrakech.

Minarete de la Kutubia. Marrakech
Minarete de la Kutubia

Viajar a Marrakech

Requisitos de entrada

Como el resto de los ciudadanos de la Unión Europea, solo tienes que tener el pasaporte en regla con una validez de tres meses a partir de la fecha de entrada. No es necesario visado y puedes permanecer en el país durante noventa días.

Pasaporte. Viajar a Marrakech
Mi pasaporte para viajar a Marrakech

Sanidad

Aunque no es obligatoria ninguna vacuna para viajar a Marrakech, la OMS recomienda estar vacunado contra la difteria, tétano, sarampión, paperas, rubeola y polio, y sobre todo, contra la hepatitis A y B, la fiebre tifoidea y la rabia. Para más información, visita la web del Ministerio de Sanidad.

No olvides llevar contigo un botiquín básico con analgésicos, antihistamínicos, laxantes, antidiarréicos, antiinflamatorios, pomada antibacteriana, protectores estomacales, materiales de cura y crema solar. Para evitar problemas, bebe agua embotellada y fíjate bien en el aspecto de la comida que compres en los puestos de la calle.

¿Es seguro viajar a Marrakech?

Marruecos está considerado uno de los países africanos más seguros y viajar a Marrakech no supone ningún problema si se observan las normas de precaución básicas: estar siempre pendiente de los objetos personales, evitar malentendidos con la población…

Basándome en mi experiencia, puedo decirte que paseé bien entrada la noche por las calles más alejadas de la medina y el único peligro real que tuve que afrontar fue no acabar atropellada por las motos y carros que encontré en el camino.

Plaza Yamaa el-Fna. Viajar a Marrakech
Plaza Yamaa el-Fna

Eso sí, hay que tener especial cuidado con los guías no oficiales que te presionarán para «ayudarte». Para librarte de ellos, lo mejor es rechazar sus servicios educadamente y dar la impresión de que sabes a dónde vas. Recuerda que aquí, como en cualquier otro rincón del planeta, ganarás más con una sonrisa que con una actitud negativa. Si la cosa se complica, usa la palabra «police». Te dejarán en paz ante la posibilidad de enfrentarse a una gran multa de la policía turística.

En cualquier caso, para confirmar la situación actual, te recomiendo que antes de viajar al país consultes las recomendaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores y te inscribas en su registro de viajeros para que puedas ser localizado y asistido en caso de emergencia.

Seguro de viajes para Marrakech

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Idioma

El idioma oficial es el árabe, concretamente el llamado árabe marroquí. Al ser una ciudad muy turística podrás comunicarte sin demasiados problemas en francés, inglés y en español ya que muchos vendedores lo chapurrean que da gusto. Para romper el hielo con los locales y de paso aumentar tu cultura viajera, nada mejor que aprender algunas expresiones:

Hola: Ahalan . Adiós: Ma’a ssalama.

: Naam. No: Lá. De acuerdo: Muwáfiq.

Por favor: Min fadlik. Gracias: Shukran. Perdón: Ismahlí.

¿Cuánto cuesta? Kam/Chhal. No entiendo: Lá afhham.

Me llamo: Smiy-ti. ¿Dónde está…? Feen kayn…?

Cerveza: Birra. Vino: Khamr. Pescado: Hut. Pollo: Farooj. Carne: Lehem.  Ternera: Baqree. Sopa: Shorba.

Moneda, tarjetas de crédito y propinas en Marrakech

La moneda marroquí es el dirham (MAD) que se divide en 100 céntimos. Hay billetes de 20, 50, 100 y 200 dirhams. Las monedas son de 1, 2, 5 y 10 dirhams, y de 10, 20 y 50 céntimos. En este conversor de divisas puedes ver cómo está el de cambio. A fecha de hoy, 1 € equivale a 10.6 MAD.

Dirhams marroquies. Viajar a Marrakech
Dirhams marroquíes

Lo ideal es cambiar algo de dinero en el mismo aeropuerto para poder desplazarte al centro de la ciudad. Una vez allí muchos viajeros recomiendan la casa de cambio del Hôtel Ali (Rue Moulay Ismaïl). No tiene pérdida, está en la misma medina, justo antes de llegar a la plaza Yamaa el-Fna. Trata de hacerte con billetes de 20 MAD, son los más prácticos.

Casa de cambio. Consejos para viajar a Marrakech
Casa de cambio

Respecto a las tarjetas de crédito, MasterCard y Visa son las más aceptadas. ¿Propinas? No estás obligado a darlas pero, créeme, te facilitarán mucho la vida. Hay que tener en cuenta que en Marruecos los salarios son muy bajos así que trata de redondear la carrera del taxi, no te olvides de los camareros y deja un 10% de la cuenta en los restaurantes si el servicio lo merece.

Electricidad

La corriente es de 220 voltios y los enchufes son iguales que en España.

Volar a Marrakech y traslados al centro de la ciudad

Además de Royal Air Maroc (la aerolínea nacional de Marruecos) o Iberia, hay compañías low-cost como Ryanair que tienen vuelos directos desde España a precios muy competitivos. ¿Un ejemplo? En enero, la ida y vuelta para dos pasajeros salió por 99€.

Aeropuerto de Marrakech Menara. Viajar a Marrakech
Aeropuerto de Marrakech Menara

El aeropuerto de Marrakech Menara está situado a 6 km al suroeste de la ciudad. La forma más cómoda para llegar al centro es coger un taxi. El trayecto desde/hacia el aeropuerto ronda los 80 MAD aproximadamente en horario diurno y unos 100 MAD de noche. Otras opciones más económicas son tomar el autobús nº 19 de la compañía Alsa que por unos 2€ te llevará hasta las inmediaciones de Yamaa el-Fna, o el autobús local nº 11 que también llega a la plaza más famosa de Marrakech.

CONSEJO VIAJERO → Si no quieres complicarte con los traslados, aquí puedes reservar un transfer privado, puerta a puerta y al mejor precio. Un chófer te esperará en el aeropuerto, en el hotel o dónde estés para llevarte a tu destino de forma rápida y segura.

Desplazarte por Marrakech

Marrakech es una ciudad que básicamente recorrerás a pie ya que sus principales atracciones se concentran en la medina donde está prácticamente prohibida las circulación de coches. No obstante, para llegar a lugares más alejados como el Jardín Majorelle o los jardines de la Menara los taxis resultan muy útiles.

Los taxis de color beige, denominados petits taxis, llevan taxímetro y una carrera de día suele costar entre 10 y 20 MAD. Si le taxímetro está estropeado, te tocará pactar con el conductor el precio del trayecto.

Petit taxi. Guia para viajar a Marrakech
Petit taxi en Marrakech

Si quieres salir de los límites urbanos o vais más de tres pasajeros, tendréis que coger un grand taxi. Estos Mercedes no suelen llevar taxímetro pero sus tarifas «a priori» son fijas.

Teniendo en cuenta el precio de los taxis, coger un autobús no merece mucho la pena porque además suelen ir hasta la bandera. De todos modos, las líneas 1, 3, 4, 10, 11, 12 y 18 son las mejores para llegar a Guéliz, Majorelle o la Menara.

Si vas mal de tiempo y te interesa una visita rápida a la ciudad, otra opción es subirte al autobús turístico que recorre los principales monumentos de la ciudad en dos itinerarios: el tour histórico y el tour oasis.

¿Qué tal un paseo en calesa? Yo lo probé y resultó muy divertido tras el paso obligado del regateo, claro. Las encontrarás en Place Foucald, al lado de la plaza Yamaa el-Fna. Su tarifa «oficial», aunque variará según a quien preguntes, va desde 120 MAD por una hora a unos 30 MAD por un recorrido corto por la medina.

Calesa en Marrakech
Calesa en Marrakech

Viajar a Marrakech: dónde alojarte

¿Me alojo dentro o fuera de la medina? Para mí la decisión es clara: en el corazón de la vieja Marrakech, ese caótico laberinto de callejuelas donde los riads son los auténticos protagonistas. Estos antiguos palacios y pequeñas residencias privadas que se organizan alrededor de un gran patio central son muy apreciados por los viajeros ya que fusionan el arte de vivir a la oriental con el confort occidental. Igual que pasa con los hoteles, encontrarás riads de todos los precios. ¿Algunas sugerencias? Riad Noir d’Ivoire, Palais Sebban, Les Jardins de Mouassine, Riad Magellan, L’Orangeraie… Webs como Marrakech Riads o Marrakech-Médina pueden servirte de inspiración para encontrar el riad que buscas.

Hotel Royal Mansour. Donde dormir en Marrakech
Hotel Royal Mansour

En mi próxima visita quiero hospedarme en uno de ellos ya que en mi primera inmersión en esta fascinante y atractiva ciudad me alojé en dos hoteles. El primero de ellos fue Les Deux Tours, un sueño oriental ubicado en el palmeral de Marrakech. El segundo, el Royal Mansour, un lujoso y tranquilo enclave situado dentro de la medina pero alejado de la frenética y ruidosa vida que discurre más allá de sus muros, formado por 53 riads independientes.

Dónde comer en Marrakech

Platos tradicionales como la tanjia, tajines, cuscús o pastillas, cocina callejera, especialidades internacionales en la Ville Nouvelle… La oferta gastronómica de Marrakech parece no tener fin con propuestas para todo tipo de paladares y bolsillos. En plena calle, en una terraza divisando el anárquico skyline de la medina, en ambientes íntimos rodeados de lujo marroquí y al son de la danza del vientre…

Tajine de pollo. Viajar a Marrakech
Tajine de pollo

Si lo que buscas es cocina tradicional, prueba en locales como Chez Chegrouni (noroeste de la plaza Yamaa el-Fna), Ksar Es Saoussan (Rue des Ksour, 3), Oscar Progres (Rue Bani Marine, 20) o Le Foundouk (Souk Hal Fassi, 55).

Otra opción son los puestos de la Plaza Yamaa el-Fna que al caer la noche inundan esta zona de paso obligado con sus casetas a modo de restaurantes. Si no eres demasiado escrupuloso y tienes paciencia con los caza-clientes, siéntate a picar algo entre la población local o, al menos, tómate un vaso de naranja recién exprimido a 4 dirhams (menos de 40 céntimos de euro). Para comer pescado, el nº 14. Para carne, el nº 31.

Puesto de zumos. Marrakech
Puesto de zumos

¿Dos rincones imprescindibles? El Café des Épices y el Café Glacier. Sencillamente me enamoraron y no precisamente por su oferta, correcta sin más, sino por su ambiente y las espectaculares vistas que desde ambos se divisan.

El Café des Épices es perfecto para un alto en el camino frente a un té o para una comida ligera a base de sopas, bocadillos y ensaladas. Podrías pasarte las horas muertas en su pequeña terraza atendiendo al trajinar de los comerciantes de especias, viendo cómo las mujeres preparan la henna de los tatuajes o perdiendo la mirada en los destartalados tejados que lo circundan.

Cafe des Epices. Marrakech
Café des Épices
Vistas desde el Cafe des Epices
Vistas desde el Café des Épices
Café des Epices. Donde comer en Marrakech
Comiendo en el Café des Épices

Por su parte, Le Grand Balcon du Café Glacier es la mejor atalaya para descubrir cómo la Plaza Yamaa el-Fna va mudando su rostro a lo largo del día. Los más viejos del lugar se refugian del bullicio tomando un café en su salón interior. Los turistas, en cambio, enfilan las escaleras para llegar a su gran terraza panorámica. Yo estuve tres veces y te prometo que será lo primero que haga cuando regrese a Marrakech. Sentarme junto a la barandilla, pedir un té y ver la vida pasar desde las alturas como una discreta espectadora.

Le Grand Balcon du Cafe Glacier
Le Grand Balcon du Café Glacier
Terraza del Cafe Glacier
Viendo la vida pasar en la terraza del Café Glacier
Cafe Glacier. Viajar a Marrakech
Una pizza en el Café Glacier

¿El momento más dulce? Yo lo encontré en la Pâtisserie et boissones Al Jawda (Rue Derb Dabachi, 16). Está considerada una de las mejores de la ciudad y puedo dar fe de ello. Batidos y zumos de todos los sabores que puedas imaginar, bollería, pasteles, galletas, los clásicos «cuernos de gacela» … Dulces de calidad a precios muy asequibles.

Pâtisserie et boissones Al Jawda
Pâtisserie et boissones Al Jawda

Viajar a Marrakech: compras

Babuchas, juegos de té, bandejas de cobre, especias, caftanes, bolsos, tapices, dátiles, aceitunas… Sumergirte en los zocos que se extienden al norte de la Plaza Yamaa el-Fna es toda una experiencia que probablemente acabará echando mano a la cartera. Pero más allá de las inevitables compras, el gran poder de seducción de estos mercados es la atmósfera que en ellos se respira. Siempre en movimiento, siempre cambiantes, siempre sorprendentes. El arte de comerciar a cada paso.

Entrada al zoco de los tintoreros de Marrakech
Entrada al zoco de los tintoreros.
De compras por los zocos. Consejos para viajar a Marrakech
De compras por los zocos de Marrakech

Lo más probable es que te pierdas no una sino mil veces. En estos casos, antes de que alguien se ofrezca a acompañarte a cambio de unas monedas, lo mejor es preguntar a un comerciante. Un consejo más: siempre pide permiso antes de hacer una foto. Te ahorrarás algún disgusto, sobre todo, con los artesanos.

CONSEJO VIAJERO → Experimenta Marruecos a través de sus exóticos sabores con este tour gastronómico en español por Marrakech. Los platos incluidos en el tour se pueden cambiar por opciones vegetarianas.

¿Cuántos días necesito para visitar Marrakech?

Aunque odio responder a esta pregunta, básicamente porque cada viajero es un mundo, te diría que tres días serían suficientes, dos si me apuras, para cubrir sus principales puntos de interés (zocos, Madraza Ali Ben Youssef, Tumbas Saadíes, mezquita de la Kutubia, el mellah, Palacio de la Bahia, Jardín Majorelle, la Menara, etc.). Para vivirla y saborear con calma cada uno de sus rincones, depende solo de ti y de si su embrujo ha surtido efecto. En mí lo hizo. Tanto que sé que en algún momento volveré.

Informado quedas. Ya conoces todo lo necesitas saber para viajar a Marrakech. ¡Buen viaje!

Excursiones y actividades en y desde Marrakech

Si no quieres complicarte, aquí tienes las mejores excursiones y actividades que puedes hacer acompañado de un guía que habla español. Toma nota:

Tour privado en español por Marrakech: descubre todos los secretos de la Medina de Marrakech.

Paseo en globo por el norte de Marrakech: Olvida el ajetreo de sus calles y sobrevuela una de las ciudades más importantes de Marruecos en globo aerostático. Es impresionante.

Circuito de 5 días desde Marrakech a Fez: las montañas del Atlas, el Valle del Dades, las dunas de Merzouga… Descubre los tesoros del interior de Marruecos con este circuito que finaliza en la preciosa ciudad de Fez.

Excursión de 3 días al desierto de Merzouga: disfruta de los contrastes de Marruecos adentrándote en Erg Chebbi, la parte más espectacular del desierto del Sáhara

Excursión de 2 días al desierto de Zagora: dormir en una haima, ver el atardecer en el desierto y visitar antiguas kasbahs son algunos de los atractivos de esta escapada al desierto de Zagora.

Cascadas de Ouzoud: una jornada inolvidable en la que podrás conocer las cataratas más altas del norte de África.

Tour en quad por el palmeral de Marrakech: pistas sin asfaltar, aldeas tradicionales, paisajes pintorescos y emoción asegurada.

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Qué ver y hacer en Marrakech: 10 planes imprescindibles
Marrakech en verde: el Jardín Majorelle y la Menara
Dormir en una jaima en el desierto de Marruecos

 

¿Eres un turista responsable con los animales?

¿Eres un turista responsable con los animales?

Hace un par de semanas asistí con mis compañeros de Madrid Travel Bloggers a una charla de la Fundación FAADA que cambió mis esquemas viajeros de arriba a abajo. El tema no podía ser más interesante: turismo responsable con los animales. Allí nos esperaba Giovanna Constantini -coordinadora de esta ONG que desde 2004 promueve el respeto por los animales en los ámbitos, social, legal y educativo- para exponernos las problemáticas relacionadas con su uso en el sector turístico. Actividades a primera vista inocentes pero que priorizan los beneficios económicos al bienestar de los animales y que acarrean atroces consecuencias como la desaparición de especies gravemente amenazadas.

Turismo responsable con los animales

Después de escuchar el terrible listado de actos que conllevan estos «espectáculos» con animales, quiero utilizar estas líneas como altavoz de su campaña de turismo responsable. La propia Giovanna dio con la clave: «Irónicamente, muchas de las personas que participan en interacciones dañinas con fauna salvaje lo hacen porque les gustan los animales. Si supieran sus implicaciones ni se les ocurriría fomentarlas.»

Yo confieso haber estado a punto de ser partícipe de esta barbarie. Uno de mis sueños era subirme a lomos de un elefante, mi animal favorito. Tras saber qué hay detrás de lo que yo veía como un exótico paseo, esta actividad queda totalmente descartada.

Para que yo pueda tener esa foto o esa experiencia a modo de trofeo en mi currículum viajero, una cría debe ser separada de su madre y sufrir un durísimo entrenamiento cuyo objetivo es «romperle el alma». Esta práctica, mal llamada domesticación, se realiza encerrándolos durante semanas en jaulas para que aprendan a ser sumisos, cómo no, a base de golpes, privándolos de comida y agua y aislándolos.

Otro dato que desconocía es que, al contrario de lo que puede parecer por su tamaño, una carga de más de 150 kilos sobre sus espaldas es una tortura que deriva en dolorosas llagas. Pon dos turistas, súmale las sillas de madera o hierro y no hace falta que saques la calculadora… Un último apunte: en tan sólo en 12 años en el estado indio de Kerala han muerto unos 1.000 elefantes durante su «adiestramiento». Los elefantes nunca olvidan. Espero que tras leer esto, tú tampoco y pienses dos veces si vale la pena tanto sufrimiento para calmar tu espíritu aventurero.

Turismo responsable con elefantes

He expuesto el caso de los elefantes porque es el que me tocó más la fibra por mi debilidad hacia este bello paquidermo pero lamentablemente no es el único. La lista de malas prácticas se extiende a los grandes felinos que son separados de sus madres para que un turista pueda darles el biberón y que cuando envejecen y ya no son rentables pasan a ser presas en caza enlatada, a serpientes mutiladas que acaban siendo sacrificadas para usar su piel, a luchas de camellos, a osos bailarines a los que se les atraviesa el hocico con aros metálicos para poder controlarlos a través del dolor… Incluso detrás de algo tan supuestamente agradable como ver un espectáculo de delfines hay una historia de maltrato animal. Porque maltrato es mantenerlos en un estado permanente de hambre para que realicen sus acrobacias, administrarles Valium para que no muestren comportamientos anormales o esteroides para que rindan en los shows.

¿Cómo puedes practicar un turismo responsable con los animales?

La industria turística mueve a unos 1.000 millones de viajeros cada año. Gentes como tú y como yo que podemos ayudar a fomentar un turismo respetuoso que mejore las condiciones de vida de los animales.

Antes de viajar, infórmate. En la web de Turismo Responsable promovida por FAADA, encontrarás toda la información que necesitas además de recomendaciones y consejos para un viaje ético. Ya en tu destino, fíjate en posibles abusos que impliquen la explotación animal. Ante la duda, simplemente no participes. Y, sobre todo, si crees que estás ante una práctica abusiva, denuncia el caso ante las autoridades, ante las entidades de protección locales o ante la propia FAADA.

Dicho esto, para evitar que tu tiempo y tu dinero afecten negativamente a los animales durante tus viajes:

  • No pagues por dar de comer a ningún animal que exhiban sus propietarios.
  • No apoyes el uso de animales como objeto fotográfico.
  • No participes en actividades que impliquen animales enjaulados o encadenados y explica a los organizadores porqué no lo haces.
  • Si un animal intenta esconderse o parece asustado o alarmado con tu presencia, pide a tu guía que no lo persiga más.
  • Evita alojarte o comer en hoteles y restaurantes que expongan animales salvajes en cautividad.
  • No asistas a festivales crueles aunque sean tradicionales.
  • No compres souvenirs hechos con partes de animales.
  • No provoques a los animales ni te acerques demasiado a ellos. Se han dado casos de mordiscos de tigres, ataques mortales de elefantes o tuberculosis por el contacto con dromedarios.
  • Antes de ir con tus niños al zoo, entra en InfoZoos.org para ver qué centros cumplen con la ley y respetan los principios marcados por la WAZA (World Association of Zoos and Aquariums) y los que prolongan el modelo de exposición de fieras para el entretenimiento. ¿Una alternativa? Plantéate llevarlos a visitar una protectora de animales.

Voluntariado con animales en centros de rescate y viajes responsables

Osos pardos en Alemania, koalas en Australia, tortugas en Barbados, rinocerontes blancos y guepardos en Botsuana, elefantes en Camboya, simios en Camerún… A lo largo y ancho del planeta hay muchos centros de rescate en los que tu ayuda como voluntario será bienvenida apoyando proyectos locales. Si el objetivo final de estos centros es la reintroducción de los animales en la naturaleza, lo más probable es que no puedas trabajar directamente con ellos pero sí podrás ayudar a mejorar su hábitat o a recopilar datos. La recomendación que nos hace FAADA es la misma. No te dejes engañar por centros que se hacen llamar santuarios, orfanatos o centros de conservación. Asegúrate antes de de ir de que realmente lo son.

Turismo responsable con felinos

¿Más alternativas éticas para disfrutar del contacto con los animales? Diséñate una escapada responsable consultando la sección de viajes recomendados de FAADA. Avistamiento de cetáceos, observar osos pardos en su hábitat natural, conocer a los orangutanes de Malasia, estudiar a los pingüinos Sudáfrica, un trekking solidario por Nepal…

Ahora ya sabes qué debes y qué no debes hacer. En tu mano queda tomar nota de todo y apostar por un turismo responsable con los animales. No lo dudes. Salimos ganando todos.

Más información: Fundación FAADA  Turismo Responsable con los animales

Visitar Kilmainham Gaol, la cárcel de Dublín

Visitar Kilmainham Gaol, la cárcel de Dublín

Cuando planifiqué mi viaje a la capital de la República de Irlanda, visitar Kilmainham Gaol, la cárcel de Dublín, ocupaba un lugar preferente en mi lista de imprescindibles. Siempre me gusta conocer la historia de los lugares que piso y, en este caso, entrar en esta prisión era obligado porque entre sus fríos y desnudos muros se gestó la Irlanda que conocemos ahora, una Irlanda que tuvo que pagar un alto precio para conseguir su independencia.

Kilmainham Gaol
Kilmainham Gaol, la cárcel de Dublín © Government of Ireland National Monuments Service

Tal vez debería haber huido del color y utilizar la escala de grises para ilustrar este artículo. Porque gris era la mañana en que me acerqué hasta su puerta, como grises, incluso de un negro absoluto, eran las historias que narraba nuestra guía y las miradas de cuantos atendíamos sus explicaciones. Porque grises fueron las sensaciones que me arañaron el alma recorriendo sus instalaciones.

Kilmainham Gaol. Dublin
Entrada a la cárcel de Dublín

No esperes un relato amable. No lo es. Al contrario. Es una historia que golpea tu mente, estremece tu cuerpo y zarandea tus sentidos. Una historia de violencia, de martirio y sufrimiento, de cerrojos que encierran vidas y de ecos que retumban entre las paredes. Una historia vinculada a la tortura y la muerte. La peor de las historias: la privación de la libertad.

Visitar Kilmainham Gaol, la cárcel de Dublín

Cuando se abrió en 1796, Kilmainham Gaol era una de las cárceles más modernas de Irlanda. El lugar donde iban a dar con sus huesos estafadores, mendigos, prostitutas y ladrones, que malvivían en un edificio con ventanas sin cristales -todo un coladero para los gérmenes de la época- a base de pan, leche, avena y sopa. ¿Su única fuente de iluminación? Una vela cada dos semanas.

El primer prisionero político fue Henry Joy McCracken, fundador de los United Irishmen, que acabó ahorcado en 1798. Estos hombres sirvieron de inspiración a la Revolución Francesa y a la obra Los derechos del hombre de Thomas Paine -figura clave del proceso revolucionario independentista norteamericano.  ¿Su objetivo? Que Irlanda se convirtiera en una república.

Las mujeres representaban una parte importante de la población de Kilmainham hasta 1881 cuando pasó a ser una cárcel sólo para hombres. A principios del siglo XIX, a los presos condenados por asesinato y robo con violencia se les ahorcaba delante de la prisión de Kilmainham. La última ejecución pública tuvo lugar en 1865.  

En la comunicación entre los presos estaba prohibida y estos pasaban la mayor parte del tiempo aislados en sus celdas. ¿Cuántas más injusticias podrían contar estos muros?

Visitar Kilmainham Gaol. Dublin
Conociendo la historia de Kilmainham Gaol

Kilmainham Gaol también fue la última morada de muchos nacionalistas irlandeses que lucharon por alcanzar la libertad frente al gobierno británico. Aquí cumplieron condena y fueron ejecutados la mayoría de los líderes que se dejaron la vida por conseguir la independencia de su país. Prisioneros políticos como Henry Joy McCracken o Robert Emmet -miembros de los “United Irishmen”-, Charles Stewart Parnell, líder del Grupo Parlamentario Irlandés de Westminster, «Los Fenianos»… Sobre las puertas de las celdas todavía se conservan placas con sus nombres para que se les recuerde.

Placas contra el olvido. Kilmainham Gaol.
Placas contra el olvido

El primer puñetazo en el estómago lo sentí en una capilla austera y desangelada. El lugar en el que se ofició la boda de Joseph Plunkett y Grace Gifford horas antes de que este fuera ejecutado por liderar el Levantamiento de Pascua de 1916. Lo imaginé esposado, vestido de reo frente al altar… Cumpliendo su último deseo en esta vida antes de enfrentarse a un pelotón de fusilamiento.

Si te estremece esta historia, más aún lo hará su desenlace. Según nos contaron, tras la ceremonia, Grace y Joseph tuvieron 10 minutos para despedirse custodiados por los guardas. ¿De qué hablaron?, ¿qué últimas palabras se dijeron? Ninguna. Según nos dijeron, “tenían todas las cosas del mundo por decirse, pero no pudieron pronunciar ni una sola palabra.»

Capilla de Kilmainham Gaol, Dublin
Capilla de Kilmainham Gaol

Con un nudo en la garganta pasé de las historias a los hechos para descubrir en mis propias carnes el escenario de tanto dolor, el gélido testigo de los episodios más trágicos del nacimiento de Irlanda. Como acostumbro, me quedé la última. Para hacer fotos, sí. Pero, sobre todo, para hacerme con unos minutos de soledad. Para sentir su asfixiante atmósfera, para tocar con mis manos sus húmedas paredes y leer los crudos mensajes que las cubren, para ver cómo el cielo gris de Dublín se colaba por sus escasas ventanas.

Pasillo del ala oeste. Kilmainham Gaol. Dublin
Pasillo del ala oeste
Celda de Kilmainham Gaol. Dublin
Celda de Kilmainham Gaol

Por la prisión de Kilmainham, abierta en 1796 como cárcel del condado para Dublín- pasaron la mayoría de las personalidades claves que participaron en la lucha por la independencia irlandesa.

Galeria de Kilmainham Gaol
Galería del ala oeste
Recorrido por Kilmainham Gaol. Dublin
Recorrido por Kilmainham Gaol

Durante la visita al ala oeste, otra bala me alcanzó en el corazón. Un pegote rubio, de poco más de un metro de altura, preguntó con cara de pocos amigos a la guía: «Pero… Aquí no había niños, ¿verdad?». No recibió la respuesta que esperaba. En la época de la Hambruna (1845-50), cuando una plaga acabó con la producción de la patata en la isla, los reclusos de Kilmainham aumentaron considerablemente. Sobre todo eran mujeres y niños que mendigaban y cometían pequeños hurtos para llevarse algo a la boca. Estar en la cárcel, hacinados y en pésimas condiciones, suponía tener comida y techo. Algo que en la calle difícilmente habrían conseguido. Aún recuerdo su carita de pena al escuchar tamaña explicación.

Visitar Kilmainham Gaol. Dublin
Visita guiada a Kilmainham Gaol
Candados que encierran vidas. Kilmainham Gaol
Candados que encierran vidas

Más corredores, más galerías, más celdas selladas con infranqueables candados… Cuando por fin salimos al patio, lo primero que hice fue inspirar una fuerte bocanada de aire y mirar al cielo. Seguía tan gris y plomizo como lo había dejado una hora antes pero me pareció el más hermoso de cuantos contemplé en Irlanda. Porque era libre y podía disfrutarlo.

Vista de la carcel de Kilmainham. Dublin
Vista de la cárcel de Kilmainham

Ya sin la presión de esas pesadas piedras sobre mi cabeza, nuestra guía nos contó que en 1910 Kilmainham Gaol se cerró durante unos años hasta que volvió a utilizarse para confinar presos políticos. También nos mostró el lugar donde fueron ejecutados los catorce líderes del levantamiento de Pascua, voluntarios y miembros del Ejército del Pueblo Irlandés que en 1916 tomaron varios edificios estratégicos de Dublín y declararon la República de Irlanda. Entre ellos, Patrick Pearse, el mismo Joseph Plunkett y James Connolly, que murió atado a una silla porque las graves heridas sufridas en combate no le permitían mantenerse en pie. Una cruz, una placa y una bandera de Irlanda los rescatan del olvido.

Escenario de las ejecuciones de 1916. Kilmainham Gaol. Dublín
Escenario de las ejecuciones de 1916
Lideres ejecutados tras el levantamiento de 1916. Kilmainham Gaol. Dublin
Líderes ejecutados tras el levantamiento de 1916

Después de la Guerra de la Independencia llegó la Guerra Civil y con ella el encarcelamiento de más de 300 mujeres y niñas de entre doce y setenta años. El último prisionero de Kilmainham fue Eamon de Valera que tras ser puesto en libertad terminó su carrera política como Presidente de Irlanda.

Kilmainham Gaol: de prisión a museo

Tras un período de abandono, en 1960 se fundó el Comité voluntario de restauración de la prisión de Kilmainham Gaol para mantener esta cárcel como un monumento al nacionalismo irlandés. Finalmente, en 1983 pasó a manos del Estado y hoy es un museo en memoria de aquellos que defendieron públicamente la idea de una Irlanda independiente.

Si con todo lo relatado hasta ahora he despertado tu interés por visitar Kilmainham, permíteme una última recomendación. Tómate tu tiempo para recorrer las tres plantas que forman el museo propiamente dicho. Podrás entender mejor la soledad y el aislamiento que sufrían los presos, profundizar en el conflicto irlandés y tener una visión más amplia sobre la historia política y penal de esta prisión. Incluso podrás dar tu opinión sobre la pena de muerte.

Museo de la carcel de Dublin
Museo de la cárcel
Zona de exposiciones
Zona de exposiciones
Experimentando con el aislamiento. Kilmainham Gaol
Experimentando con el aislamiento
Consulta sobre la pena de muerte en Kilmainham Gaol
Consulta sobre la pena de muerte

No lo dudes, busca un hueco entre pinta y pinta para visitar Kilmainham Gaol, la prisión de Dublín. Es una visita emotiva y cruda, sí, pero realmente merece la pena.

Kilmainham Gaol en el cine

Si te gusta el cine con mayúsculas, en seguida reconocerás el  impresionante pabellón victoriano del ala este, formando por 96 celdas, que en la ficción «hospedó» a Gerard (Daniel Day-Lewis) y Giuseppe Conlon (Pete Postlethwaite) en la oscarizada película de Jim Sheridan En el nombre del Padre. Pero no es el único largometraje que se ha grabado entre sus muros. The Italian Job, Michael Collins o El hombre de Mackintosh también se filmaron en Kilmainham Gaol.

Carcel de Dublin
Pabellón victoriano del ala este

Actualización de COVID-19 para visitar la cárcel Kilmainham Gaol

Como las restricciones a las visitas guiadas en interiores permanecen vigentes, actualmente se puede visitar el interior de la planta baja de la cárcel, el patio -Stonebreaker’s Yard-, el museo y la exposición «The Forgotten Ten».

Durante el 2021, la entrada es gratuita, pero para mantener un distanciamiento social seguro, necesitarás reservar tu ticket online con antelación en su web.

Se puede reservar un máximo de 6 entradas por persona con 28 días de antelación. La duración promedio de la visita es de 50 minutos.

Dirección

Inchicore Road, Kilmainham. Dublín 8, Irlanda. La entrada es ahora a través del antiguo Palacio de Justicia de Kilmainham.

Horario para visitar Kilmainham Gaol

Puedes visitar Kilmainham Gaol todo el año, excepto los días 24, 25 y 26 de diciembre.

Octubre – marzo: 9:30 – 17:30 (última admisión a las 16:15)

Abril y mayo: de 9:00 a 18:00 (última admisión a las 16:45)

Junio, julio y agosto: 9:00 – 19:00 (última admisión a las 17:45)

Septiembre: 9:00 – 18:00 (última admisión a las 16:45)

Duración de la visita:  La duración promedio de la visita al Museo y la visita guiada  es de 90 minutos.

Cómo llegar a Kilmainham Gaol

Autobús:  nº 69, 79A desde Aston Quay, nº 13 y 40 desde O’Connell St. y College Green. Los autobuses turísticos paran en la puerta.

Tranvía LUAS: Línea roja. La parada más cercana es Suir Road.

Comprar y reservar las entradas para Kilmainham: tickets online (precoronavirus)

El acceso a Kilmainham Gaol se realiza exclusivamente en visitas guiadas de un máximo de 35 personas así que te recomiendo que reserves tu entrada con antelación desde su web. Tendrás que llegar 15 minutos antes de la hora asignada del recorrido. Debido a la naturaleza y duración de la visita guiada, Kilmainham Gaol no se recomienda para niños menores de 6 años. También tienes que tener en cuenta que los carritos de bebés no están permitidos, y que en invierno hace bastante frío así que conviene ir bien abrigado.

Precio de las entradas de la cárcel de Dublín (precoronavirus)

Entradas:  Adultos: 8€. Entrada Senior (+60): 6€. Niños de 12 a 17 años: 4€. Bono familiar (2 adultos y 2 niños): 20,00€ Entrada gratuita con la tarjeta turística Dublin Pass. Para los titulares de la tarjeta Heritage la entrada también es gratuita, pero se debe reservar on line.

No viajes a Irlanda sin seguro

Tu seguridad y tranquilidad es lo primero, así que, si vas a viajar a Irlanda, haz como yo y contrata un seguro de viajes con Chapka. Para estancias inferiores a 90 días, te recomiendo el Cap Trip Plus por su amplias coberturas. Además, si lo contratas a través de mi web, obtendrás un 7% de descuento usando el código OBJETIVOVIAJAR. No lo dudes, contrata aquí tu seguro de viajes y disfruta de una aventura asegurada.

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Fiestas del Medievo de Villena: un viaje al pasado en 7 experiencias

Fiestas del Medievo de Villena: un viaje al pasado en 7 experiencias

Desde hace 14 años, cada mes de marzo la localidad alicantina de Villena se vuelca en la celebración de las Fiestas del Medievo en honor a San José, un viaje al pasado cargado de emociones y experiencias que discurre en el barrio de El Rabal al son que marcan las campanas, los pasacalles, las antorchas y las espadas.

No imagino mejor escenario para esta recreación cuyas raíces se remontan a 1622: un precioso barrio de origen árabe que se arremolina a los pies del Castillo de La Atalaya y que luce sus mejores galas con motivo de estas fiestas declaradas de Interés Turístico. Tres días de diversión y cultura que no serían posibles sin el extraordinario trabajo de los vecinos, que año tras año se esfuerzan para que esta tradición que les llena de orgullo siga viva en las estrechas e intrincadas callejas del casco antiguo de Villena.

Las calles de El Rabal durante las Fiestas del Medievo. Villena

Vecino vestido a la moda medieval. Villena

Toda Villena se vuelca con las Fiestas del Medievo

Escenas de las Fiestas del Medievo en Villena

Gigantes y Cabezudos, trovadores, juegos tradicionales, cántigas, teatro, tragafuegos, malabares, cuentacuentos, títeres, cetrería, arqueros… El programa de las Fiestas del Medievo no da tregua con decenas de espectáculos y actividades que toman las calles y sus principales monumentos. Como enumerarlas una a una restaría sorpresa a tu futura visita, te dejo con los momentos más especiales que viví en estos días en los que la capital del Alto Vinalopó regresa a la Edad Media.

Teatro infantil. Fiestas del Medievo. Villena

Visita de los Reyes Católicos

1488. Es de noche y una comitiva de nobles y obispos avanza por la calle Mayor escoltando a los Reyes Católicos que llegan a caballo. La ciudad les espera para hacerles cumplir los privilegios, mercedes y exenciones fiscales que le había prometido tras enfrentarse al Marqués de Villena en la Revuelta de las 5 Campanadas. Hace frío y los allí presentes, ataviados con los ropajes propios de la época, asistimos en silencio a cuanto acontece frente a la Iglesia de Santiago, uno de los ejemplos góticos-renacentistas más importantes de la Comunidad Valenciana. La historia se revive siglos más tarde en Villena y nos cuenta que los reyes de Castilla y Aragón acabaron cediendo.

Esperando la llegada de los Reyes Católicos. Fiestas del Medievo. Villena

Visita de los Reyes Católicos a Villena. Fiestas del Medievo. © Villena Cuéntame

Subida al campanario de la Iglesia de Santa María

Gracias a la Asociación Pro Restauración del Patrimonio Ermita de San José, desde hace ya algunos años es posible subir al campanario de la Iglesia de Santa María. Que no te frenen sus empinadas rampas y escalones porque el esfuerzo merece la pena. No solo podrás contemplar la maquinaria de su centenario reloj en acción y ver las potentes campanas que marcan el ritmo del día a día sino que, además, disfrutarás de las que posiblemente sean las vistas más espectaculares de Villena: la intrincada fisonomía de El Rabal, la amplitud de los barrios nuevos y, sobre todo, la imponente silueta de la fortaleza que domina todo el conjunto.

Vista del campanario de Santa María. Fiestas del Medievo. Villena

Campanario de Santa María. Fiestas del Medievo. Villena Medieval

Castillo de la Atalaya y El Rabal desde el campanario de Santa María. Fiestas del Medievo. Villena

Exterior del campanario de Santa María. Fiestas del Medievo. Villena

Tal vez incluso podrás experimentar qué se siente al tocar, ya en la terraza, una de las campanas procedentes de la Torre del Orejón. Una mano en el badajo y otra en el exterior para oír y sentir la fuerza de su tañido.

Tocando una de las campanas de la Torre del Orejón. Fiestas del Medievo. Villena. © SaltaConmigo

Atalaya Experience

Cada viaje tiene su momento estrella, ese que prevalece por encima del resto, el que recuerdas con mayor intensidad, el que por un motivo u otro te cala más hondo. Para mí, sin duda, fue vivir la Atalaya Experience, un itinerario sensorial diseñado para entender la historia del vigía de Villena a través de las emociones, estancia a estancia. Desde la voz, desde la música, desde el contacto… Un potente, íntimo y sincero trabajo ideado por Mam Producciones en formato de visita teatralizada donde los sentimientos y la pasión van de la mano.

Castillo de la Atalaya. Fiestas del Medievo. Villena

Juegos de puntería en Atalaya Experience. Fiestas del Medievo. Villena

Reí retando a mi puntería, me emocioné escuchando las palabras de amor que recitaba Isabel la Católica mientras mis ojos permanecían cerrados, lloré escuchando las secuelas de la guerra, me sorprendí cuando Juana la Beltraneja leyó en mi iris un viaje exótico con aroma a café, y disfruté, disfruté muchísimo bailando en lo alto de la torre del homenaje mientras Villena me regalaba una preciosa puesta de sol.

Atalaya Experience. Fiestas del Medievo. Villena

Bailando en Atalaya Experience. Fiestas del Medievo. Villena

Actores de Atalaya Experience. Fiestas del Medievo. Villena

Con las manos en la masa y en la mejor de las compañías

¿Sabes cómo se preparan las tradicionales Tortas de San José? Tras mi visita a Villena, yo sí. Aprendí de los mejores maestros. De nuevo debo citar a los miembros de la Asociación Ermita de San José ya que con su esfuerzo y tesón hicieron posible que esta joya del siglo XVII recuperase su esplendor salvándola de la ruina. Ahora la enseñan con satisfacción a cuantos se acercan hasta allí para ver el proceso de elaboración de este sabroso dulce. Charlar con las vecinas del barrio, rodillo en mano, y disfrutar de su amabilidad, fue un momento muy especial, muy auténtico. ¿Mi conclusión? Villena puede estar tranquila, gracias a estas gentes y a la extraordinaria labor que realizan otros colectivos como la Asociación de Vecinos de El Rabal, su legado histórico y cultural seguirá vivo.

Aprendiendo a elaborar las famosas tortas de San José. Fiestas del Medievo. Villena

Tortas de San José. Fiestas del Medievo. Villena

Un alto en el camino en la Bodega El Caracol

En pleno mercado medieval, entre los más de cien puestos de productos típicos y artesanales que se reparten desde la Plaza Mayor hasta la Morería, se halla la Bodega El Caracol. Entrar en esta bodega es como viajar a la Villena del siglo XV. Antiguos aperos de labranza, aparejos para hacer el vino, planchas de carbón, una antigua alcoba… Si hoy en día podemos disfrutar de esta maravilla es gracias a sus propietarios, la familia Marco, que trabajó duro para rehabilitarla y abrirla el público hasta hacer de ella lo que es: uno de los grandes atractivos del mercado.

Cuando crucé su puerta estaba en pleno apogeo con la actuación de Turdión, una compañía musical que amenizó este alto en el camino con sus gaitas, clarinetes y tambores. Corría el vino, sonaba la música, todos vestidos acordes a la época, el sabor añejo de una antigua bodega… Ante tamaña bienvenida, no hizo falta mucha imaginación para sentir que realmente estaba en la Edad Media.

Bodega El Caracol. Fiestas del Medievo. Villena © Miguel Ángel Muñoz Romero

¿Más opciones para reponer fuerzas? Las tabernas medievales de El Vivaque, en la explanada norte del castillo, o las que están ubicadas en la Plaza Mayor y en la Plaza de Biar.

Combates y bodas medievales en las Fiestas del Medievo

Como no podía ser de otra manera, el Castillo de la Atalaya, declarado Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural, enmarca los actos principales de estas fiestas. Y es que, además de brindar el mejor de los decorados a la Atalaya Experience, junto a sus muros se llevan a cabo los combates medievales, un deporte de contacto real en el que los luchadores van provistos de armas y armaduras de los siglos XII, XIII y XIV.

Luchador de la Liga Oficial de Combate Medieval. Fiestas del Medievo. Villena

Técnica, estrategia, coraje y sacrificio son los pilares de esta modalidad deportiva que se traduce en rápidos y espectaculares duelos y melés protagonizados por los miembros de la Liga Oficial de Combate Medieval. ¿Sabes cuánto puede llegar a pesar una armadura? De 25 a 30 kilos. Yo me lancé a probarme un casco de 8 kilos y te aseguro que tienen que tener una estupenda forma física para batallar en estas condiciones.

La Liga Oficial de Combate Medieval en acción. Fiestas del Medievo. Villena

Por cierto, si estás interesado en contraer nupcias durante las Fiestas del Medievo, puedes hacerlo. Será una boda civil en toda regla. El único requisito a cumplir es que tanto los contrayentes como los invitados luzcáis vuestras mejores galas medievales. ¿El culmen del romanticismo? Que un halcón sobrevuele la explanada del castillo con los anillos atados en sus patas y los deje en el altar.

Boda medieval. Fiestas del Medievo. Villena © Villena Cuéntame

Procesión de las Antorchas

En la noche del sábado y al ritmo de los tambores, cientos de personas recorren las oscuras calles de El Rabal desde la Plaza de Biar. Es la Procesión de las Antorchas, un ritual lleno de magia con el que se pretende librar a la ciudad de las brujas y malos espíritus. Visualmente es un espectáculo fascinante. Como si de una lengua de fuego se tratase, vecinos y visitantes emprenden la subida al castillo iluminado el camino con sus antorchas. Allí la fiesta continúa con fuegos artificiales, tamborradas y con un concierto de música balcánica a los pies de las murallas.

Procesión de las Antorchas. Fiestas del Medievo. Villena. © Villena Cuéntame

Procesión de las Antorchas. Fiestas del Medievo. Villena

Y hasta aquí mi repaso a las Fiestas del Medievo de Villena. Un evento único que año tras año se consolida como una gran cita festiva y cultural. Fachadas engalanadas con banderines y pendones, trajes medievales allá donde mires, espectáculos, visitas teatralizadas, un pueblo entregado esperando tu visita… Yo ya las he vivido y disfrutado. Ahora es tu turno.

Mientras llega ese momento, te emplazo a un próximo artículo donde te daré más motivos para viajar a este enclave situado en el noroeste de la provincia de Alicante.

Más información: Mercado Medieval de Villena y Villena Cuéntame

Hotel Royal Mansour (Marrakech)

Hotel Royal Mansour (Marrakech)

«Ciertos secretos se murmuran». No puedo estar más de acuerdo con la tarjeta de presentación del Royal Mansour, un maravilloso hotel que descubrí durante mi estancia en Marrakech. Oficialmente cinco estrellas acompañan su nombre. Pocas son para la experiencia que espera a los huéspedes en este lujoso y tranquilo enclave situado dentro de la medina, sí, pero alejado de la frenética y ruidosa vida que discurre más allá de sus muros. Si sumas el exquisito trato recibido, la privacidad, el gusto por el detalle, su gastronomía y la delicada decoración que te rodea, el resultado es una estancia repleta de emociones y momentos únicos que desearías no tuviera fin.

¿Exagerado? En absoluto. Gracias a mi carrera como periodista de viajes me he alojado en muchos hoteles de alto standing pero pocos se acercan a este extraordinario oasis emplazado en suelo marroquí que eleva la expresión de sensación de bienestar a la máxima potencia. Recréate en las imágenes que acompañan estas líneas y comprenderás de qué hablo.

Entrada del hotel Royal Mansour. Marrakech
Entrada del hotel Royal Mansour

Desmontando el Royal Mansour

A medida que te acercas a la entrada del hotel Royal Mansour, empiezas a intuir la belleza que te aguarda en su interior y que se desarrolla en torno a un gran patio central a cielo abierto. El personal de recepción te insta amablemente a que les acompañes pero ni les oyes ni mucho menos les escuchas. Es imposible apartar tu mirada de la fuente central, de los grandes cortinajes, de las columnas vestidas con mosaicos, del exquisito mobiliario… La simetría es perfecta y la armonía sublime en este espacio que inevitablemente recuerda a nuestra Alhambra.

Patio central. Hotel Royal Mansour. Marrakech
Patio central del hotel
Hall del hotel Royal Mansour. Marrakech
Obras de arte en cualquier rincón
Hotel Royal Mansour. Marrakech
Pura belleza

Todo el hotel es una monumental obra de arte creada para dejar testimonio del esplendor de la arquitectura marroquí. El resultado lo ves allá donde mires. La delicada labor de los mejores artesanos del país, más de 1.500, que se encargaron de crear cada pieza que lo conforma: azulejos zelij, paneles de celosías de cedro, estucos, vidrieras e increíbles lámparas que decoran estancias como Le Bar à Cigare, que ofrece una amplia selección cigarros y licores, la biblioteca, el salón de la chimenea, donde unas notas de jazz salen de un piano, o la galería de arte. Nada es baladí. Todo está pensado para que encaje en un escenario donde reina la elegancia y el refinamiento.

Hotel Royal Mansour. Marrakech
Todo el hotel es una auténtica obra de arte
Hotel Royal Mansour. Marrakech
La exquisita joyería del hotel
Terraza exterior con vistas a la Kutubia. Hotel Royal Mansour. Marrakech
Terraza exterior con vistas a la Kutubia
Hotel Royal Mansour. Marrakech
Techos pintados a mano y lámparas de ensueño

El deseo de emular el estilo de vida local es evidente en toda la propiedad. Más de 3 hectáreas en las que se intercalan, recreando una medina tradicional, recogidas plazas, jardines y sinuosos senderos que llevan a los 53 riads independientes que conforman su oferta hotelera.

El hotel Royal Mansour de Marrakech recrea una medina tradicional
El hotel Royal Mansour de Marrakech recrea una medina tradicional

Mientras caminaba hacia el nuestro, una sensación de paz me acompañaba. El silencio inundaba cada metro recorrido con una tenue banda sonora de fondo formada por el murmullo del agua, el canto de los pájaros y el casi imperceptible eco de las escobas de los jardineros que se afanaban para que todo estuviese perfecto.

Hotel Royal Mansour. Marrakech
Detalles de arquitectura marroquí

Y es que, solitaria y discreta, el interior de la medina es una zona exclusiva para los huéspedes. El personal que da servicio a los riads accede a ellos como se hacía en los antiguos palacios, por un sistema de túneles subterráneos que asegura la máxima privacidad y tranquilidad.

Premier One Riad

Allí estaba. El número 11. Un espectacular premier one riad de tres plantas a nuestra disposición. Ni en mis mejores sueños hubiera podido imaginar qué se escondía tras la puerta. Tras realizar el chek-in, tomando un delicioso smoothie como detalle de bienvenida, empecé a explorarlo como una niña con zapatos nuevos.

Entrada al riad. Hotel Royal Mansour. Marrakech
Una puerta al paraíso

Un precioso patio al aire libre daba acceso a una acogedora sala de estar con la chimenea encendida y con una botella de Moët & Chandon esperando ser descorchada. Papel de carta con nuestros nombres, fruta fresca y frutos secos. Una pequeña cocina separada. Hasta en tres ocasiones sonó el teléfono para preguntar si todo estaba a nuestro gusto. La quintaesencia del lujo. El mimo al cliente más absoluto en el hotel Royal Mansour.

Sala de estar del riad. Hotel Royal Mansour. Marrakech
Sala de estar del riad. ¿No te parece una maravilla?

En la planta superior me esperaba una nueva y grata sorpresa: una de las alcobas más bonitas que he visto en mi vida. Me enamoré de la lámpara que preside la estancia, del suave tacto de la ropa de cama, de las trabajadas ventanas por las que se colaba la luz del exterior entre las hojas de las palmeras y del escritorio que acogería mi ordenador.

Dormitorio del riad. Hotel Royal Mansour. Marrakech
Dormitorio del riad
Hotel Royal Mansour. Marrakech
Lámparas que enamoran
Ventana del dormitorio. Hotel Royal Mansour. Marrakech
Detalle del dormitorio

Y del baño. Un baño de ensueño con exclusivas amenities y juegos de luces que puedes ir cambiando a tu antojo, como los diferentes tipos de ducha, si es que no optas por meterte en la bañera y dejar que el mundo siga girando. Una perfecta fusión de buen gusto y tecnología punta.

Baño del premier one bedroom riad. Hotel Royal Mansour. Marrakech
Baño del premier one bedroom riad

El colofón: la terraza privada con piscina para el verano y chimenea para tiempos fríos. El amanecer que contemplé recostada en una de sus tumbonas, escuchando la llamada a la oración desde el cercano minarete de la Kutubia, ya ha entrado a formar parte de mis mejores recuerdos. En ese momento, deseé convertirme en Scheherezade para que mi estancia en el Royal Mansour se prolongará más allá de mil y una noches.

Terraza del riad. Hotel Royal Mansour. Marrakech
Terraza del riad
Imposible no relajarse en un entorno asi
Imposible no relajarse en un entorno así
Vistas del hotel Royal Mansour desde la terraza
Vistas del hotel desde la terraza

Los sabores del Royal Mansour

Bajo la supervisión del chef francés Yannick Alléno, galardonado con tres estrellas Michelin, la oferta culinaria de este hotel engloba tres propuestas concebidas para satisfacer los paladares más exigentes. El restaurante La Grande Table Française -alta cocina francesa-, La Grande Table Marocaine, con su innovadora visión de la gastronomía tradicional marroquí, y La Table un precioso espacio con galería al aire libre que sirve comida mediterránea durante todo el día a la sombra de olivos centenarios y donde los huéspedes pueden disfrutar del servicio de desayunos.

La Table. Hotel Royal Mansour. Marrakech
La Table
Los desayunos de este fantastico hotel
Los desayunos de este fantástico hotel
Desayunos cinco estrellas
Desayunos cinco estrellas

Además de rendirme cada mañana a su espectacular desayuno a la carta (zumos, chocolate, salmón, mermeladas, quesos, panes, dulces…), tuve la oportunidad de probar los sabores de La Grande Table Marocaine. Fue una cena impecable en un escenario de auténtico lujo. Iluminación tenue, ambiente cálido, camareros vestidos de gala que más que servir se diría que realizaban una meticulosa y estudiada coreografía… Y encima de la mesa, una interminable selección de aperitivos locales que dio paso a un excelente tajín de cordero, cuscús de pollo y tantos dulces como puedas imaginar. Todo ello regado, cómo no, con excelentes caldos locales e internacionales, y rematado, como no podría ser de otra manera, con un delicioso té a la menta.

¿Me dejé alguna experiencia por vivir en el Royal Mansour? Sí. Por motivos de agenda no pude disfrutar de su hermoso spa que se articula alrededor de un impresionante atrio de hierro forjado teñido de blanco. Baños turcos, masajes, tratamientos faciales, envolturas, piscina cubierta, salón de belleza con productos exclusivos de marcas como Maroc Maroc, Dr Hauschka o Chanel… Un verdadero paraíso que promete estimular los sentidos y fomentar la relajación.

Spa. Hotel Royal Mansour. Marrakech
El spa, puro lujo y armonía
Piscina del hotel Royal Mansour
¿Un baño en esta espectacular piscina?

Ficha del Hotel Royal Mansour

Dirección: Rue Abou Abbas El Sebti. 40 000 Marrakech (Marruecos). A 5 minutos a pie de la famosa plaza Yamaa el-Fna

Teléfono: + 212 (0) 5 29 80 80 80

Web: Royal Mansour

Categoría: 5 estrellas.

Número de riads: El hotel Royal Mansour cuenta con 53 residencias privadas de tres plantas que acogen de una a cuatro habitaciones, equipadas con todos los servicios que se espera en un hotel de estas características.

Excursiones y actividades en y desde Marrakech

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Tour privado en español por Marrakech: descubre todos los secretos de la Medina de Marrakech.

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Circuito de 5 días desde Marrakech a Fez: las montañas del Atlas, el Valle del Dades, las dunas de Merzouga… Descubre los tesoros del interior de Marruecos con este circuito que finaliza en la preciosa ciudad de Fez.

Excursión de 3 días al desierto de Merzouga: disfruta de los contrastes de Marruecos adentrándote en Erg Chebbi, la parte más espectacular del desierto del Sáhara

Excursión de 2 días al desierto de Zagora: dormir en una haima, ver el atardecer en el desierto y visitar antiguas kasbahs son algunos de los atractivos de esta escapada al desierto de Zagora.

Cascadas de Ouzoud: una jornada inolvidable en la que podrás conocer las cataratas más altas del norte de África.

Tour en quad por el palmeral de Marrakech: pistas sin asfaltar, aldeas tradicionales, paisajes pintorescos y emoción asegurada.

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Dormir en una jaima en el desierto: una experiencia inolvidable en Marruecos
Tomándole el pulso a Marruecos: primeras impresiones
 

Marruecos: primeras impresiones de un país fascinante

Marruecos: primeras impresiones de un país fascinante

«Yo he estado once veces». «Yo nueve». «Yo cinco». Ahora lo entiendo. Antes de emprender viaje me sorprendía que tanta gente repitiera un mismo destino siendo nuestro mundo tan inabarcable  como es. Tras siete días recorriendo Marruecos, tomándole el pulso a esta franja norteafricana, hallé la respuesta: este país engancha y mucho. El Alto Altas, las dunas del Sáhara, los pueblos bereberes, sus impresionantes gargantas, la enérgica, y por qué no decirlo, apabullante Marrakech… Marruecos. Tan vecino en el espacio como alejado de nuestra cultura occidental. Tan sorprendente, tan fascinante y a la vez tan cercano.

Resumir en un puñado de líneas todos las experiencias y sensaciones vividas en suelo marroquí con Sara se me antoja una cumbre difícil de coronar, una carrera de fondo con mil paradas a cual más interesante. Aún así, tiro de tamiz, enciendo una lámpara, y dejo que sus destellos me ayuden a filtrar lo más esencial, aquello que realmente me dejó huella. Marruecos en siete instantes.

Lámpara del Hotel Royal Mansour. Marrakech

Marruecos: dormir en el desierto

Llegar a nuestro campamento de jaimas, ubicado en medio de la nada a lomos de un dromedario, mientras el sol se iba despidiendo tiñendo las dunas de la más increíble paleta de amarillos, ocres y rosas que puedas imaginar, fue algo inenarrable.

Erg Chebbi. Marruecos

Literalmente teníamos el desierto para nosotras solas sin que nada, salvo las inevitables fotos, rompieran la magia. Adoro ser periodista/blogger de viajes pero te aseguro que en ese breve pero intenso trayecto hubiera dado lo que no tengo por olvidar mi profesión y que mi mente y mis manos no se apartasen ni un momento del asidero de mi montura.

Un posado en toda regla. Marruecos

Luego llegó la cena, los cantos bereberes alrededor de una fogata, las risas con Anna -una catalana que se convirtió en hermana del desierto-, el confort de los edredones que cubrían nuestra cama y el amanecer. Esta vez sí hice lo correcto. Como nos despertamos tarde, salí corriendo. En pijama y sin cámara. Hacía mucho frío pero la sangre al galope por mis venas me permitió entrar en calor y disfrutar como una niña pequeña del apabullante espectáculo de ver nacer un nuevo día con los pies enterrados en la arena.

Amanece en el desierto. Marruecos

Marruecos: las espectaculares gargantas del Todra

El todopoderoso Atlas, Ouarzazate, la hermosa kasbah de Ait Ben Haddou, Skoura, el Valle de las Rosas, el Dades… Cada uno de los rincones del sur que conocí durante los tres días de ruta me pareció más potente que el anterior pero, puestos a escoger uno, mi alma viajera se queda con las gargantas del Todra. Una falla de 300 metros de profundidad, situada a 15 km. de Tineghir, que se abre para formar un desfiladero de apenas 10 metros de ancho. Sentirte aprisionada entre las rocas y elevar la mirada para ver cómo este capricho de la naturaleza recorta el cielo a la vera de las aguas del río es una experiencia fascinante que te hace sentir más pequeña que un grano de arena. Puedes tratar de buscar mil enfoques pero ninguna imagen hará honor a su grandeza, a su salvaje presencia.

Gargantas del Todra. Marruecos

Paseando por las gargantas del Todra. Marruecos

No viajes a Marruecos sin seguro de viajes

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Marruecos: de Merzouga a Marrakech

El último día de nuestro itinerario deshicimos los 580 km. que separan Merzouga de Marrakech. Durante esas largas horas en 4×4, aproveché mi posición de copiloto para ponerme en la piel de una discreta espectadora. Me encanta relacionarme con la gente de los lugares que visito sí pero, a veces, me gusta tomar cierta distancia para observar la realidad tal como es. Auténtica, sin artificios, sin que la presencia de una cámara cercana viole su esencia.

En ruta por Marruecos

Pastor bereber. Marruecos

Tazarine. Marruecos

Volar en globo en Marrakech

Madrugar tiene sus ventajas y una de ellas es que te permite subir en globo para contemplar  las zonas rurales que rodean Marrakech a vista de pájaro. Lo cierto es que las vistas no son tan espectaculares como las que se pueden divisar en otros escenarios pero sólo por ver los primeros rayos de sol incidir sobre las cumbres nevadas del Atlas mereció la pena.

Vuelo en globo. Marrakech. Marruecos

Certificado de vuelo con la empresa Ciel d'Afrique. Marrakech. Marruecos

El papel de la mujer en Marruecos

Eso sí fue un auténtico lujo. Durante unas horas recorrimos los imprescindibles de Marrakech en compañía de Fátima, una experta guía local que sufrió estoicamente la batería de preguntas que le lanzamos a casa paso. Por supuesto que nos interesaba visitar el palacio de la Bahia y escuchar sus narraciones sobre favoritas y concubinas, admirar la arquitectura arabigoandaluza de la madraza Ali Ben Youssef, recorrer el mellah o descubrir curiosidades como que la bola más pequeña que corona el minarete de la mezquita de la Koutoubia fue forjada en oro con las joyas de la mujer del rey Yaqub Al-Mansur, como penitencia por haber roto el ayuno del Ramadán por un antojo. Cosas del embarazo…

Madraza Ali Ben Youssef. Marruecos

Pero lo que más nos atraía era saber cómo era el día a día de los marrakechíes, en especial, el papel de la mujer. Su ejemplo no pudo ser más revelador. Fátima tiene cinco hermanas y cada una expresa su respeto por el Islam a su manera. Una viste a la moda occidental, otras ocultan su cuerpo a medias o por completo, y ella confiesa que sólo cubre su cabeza con el hiyab (velo) cuando llueve para que no se le alborote la melena. A la hora de comer se reúnen en torno a la mesa familiar y todas son tratadas por igual a pesar de que sus convicciones no comulguen al cien por cien. También insiste en que la práctica de culto está garantizada por la Constitución, que las mujeres pueden ejercer la custodia de sus hijos y que la lucha contra la discriminación laboral continúa su curso.

La medina de Marrakech

Tras conocer a Javier Bardem, al pequeño Nicolás y que me guiñaran un ojo acompañado de un «vuerve luego mi arma» en la plaza Yamaa el-Fna, callejeamos sin rumbo por la laberíntica medina. A medida que nos alejábamos de los zocos más cercanos, cesaron las insistentes llamadas de atención de los vendedores y nos volvimos invisibles a los ojos de aquellos que se cruzaban en nuestro camino. Las tiendas iban echando el cierre, el incesante ir y venir de carros y motos se mitigaba por momentos -al final decidí que fueran ellos los que me esquivaran-, ni un solo turista  y una tenue lluvia mojando las calles… Y allí estábamos este par de dos, disfrutando de una ciudad que se nos antojaba solo para nosotras.

Rematamos el día en la terraza del Café Glacier que, junto al puente de Gálata de Estambul, ya se ha convertido en uno de mis rincones favoritos del planeta. Acudimos en busca de refugio en una noche cerrada marcada por la mezcolanza de sonidos que emanaban de El-Fna, el vibrante corazón de Marrakech. Y sí, nos tuvieron que echar aunque yo me hubiera quedado allí plantada hasta el amanecer.

Plaza Yamaa el-Fna desde el Café Glacier de Marrakech. Marruecos

La gastronomía de Marruecos

Marruecos sabe a tajines, cuscuses, brochetas y keftas, a zumo de naranja y a té de menta. Huele a cardamomo, a ras el hanout, a cilantro, canela, curry, cúrcuma y nuez moscada, y su tacto engloba la delicadeza del aceite puro de Argán, la fortaleza del adobe de sus mil hasbahs, la rugosidad de sus originales formaciones geológicas y la suavidad de la arena del desierto. Imagino que también olerá a mar en Essaouira y en resto de la costa atlántica y mediterránea pero eso tendré que descubrirlo en un próximo viaje.

Tajine de pollo. Marruecos

Elaboración del aceite de Argán. Marruecos

Puesto de especias. Marrakech

CONSEJO VIAJERO → Experimenta Marruecos a través de sus exóticos sabores con este tour gastronómico en español por Marrakech. Los platos incluidos en el tour se pueden cambiar por opciones vegetarianas.

Y hasta aquí este viaje por Marruecos que espero cumpla su objetivo: animarte a descubrir este fascinante país.

Las mejores excursiones y actividades que puedes hacer en Marrakech

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Excursión a las Cascadas de Ouzoud: una jornada inolvidable en la que podrás conocer las cataratas más altas del norte de África.

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El jardín Majorelle y la Menara: Marrakech en verde
Hotel Royal Mansour

Próximo destino: Marruecos

Próximo destino: Marruecos

Hay destinos que sin ser buscados, aunque sí deseados, llegan a ti de la forma más inesperada. Esto ocurrió con la escapada que estoy a punto de realizar a Marruecos y que me llevará durante siete días al norte de África.

El origen de esta aventura empezó a gestarse a mediados de noviembre. Fui convocada junto a otros blogueros de viajes a la presentación de Evaneos, una plataforma que pone en contacto a los viajeros con las agencias locales de cada país. Me encantó su concepto global: huir de los estándares de las mayoristas para proporcionar viajes personalizados al 100%. Etapas, alojamientos, experiencias… Sin intermediarios y con la ventaja añadida de que todos sus agentes hablan español.

En un receso de esta distendida charla, le comenté a Sara Rodríguez (Mindful Travel by Sara) que me apetecería muchísimo viajar a Marruecos. Tras conocernos personalmente durante un blogtrip a Cesenatico (Italia), ya habíamos compartido en varias ocasiones el deseo de volver a viajar juntas. Lo nuestro, se podría decir, fue feeling viajero a primera vista. Mi sorpresa fue que ella también quería hacer ese viaje y que le quedaba una semana de vacaciones en enero. Dicho y hecho. Sin apenas darme tiempo a reaccionar, a la mañana siguiente me mandó un pantallazo con los vuelos de Ryanair a Marrakech: 99.96€. ¡Imposible resistirse!

Mapa Marruecos

Tras varias conversaciones y cruces de correos, empezamos a elaborar nuestra lista de imprescindibles: Marrakech, subir en globo si la climatología lo permite (confieso que desde que sobrevolé Segovia me he vuelto adicta) y una excusión al desierto. Pero, ¿el desierto por libre? Por motivos laborales no teníamos tiempo para organizarlo y, lo más importante, queríamos descubrirlo con alguien del terreno. Ya puedes imaginar el resto. Recurrimos a Evaneos y encontramos una opción que nos encajaba: un itinerario de tres días desde Marrakech al desierto de Merzouga.

Como sabes que no me gusta hablar a priori de algo que no he probado personalmente, tendrás que esperar a mi regreso para saber si esta escapada ha estado a la altura de mis expectativas. De momento, solo puedo decir que nuestro guía ha dado respuesta rápidamente a todas las cuestiones que le hemos ido planteando y que solo repasando el recorrido ya siento mariposas en el estómago.

Ruta del desierto

A modo de resumen, partiremos de la que llaman la ciudad roja para atravesar las montañas del Atlas a través del puerto de Col Tickha, seguiremos camino hasta Ouarzazate y Skoura y, tras cruzar el Valle de las Rosas hacia las gargantas de Dades, remataremos la jornada durmiendo junto al río en el hotel Chez Pierre.

El segundo día realizaremos la ruta Valle del DadesDesierto Erg Chebbi. Nos esperan las espectaculares gargantas del Todra, Erfoud, Rissani, Merzouga y el que intuyo será uno de los grandes momento de este tour: adentrarnos en el desierto a lomos de un dromedario para cenar bajo las estrellas y dormir en un campamento de haimas (las mariposas se inquietan al escribir estas líneas). Los desiertos me fascinan y pasar la noche en uno es algo que todavía no he podido experimentar.

Finalmente, el último día regresaremos a Marrakech a través del valle del Draa, uno de los ríos más largos de Marruecos, viendo las kasbahs de adobe, las formaciones geológicas y las aldeas beréberes que jalonan el camino.

Marrakech 

¿Qué espero de Marrakech? Todo y nada. Voy con la mente en blanco, virgen, libre de prejuicios y comparaciones. No sé si me enamoraré de esta ciudad como le pasa a muchos o sí pasará a engrosar mi lista de destinos visitados sin pena ni gloria . Lo que sí que tengo claro es que quiero vivirla.

Mapa Marrakech

Por supuesto que visitaré sus principales atractivos como las tumbas Saadíes, la Mezquita Koutoubia, la Madraza Ben Youssef, los Jardines Majorelle (imprescindible para una incondicional de Yves Saint Laurent) o el Palacio Badi, pero lo que realmente anhelo es tratar de desentrañar su esencia. Ser capaz de destilar la explosión de colores, olores, sabores y sonidos que sé que allí me esperan. No quiero que las prisas me impidan perderme una y mil veces en su medina, trastear por los zocos, rendirme a su gastronomía o ver la vida pasar en una terraza de Jemaa El Fna con un té en las manos.

Las prisas se quedarán en Madrid el domingo 11 a las 21:15 y no quiero volver a oír a hablar de ellas hasta el sábado siguiente, cuando al aterrizar en la capital finalice nuestra aventura marroquí y mi maleta sea un cúmulo de experiencias, sensaciones y nuevos horizontes conquistados.

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