Tesoros desconocidos de Granada

Tesoros desconocidos de Granada

Si eres un lector habitual de este blog, ya sabrás que Granada es uno de mis destinos nacionales favoritos. Por su patrimonio, por su luz, sus gentes, su gastronomía y por el universo de sensaciones que supone visitar, vivir y sentir esta joya andaluza que siempre reclama una nueva visita. Sobre todo ahora que tenemos la oportunidad de conocer una serie de monumentos que, tras un laborioso proceso de restauración y adecuación, abren sus puertas al público por primera vez junto a nuevas rutas que no hacen sino poner de manifiesto el vasto legado cultural, histórico, estético y arquitectónico de esta seductora y fascinante ciudad. ¿Me acompañas a descubrir algunos de los tesoros desconocidos de Granada? 

Ruta «Poetas en el jardín de los Mártires»

Una de las nuevas propuestas que nos ofrece Granada nos lleva hasta uno de los espacios más mágicos de la ciudad, el Carmen de los Mártires, un precioso palacete que se alza en el entorno de la Alhambra rodeado de bucólicos jardines y huertas. Es precisamente en estos jardines, que navegan entre el romántico paisajismo inglés y la geometría propia del estilo francés, donde se ha diseñado la ruta denominada «Poetas en el jardín de los Mártires«. No podía ser de otro modo en una ciudad que ha servido de inspiración a tantos y tantos genios de la literatura como Ibn Zamrak, Washington Irving, Malcolm Lowry, Marguerite Yourcenar y, por supuesto Federico García Lorca, emblema poético de la ciudad de Granada, cuyas palabras hago mías: “Todas las ciudades tienen su encanto, Granada el suyo y el de todas las demás”.

Carmen de los Mártires. Granada

Poesía y naturaleza se dan cita en el jardín de los Mártires. Granada

Jardín de los Mártires. Granada

Carmen de los Mártires, Granada

De este modo, al privilegio de disfrutar de las impresionantes panorámicas sobre la Alhambra, la Vega, la Sierra o el Albaicín que desde aquí se divisan, se suma la posibilidad de realizar un itinerario poético jalonado de versos que aparecen al azar a lo largo y ancho de todo el jardín. Por sorpresa, sin un recorrido lineal, fluyendo, como la propia poesía, para que cada uno de nosotros hallemos nuestro particular enclave de lectura y contemplación de la mano del propio Lorca, San Juan de la Cruz, José Zorrilla, o de los ganadores del Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca entre los que se encuentran Ángel González, José Emilio Pacheco o Blanca Varela, entre otros.

¿Hacen falta más motivos para acercarse a la colina de la Sabika y conocer el lugar desde el que partió Boabdil para entregar la ciudad a los cristianos? Allí te espera esta atractiva ruta que, sin duda, reforzará la candidatura de Granada como Capital Mundial de la Poesía. Un distintivo que ostentan otras tres capitales del mundo: Edimburgo, Iowa City y Melbourne.

Ruta turística «Granada, de la vega a la medina»

¿Qué te parece realizar un viaje que comienza en el mundo rural andalusí, pasa por el corazón de la medina y finaliza en el barrio histórico del Albaicín? Sugerente, ¿verdad? Pues es el itinerario que nos invita a recorrer la ruta turística “Granada, de la vega a la medina”, un paseo que además nos permitirá conocer tres nuevos enclaves que hasta ahora no podían visitarse como son los restos arqueológicos de la estación de metro “Alcázar Genil”, el Cuarto Real de Santo Domingo y la Casa de Zafra. Tres espacios únicos que nos ayudarán a interpretar la evolución urbana de la ciudad de Granada durante los siglos XIII, XIV y XV.

Este recorrido, salpicado de puentes, alhóndigas y otros valiosos testimonios del rico pasado islámico de Granada, se inicia en el subsuelo de la ciudad, concretamente en el vestíbulo de la estación de metro ligero Alcázar Genil donde podemos contemplar los restos de una alberca del siglo XIII gracias a la dotación museográfica que aquí se ha llevado a cabo.

Alberca Alcázar Genil. Granada

Tras dejar atrás la Ermita de San Sebastián y el puente sobre el río Genil, esta ruta nos acerca hasta otra de las maravillas de Granada que ahora puede visitarse en su totalidad. Se trata del  Cuarto Real de Santo Domingo, el único testimonio de almunia real que se ha conservado intramuros a la antigua ciudad nazarí (Cuesta de Aixa).

Cuarto Real de Santo Domingo. Granada

Otro de los hitos de este itinerario son los Baños Árabes “El Bañuelo”. Te recomiendo especialmente su visita ya que son los baños árabes más antiguos conservados completos en España. Fíjate bien en sus bóvedas con tragaluces octogonales y estrellados. Son una maravilla. Como lo es recorrer la Carrera del Darro, el crisol en el que musulmanes y cristianos forjaron una ciudad única, y en mi opinión uno de los paseos más románticos y bellos del mundo.

Baños árabes. Granada

Carrera del Darro. Granada

El punto final a esta ruta lo encontramos en el barrio del Albaicín. Aquí se alza la Casa de Zafra, uno de los ejemplos más relevantes y mejor conservados de la arquitectura andalusí de carácter residencial. Sus restos de pintura mural nazarí la hacen única.

Casa de Zafra. Granada

Hoy en día esta casa palaciega, construida en el siglo XIV y magníficamente restaurada, alberga la sede de la Agencia Albaicín Granada, el organismo encargado de la tutela patrimonial del barrio del Albaicín.

Mi Granada

Para finalizar te dejo con esta lista de sugerencias en la que no faltan algunos de mis rincones  favoritos de Granada, una ciudad que nos administra su historia a cada paso entre cañas, vinos  y deliciosas tapas, increíbles atardeceres y brujas madrugadas. Una ciudad que tiene tanto que ofrecer al visitante que requiere una visita calmada y paso lento para descubrir todo su potencial:

  • El mejor alto en el camino: tómate una leche rizada en el Gran Café Bib-Rambla, el café más antiguo de Granada.
  • Si viajas con niños, visita el Parque de las Ciencias. El mariposario tropical seguro que les encanta.
  • Contempla la puesta de sol desde el Mirador de San Nicolás. Las mejores vistas de la Alhambra y Sierra Nevada te esperan. Antes o después, callejea sin rumbo por las estrechas y empinadas calles del Albaicín y embriágate de la esencia de este barrio sin el que Granada no sería lo que es.

Mirador de San Nicolás. Granada

  • ¿Una calle? La peatonal y siempre concurrida Calderería Nueva, llena de teterías y tiendas de artesanía moruna.
  • ¿Amante del flamenco? Reserva un hueco en tu agenda para visitar el Museo Cuevas del Sacromonte. Podrás conocer la historia del flamenco desde sus orígenes hasta la actualidad.
  • Granada es la capital de las tapas que, por regla general, se ofrecen de forma gratuita con cada consumición. Consulta el portal Granada de Tapas y prepara tu paladar.
  • Si quieres exprimir la ciudad al máximo, adquiere la Granada Card Bono Turístico con la que podrás acceder a los principales monumentos granadinos sin tener que pasar por taquilla. Ahorrarás tiempo y dinero.

Informado quedas. Granada cuenta con innumerables atractivos a los que se suman estos  tesoros recientemente abiertos al público. ¿A qué esperas para descubrirlos? Yo estoy deseando hacerlo.

Más información: Turismo Ciudad de Granada

Viajar a Marrakech: guía práctica y los mejores consejos para preparar tu escapada

Viajar a Marrakech: guía práctica y los mejores consejos para preparar tu escapada

Viajar a Marrakech es el sueño de cualquier viajero. Si sabes seguirle el juego a esta ciudad imperial descubrirás un cóctel de olores, sabores, sonidos e imágenes que, probablemente, te acabe atrapando. Una bomba de relojería para los sentidos que discurre entre sus animados zocos y en preciosos rincones donde el orden no se pierde entre el caos, donde el salvaje tráfico da un respiro al viajero. A mí logró fascinarme y de ahí nace esta guía con toda la información y los mejores consejos. ¿Mi objetivo? Lograr que te fijes en este destino y ayudarte a planificar tu viaje a esta perla africana situada a los pies del Atlas. Comenzamos: viajar a Marrakech.

Minarete de la Kutubia. Marrakech
Minarete de la Kutubia

Viajar a Marrakech

Requisitos de entrada

Como el resto de los ciudadanos de la Unión Europea, solo tienes que tener el pasaporte en regla con una validez de tres meses a partir de la fecha de entrada. No es necesario visado y puedes permanecer en el país durante noventa días.

Pasaporte. Viajar a Marrakech
Mi pasaporte para viajar a Marrakech

Sanidad

Aunque no es obligatoria ninguna vacuna para viajar a Marrakech, la OMS recomienda estar vacunado contra la difteria, tétano, sarampión, paperas, rubeola y polio, y sobre todo, contra la hepatitis A y B, la fiebre tifoidea y la rabia. Para más información, visita la web del Ministerio de Sanidad.

No olvides llevar contigo un botiquín básico con analgésicos, antihistamínicos, laxantes, antidiarréicos, antiinflamatorios, pomada antibacteriana, protectores estomacales, materiales de cura y crema solar. Para evitar problemas, bebe agua embotellada y fíjate bien en el aspecto de la comida que compres en los puestos de la calle.

¿Es seguro viajar a Marrakech?

Marruecos está considerado uno de los países africanos más seguros y viajar a Marrakech no supone ningún problema si se observan las normas de precaución básicas: estar siempre pendiente de los objetos personales, evitar malentendidos con la población…

Basándome en mi experiencia, puedo decirte que paseé bien entrada la noche por las calles más alejadas de la medina y el único peligro real que tuve que afrontar fue no acabar atropellada por las motos y carros que encontré en el camino.

Plaza Yamaa el-Fna. Viajar a Marrakech
Plaza Yamaa el-Fna

Eso sí, hay que tener especial cuidado con los guías no oficiales que te presionarán para «ayudarte». Para librarte de ellos, lo mejor es rechazar sus servicios educadamente y dar la impresión de que sabes a dónde vas. Recuerda que aquí, como en cualquier otro rincón del planeta, ganarás más con una sonrisa que con una actitud negativa. Si la cosa se complica, usa la palabra «police». Te dejarán en paz ante la posibilidad de enfrentarse a una gran multa de la policía turística.

En cualquier caso, para confirmar la situación actual, te recomiendo que antes de viajar al país consultes las recomendaciones del Ministerio de Asuntos Exteriores y te inscribas en su registro de viajeros para que puedas ser localizado y asistido en caso de emergencia.

Seguro de viajes para Marrakech

Si eres un lector habitual de este blog, ya sabrás que no me canso de repetir lo importante que es viajar con un buen seguro de viajes. Yo siempre viajo asegurada con Chapka por su amplia cobertura internacional. Si haces números, comprobarás que el coste diario del seguro compensa con creces su precio y más teniendo en cuenta lo extraordinariamente cara que puede resultar una consulta médica en este destino. Además, si lo contratas a través de mi web tienes un 7% de descuento usando el código OBJETIVOVIAJAR. No lo dudes, contrata aquí tu seguro de viajes y disfruta de tu aventura sin tener que preocuparte por nada.

Idioma

El idioma oficial es el árabe, concretamente el llamado árabe marroquí. Al ser una ciudad muy turística podrás comunicarte sin demasiados problemas en francés, inglés y en español ya que muchos vendedores lo chapurrean que da gusto. Para romper el hielo con los locales y de paso aumentar tu cultura viajera, nada mejor que aprender algunas expresiones:

Hola: Ahalan . Adiós: Ma’a ssalama.

: Naam. No: Lá. De acuerdo: Muwáfiq.

Por favor: Min fadlik. Gracias: Shukran. Perdón: Ismahlí.

¿Cuánto cuesta? Kam/Chhal. No entiendo: Lá afhham.

Me llamo: Smiy-ti. ¿Dónde está…? Feen kayn…?

Cerveza: Birra. Vino: Khamr. Pescado: Hut. Pollo: Farooj. Carne: Lehem.  Ternera: Baqree. Sopa: Shorba.

Moneda, tarjetas de crédito y propinas en Marrakech

La moneda marroquí es el dirham (MAD) que se divide en 100 céntimos. Hay billetes de 20, 50, 100 y 200 dirhams. Las monedas son de 1, 2, 5 y 10 dirhams, y de 10, 20 y 50 céntimos. En este conversor de divisas puedes ver cómo está el de cambio. A fecha de hoy, 1 € equivale a 10.6 MAD.

Dirhams marroquies. Viajar a Marrakech
Dirhams marroquíes

Lo ideal es cambiar algo de dinero en el mismo aeropuerto para poder desplazarte al centro de la ciudad. Una vez allí muchos viajeros recomiendan la casa de cambio del Hôtel Ali (Rue Moulay Ismaïl). No tiene pérdida, está en la misma medina, justo antes de llegar a la plaza Yamaa el-Fna. Trata de hacerte con billetes de 20 MAD, son los más prácticos.

Casa de cambio. Consejos para viajar a Marrakech
Casa de cambio

Respecto a las tarjetas de crédito, MasterCard y Visa son las más aceptadas. ¿Propinas? No estás obligado a darlas pero, créeme, te facilitarán mucho la vida. Hay que tener en cuenta que en Marruecos los salarios son muy bajos así que trata de redondear la carrera del taxi, no te olvides de los camareros y deja un 10% de la cuenta en los restaurantes si el servicio lo merece.

Electricidad

La corriente es de 220 voltios y los enchufes son iguales que en España.

Volar a Marrakech y traslados al centro de la ciudad

Además de Royal Air Maroc (la aerolínea nacional de Marruecos) o Iberia, hay compañías low-cost como Ryanair que tienen vuelos directos desde España a precios muy competitivos. ¿Un ejemplo? En enero, la ida y vuelta para dos pasajeros salió por 99€.

Aeropuerto de Marrakech Menara. Viajar a Marrakech
Aeropuerto de Marrakech Menara

El aeropuerto de Marrakech Menara está situado a 6 km al suroeste de la ciudad. La forma más cómoda para llegar al centro es coger un taxi. El trayecto desde/hacia el aeropuerto ronda los 80 MAD aproximadamente en horario diurno y unos 100 MAD de noche. Otras opciones más económicas son tomar el autobús nº 19 de la compañía Alsa que por unos 2€ te llevará hasta las inmediaciones de Yamaa el-Fna, o el autobús local nº 11 que también llega a la plaza más famosa de Marrakech.

CONSEJO VIAJERO → Si no quieres complicarte con los traslados, aquí puedes reservar un transfer privado, puerta a puerta y al mejor precio. Un chófer te esperará en el aeropuerto, en el hotel o dónde estés para llevarte a tu destino de forma rápida y segura.

Desplazarte por Marrakech

Marrakech es una ciudad que básicamente recorrerás a pie ya que sus principales atracciones se concentran en la medina donde está prácticamente prohibida las circulación de coches. No obstante, para llegar a lugares más alejados como el Jardín Majorelle o los jardines de la Menara los taxis resultan muy útiles.

Los taxis de color beige, denominados petits taxis, llevan taxímetro y una carrera de día suele costar entre 10 y 20 MAD. Si le taxímetro está estropeado, te tocará pactar con el conductor el precio del trayecto.

Petit taxi. Guia para viajar a Marrakech
Petit taxi en Marrakech

Si quieres salir de los límites urbanos o vais más de tres pasajeros, tendréis que coger un grand taxi. Estos Mercedes no suelen llevar taxímetro pero sus tarifas «a priori» son fijas.

Teniendo en cuenta el precio de los taxis, coger un autobús no merece mucho la pena porque además suelen ir hasta la bandera. De todos modos, las líneas 1, 3, 4, 10, 11, 12 y 18 son las mejores para llegar a Guéliz, Majorelle o la Menara.

Si vas mal de tiempo y te interesa una visita rápida a la ciudad, otra opción es subirte al autobús turístico que recorre los principales monumentos de la ciudad en dos itinerarios: el tour histórico y el tour oasis.

¿Qué tal un paseo en calesa? Yo lo probé y resultó muy divertido tras el paso obligado del regateo, claro. Las encontrarás en Place Foucald, al lado de la plaza Yamaa el-Fna. Su tarifa «oficial», aunque variará según a quien preguntes, va desde 120 MAD por una hora a unos 30 MAD por un recorrido corto por la medina.

Calesa en Marrakech
Calesa en Marrakech

Viajar a Marrakech: dónde alojarte

¿Me alojo dentro o fuera de la medina? Para mí la decisión es clara: en el corazón de la vieja Marrakech, ese caótico laberinto de callejuelas donde los riads son los auténticos protagonistas. Estos antiguos palacios y pequeñas residencias privadas que se organizan alrededor de un gran patio central son muy apreciados por los viajeros ya que fusionan el arte de vivir a la oriental con el confort occidental. Igual que pasa con los hoteles, encontrarás riads de todos los precios. ¿Algunas sugerencias? Riad Noir d’Ivoire, Palais Sebban, Les Jardins de Mouassine, Riad Magellan, L’Orangeraie… Webs como Marrakech Riads o Marrakech-Médina pueden servirte de inspiración para encontrar el riad que buscas.

Hotel Royal Mansour. Donde dormir en Marrakech
Hotel Royal Mansour

En mi próxima visita quiero hospedarme en uno de ellos ya que en mi primera inmersión en esta fascinante y atractiva ciudad me alojé en dos hoteles. El primero de ellos fue Les Deux Tours, un sueño oriental ubicado en el palmeral de Marrakech. El segundo, el Royal Mansour, un lujoso y tranquilo enclave situado dentro de la medina pero alejado de la frenética y ruidosa vida que discurre más allá de sus muros, formado por 53 riads independientes.

Dónde comer en Marrakech

Platos tradicionales como la tanjia, tajines, cuscús o pastillas, cocina callejera, especialidades internacionales en la Ville Nouvelle… La oferta gastronómica de Marrakech parece no tener fin con propuestas para todo tipo de paladares y bolsillos. En plena calle, en una terraza divisando el anárquico skyline de la medina, en ambientes íntimos rodeados de lujo marroquí y al son de la danza del vientre…

Tajine de pollo. Viajar a Marrakech
Tajine de pollo

Si lo que buscas es cocina tradicional, prueba en locales como Chez Chegrouni (noroeste de la plaza Yamaa el-Fna), Ksar Es Saoussan (Rue des Ksour, 3), Oscar Progres (Rue Bani Marine, 20) o Le Foundouk (Souk Hal Fassi, 55).

Otra opción son los puestos de la Plaza Yamaa el-Fna que al caer la noche inundan esta zona de paso obligado con sus casetas a modo de restaurantes. Si no eres demasiado escrupuloso y tienes paciencia con los caza-clientes, siéntate a picar algo entre la población local o, al menos, tómate un vaso de naranja recién exprimido a 4 dirhams (menos de 40 céntimos de euro). Para comer pescado, el nº 14. Para carne, el nº 31.

Puesto de zumos. Marrakech
Puesto de zumos

¿Dos rincones imprescindibles? El Café des Épices y el Café Glacier. Sencillamente me enamoraron y no precisamente por su oferta, correcta sin más, sino por su ambiente y las espectaculares vistas que desde ambos se divisan.

El Café des Épices es perfecto para un alto en el camino frente a un té o para una comida ligera a base de sopas, bocadillos y ensaladas. Podrías pasarte las horas muertas en su pequeña terraza atendiendo al trajinar de los comerciantes de especias, viendo cómo las mujeres preparan la henna de los tatuajes o perdiendo la mirada en los destartalados tejados que lo circundan.

Cafe des Epices. Marrakech
Café des Épices
Vistas desde el Cafe des Epices
Vistas desde el Café des Épices
Café des Epices. Donde comer en Marrakech
Comiendo en el Café des Épices

Por su parte, Le Grand Balcon du Café Glacier es la mejor atalaya para descubrir cómo la Plaza Yamaa el-Fna va mudando su rostro a lo largo del día. Los más viejos del lugar se refugian del bullicio tomando un café en su salón interior. Los turistas, en cambio, enfilan las escaleras para llegar a su gran terraza panorámica. Yo estuve tres veces y te prometo que será lo primero que haga cuando regrese a Marrakech. Sentarme junto a la barandilla, pedir un té y ver la vida pasar desde las alturas como una discreta espectadora.

Le Grand Balcon du Cafe Glacier
Le Grand Balcon du Café Glacier
Terraza del Cafe Glacier
Viendo la vida pasar en la terraza del Café Glacier
Cafe Glacier. Viajar a Marrakech
Una pizza en el Café Glacier

¿El momento más dulce? Yo lo encontré en la Pâtisserie et boissones Al Jawda (Rue Derb Dabachi, 16). Está considerada una de las mejores de la ciudad y puedo dar fe de ello. Batidos y zumos de todos los sabores que puedas imaginar, bollería, pasteles, galletas, los clásicos «cuernos de gacela» … Dulces de calidad a precios muy asequibles.

Pâtisserie et boissones Al Jawda
Pâtisserie et boissones Al Jawda

Viajar a Marrakech: compras

Babuchas, juegos de té, bandejas de cobre, especias, caftanes, bolsos, tapices, dátiles, aceitunas… Sumergirte en los zocos que se extienden al norte de la Plaza Yamaa el-Fna es toda una experiencia que probablemente acabará echando mano a la cartera. Pero más allá de las inevitables compras, el gran poder de seducción de estos mercados es la atmósfera que en ellos se respira. Siempre en movimiento, siempre cambiantes, siempre sorprendentes. El arte de comerciar a cada paso.

Entrada al zoco de los tintoreros de Marrakech
Entrada al zoco de los tintoreros.
De compras por los zocos. Consejos para viajar a Marrakech
De compras por los zocos de Marrakech

Lo más probable es que te pierdas no una sino mil veces. En estos casos, antes de que alguien se ofrezca a acompañarte a cambio de unas monedas, lo mejor es preguntar a un comerciante. Un consejo más: siempre pide permiso antes de hacer una foto. Te ahorrarás algún disgusto, sobre todo, con los artesanos.

CONSEJO VIAJERO → Experimenta Marruecos a través de sus exóticos sabores con este tour gastronómico en español por Marrakech. Los platos incluidos en el tour se pueden cambiar por opciones vegetarianas.

¿Cuántos días necesito para visitar Marrakech?

Aunque odio responder a esta pregunta, básicamente porque cada viajero es un mundo, te diría que tres días serían suficientes, dos si me apuras, para cubrir sus principales puntos de interés (zocos, Madraza Ali Ben Youssef, Tumbas Saadíes, mezquita de la Kutubia, el mellah, Palacio de la Bahia, Jardín Majorelle, la Menara, etc.). Para vivirla y saborear con calma cada uno de sus rincones, depende solo de ti y de si su embrujo ha surtido efecto. En mí lo hizo. Tanto que sé que en algún momento volveré.

Informado quedas. Ya conoces todo lo necesitas saber para viajar a Marrakech. ¡Buen viaje!

Excursiones y actividades en y desde Marrakech

Si no quieres complicarte, aquí tienes las mejores excursiones y actividades que puedes hacer acompañado de un guía que habla español. Toma nota:

Tour privado en español por Marrakech: descubre todos los secretos de la Medina de Marrakech.

Paseo en globo por el norte de Marrakech: Olvida el ajetreo de sus calles y sobrevuela una de las ciudades más importantes de Marruecos en globo aerostático. Es impresionante.

Circuito de 5 días desde Marrakech a Fez: las montañas del Atlas, el Valle del Dades, las dunas de Merzouga… Descubre los tesoros del interior de Marruecos con este circuito que finaliza en la preciosa ciudad de Fez.

Excursión de 3 días al desierto de Merzouga: disfruta de los contrastes de Marruecos adentrándote en Erg Chebbi, la parte más espectacular del desierto del Sáhara

Excursión de 2 días al desierto de Zagora: dormir en una haima, ver el atardecer en el desierto y visitar antiguas kasbahs son algunos de los atractivos de esta escapada al desierto de Zagora.

Cascadas de Ouzoud: una jornada inolvidable en la que podrás conocer las cataratas más altas del norte de África.

Tour en quad por el palmeral de Marrakech: pistas sin asfaltar, aldeas tradicionales, paisajes pintorescos y emoción asegurada.

Más información para viajar a Marrakech

Qué ver y hacer en Marrakech: 10 planes imprescindibles
Marrakech en verde: el Jardín Majorelle y la Menara
Dormir en una jaima en el desierto de Marruecos

 

Visitar Kilmainham Gaol, la cárcel de Dublín

Visitar Kilmainham Gaol, la cárcel de Dublín

Cuando planifiqué mi viaje a la capital de la República de Irlanda, visitar Kilmainham Gaol, la cárcel de Dublín, ocupaba un lugar preferente en mi lista de imprescindibles. Siempre me gusta conocer la historia de los lugares que piso y, en este caso, entrar en esta prisión era obligado porque entre sus fríos y desnudos muros se gestó la Irlanda que conocemos ahora, una Irlanda que tuvo que pagar un alto precio para conseguir su independencia.

Kilmainham Gaol
Kilmainham Gaol, la cárcel de Dublín © Government of Ireland National Monuments Service

Tal vez debería haber huido del color y utilizar la escala de grises para ilustrar este artículo. Porque gris era la mañana en que me acerqué hasta su puerta, como grises, incluso de un negro absoluto, eran las historias que narraba nuestra guía y las miradas de cuantos atendíamos sus explicaciones. Porque grises fueron las sensaciones que me arañaron el alma recorriendo sus instalaciones.

Kilmainham Gaol. Dublin
Entrada a la cárcel de Dublín

No esperes un relato amable. No lo es. Al contrario. Es una historia que golpea tu mente, estremece tu cuerpo y zarandea tus sentidos. Una historia de violencia, de martirio y sufrimiento, de cerrojos que encierran vidas y de ecos que retumban entre las paredes. Una historia vinculada a la tortura y la muerte. La peor de las historias: la privación de la libertad.

Visitar Kilmainham Gaol, la cárcel de Dublín

Cuando se abrió en 1796, Kilmainham Gaol era una de las cárceles más modernas de Irlanda. El lugar donde iban a dar con sus huesos estafadores, mendigos, prostitutas y ladrones, que malvivían en un edificio con ventanas sin cristales -todo un coladero para los gérmenes de la época- a base de pan, leche, avena y sopa. ¿Su única fuente de iluminación? Una vela cada dos semanas.

El primer prisionero político fue Henry Joy McCracken, fundador de los United Irishmen, que acabó ahorcado en 1798. Estos hombres sirvieron de inspiración a la Revolución Francesa y a la obra Los derechos del hombre de Thomas Paine -figura clave del proceso revolucionario independentista norteamericano.  ¿Su objetivo? Que Irlanda se convirtiera en una república.

Las mujeres representaban una parte importante de la población de Kilmainham hasta 1881 cuando pasó a ser una cárcel sólo para hombres. A principios del siglo XIX, a los presos condenados por asesinato y robo con violencia se les ahorcaba delante de la prisión de Kilmainham. La última ejecución pública tuvo lugar en 1865.  

En la comunicación entre los presos estaba prohibida y estos pasaban la mayor parte del tiempo aislados en sus celdas. ¿Cuántas más injusticias podrían contar estos muros?

Visitar Kilmainham Gaol. Dublin
Conociendo la historia de Kilmainham Gaol

Kilmainham Gaol también fue la última morada de muchos nacionalistas irlandeses que lucharon por alcanzar la libertad frente al gobierno británico. Aquí cumplieron condena y fueron ejecutados la mayoría de los líderes que se dejaron la vida por conseguir la independencia de su país. Prisioneros políticos como Henry Joy McCracken o Robert Emmet -miembros de los “United Irishmen”-, Charles Stewart Parnell, líder del Grupo Parlamentario Irlandés de Westminster, «Los Fenianos»… Sobre las puertas de las celdas todavía se conservan placas con sus nombres para que se les recuerde.

Placas contra el olvido. Kilmainham Gaol.
Placas contra el olvido

El primer puñetazo en el estómago lo sentí en una capilla austera y desangelada. El lugar en el que se ofició la boda de Joseph Plunkett y Grace Gifford horas antes de que este fuera ejecutado por liderar el Levantamiento de Pascua de 1916. Lo imaginé esposado, vestido de reo frente al altar… Cumpliendo su último deseo en esta vida antes de enfrentarse a un pelotón de fusilamiento.

Si te estremece esta historia, más aún lo hará su desenlace. Según nos contaron, tras la ceremonia, Grace y Joseph tuvieron 10 minutos para despedirse custodiados por los guardas. ¿De qué hablaron?, ¿qué últimas palabras se dijeron? Ninguna. Según nos dijeron, “tenían todas las cosas del mundo por decirse, pero no pudieron pronunciar ni una sola palabra.»

Capilla de Kilmainham Gaol, Dublin
Capilla de Kilmainham Gaol

Con un nudo en la garganta pasé de las historias a los hechos para descubrir en mis propias carnes el escenario de tanto dolor, el gélido testigo de los episodios más trágicos del nacimiento de Irlanda. Como acostumbro, me quedé la última. Para hacer fotos, sí. Pero, sobre todo, para hacerme con unos minutos de soledad. Para sentir su asfixiante atmósfera, para tocar con mis manos sus húmedas paredes y leer los crudos mensajes que las cubren, para ver cómo el cielo gris de Dublín se colaba por sus escasas ventanas.

Pasillo del ala oeste. Kilmainham Gaol. Dublin
Pasillo del ala oeste
Celda de Kilmainham Gaol. Dublin
Celda de Kilmainham Gaol

Por la prisión de Kilmainham, abierta en 1796 como cárcel del condado para Dublín- pasaron la mayoría de las personalidades claves que participaron en la lucha por la independencia irlandesa.

Galeria de Kilmainham Gaol
Galería del ala oeste
Recorrido por Kilmainham Gaol. Dublin
Recorrido por Kilmainham Gaol

Durante la visita al ala oeste, otra bala me alcanzó en el corazón. Un pegote rubio, de poco más de un metro de altura, preguntó con cara de pocos amigos a la guía: «Pero… Aquí no había niños, ¿verdad?». No recibió la respuesta que esperaba. En la época de la Hambruna (1845-50), cuando una plaga acabó con la producción de la patata en la isla, los reclusos de Kilmainham aumentaron considerablemente. Sobre todo eran mujeres y niños que mendigaban y cometían pequeños hurtos para llevarse algo a la boca. Estar en la cárcel, hacinados y en pésimas condiciones, suponía tener comida y techo. Algo que en la calle difícilmente habrían conseguido. Aún recuerdo su carita de pena al escuchar tamaña explicación.

Visitar Kilmainham Gaol. Dublin
Visita guiada a Kilmainham Gaol
Candados que encierran vidas. Kilmainham Gaol
Candados que encierran vidas

Más corredores, más galerías, más celdas selladas con infranqueables candados… Cuando por fin salimos al patio, lo primero que hice fue inspirar una fuerte bocanada de aire y mirar al cielo. Seguía tan gris y plomizo como lo había dejado una hora antes pero me pareció el más hermoso de cuantos contemplé en Irlanda. Porque era libre y podía disfrutarlo.

Vista de la carcel de Kilmainham. Dublin
Vista de la cárcel de Kilmainham

Ya sin la presión de esas pesadas piedras sobre mi cabeza, nuestra guía nos contó que en 1910 Kilmainham Gaol se cerró durante unos años hasta que volvió a utilizarse para confinar presos políticos. También nos mostró el lugar donde fueron ejecutados los catorce líderes del levantamiento de Pascua, voluntarios y miembros del Ejército del Pueblo Irlandés que en 1916 tomaron varios edificios estratégicos de Dublín y declararon la República de Irlanda. Entre ellos, Patrick Pearse, el mismo Joseph Plunkett y James Connolly, que murió atado a una silla porque las graves heridas sufridas en combate no le permitían mantenerse en pie. Una cruz, una placa y una bandera de Irlanda los rescatan del olvido.

Escenario de las ejecuciones de 1916. Kilmainham Gaol. Dublín
Escenario de las ejecuciones de 1916
Lideres ejecutados tras el levantamiento de 1916. Kilmainham Gaol. Dublin
Líderes ejecutados tras el levantamiento de 1916

Después de la Guerra de la Independencia llegó la Guerra Civil y con ella el encarcelamiento de más de 300 mujeres y niñas de entre doce y setenta años. El último prisionero de Kilmainham fue Eamon de Valera que tras ser puesto en libertad terminó su carrera política como Presidente de Irlanda.

Kilmainham Gaol: de prisión a museo

Tras un período de abandono, en 1960 se fundó el Comité voluntario de restauración de la prisión de Kilmainham Gaol para mantener esta cárcel como un monumento al nacionalismo irlandés. Finalmente, en 1983 pasó a manos del Estado y hoy es un museo en memoria de aquellos que defendieron públicamente la idea de una Irlanda independiente.

Si con todo lo relatado hasta ahora he despertado tu interés por visitar Kilmainham, permíteme una última recomendación. Tómate tu tiempo para recorrer las tres plantas que forman el museo propiamente dicho. Podrás entender mejor la soledad y el aislamiento que sufrían los presos, profundizar en el conflicto irlandés y tener una visión más amplia sobre la historia política y penal de esta prisión. Incluso podrás dar tu opinión sobre la pena de muerte.

Museo de la carcel de Dublin
Museo de la cárcel
Zona de exposiciones
Zona de exposiciones
Experimentando con el aislamiento. Kilmainham Gaol
Experimentando con el aislamiento
Consulta sobre la pena de muerte en Kilmainham Gaol
Consulta sobre la pena de muerte

No lo dudes, busca un hueco entre pinta y pinta para visitar Kilmainham Gaol, la prisión de Dublín. Es una visita emotiva y cruda, sí, pero realmente merece la pena.

Kilmainham Gaol en el cine

Si te gusta el cine con mayúsculas, en seguida reconocerás el  impresionante pabellón victoriano del ala este, formando por 96 celdas, que en la ficción «hospedó» a Gerard (Daniel Day-Lewis) y Giuseppe Conlon (Pete Postlethwaite) en la oscarizada película de Jim Sheridan En el nombre del Padre. Pero no es el único largometraje que se ha grabado entre sus muros. The Italian Job, Michael Collins o El hombre de Mackintosh también se filmaron en Kilmainham Gaol.

Carcel de Dublin
Pabellón victoriano del ala este

Actualización de COVID-19 para visitar la cárcel Kilmainham Gaol

Como las restricciones a las visitas guiadas en interiores permanecen vigentes, actualmente se puede visitar el interior de la planta baja de la cárcel, el patio -Stonebreaker’s Yard-, el museo y la exposición «The Forgotten Ten».

Durante el 2021, la entrada es gratuita, pero para mantener un distanciamiento social seguro, necesitarás reservar tu ticket online con antelación en su web.

Se puede reservar un máximo de 6 entradas por persona con 28 días de antelación. La duración promedio de la visita es de 50 minutos.

Dirección

Inchicore Road, Kilmainham. Dublín 8, Irlanda. La entrada es ahora a través del antiguo Palacio de Justicia de Kilmainham.

Horario para visitar Kilmainham Gaol

Puedes visitar Kilmainham Gaol todo el año, excepto los días 24, 25 y 26 de diciembre.

Octubre – marzo: 9:30 – 17:30 (última admisión a las 16:15)

Abril y mayo: de 9:00 a 18:00 (última admisión a las 16:45)

Junio, julio y agosto: 9:00 – 19:00 (última admisión a las 17:45)

Septiembre: 9:00 – 18:00 (última admisión a las 16:45)

Duración de la visita:  La duración promedio de la visita al Museo y la visita guiada  es de 90 minutos.

Cómo llegar a Kilmainham Gaol

Autobús:  nº 69, 79A desde Aston Quay, nº 13 y 40 desde O’Connell St. y College Green. Los autobuses turísticos paran en la puerta.

Tranvía LUAS: Línea roja. La parada más cercana es Suir Road.

Comprar y reservar las entradas para Kilmainham: tickets online (precoronavirus)

El acceso a Kilmainham Gaol se realiza exclusivamente en visitas guiadas de un máximo de 35 personas así que te recomiendo que reserves tu entrada con antelación desde su web. Tendrás que llegar 15 minutos antes de la hora asignada del recorrido. Debido a la naturaleza y duración de la visita guiada, Kilmainham Gaol no se recomienda para niños menores de 6 años. También tienes que tener en cuenta que los carritos de bebés no están permitidos, y que en invierno hace bastante frío así que conviene ir bien abrigado.

Precio de las entradas de la cárcel de Dublín (precoronavirus)

Entradas:  Adultos: 8€. Entrada Senior (+60): 6€. Niños de 12 a 17 años: 4€. Bono familiar (2 adultos y 2 niños): 20,00€ Entrada gratuita con la tarjeta turística Dublin Pass. Para los titulares de la tarjeta Heritage la entrada también es gratuita, pero se debe reservar on line.

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Fiestas del Medievo de Villena: un viaje al pasado en 7 experiencias

Fiestas del Medievo de Villena: un viaje al pasado en 7 experiencias

Desde hace 14 años, cada mes de marzo la localidad alicantina de Villena se vuelca en la celebración de las Fiestas del Medievo en honor a San José, un viaje al pasado cargado de emociones y experiencias que discurre en el barrio de El Rabal al son que marcan las campanas, los pasacalles, las antorchas y las espadas.

No imagino mejor escenario para esta recreación cuyas raíces se remontan a 1622: un precioso barrio de origen árabe que se arremolina a los pies del Castillo de La Atalaya y que luce sus mejores galas con motivo de estas fiestas declaradas de Interés Turístico. Tres días de diversión y cultura que no serían posibles sin el extraordinario trabajo de los vecinos, que año tras año se esfuerzan para que esta tradición que les llena de orgullo siga viva en las estrechas e intrincadas callejas del casco antiguo de Villena.

Las calles de El Rabal durante las Fiestas del Medievo. Villena

Vecino vestido a la moda medieval. Villena

Toda Villena se vuelca con las Fiestas del Medievo

Escenas de las Fiestas del Medievo en Villena

Gigantes y Cabezudos, trovadores, juegos tradicionales, cántigas, teatro, tragafuegos, malabares, cuentacuentos, títeres, cetrería, arqueros… El programa de las Fiestas del Medievo no da tregua con decenas de espectáculos y actividades que toman las calles y sus principales monumentos. Como enumerarlas una a una restaría sorpresa a tu futura visita, te dejo con los momentos más especiales que viví en estos días en los que la capital del Alto Vinalopó regresa a la Edad Media.

Teatro infantil. Fiestas del Medievo. Villena

Visita de los Reyes Católicos

1488. Es de noche y una comitiva de nobles y obispos avanza por la calle Mayor escoltando a los Reyes Católicos que llegan a caballo. La ciudad les espera para hacerles cumplir los privilegios, mercedes y exenciones fiscales que le había prometido tras enfrentarse al Marqués de Villena en la Revuelta de las 5 Campanadas. Hace frío y los allí presentes, ataviados con los ropajes propios de la época, asistimos en silencio a cuanto acontece frente a la Iglesia de Santiago, uno de los ejemplos góticos-renacentistas más importantes de la Comunidad Valenciana. La historia se revive siglos más tarde en Villena y nos cuenta que los reyes de Castilla y Aragón acabaron cediendo.

Esperando la llegada de los Reyes Católicos. Fiestas del Medievo. Villena

Visita de los Reyes Católicos a Villena. Fiestas del Medievo. © Villena Cuéntame

Subida al campanario de la Iglesia de Santa María

Gracias a la Asociación Pro Restauración del Patrimonio Ermita de San José, desde hace ya algunos años es posible subir al campanario de la Iglesia de Santa María. Que no te frenen sus empinadas rampas y escalones porque el esfuerzo merece la pena. No solo podrás contemplar la maquinaria de su centenario reloj en acción y ver las potentes campanas que marcan el ritmo del día a día sino que, además, disfrutarás de las que posiblemente sean las vistas más espectaculares de Villena: la intrincada fisonomía de El Rabal, la amplitud de los barrios nuevos y, sobre todo, la imponente silueta de la fortaleza que domina todo el conjunto.

Vista del campanario de Santa María. Fiestas del Medievo. Villena

Campanario de Santa María. Fiestas del Medievo. Villena Medieval

Castillo de la Atalaya y El Rabal desde el campanario de Santa María. Fiestas del Medievo. Villena

Exterior del campanario de Santa María. Fiestas del Medievo. Villena

Tal vez incluso podrás experimentar qué se siente al tocar, ya en la terraza, una de las campanas procedentes de la Torre del Orejón. Una mano en el badajo y otra en el exterior para oír y sentir la fuerza de su tañido.

Tocando una de las campanas de la Torre del Orejón. Fiestas del Medievo. Villena. © SaltaConmigo

Atalaya Experience

Cada viaje tiene su momento estrella, ese que prevalece por encima del resto, el que recuerdas con mayor intensidad, el que por un motivo u otro te cala más hondo. Para mí, sin duda, fue vivir la Atalaya Experience, un itinerario sensorial diseñado para entender la historia del vigía de Villena a través de las emociones, estancia a estancia. Desde la voz, desde la música, desde el contacto… Un potente, íntimo y sincero trabajo ideado por Mam Producciones en formato de visita teatralizada donde los sentimientos y la pasión van de la mano.

Castillo de la Atalaya. Fiestas del Medievo. Villena

Juegos de puntería en Atalaya Experience. Fiestas del Medievo. Villena

Reí retando a mi puntería, me emocioné escuchando las palabras de amor que recitaba Isabel la Católica mientras mis ojos permanecían cerrados, lloré escuchando las secuelas de la guerra, me sorprendí cuando Juana la Beltraneja leyó en mi iris un viaje exótico con aroma a café, y disfruté, disfruté muchísimo bailando en lo alto de la torre del homenaje mientras Villena me regalaba una preciosa puesta de sol.

Atalaya Experience. Fiestas del Medievo. Villena

Bailando en Atalaya Experience. Fiestas del Medievo. Villena

Actores de Atalaya Experience. Fiestas del Medievo. Villena

Con las manos en la masa y en la mejor de las compañías

¿Sabes cómo se preparan las tradicionales Tortas de San José? Tras mi visita a Villena, yo sí. Aprendí de los mejores maestros. De nuevo debo citar a los miembros de la Asociación Ermita de San José ya que con su esfuerzo y tesón hicieron posible que esta joya del siglo XVII recuperase su esplendor salvándola de la ruina. Ahora la enseñan con satisfacción a cuantos se acercan hasta allí para ver el proceso de elaboración de este sabroso dulce. Charlar con las vecinas del barrio, rodillo en mano, y disfrutar de su amabilidad, fue un momento muy especial, muy auténtico. ¿Mi conclusión? Villena puede estar tranquila, gracias a estas gentes y a la extraordinaria labor que realizan otros colectivos como la Asociación de Vecinos de El Rabal, su legado histórico y cultural seguirá vivo.

Aprendiendo a elaborar las famosas tortas de San José. Fiestas del Medievo. Villena

Tortas de San José. Fiestas del Medievo. Villena

Un alto en el camino en la Bodega El Caracol

En pleno mercado medieval, entre los más de cien puestos de productos típicos y artesanales que se reparten desde la Plaza Mayor hasta la Morería, se halla la Bodega El Caracol. Entrar en esta bodega es como viajar a la Villena del siglo XV. Antiguos aperos de labranza, aparejos para hacer el vino, planchas de carbón, una antigua alcoba… Si hoy en día podemos disfrutar de esta maravilla es gracias a sus propietarios, la familia Marco, que trabajó duro para rehabilitarla y abrirla el público hasta hacer de ella lo que es: uno de los grandes atractivos del mercado.

Cuando crucé su puerta estaba en pleno apogeo con la actuación de Turdión, una compañía musical que amenizó este alto en el camino con sus gaitas, clarinetes y tambores. Corría el vino, sonaba la música, todos vestidos acordes a la época, el sabor añejo de una antigua bodega… Ante tamaña bienvenida, no hizo falta mucha imaginación para sentir que realmente estaba en la Edad Media.

Bodega El Caracol. Fiestas del Medievo. Villena © Miguel Ángel Muñoz Romero

¿Más opciones para reponer fuerzas? Las tabernas medievales de El Vivaque, en la explanada norte del castillo, o las que están ubicadas en la Plaza Mayor y en la Plaza de Biar.

Combates y bodas medievales en las Fiestas del Medievo

Como no podía ser de otra manera, el Castillo de la Atalaya, declarado Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural, enmarca los actos principales de estas fiestas. Y es que, además de brindar el mejor de los decorados a la Atalaya Experience, junto a sus muros se llevan a cabo los combates medievales, un deporte de contacto real en el que los luchadores van provistos de armas y armaduras de los siglos XII, XIII y XIV.

Luchador de la Liga Oficial de Combate Medieval. Fiestas del Medievo. Villena

Técnica, estrategia, coraje y sacrificio son los pilares de esta modalidad deportiva que se traduce en rápidos y espectaculares duelos y melés protagonizados por los miembros de la Liga Oficial de Combate Medieval. ¿Sabes cuánto puede llegar a pesar una armadura? De 25 a 30 kilos. Yo me lancé a probarme un casco de 8 kilos y te aseguro que tienen que tener una estupenda forma física para batallar en estas condiciones.

La Liga Oficial de Combate Medieval en acción. Fiestas del Medievo. Villena

Por cierto, si estás interesado en contraer nupcias durante las Fiestas del Medievo, puedes hacerlo. Será una boda civil en toda regla. El único requisito a cumplir es que tanto los contrayentes como los invitados luzcáis vuestras mejores galas medievales. ¿El culmen del romanticismo? Que un halcón sobrevuele la explanada del castillo con los anillos atados en sus patas y los deje en el altar.

Boda medieval. Fiestas del Medievo. Villena © Villena Cuéntame

Procesión de las Antorchas

En la noche del sábado y al ritmo de los tambores, cientos de personas recorren las oscuras calles de El Rabal desde la Plaza de Biar. Es la Procesión de las Antorchas, un ritual lleno de magia con el que se pretende librar a la ciudad de las brujas y malos espíritus. Visualmente es un espectáculo fascinante. Como si de una lengua de fuego se tratase, vecinos y visitantes emprenden la subida al castillo iluminado el camino con sus antorchas. Allí la fiesta continúa con fuegos artificiales, tamborradas y con un concierto de música balcánica a los pies de las murallas.

Procesión de las Antorchas. Fiestas del Medievo. Villena. © Villena Cuéntame

Procesión de las Antorchas. Fiestas del Medievo. Villena

Y hasta aquí mi repaso a las Fiestas del Medievo de Villena. Un evento único que año tras año se consolida como una gran cita festiva y cultural. Fachadas engalanadas con banderines y pendones, trajes medievales allá donde mires, espectáculos, visitas teatralizadas, un pueblo entregado esperando tu visita… Yo ya las he vivido y disfrutado. Ahora es tu turno.

Mientras llega ese momento, te emplazo a un próximo artículo donde te daré más motivos para viajar a este enclave situado en el noroeste de la provincia de Alicante.

Más información: Mercado Medieval de Villena y Villena Cuéntame

Cómo ir del aeropuerto de Dublín al centro de la ciudad y ventajas de la tarjeta Dublin Pass

Cómo ir del aeropuerto de Dublín al centro de la ciudad y ventajas de la tarjeta Dublin Pass

¿Cómo ir del aeropuerto de Dublín al centro? Aquí tienes todas las posibilidades para salvar los 10 kilómetros que separan las pistas de aterrizaje de la ciudad de James Joyce, U2 la Guinness Storehouse, el Liffey y los pubs. Bienvenido a Dublín, la siempre fascinante capital de la República de Irlanda. Let’s go!

Sobrevolando Irlanda

Cómo ir del aeropuerto de Dublín al centro de la ciudad

Lo primero que tienes que saber es que el aeropuerto de Dublín (DUB), a pesar de ser uno de los más transitados de Europa -recibe más de 30 millones de pasajeros al año- es bastante pequeño por lo que no perderás mucho tiempo recorriendo interminables pasillos hasta llegar a tu puerta de embarque.

Si vuelas con Ryanair, aterrizarás en el Terminal 1. Igual que si has escogido otras aerolíneas como Lufthansa, SAS, British Airways, Iberia, Vueling, Norwegian, Turkish Airlines o Germanwings. Desde finales de 2010, el aeropuerto cuenta con una nueva terminal, la T2, que opera los vuelos de Aer Lingus, Emirates, Etihad Airways, Delta, United, US Airways y American Airlines.

Para trasladarte al centro tienes varias opciones. De la más económica a la más cara: subirte en un autobús público, usar los autobuses lanzadera o tirar de taxi.

Dublin Bus

Si quieres ahorrarte unos euros y viajar como los locales, no lo dudes, usa el Dublin Bus. Llegar a la zona de autobuses es muy sencillo, solo tienes que seguir las indicaciones de Car Parks y una vez allí localizar la parada del número 16 o del 41. Más paradas, más lentos pero la forma más barata de llegar a tu primera Guinness.

Dársenas de autobuses del aeropuerto de Dublín

Dublin Bus. Como ir del aeropuerto de Dublin al centro

Si el tráfico no juega en contra, el trayecto hasta el centro -O’Connell St. o Lower Abbey St.- es de unos 45 minutos. El precio del billete en octubre de 2014 era de 3.05€. Es importante que lleves el importe exacto porque en los autobuses no dan cambio. ¿Un consejo? Aprovecha el servicio de WiFi gratuito del aeropuerto y descárgate la aplicación oficial Dublin Bus para controlar rutas y horarios.

Airlink 747

Este autobús lanzadera de color verde que pertenece a la red municipal de transportes circula de lunes a sábado desde las 5 a las 23:30h y los domingos desde las 7 de la mañana hasta las 23:20h con una frecuencia aproximada de 15 minutos. El precio del billete sencillo es de 6€ y la ida y vuelta sale por 10€.

Aunque el trayecto estimado es de 25 minutos desde la parada de O’Connell St, si vas a utilizarlo entre las 15 y las 19h. puedes tardar hasta unos 55 minutos en llegar al aeropuerto. Tenlo en cuenta para coger tu vuelo a tiempo. Puedes comprar los billetes en el mostrador de información de autobuses y trenes (hall de llegadas), en las máquinas expendedoras que hay en la misma parada de autobuses o directamente al conductor.

Air Coach y Airlink. Como ir del aeropuerto de Dublin al centro

Cómo ir del aeropuerto de Dublín al centro Air Coach

Cómodos y con WiFi a bordo, los autobuses azules de la compañía Aircoach realizan solo tres paradas: Drumcondra (estación de tren), O’Connell Street, y Trinity College/Grafton St. El billete sencillo cuesta 7€ (ida y vuelta, 12€). Si lo compras online, te ahorrarás 1 euro por trayecto. ¿Lo mejor? Funciona las 24 horas del día con intervalos de 15 o 30 minutos.

  • Las paradas de estos dos autobuses se encuentran justo a la salida del edificio de la Terminal 1. Si llegas por la T2, solo tienes que seguir las indicaciones.

Taxi

Una carrera al aeropuerto puede costar entre 25 y 35€, dependiendo de la hora y del tráfico. Si es hora punta o está lloviendo, mejor plantéate otro tipo de transporte si no quieres desesperarte viendo como corre el taxímetro. Las paradas de taxi están muy bien señalizadas en ambas terminales. Como es habitual el tráfico y la meteorología pueden afectar al tiempo del trayecto, que debería ser de media hora a una hora en el peor de los casos. Si está lloviendo y es hora punta, plantéate otro tipo de transporte, el taxímetro es imparable.

Transfer privado

Si no quieres complicarte con los traslados, aquí puedes reservar un transfer privado, puerta a puerta y al mejor precio. Un chófer te esperará en el aeropuerto, en el hotel o dónde estés para llevarte a tu destino de forma rápida y segura. Si viajas acompañado, lo más probable es que resulte la opción más cómoda y barata

  • NO VIAJES A DUBLÍN SIN SEGURO DE VIAJE

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Tarjeta turística Dublin Pass

Si no quieres perderte lo mejor de Dublín, tal vez te interese adquirir el Dublin Pass, una tarjeta turística con la que podrás entrar en sus 33 principales puntos de interés. Con ella no solo ahorrarás dinero, también tiempo ya que evitarás las colas en lugares como la Guinness Storehouse, la cárcel Kilmainham o Dublinia entre otros.

Moly Mallone y Dublin Tourism Centre

Yo la he utilizado y la verdad es que vale la pena. ¿Un ejemplo? Si quieres visitar la Guinness Storehouse, la Old Jameson Distillery y la St Patrick’s Cathedral, con el pase de un día lo tendrías cubierto pudiendo acceder además a otras atracciones como el Zoo de Dublín, el James Joyce Centre, The Little Museum of Dublin o el Ayuntamiento.

Las mejores excursiones en Dublín y alrededores en español

Durante tu escapada a Irlanda, aprovecha para realizar alguna de estas actividades en Dublín y alrededores con guías que hablan español y que están muy bien valoradas por los usuarios que las han contratado.

Excursiones en Dublín

Tour gratis por Dublín → La mejor forma para empezar a descubrir la ciudad. Apúntate y asegura tu plaza.
Tour nocturno por Temple Bar y sus pubs → para descubrir los mejores pubs de Dublín.
Entradas para la Guinness Storehouse → Sin colas, con guía que habla español y con pinta incluida en el Gravity Bar.
Autobús turístico de Dublín → Tres rutas diferentes y múltiples paradas en las que podrás subir y bajar cuantas veces quieras.
Tour privado por Dublín con guía en español → La mejor opción para descubrir Dublín a tu ritmo pudiendo escoger qué quieres ver. Más cómodo imposible.
Tour gratis de misterios y leyendas por Dublín → Secretos, misterios y leyendas para descubrir un Dublín insólito.
Tour gratis por el Norte de Dublín → Descubre los principales monumentos del norte de la ciudad y conoce el pasado más oscuro de la capital.
Paseo en barco por Dublín  → Recorre el río Liffey mientras conoces a historia de la ciudad.

Excursiones por Irlanda

Tour por los escenarios de Juego de Tronos  → Con esta excursión desde Dublín descubrirás los escenarios reales de Irlanda del Norte donde se rodó la serie Juego de Tronos: el Bosque Encantado, Invernalia y la morada de los Stark, la abadía de Inch…
Excursión a los impresionantes Acantilados de Moher y Galway  → No podrás decir que has estado en Irlanda si no visitas uno de los paisajes más impresionantes del país. Si solo tienes tiempo de hacer una excursión, te aconsejo que optes por esta que además incluye la visita a Galway, una de mis ciudades favoritas.
Belfast y Museo del Titanic + Calzada del Gigante → Viaja a la capital de Irlanda del Norte para conocer los astilleros, el Titanic Belfast -un museo que repasa la historia del transatlántico más famoso del mundo-, los imprescindibles murales políticos y la espectacular Calzada del Gigante. Reserva esta excursión imprescindible y que no te lo cuenten.

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Visitar el Jardín Majorelle y la Menara: Marrakech en verde

Visitar el Jardín Majorelle y la Menara: Marrakech en verde

Más allá de los zocos, de los palacios y de ese excesivo y atractivo imán que es la plaza de Yamaa el-Fna, hay un Marrakech teñido de verde. El de sus jardines, conquistados con esfuerzo a una naturaleza implacable y hostil, que sirven de válvula de escape a los locales y de refugio a los turistas que buscan un instante de tranquilidad en esta caótica y siempre sorprendente ciudad. Mi mirada se centra en dos de ellos: el Jardín Majorelle y los jardines de la Menara. Nada tienen que ver el uno con el otro pero ambos contribuyen a perfilar la imagen de esta urbe que antes de partir ya reclama tu regreso. Todos los detalles para visitar el Jardín Majorelle y la Menara, a continuación.

Jardín Majorelle

Visitar el Jardín Majorelle fue uno de mis momentos estrella en suelo marroquí. Tenía muchas ganas de ver el lugar que eligió Yves Saint Laurent para que reposaran sus cenizas. Intuía que debía ser un rincón mágico, sugerente y elegante. Como los diseños del genio que revolucionó el mundo de la moda en unos años marcados por la liberación sexual, los Beatles y Warhol. Y así es: alta costura en forma de jardín botánico. No se me ocurre mejor comparación.

Visitar el Jardin Majorelle. Marrakech
Paseando por el Jardín Majorelle

Mi historia con Yves Saint Laurent se pierde en los días de mi infancia. Imagina a una niña con gafas imposibles y pelo rizado colándose en la habitación de sus padres. Soy yo. Apenas levanto un metro del suelo y me las ingenio como puedo para llegar al estante donde mi madre atesora con celo sus perfumes. Solo me llama la atención un frasco bañado de azul y negro cuyo nombre soy incapaz de pronunciar: Rive Gauche. Sucumbo a usarlo y salgo de puntillas. Bendita inocencia. De poco sirve mi sigilo. Las notas de magnolia, jazmín, madreselva y sándalo me delatan, y otra vez me gano el «Ali, eso no se toca». Años más tarde empecé a interesarme por la figura que se escondía tras Y&L, aquel que tantas reprimendas me costó en su día, y así descubrí al que ha sido y sigue siendo mi modisto favorito.

Estanque del Jardin Majorelle. Marrakech
Agua y naturaleza se dan cita en el jardín Majorelle de Marrakech

Si hoy podemos disfrutar de este encantador edén es porque Yves Saint Laurent y su compañero, Pierre Bergé, le salvaron la vida cambiando su destino. Afortunadamente, el proyecto de construir un complejo hotelero nunca vio la luz y la pareja pudo continuar el extraordinario trabajo iniciado por su creador, el artista francés Jacques Majorelle, en 1924. Él le dio su nombre forjando entre cactus, bambús y nenúfares su obra más bella, un cuadro hecho naturaleza. Incluso le regaló su propio color, el azul Majorelle. Un azul profundo, intenso, del que cuesta apartar la mirada cuando contemplas las paredes del que fue su taller, la Villa Bou Saf Saf.

Cactus en el Jardin Majorelle. Marrakech
Cactus y más cactus ensalzan su belleza
Azul Majorelle. Jardin Majorelle. Marrakech
El icónico azul Majorelle

Tras su muerte, su jardín cayó en el abandono hasta que el tándem Saint Laurent-Bergé lo adquirió permitiendo que rebrotase, mejorándolo y mimando. Los nuevos propietarios renombraron su estudio de pintura como Villa Oasis, una encantadora casa inspirada en art déco que actualmente alberga un museo dedicado a la cultura bereber con trajes y joyas llegados de las montañas del Rif y del desierto del Sáhara que ellos mismos fueron coleccionando a lo largo de los años.

Jardin Majorelle. Marrakech
Museo bereber
Detalle del Jardin Majorelle. Marrakech
Rincones que enamoran

También aumentaron la variedad de plantas que podemos ver hoy en día. 300 especies que nos permiten recorrer los cinco continentes en un puñado de hectáreas y en los acentos que se cruzan a nuestro paso. Alemanes, japoneses, británicos, españoles… Todos los que recalan en Marrakech quieren contemplar el sueño de estos tres hombres hecho realidad. Todos hacen cola, con un respeto inusitado, frente al memorial de Saint Laurent, y comparten sin pudor sus caras de admiración recorriendo las veredas de este inspirador espacio alzado extramuros, en la Ville Nouvelle de la ciudad.

Luces y sombras en el Jardin Majorelle. Marrakech
Luces y sombras en el Jardín Majorelle
Visitar el Jardin Majorelle. Marrakech
Mi momento junto a Yves Saint Laurent en su memorial
Turistas en el Jardin Majorelle. Marrakech
Turistas en el Jardín Majorelle

Lo dijo el propio modisto: «un oasis donde los colores utilizados por Matisse se mezclan con los de la naturaleza». Los rayos de sol colándose entre los cocoteros y proyectando sombras que evocan exóticos destinos, el canto de los pájaros y el agua hacen el resto.

El pintor apasionado por la botánica falleció en París en 1962. El modisto que halló en este jardín su mejor fuente de inspiración, en 2008. No se fueron para siempre. Si abres bien los ojos, levantas la mirada al cielo y dejas que el entorno te abrace, comprobarás que sus almas siguen vivas en Majorelle.

Y ahora que ya sabes cómo visitar el Jardín Majorelle, nos vamos a otro pulmón verde de Marrakech.

Los colores del Jardin Majorelle. Marrakech
Los colores del Jardín Majorelle

Jardines de la Menara

Cambio de tercio y de escenario. Los Jardines de la Menara nos esperan en el extremo sur de la ciudad. Hay quien opina que no vale la pena desplazarse hasta allí para ver un mar de olivos reconvertido en un parque urbano. Discrepo. Es cierto que podrían estar mejor cuidados pero eso no resta interés a su visita.

La Menara con el minarete de la Kutubia al fondo. Marrakech
La Menara con el minarete de la Kutubia al fondo
Jardines de la Menara. Marrakech
Vista de los Jardines de la Menara

Este lugar, al que acuden en masa las familias marrakechíes para disfrutar de unas horas de asueto, sobre todo los fines de semana, se levantó durante el siglo XII por los almohades. Su nombre responde a la inconfundible cubierta de tejas verdes (menzeh) de su estampa más famosa: un pequeño pabellón a cuyos pies discurre un estanque artificial. El telón de fondo ya lo ves, las cimas nevadas del Alto Atlas que desde aquí parece que puedes llegar a tocar con los dedos. ¿Acaso esta vista no merece coger un taxi?

Pabellon de la Menara. Marrakech
Pabellón de la Menara
Estanque de los jardines de la Menara. Marrakech
Estanque de los jardines de la Menara

Dicen que su mejor momento llega al atardecer. Yo no tuve ocasión de comprobarlo pero sí pude imaginármelo. El frescor de las últimas horas del sol, la silueta del pabellón reflejada en las aguas procedentes del deshielo del Atlas, un cucurucho de patatas fritas y todo el tiempo del mundo por delante para contemplar la puesta de sol.

Jardines de la Menara. Marrakech
¿Un tentempié en la Menara? Patatas fritas

Información y sugerencias para visitar el Jardín Majorelle y la Menara

El Jardín Majorelle está abierto todo el año. El precio de la entrada combinada (jardín + museo) es de 75 MAD (7€ aprox.). Si tienes tiempo y te apetece, déjate caer por el Café Bousafsaf. Su ubicación se paga, pero merece la pena. Tampoco olvides entrar en la Galerie Love donde encontrarás los carteles que cada año Yves Saint Laurent diseñaba y enviaba a los amigos y clientes de su firma.

Galeria Love de Yves Saint Laurent. Majorelle
Galería Love de Yves Saint Laurent
Jardin Majorelle. Marrakech
Mi año por Yves Saint Laurent

Para llegar a ambos jardines lo más rápido y cómodo es coger un ‘petit taxi’. Son de color beige y llevan taxímetro aunque a veces los conductores «olvidan» ponerlo en marcha. Otra opción es desplazarte en calesa desde la Place Foucald, al lado de Yamaa el-Fna. Te marearán hasta decir basta y tendrás que regatear lo indecible pero… ¿qué esperas? Estás en Marrakech.

Excursiones y actividades en y desde Marrakech

Si no quieres complicarte, aquí tienes las mejores excursiones y actividades que puedes hacer acompañado de un guía que habla español. Toma nota:

Tour privado en español por Marrakech: descubre todos los secretos de la Medina de Marrakech.

Paseo en globo por el norte de Marrakech: Olvida el ajetreo de sus calles y sobrevuela una de las ciudades más importantes de Marruecos en globo aerostático. Es impresionante.

Circuito de 5 días desde Marrakech a Fez: las montañas del Atlas, el Valle del Dades, las dunas de Merzouga… Descubre los tesoros del interior de Marruecos con este circuito que finaliza en la preciosa ciudad de Fez.

Excursión de 3 días al desierto de Merzouga: disfruta de los contrastes de Marruecos adentrándote en Erg Chebbi, la parte más espectacular del desierto del Sáhara

Excursión de 2 días al desierto de Zagora: dormir en una haima, ver el atardecer en el desierto y visitar antiguas kasbahs son algunos de los atractivos de esta escapada al desierto de Zagora.

Cascadas de Ouzoud: una jornada inolvidable en la que podrás conocer las cataratas más altas del norte de África.

Tour en quad por el palmeral de Marrakech: pistas sin asfaltar, aldeas tradicionales, paisajes pintorescos y emoción asegurada.

Seguro de viajes para viajar a Marrakech

Tu seguridad es lo primero, así que, si vas a viajar a Marruecos o a cualquier otro destino extranjero, haz como yo y contrata un seguro de viajes con Chapka. Para estancias inferiores a 90 días, te recomiendo el Cap Trip Plus por su amplias coberturas. ¿Más ventajas? Si lo contratas a través de mi web, obtendrás un 7% de descuento usando el código OBJETIVOVIAJAR. No lo dudes, contrata aquí tu seguro de viajes y disfruta de una aventura asegurada.

Qué ver en Galway, Irlanda en estado puro

Qué ver en Galway, Irlanda en estado puro

Dicen que cuando los irlandeses quieren pasar un buen rato se acercan a Galway. No me extraña. Esta ciudad, situada en la costa oeste del Atlántico, condensa lo mejor de Irlanda: tradición y vanguardia, historia, música, un ambiente increíble… ¿El resultado? Un lugar que invita a disfrutar de la vida, que sabe cómo conquistarte y en el que desearías pasar al menos un par de días. Si te preguntas qué ver en Galway, aquí tienes la respuesta. ¿Listo para conocer uno de los destinos imprescindibles de esta maravillosa y siempre sorprendente isla?

El Burren. Irlanda
Paisaje de El Burren

Antes de llegar, tras visitar los acantilados de Moher y con los sentidos colapsados por tanta belleza, Irlanda me regaló otra de sus imponentes estampas, El Burren. Algunos apuntan a que este paisaje de piedra caliza, erosionado por el viento, la lluvia y las glaciaciones, inspiró a J. R. R. Tolkien para escribir El señor de los anillos, algo totalmente factible teniendo en cuenta que solía frecuentar este Parque Nacional en la época en la que ideó su famosa novela.

Sea como sea, lo que es indudable es que esta meseta kárstica es un capricho para los sentidos, un escenario que me cautivó con su desolada y áspera fisonomía que se diría pertenece a otro mundo. ¿Un deseo? Regresar en primavera. Tiene que ser fascinante ver cómo cientos de flores árticas, alpinas y mediterráneas surgen entre las grietas de las rocas  dando nueva vida a este valioso ecosistema que se desarrolla alrededor de importantes restos arqueológicos como, por ejemplo, el dolmen de Poulnabrone.

Explorando El Burren. Irlanda
Explorando El Burren

NO VIAJES A IRLANDA SIN SEGURO DE VIAJE

Antes de continuar, permíteme una sugerencia. Tu tranquilidad es lo primero, así que, aunque viajes dentro de Europa, no olvides contratar un buen seguro de viajes que te ayudará a resolver cualquier incidente que puedas tener durante tus vacaciones. No lo dudes, haz como yo y contrata un seguro de viajes con Chapka. Para estancias inferiores a 90 días, te recomiendo el Cap Trip Plus por sus amplias coberturas. Además, si lo contratas a través de mi web, obtendrás un 7% de descuento usando el código OBJETIVOVIAJAR. No lo dudes, contrata aquí tu seguro de viajes y disfruta de una aventura asegurada.

Qué ver en Galway

Galway, conocida como la ciudad de las tribus ya que fue gobernada por 14 familias tribales a lo largo de su historia -verás sus banderas ondeando al viento en Eyre Square-, me recibió con un cielo encapotado y gris que parecía iba a desplomarse en cualquier momento sobre mi cabeza.

Rio Corrib, Galway
Río Corrib

Esa es la sensación que tuve nada más bajar del autocar y plantarme frente a la Catedral de Galway, el último templo construido en piedra en Irlanda cuya enorme cúpula forma parte del skyline de la ciudad desde 1965. No dejes que su austera apariencia te llame a engaño, por dentro tiene su encanto con sus rosetones, pinturas murales y demás obras de arte de factura católica. Además, la entrada es gratuita.

Catedral de Galway desde el Salmon Weir Bridge. Que ver en Galeay
Catedral de Galway desde el Salmon Weir Bridge

Tras cruzar el Salmon Weir Bridge, uno de los puentes que salvan el río Corrib, empezamos a callejear acompañados de nuestra guía que desde el primer instante confesó ser una incondicional de esta pequeña ciudad medieval. «Es bohemia, es auténtica y, sobre todo, divertida. Aquí nadie se aburre», fueron sus palabras. Cierto, su calendario de eventos lo confirma: festivales de arte, teatro, conciertos, las carreras de caballos que tienen lugar en verano…

Callejeando por Galway
Callejeando por Galway
Joven musico callejero en Galway
Joven músico callejero en Galway

El barrio latino (Latin Quarter)

El centro histórico de Galway se articula alrededor del Barrio Latino. No te preocupes si vas sin mapa, tus pasos te guiarán a su arterial principal, una bulliciosa y siempre animada vía que va cambiando de nombre en su descenso hacia la bahía, donde no faltan cafés, restaurantes y tiendas tradicionales como Thomas Dillon’s, una joyería famosa por sus magníficas reproducciones de los anillos de Claddagh. Fíjate bien en la fotografía y sabrás de qué te hablo.

Mural en el Barrio Latino. Galway
Mural en el Barrio Latino
Joyeria Thomas Dillon's. Galway
Joyería Thomas Dillon’s
Thomas Dillon's. Galway
Thomas Dillon’s

Los mejores pubs de Galway

Y, cómo no, pubs y más pubs en los que obviamente reside buena parte de la magia y del buen rollo que desprende Galway. Aunque sus coloridas fachadas te invitarán a entrar en cualquiera de ellos, por si no vas muy sobrado de tiempo, te dejo tres sugerencias. La primera, Tigh Coili, uno de los más populares. Aquí se va a tomar una buena pinta, sí, pero fundamentalmente a escuchar música tradicional en directo. De hecho, no tienen televisión ni mesas de billar que distraigan al personal. Lo encontrarás en Mainguard St, en un desvío de High Street.

Pub Tig Cóili. Galway
Pub Tig Cóili

De vuelta a la calle principal, en el nº 15 de High Street está The Kings Head. Su público es principalmente joven, algo normal teniendo en cuenta que un cuarto de la población de Galway son estudiantes. Por lo demás, bonita decoración, legados de su longeva vida y conciertos a diario.

Musica en directo en Galway
Música en directo en Galway

Un poco más adelante, a la altura de Upper Cross St, seguro que te llama la atención la fachada azul de Séhán Ua Neáchtain. Mi favorito. ¿Por qué? Tal vez porque en la mesa de al lado tenía a unos chicos hablando en gaélico y me enganché discretamente a su conversación como si fuese capaz de entender algo, o porque el pelirrojo camarero que me atendió me regaló unos minutos de charla con una sonrisa que no le cabía en la cara, por su decoración, por su contagiosa energía… Lo cierto es que fue un alto en el camino de lo más agradable que hubiera deseado prolongar durante horas.

Pubs de Galway
Pub Séhan Ua Neáchtain
Pub de Galway
El ambiente de los pubs en Galway es increíble

Si quieres descubrir a qué sabe Galway, mi recomendación es que vayas a Mc Donagh’s. Es toda una institución en la ciudad y sus fantásticos y premiados fish and chips son de los mejores que he probado. El salmón y los mejillones, otras dos opciones a tener en cuenta (22 Quay Street).

Blake’s Castle. Galway
Blake’s Castle

Desde aquí, dejando atrás el Blake’s Castle, un buen ejemplo junto al Lynch’s Castle del legado que dejaron estas familias a finales de la Edad Media, lo que se impone es poner rumbo al Spanish Arch. No solo para visitar esta extensión de lo que fue la antigua muralla que protegía la ciudad y cuyo nombre muchos asocian al próspero comercio que mantuvieron ambos países en el siglo XIX, sobre todo, para disfrutar del ambiente que se respira a orillas del río. Es una de las zonas preferidas de los universitarios que se reúnen aquí para divertirse, tomar algo, ver la puesta de sol o, si el cielo lo permite, divisar la silueta de las islas Aran.

Puerto de Galway
Puerto de Galway

¿Otra opción? Recorrer las salas del cercano Galway City Museum, un moderno edificio que recoge en sus exposiciones la herencia arqueológica, histórica y patrimonial de la ciudad. La entrada es gratuita y desde la azotea las vistas de la bahía son espectaculares.

Spanish Arch. Que ver en Galway
Spanish Arch
Galway City Museum
Galway City Museum
Vista de la bahia de Galway
Vista de la bahía de Galway

De vuelta, cuando te canses de pasear por las estrechas y sinuosas calles del centro sin rumbo fijo, puedes aprovechar para visitar la Iglesia Colegiata de San Nicolás. Esta iglesia parroquial, levantada para honrar al patrón de los marineros, es la más grande de Irlanda y, según cuentan, Cristóbal Colón rezó en ella en 1477. También puedes hacer como yo y regalarte un dulce instante en forma de cupcake en Griffin’s Bakery, una panadería familiar abierta desde 1876 (21 Shop Street). Por cierto, no te sorprendas cuando unos metros más adelante te topes con dos distinguidos escritores que conversan plácidamente al principio de William Street. Son el irlandés Oscar Wilde y el estonio Eduard Vilde.

Iglesia Colegiata de San Nicolas. Galway
Iglesia Colegiata de San Nicolás
Estatua de Oscar Wilde y Eduard Vilde. Galway
Estatua de Oscar Wilde y Eduard Vilde

Espíritu bohemio, una atractiva escena artística, ambiente multicultural, pubs en los que desearías detener el tiempo, el mar … y por debajo de su piel, un corazón tradicional que sigue latiendo con fuerza aferrado a sus raíces gaélicas. Ahora que ya sabes qué ver en Galway, ¿imaginas una combinación mejor?

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Belfast, siete experiencias en la capital de Irlanda del Norte

Belfast, siete experiencias en la capital de Irlanda del Norte

Belfast es una pequeña ciudad con mucha historia a sus espaldas que ha sabido reinventarse a través de la cultura y el arte sin perder un ápice de su personalidad. Sus contrastes la hacen única y poco a poco va posicionándose entre los principales destinos del Reino Unido. Si quieres conocer lo mejor que puede ofrecerte la capital de Irlanda del Norte, atento a estas siete pistas que dan respuesta a la pregunta ¿qué ver en Belfast?.

Siéntete como un local más en el St. George’s Market

Un buen punto de partida para empezar a tomarle el pulso a la ciudad es el mercado de St. George (12-20 E Bridge Street). De hecho, fue mi primera toma de contacto con Belfast  porque está al lado de la estación de tren Belfast Central.

St. George's Market. Belfast

Este precioso edificio victoriano, construido entre 1890 y 1896, es uno de los escenarios claves que no puede faltar en cualquier ruta que se precie por la capital. Salvo en fechas destacadas, solo abre los viernes, sábados y domingos por las mañanas.

El mercado del viernes, cuyo origen se remonta a 1604, acoge el Variety Market con más de 200 puestos que venden una amplia gama de productos como antigüedades, libros descatalogados, ropa, fruta y, sobre todo, pescado. De hecho, sus más de 23 puestos lo convierten en el mercado minorista de pescado más importante de Irlanda.

Puesto de frutas y verduras. St. George's Market. Belfast

El sábado es el turno del City Food, Craft and Garden Market, una ecléctica combinación de gastronomía nacional e internacional, flores, muestras de artesanía y trabajos en cerámica, vidrio y metal. Cuando enfilé uno de sus pasillos, estaba en plena ebullición. En un instante me vi rodeada por cientos de puestos que atraían mi mirada y mi olfato: panes recién horneados, quesos, todo tipo de dulces, productos biológicos, platos típicos como el irish stew… Y todo ello, rodeando un espacio central, adornado con banderolas, donde propios y extraños charlaban animadamente tomando un café o leyendo la prensa, mientras un joven ponía la banda sonora a este espectáculo de olores y sabores con su guitarra.

Interior del St. George's Market. Belfast

Dulces artesanales. St. George's Market. Belfast

Irish stew. St. George's Market. Belfast

Pasteles y panes recién hechos. St. George's Market. Belfast

¿Y el domingo? El último día de mercado es una fusión de los dos anteriores que bajo el nombre de Sunday Food, Craft and Antique Market pone especial énfasis en potenciar la presencia de los artesanos locales: ropa, joyería, pinturas, velas perfumadas, productos reciclados, de belleza… Vayas el día que vayas, no te resistas. Es absolutamente imposible salir de aquí con las manos o el estómago vacíos.

  • Hay un autobús gratuito que conecta el centro de la ciudad (Donegall Place) y el mercado cada 20 minutos (Lower May Street).

Piérdete por las calles del centro de Belfast

Lo de perderte es una forma de hablar porque enseguida te darás cuenta de que Belfast es una ciudad bastante compacta en la que todo está muy cerca. Para adentrarte en su paisaje urbano, acércate a Donegall Square. Seguramente te sorprenda las dimensiones del Ayuntamiento, uno de los iconos más representativos de la capital. La construcción de este imponente edificio de estilo eduardiano concluyó en 1906, poco tiempo después de que la reina Victoria concediera a Belfast el estatus de ciudad. Si quieres, puedes realizar una visita guiada gratuita.

Ayuntamiento de Belfast

Las principales calles de Belfast, como Royal Ave y Victoria Street, parten de Donegall Square dando forma a una animada zona semi peatonal que combina edificios históricos, centros comerciales como Queen’s Arcade y CastleCourt, cafés y restaurantes. Haz una parada en el nº 17 de Donegall Square North para visitar la Linen Hall Library. Fundada en 1788, es la librería más antigua de la ciudad y ofrece un variado programa de eventos que incluye exposiciones, lecturas y conferencias.

Royal Avenue. Belfast

Queen's Arcade. Belfast

Linen Hall Library. Belfast

Sin darte cuenta, tus pasos te conducirán hasta el Cathedral Quarter. Este barrio, el más antiguo de Belfast, se articula alrededor de la Catedral de Santa Ana, un templo que luce una enorme aguja de acero de 40 metros de altura conocida como Spire of Hope (aguja de la esperanza). No dudes en visitar su interior porque alberga unos magníficos mosaicos.

Catedral de Santa Ana. Belfast

Lower Garfield Street. Belfast

Muy cerca de aquí se halla el Centro Cultural Metropolitano (MAC) y el Albert Memorial Clock, otro de los símbolos de la ciudad. Tu vista no falla, esta torre erigida en honor al príncipe consorte de la reina Victoria está ligeramente inclinada.

Albert Clock Tower. Belfast

Tras recorrer las empedradas calles del barrio más de moda, repleto de pubs que comparten espacio con numerosas galerías de arte, te sugiero que te desplaces hacia el sur. Bajando por Great Victoria Street, rumbo al denominado Queen’s Quarter, podrás ver el llamativo edificio del Grand Opera House, el principal teatro de Irlanda del Norte. ¿Tres imprescindibles en esta zona? La Queen’s University, que da nombre a este distrito, el Jardín Botánico y el Museo del Ulster que exhibe colecciones de lo más diversas: arqueología, historia, fauna, arte europeo y americano…

Grand Opera House. Belfast

Pasea por el oeste de Belfast para ver los murales

Los muros de Belfast, también llamados líneas de la paz, cubren su piel de hormigón, vallas y alambre de espino con trazos de colores que nos hablan del pasado más oscuro de la ciudad. Son sus famosos murales, la herencia política y religiosa de The Troubles, como se conoce al conflicto que sembró el terror y la violencia en Irlanda del Norte durante tres décadas.

Mural en Falls Road. Belfast

Tramo del Muro de la Paz. Belfast

Hoy en día Belfast ha hecho suyo este legado y muchos viajeros se acercan a la periferia de la ciudad para contemplar estas piezas de arte público que van transformándose con el paso de los años hacia temas menos beligerantes. Callejear por Falls Road, el epicentro del barrio católico, visitar el Muro de la Paz y deambular sin prisa por Shankill Road, la arteria principal del barrio protestante, es una experiencia realmente interesante y por ello le dediqué un artículo hace poco explicando las sensaciones que experimenté en este recorrido que mezcla pasado y presente a partes iguales. Allí tienes toda la información que necesitas si deseas hacer esta ruta que con toda seguridad no te dejará indiferente.

Revive la historia del trasatlántico más famoso del mundo en el Titanic Quarter

Otra visita imprescindible en Belfast es el barrio del Titanic, situado al este del río Lagan, que ha experimentado un gran cambio en los últimos años. Los antiguos astilleros, aquellos que a principios del siglo XX hicieron que Belfast superara en tamaño a Dublín gracias a su importante industria naval, han dado paso a un área destinada al ocio y las nuevas tecnologías.

Titanic Quarter. Belfast

Odissey Arena y puerto de Belfast

Aunque aquí se encuentra el complejo Odyssey Arena, que igual alberga los partidos de hockey sobre hielo de los Belfast Giants que importantes conciertos, la gran atracción turística de este distrito es el Titanic Belfast.

Titanic Belfast. Belfast

Este impresionante edificio, cuya fachada simula las olas, el hielo y las proas del barco, no solo tiene la misma altura que el Titanic sino que se construyó junto al muelle donde empezó a gestarse el trasatlántico más grande y lujoso de la historia. Considerado el icono de la nueva Belfast, en su interior alberga el mayor centro interactivo sobre este buque del mundo. Nueve galerías divididas en 6 plantas que recogen el devenir del Titanic de principio a fin. Incluso hay una reproducción a escala natural de la famosa Gran Escalinata. Más que un museo es toda una experiencia.

Detalle del Titanic Belfast. Belfast

Antiguos astilleros de Belfast

Además de visitar el Titanic Belfast y lo que queda de los astilleros de Harland y Wolff donde se construyó, vale la pena detenerse a contemplar el SS Nomandic que está situado en el muelle Hamilton Graving. Está considerado el hermano pequeño del Titanic y es el único barco que queda de la compañía White Star Line.

El SS Nomadic. Muelle Hamilton Graving. Belfast

  • Si no te apetece caminar hasta el Titanic Quarter, puedes coger el autobús nº 26 en Donegall Square North. Precio del billete: £1.40

Un paseo nocturno a orillas del Lagan

Belfast está situada en la desembocadura del Lagan, el río más importante de Irlanda del Norte.  Si quieres desconectar del bullicio del centro, lo mejor es acercarse hasta su orilla y dar un buen paseo cuando cae la noche. Los muelles y los puentes que lo atraviesan crean un atractivo escenario en el que no es difícil imaginar cómo sería esta zona en pleno auge de la industria naval.

En el Donegall Quay se encuentra una de las esculturas más famosas de Belfast. Se trata del Big Fish, un enorme salmón, obra de John Kindness, que se instaló en 1999 para conmemorar la regeneración del río. Lo más llamativo es su piel, un mosaico de azulejos de cerámica que a modo de escamas repasa con textos e imágenes la historia de la ciudad.

Big Fish. Donegall Quay. Belfast

Queen's Bridge. Belfast

Un poco más adelante, en Thanksgiving Square, a la altura del Queen’s Bridge, nos sorprende una figura femenina, hecha de tubos de acero y bronce, de casi 20 metros de altura. Recibe el nombre de Beacon of Hope y en palabras de su creador, Andy Scott, «es un símbolo de paz y reconciliación, un faro de luz hacia la modernidad y el progreso».

Beacon of Hope. Belfast

Estas son solo dos muestras de cómo el arte ha jugado un papel fundamental en la transformación de las riberas del río Lagan.

Paseando a orillas del Lagan. Belfast

Puente sobre el río Lagan. Belfast

Los mejores pubs de Belfast

Siempre he pensado que si se quiere conocer el alma de una ciudad, hay que sumergirse en sus noches y más en el caso de Belfast que está considerada uno de los principales focos de la música europea. Blues, reggae, techno, rock, música tradicional… Sea cual sea tu preferencia, encontrarás un local en el que suene lo que estás buscando. ¿Algunas pistas? Spring and Airbrake, The Duke of York, The Ulster Hall, el Odyssey Arena o el Oh Yeah Music Centre, uno de los locales más de moda para escuchar música en directo.

En cuanto a los pubs, los encontrarás en cualquier calle. Después de visitar unos cuantos, mis recomendaciones son McHugh’s Bar & Restaurant y The Crown Liquor Saloon, dos clásicos en los que tienes que recalar sí o sí.

McHugh's Bar & Restaurant. Belfast

 El primero está ubicado en el edificio más antiguo de Belfast y abrió sus puertas en pleno barrio de la Catedral en 1711 (29-31 Queen’s Square). Nada más entrar, me encontré con un grupo de amigos tocando música tradicional. No era un concierto, simplemente se habían reunido allí para ensayar algunos de sus temas. Algo muy típico en la cultura de los pubs irlandeses.

Música tradicional en McHugh's. Belfast

Cuando me acerqué a la barra de McHugh’s, me atendió un camarero absolutamente encantador. Imagino que en seguida me caló como turista y no dudó en entablar conversación conmigo a pesar de estar rodeado de numerosos parroquianos que reclamaban su atención. Y es que aquí reside buena parte de la magia de Irlanda. Si tienes ganas de charlar con alguien, siempre encontrarás gente amable y divertida dispuesta a escucharte.

The Crown Liquor Saloon. Belfast

La segunda de mis propuestas es The Crown Liquor Saloon (46 Great Victoria St). No exagero al decir que es uno de los pubs más bonitos en los que he estado. Una delicia visual materializada en estilo victoriano que si no fuera por el personal que lo abarrota a todas horas se diría que es un museo. Es entrar en él y trasladarte a 1826. Vidrieras y cristales tallados, columnas, espejos, lámparas de gas, preciosos snugs (reservados) que aún conservan el antiguo sistema de campanillas que antaño servía para llamar a los camareros sin necesidad de levantarte… Hubiera deseado detener el tiempo entre pintas de Guinness para no perderme ni un solo detalle de esta joya que tan cuidadosamente ha sido restaurada.

  • Más opciones: White’s Tavern (2-4 Winecellar Entry), Kelly’s Cellars (30-32 Bank Street) y The Garrick Bar (29 Chichester St).

Explora los alrededores de Belfast

Si tienes tiempo, acércate al Castillo de Belfast para disfrutar de unas bonitas vistas de la ciudad. Está situado en la ladera de Cave Hill, una montaña que según dicen inspiró a Jonathan Swift para escribir Los viajes de Gulliver ya que su forma se asemeja a un gigante dormido. ¿Más opciones? Stormont (El Parlamento de Irlanda del Norte) o Giant’s Ring, un recinto prehistórico situado a unos 6 kilómetros de Belfast que data del Neolítico.

Belfast, además, está en un punto estratégico para conocer la costa de Irlanda del Norte y hay muchas compañías que ofertan excursiones a la principal atracción del Condado de Antrim: la Calzada del Gigante. Declarada Patrimonio de la Humanidad, esta joya geológica formada por más de 40.000 columnas de basalto es un escenario de extrema belleza y pura magia que enamora a quien lo contempla. Esta excursión suele incluir una parada en el puente de cuerda de Carrick-a-Rede, pura adrenalina, en el Dunluce Castle y la visita a la destilería Bushmills, la más antigua del mundo.

Calzada del Gigante. Irlanda del Norte

Información práctica sobre Belfast

Cómo llegar en tren a Belfast desde Dublín:

Desde la estación de Dublin Conolly parte el Enterprise, un tren que en poco mas de dos horas te dejará en Belfast Central. Vale la pena usar este medio de transporte porque el trayecto es una maravilla. Precio del billete ida/vuelta: 55€.

Belfast Visitor Pass:

Si vas a utilizar mucho el transporte público, tal vez te interese comprar el Belfast Visitor Pass que ofrece viajes ilimitados en todos los autobuses de Metro, NI Railways y Ulsterbus, además de los clásicos descuentos en las principales atracciones turísticas, restaurantes y tiendas. Hay pases de 1, 2 y 3 días y puedes comprarlos online, en el Visit Belfast Welcome Centre (9, Donegall Square North), en los mostradores de información del aeropuerto y en cualquier estación de Translink en Belfast. Otras opciones son utilizar los autobuses turísticos, como el Belfast City Sightseeing Tour, o realizar un tour guiado a bordo de los famosos black cabs (taxis negros).

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Los murales de Belfast

Los murales de Belfast

Cuando planifiqué mi viaje a la isla Esmeralda, uno de los lugares que más deseaba conocer era Belfast. Quería ver en primera persona cómo era esta pequeña capital cuya imagen me recordaba inevitablemente el conflicto que convirtió a Irlanda del Norte en un escenario de horror y violencia durante tres largas décadas. Por eso no dudé en pasarme largas horas recorriendo algunos de los casi 2000 murales de Belfast, evidencias latentes del doloroso pasado de una ciudad que vuelve a disfrutar de una convivencia pacífica y cuyos atractivos la sitúan hoy en día en el top 5 de los destinos imprescindibles del Reino Unido.

No es fácil hablar de enfrentamientos que causan la muerte de miles de personas. De hecho me asaltaron las dudas antes de escribir sobre ello, pero tampoco creo que la solución sea mirar hacia otro lado y obviar la historia que narran los muros de Belfast a golpe de pinceladas de color. Eso sí, no esperes encontrar en estas líneas las raíces de esta oscura etapa ni el detalle de los trágicos episodios que se vivieron en sus calles. Hay cientos de libros y decenas de películas que recogen The Troubles, como se conoce al conflicto norirlandés. Simplemente voy a contarte mi experiencia, las sensaciones que me asaltaron cuando visité el oeste de Belfast.

Mural situado en el oeste de Belfast

Los murales de Belfast

Empezaré respondiendo a la pregunta del millón. ¿Es seguro visitar esta zona? La respuesta es sí. Es más, en la oficina de turismo de Visit Belfast (9, Donegall Square North) la única recomendación que me hicieron es que evitase fotografiar a la gente. Nada más. Y así fue. En ningún momento me sentí intimidada o incómoda. Ni haciendo fotos ni preguntando mapa en mano y con el más absoluto de los respetos cada vez que me perdía.

Tal vez hayas leído que la mejor forma para visitar los muros de Belfast, también conocidos como líneas de la paz, sea a bordo de los llamados black cabs o taxis negros cuyos conductores hacen las funciones de guía mientras recorren los barrios católicos y protestantes parando en los murales más famosos. No dudo que sea la fórmula más rápida, informativa y cómoda de hacerlo, pero yo decidí ir caminando para desmarcarme de la ruta clásica y poder detenerme a mi antojo donde quisiera.

Mural anunciando el servicio de taxis negros. Falls Road. Belfast

Así, desde el centro enfilé Great Victoria St. hasta llegar a la confluencia con Divis St. Una vez sobrepasada la autopista, tras unos quince minutos de caminata, la primera sensación que tuve es que parecía que ya no estaba en Belfast. El bullicio, los edificios victorianos, las tiendas, los pubs… Todo eso quedaba a atrás mientras me adentraba en la periferia de la ciudad.

Los murales de Falls Road

A aquellas tempranas horas, el inicio de Falls Road, el epicentro del barrio católico, estaba prácticamente desierto. Enseguida me llamó la atención el tramo conocido como el Muro Internacional. Allí me esperaban una veintena de murales. El I have a dream de Martin Luther  King, pintadas que reclaman la expulsión de los diplomáticos israelíes de Irlanda, Nelson Mandela con el puño en alto, líderes locales, muestras de solidaridad hacia Palestina, invitaciones a unirse a Amnistía Internacional… Hasta un No pasarán en memoria de Dick y William, dos hombres que murieron en España durante la guerra civil y cuya placa preside un gran lienzo rojo, amarillo y morado.

Muro Internacional. Falls Road. Belfast

Mural de Nelson Mandela. Falls Road. Belfast

Detalle del Muro Internacional. Falls Road. Belfast

Mural dedicado a Amnistía Internacional. Falls Road. Belfast

Y rematando cada uno de los muros, metros y metros de alambre de espino que nadie retira aunque ya hayan pasado dieciséis años desde que el Acuerdo de Viernes Santo iniciara el proceso de paz. Fijándote en estos detalles, en las vallas, en los jardines enrejados, es imposible no sentir un puñetazo en el estómago. Son las cicatrices visibles y palpables de un tiempo no tan lejano en el que la disputa entre los que apoyaban la pertenencia al Reino Unido y los partidarios de la independencia o la inclusión en la República de Irlanda sesgó más de 3.500 vidas.

Muro Internacional. Falls Road. Ruta de los murales de Belfast

Esta sensación se acentúa en el Garden of Remembrance y en el resto de lugares dedicados a aquellos que murieron durante el conflicto que se cruzan a mi paso. Auténticos altares que se levantan en ambos barrios en los que no coincide el color de sus banderas pero sí la terminología que aparece en las placas: voluntarios, héroes, mártires, hombres valientes…

Garden of Remembrance. Belfast

Memorial en Bombay Street. Belfast

Sin darme cuenta me planto ante uno de los murales más fotografiados de Falls Road. Es el que rinde homenaje a la figura de Bobby Sands, un activista del IRA que falleció en 1984 tras una huelga de hambre. «Nuestra venganza será la risa de nuestros niños». Imposible quedarse impasible ante la sentencia que acompaña su retrato, situado en un lateral de la sede del Sinn Féin.

Homenaje a Bobby Sands en Falls Road. Murales de Belfast

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El Muro de la Paz

Según dicen, en Belfast hay casi un centenar de muros repartidos a lo largo de 30 kilómetros. Se levantaron cuando empezaron los disturbios para separar y proteger a las comunidades unionistas y republicanas y aún siguen en pie. Uno de ellos, situado en Cuper Way, es el llamado Muro de la Paz que divide la católica Falls Road de la protestante Shankill Road. Llegar hasta allí puede resultar complicado porque en esta barriada muchas calles no tienen salida y te obligan a recular. Eso sí, si te pierdes, siempre puedes encontrarte con sorpresas como el Clonard Monastery, una iglesia católica construida en 1897.

Clonard Monastery. Belfast

Mi consejo es que, aunque des un pequeño rodeo, sigas caminando por Falls Road hasta encontrar Springlield Road. Continúa por esta calle y gira en Lanarnk Way. La impresionante presencia de los muros de cemento y acero, coronados por altísimas vallas, las cámaras de vigilancia y las puertas de metal te indicarán que has llegado a Cuper Way.

Muro de la Paz en Cuper Way. Belfast

Viajeros de todo el mundo dejan sus mensajes en el Muro de la Paz. Belfast

Cuando yo llegué, a media mañana, ya circulaban decenas de taxis negros por la zona. Y es que muchos turistas se acercan a este tramo del muro para dejar sus mensajes de paz entre una maraña de grafitis. No más asesinatos. No más pistolas. Esperamos que la paz no tenga fin. Peace, love & rock ‘n’ roll…

Muro de la Paz. Murales de Belfast

Firmando en el Muro de la Paz. Belfast

Los murales de Shankill Road

Como si de un macabro guiño se tratara, Shankill Road, una de las calles principales del barrio protestante, discurre en paralelo a Falls Road. Mientras llego hasta allí, callejeando por los alrededores de Conway Street prácticamente en solitario, vienen a mi mente las imágenes que hace años copaban los informativos. Parece mentira que en una zona tan tranquila a los ojos de un extraño pasara lo que pasó.

Mural en los alrededores de Shankill Road. Belfast

Una vez en Shankill Road, recordé las palabras del propietario de un pub que conocí en Dublín: «Si vas a ver los murales, acércate al Shankill Rest Garden». Le hice caso y descubrí un pequeño cementerio salpicado de antiquísimas tumbas situado junto a un monumento dedicado a los caídos de la Ulster Division durante la I Guerra Mundial.

Shankill Rest Garden. Belfast

Monumento dedicado a los caídos de la 36 Ulster Division durante la I Guerra Mundial. Belfast

El resto de Shankill Road, una avenida proletaria llena de locales de comida rápida, es una oda a la monarquía inglesa con cientos de banderas de la Union Jack decorando cada rincón u ondeando al viento.

Mural en Shankill Road. Belfast

Mural homenaje a la monarquía inglesa. Shankill Road. Belfast

Los voluntarios del Ulster. Shankill Road. Belfast

Por cierto, si decides hacer esta ruta, debes saber que los murales más interesantes están en las urbanizaciones que hay detrás de Falls Road, donde se repiten los mismos mensajes de unionismo junto a imágenes del rey William III, del héroe celta Cúchulainn, fachadas que homenajean a grupos paramilitares como la UVF y la UDA, y cómics que nos hablan del derecho a la educación y de que todo el mundo debe ser tratado con la máxima dignidad y respeto. Es curioso que hasta los bordillos de las aceras están pintados de azul, blanco y rojo para que todo el mundo sepa qué terreno pisa.

Mural en Shankill Road. Murales de Belfast

Mural dedicado a grupos paramilitares. Belfast

Mural en formato de cómic. Belfast

Murales en las urbanizaciones que hay detrás de Shankill Road. Belfast

Bordillos tricolores en los alrededores de Shankill Road. Belfast

Tras comer en un diminuto restaurante de la zona, me encontraba absolutamente agotada. Más mental que físicamente, a pesar de los kilómetros recorridos, y decidí regresar al hotel. Al día siguiente quería estar descansada para disfrutar de otro de los grandes atractivos del Condado de Antrim, la Calzada del Gigante.

Mientras volvía a cruzar la autopista y me reencontraba con el cálido y animado centro de Belfast, solo pensaba en el futuro de estos muros. Algunos los consideran la mayor galería al aire libre del mundo; son los que opinan que el arte puede ayudar a no olvidar. Otros, en cambio, luchan por derribarlos con la intención de que su desaparición contribuya a demoler otro tipo de barreras mucho más potentes, las mentales.

De momento ahí siguen pero algo va cambiando en su exterior. Los murales más beligerantes cada vez son menos y el hueco que dejan se dedica a reflejar temas culturales sin connotaciones políticas que pretenden sumar y no restar. Un buen comienzo, en cualquier caso, dirigido a la comprensión mutua, el respeto y la tolerancia.

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