Rincones de Barcelona: La Rambla

Rincones de Barcelona: La Rambla

17 enero, 2013

La Rambla de Barcelona es una de esas novias que toda ciudad querría tener. Elegante y distinguida por momentos, con muchas historias que contar, divertida y un poco canalla. Y con cientos de pretendientes que la cortejan a diario: hordas de turistas que la convierten en una auténtica Torre de Babel, vecinos que la disfrutan y la sufren, y barceloneses que siempre encuentran un momento para ramblear. Porque eso sí, toma nota, La Rambla no se recorre, se ramblea.

La Rambla. Barcelona

Este mítico paseo barcelonés, de poco más de un kilómetro de extensión, discurre desde la Plaça de Catalunya hasta el monumento a Colón, antesala del puerto. La Rambla, también conocida como las Ramblas, está dividida en cinco tramos: Rambla de Canaletes, Rambla dels Estudis, Rambla de les Flors, Rambla dels Caputxins y Rambla de Santa Mònica. Personalmente yo tengo un sexto tramo que no responde a las barreras geográficas de los anteriores sino a mis recuerdos. Es mí Rambla. La calle que me ha visto crecer. De pequeñita, dándole de comer a las palomas en la Plaça de Catalunya o permaneciendo todo lo quieta que puede estar una niña de siete años sentada en una silla mientras le hacen un retrato a carboncillo. Con los 20, llegó el momento de exprimir las noches de mi ciudad en algunos locales de la Plaça Reial como el Karma, el Sidecar o el Glaciar. Noches golfas y despreocupadas que siempre empezaban y acababan en La Rambla. Otro vínculo que me une a esta avenida es el Gran Teatre del Liceu ya que tuve el privilegio de asistir a numerosos ensayos generales porque mi cuñado formó parte de su orquesta y cada vez que podía me conseguía unas entradas. Y así llegamos hasta mi presente, el de una barcelonesa afincada en Madrid que cada vez que regresa a casa busca un hueco para pisar de nuevo sus baldosas.

Puesto de flores en La Rambla. Barcelona

La Rambla que conocemos hoy en día era hasta el siglo XVIII una riera que discurría junto a un camino bordeado por conventos y murallas. Una vez derribadas las murallas, la riera se fue urbanizando hasta dar forma al paseo más transitado de Barcelona.

Si empezamos a ramblear desde la Plaça de Catalunya en dirección al mar, el primer tramo que nos recibe es la Rambla de Canaletes. Aquí se encuentra la famosa fuente de Canaletes, parada obligatoria para cumplir con la tradición ya que, según cuenta la leyenda, quien bebe agua de esta fuente siempre vuelve a Barcelona. Si quieres hacerte una foto, ármate de paciencia porque lo más probable es que te toque hacer cola para inmortalizarte junto a ella. Que no te extrañe, estás ante uno de los símbolos más famosos de la ciudad. ¿Por qué los culés celebramos aquí los triunfos del Barcelona? Pues porque justo delante de esta fuente estaba situada en los años 30 la redacción de La Rambla, un periódico deportivo que colgaba una pizarra en su puerta con los resultados de cada jornada. Los aficionados de aquellos años empezaron a reunirse allí para comentar los partidos y el resto ya es historia. De la misma quinta es el Boadas Cocktails, una de las coctelerías más antiguas de Barcelona que nos invita a viajar en el tiempo con una copa en la mano. La encontrarás en la esquina con la calle Tallers.

Beber en la Fuente de Canaletes es toda una tradición. Barcelona

A partir de la calle del Bonsuccés entramos en la Rambla del Estudis (Rambla de los Estudios) denominada así porque aquí estaba ubicada a mediados del siglo XV una de las primeras universidades que tuvo Barcelona. Muchos barceloneses aún la llaman la Rambla dels ocells (Rambla de los pájaros) porque tradicionalmente aquí se podían comprar pájaros y otros animales domésticos. Ahora, las viejas pajarerías ya son un recuerdo del pasado y se han ido transformando en puestos de dulces y productos artesanos. Aquitectónicamente hablando, lo más interesante de esta parte de La Rambla es el antiguo edificio de la Real Academia de Ciencias y Artes -cuyo reloj marca la hora oficial de la ciudad y en cuyos bajos está el Teatro Poliorama-, la iglesia de Betlem, magnífico ejemplo del gótico catalán, y un poco más abajo, en el lado izquierdo, el señorial Palacio Moja o Palacio del Marqués de Comillas de estilo neoclásico.

Teatro Poliorama. Barcelona

Detalle Iglesia de Betlem. Barcelona

Nada más pasar la calle del Carme, el intenso olor a flores frescas te indica que has entrado en uno de los tramos con más encanto de esta avenida: la Rambla de les Flors (Rambla de las flores), el único lugar de Barcelona donde se vendían flores durante el siglo XIX. Junto a las floristerías y de hecho a lo largo de toda La Rambla, verás numerosos quioscos de prensa en los que, lamentablemente, se venden más souvernirs y camisetas del Barça que periódicos y revistas. No dejes de visitar el Palau de la Virreina, una joya del barroco civil que funciona como Centro de la Imagen y que programa interesantes exposiciones. Un poco más abajo está el Mercado de Sant Josep, más conocido como La Boquería, que merece por sí solo una futura entrada. Como anticipo, te contaré que es el mercado más popular de Barcelona. Una explosión de olores, colores y sabores que tendrás que ir descubriendo sorteando la marea de turistas que fisgonea entre sus puestos. Si te apetece hacer un alto en el camino en un ambiente informal, te recomiendo el Bar Pinotxo, toda una institución en este mercado. Siempre está a tope y conseguir un taburete junto a la barra no te será fácil. Sus tapas, bocadillos, tortillas y guisos caseros son excelentes.

Palau de la Virreina. Barcelona

Vendedor de flores en La Rambla. Barcelona

Mercado de la Boquería. Barcelona

Puesto de frutas en el Mercado de la Boquería. Barcelona

A continuación, siguiendo nuestro descenso hacia el mar, nos adentramos en la Rambla dels Caputxins (Rambla de los Capuchinos) que empieza en el denominado Pla de la Boquería. Es muy fácil de identificar si te fijas en el pavimento: un mosaico circular realizado por Joan Miró en 1976. A tu izquierda está uno de los edificios más singulares y hermosos de La Rambla, la Casa Bruno Cuadros. Una antigua tienda de paraguas que destaca por la originalidad de sus fachadas en las que se mezclan abanicos, sombrillas y detalles orientales.

Detalle Casa Bruno Cuadros. La Rambla, Barcelona

Cierra los ojos e imagina por un momento este tramo de La Rambla en blanco y negro. Estás en el siglo XIX. Son noches de ópera, conciertos y ballet en el Gran Teatre del Liceu. La burguesía catalana luce sus mejores galas camino del teatro, no sin antes dejarse ver por el encantador Café de la Ópera, situado justo enfrente del Liceu. Tras este histórico ejercicio de imaginación, vuelve a abrir los ojos, sitúate en el presente y disfruta de la soberbia fachada de uno de los templos de la lírica más importantes del mundo.

Gran Teatre del Liceu. Barcelona

Café de la Ópera. La Rambla,  Barcelona

Un poco más abajo, a tu izquierda, encontrarás la Plaça Reial. Este espacio, antaño ocupado por un convento de los capuchinos, es uno de mis rincones favoritos de Barcelona. Por su fisonomía, sus locales nocturnos, sus restaurantes -puestos a sugerirte un par me quedaría con La Crema Canela y Les Quinze nits-,  y por el placer que supone ver la vida pasar tomándote algo en sus terrazas. Eso sí, tanto aquí como en toda La Rambla, ten cuidado con los carteristas. Nada de mochilas a la espalda ni bolsos descuidados.

Plaça Reial. Barcelona

De vuelta a la Rambla, a la altura de la Plaça del Teatre, empieza la Rambla de Santa Mònica. Aquí es donde se sitúan los pintores y caricaturistas y donde han ido a parar las estatuas humanas que hasta no hace mucho salpicaban cualquier espacio libre que quedaba en La Rambla. Cosas de las ordenanzas municipales… En sus laterales se encuentran ubicados el Centro de Arte Santa Mònica, el Museo Marítimo y el Museo de Cera. Más que visitar el Museo de Cera (realmente no vale mucho la pena), si quieres descubrir un bar-cafetería original donde los haya, te sugiero que entres en El bosc de les fades (El bosque de las hadas). Está al lado del museo y merece la pena ir aunque sólo sea por ver cómo está decorado. Suele estar muy lleno y las consumiciones pican un poco (Passatge de la Banca, 5).

Caricaturistas en La Rambla. Barcelona

Pintores frente al Teatro Principal de La Rambla. Barcelona

Pintor de La Rambla. Barcelona

Estatua humana en La Rambla de Santa Mònica. Barcelona

Estatua humana en La Rambla. Barcelona

El final de La Rambla, por donde danzaba La negra flor de Radio Futura, lo encontramos en el monumento a Colón, construido en 1886 y que conmemora la vuelta de su primer viaje a América. Lamentablemente, el ascensor interior que recorría los 60 metros de altura de su columna de hierro hasta llegar al mirador está cerrado por el momento y sin fecha de reapertura. Si te animas a seguir caminando, tras cruzar el paseo de Colón, una pasarela de madera sobre las aguas del puerto, conocida como la Rambla del Mar, te conducirá hasta el Moll d’ Espanya donde se encuentra el centro comercial Maremagnum. Como alternativa al shopping, siéntate en uno de sus bancos, relájate frente al mar y disfruta de las vistas.

Detalle del Monumento a Colón. Barcelona

Rambla del Mar. Barcelona

Y hasta aquí este recorrido por mi pasado y por el presente de esta avenida única. ¿Envejece bien La Rambla? Hay opiniones para todos los gustos. Yo creo que sí porque aunque es verdad que muchos de los comercios de toda la vida están desapareciendo en favor de tiendas de souvenirs horteras y que esquivar el gentío puede resultar agotador, su esencia, la que enamoró e inspiró a personajes como Hemingway, Vázquez Montalbán, Miró o Serrat, sigue viva. Solo tienes que abrir bien los ojos para sentirla.

Cómo llegar a La Rambla:

En metro: A lo largo de La Rambla hay tres paradas de metro de la línea 3: Catalunya (al principio y por donde también pasa la línea 1), Liceu (en la mitad del paseo) y Drassanes en el extremo sur.

En autobús: Líneas 14, 59 y 91. Autobuses nocturnos: N9, N12 y N15.

 

 

 

10 Comentarios

  1. Elsa

    Qué bien escribes bandida …como escarpias…
    Ha sido como darme un paseo por una de mis ciudades favoritas…
    Necesito escaparme ya…,

    Responder
    • Alícia Bea

      Gracias, Esla. Siempre es un placer hablar de mi preciosa ciudad

      Responder
  2. Mauxi Leal

    Hola! Estoy pensando en visitar Barcelona próximamente, y esta información me ha venido de perlas. Muy buenas fotos también! ¡Feliz fin de semana!

    Responder
    • Alícia Bea

      Muchas gracias, Mauxi. Seguro que Barcelona no te defrauda. ¡Disfruta del fin de semana!

      Responder
  3. Viajares (@viajares)

    Has descrito muy bien la esencia de la rambla de Barcelona en todo su recorrido. Al menos en la versión diurna, ya que la vida, los personajes que transitan, el ambiente, nada tiene que ver por la noche, cuando muchos de los turistas que la abarrotan desaparecen.
    Salut!

    Responder
    • Alícia Bea

      Cierto. La versión nocturna de La Rambla es totalmente diferente. Te puedes encontrar de todo… Muchas gracias por tu comentario, Daniel. Salut!

      Responder
  4. Croixmarie

    Esto lo viví hace poco, y estuve en cada uno de los lugares de las fotos! Es hermosa tu ciudad, volveré muy pronto.
    Saludos 🙂

    Responder
    • Alícia Bea

      Gracias por tu comentario, Croixmarie. ¿Qué te voy a decir de Barcelona? Para mí es la mejor ciudad del mundo. Saludos!

      Responder
  5. Joan

    Lo has descrito a la perfección!!!! Y me he sentido paseando en Barcelona. Muchas gracias.

    Responder
    • Alícia Bea

      Esa era la intención, Joan. Gracias a ti por por pasarte por aquí y dejarme tu comentario.

      Responder

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  1. Elsa

    Qué bien escribes bandida …como escarpias…
    Ha sido como darme un paseo por una de mis ciudades favoritas…
    Necesito escaparme ya…,

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    • Alícia Bea

      Gracias, Esla. Siempre es un placer hablar de mi preciosa ciudad

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  2. Mauxi Leal

    Hola! Estoy pensando en visitar Barcelona próximamente, y esta información me ha venido de perlas. Muy buenas fotos también! ¡Feliz fin de semana!

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    • Alícia Bea

      Muchas gracias, Mauxi. Seguro que Barcelona no te defrauda. ¡Disfruta del fin de semana!

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  3. Viajares (@viajares)

    Has descrito muy bien la esencia de la rambla de Barcelona en todo su recorrido. Al menos en la versión diurna, ya que la vida, los personajes que transitan, el ambiente, nada tiene que ver por la noche, cuando muchos de los turistas que la abarrotan desaparecen.
    Salut!

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    • Alícia Bea

      Cierto. La versión nocturna de La Rambla es totalmente diferente. Te puedes encontrar de todo… Muchas gracias por tu comentario, Daniel. Salut!

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  4. Croixmarie

    Esto lo viví hace poco, y estuve en cada uno de los lugares de las fotos! Es hermosa tu ciudad, volveré muy pronto.
    Saludos 🙂

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    • Alícia Bea

      Gracias por tu comentario, Croixmarie. ¿Qué te voy a decir de Barcelona? Para mí es la mejor ciudad del mundo. Saludos!

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  5. Joan

    Lo has descrito a la perfección!!!! Y me he sentido paseando en Barcelona. Muchas gracias.

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    • Alícia Bea

      Esa era la intención, Joan. Gracias a ti por por pasarte por aquí y dejarme tu comentario.

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