Desde 1997, cada mes de febrero Teruel revive la historia de sus famosos amantes proponiéndonos un viaje en el tiempo. Concretamente al siglo XIII. Un viaje cargado de emociones que discurre al son que marcan las campanas, los tambores y los sentimientos. Un viaje al medievo. Al Teruel de 1217. Si me acompañas, trataré de desvelarte todas las claves de esta cuidada recreación histórica declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. Vuesa merced, sea bienvenido a las Bodas de Isabel de Segura.

Viaducto peatonal de Teruel. Bodas de Isabel

Paseo del Óvalo. Bodas de Isabel. Teruel

Para ponerte en situación, te mostraré las cifras que se mueven en Las Bodas: 17.000 personas vestidas al modo medieval, 5.000 organizadas en 150 haimas que recrean grupos de la época, 200 puestos de mercado medieval y más de 150 actores aficionados que dan vida a esta historia de amor en los diferentes actos que se desarrollan durante todo el fin de semana.

Así es como Teruel en pleno rinde homenaje a Isabel y Diego en una de las puestas en escena más multitudinarias de España. El escenario para representar la leyenda de los Amantes no puede ser mejor: un casco histórico que conserva su trazado medieval original, salpicado por un conjunto mudéjar que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Jardines de la Escalinata. Bodas de Isabel. Teruel

Bodas de Isabel: una leyenda que merece ser contada

Dicen que es una de las más bellas historias de amor jamás contadas. Escúchala con atención y saca tus propias conclusiones.

Teruel. Siglo XIII. Dos jóvenes vástagos de la nobleza local que se aman desde niños pretenden casarse. Ella es Isabel, la única hija de la familia Segura. Él, Diego, que por ser el segundón de los Marcilla no dispondrá de herencia. El vil metal hace que Don Pedro, padre de Isabel, se oponga al enlace. Aún así, Diego consigue un plazo de cinco años para hacerse rico y marcha a la guerra. Pasan los meses, pasan los años y no llegan noticias del caballero. La familia de Isabel la presiona para que contraiga matrimonio pero ella alega que le había prometido a Diego un lustro de espera. Finalmente, tras el falso anuncio de la muerte de Diego, accede a casarse el día que cumple el plazo con el poderoso Pedro de Azagra, hermano del Señor de Albarracín.

Plaza del Torico. Bodas de Isabel. Teruel

Es entonces cuando regresa Diego a Teruel sin saber las noticias que le esperan. La villa entera está celebrando las nupcias de la pareja. Desesperado y con el corazón roto acude al encuentro de Isabel para pedirle un beso antes de marchar pero ella, aunque lo sigue amando, se lo niega por pertenecer ya a otro hombre. Diego no puede soportar tanto dolor en su corazón y cae muerto. Al día siguiente, en su funeral, una mujer aparece entre la multitud. Es Isabel de Segura que quiere darle a su amado el beso que le negó en vida. Tras besarle, ella también cae fulminada y se desploma sobre el cuerpo de Diego. Ante tal demostración de amor las familias de ambos deciden enterrarlos juntos. A partir de ahora serán conocidos como los Amantes de Teruel.

Hoy pueden visitarse sus restos en un mausoleo adosado a la iglesia de San Pedro. Allí reposan los amantes bajo las magníficas esculturas que Juan de Ávalos regaló a la ciudad. 

Dos escenas de las Bodas de Isabel en imágenes

La comitiva nupcial desde la Puerta de Daroca hasta la Catedral, la boda de Isabel de Segura con Pedro de Azagra, la llegada de Juan Diego de Marcilla, la petición del beso… Aunque todas las escenas que recrean la historia de los amantes son dignas de ser presenciadas, tras mi experiencia en Las Bodas, debo reconocer que las dos que más me emocionaron fueron las exequias fúnebres de Diego y muerte de Isabel, y la Oda a los Amantes.

Y es que el domingo por la mañana, bajo un sol espléndido y gracias a la acreditación que me facilitó la Fundación Bodas de Isabel -entidad pública que organiza esta recreación-, tuve una visión privilegiada de cuanto iba a acontecer en Teruel.

La solemne llegada de la comitiva de los funerales de Diego a una Plaza de la Catedral en la que no cabía ni un alma me trasladó de un plumazo ocho siglos atrás. El llanto de las plañideras, el ruido ensordecedor de los tambores rompiendo el silencio, Diego llevado a hombros entre la multitud… Y la aparición de una Isabel rota que lentamente se acerca a su amado para sellar su amor con un beso. ¿Solté alguna tímida lagrimita? Sí. No me duelen prendas en admitirlo.

Comitiva de los funerales de Diego de Marcilla. Bodas de Isabel. Teruel

Diego de Marcilla. Bodas de Isabel. Teruel

Isabel da a su amado el beso que le negó en vida. Bodas de Isabel. Teruel.

Isabel y Diego descansan juntos para siempre. Bodas de Isabel. Teruel

Desde la Catedral, los dos amantes son trasladados a la vecina Plaza de la Marquesa. Durante el recorrido se repite la misma tónica: no hay un hueco libre, todo el mundo quiere captar una imagen de la pareja. A su llegada, Isabel y Diego son recibidos con pétalos de rosas y desde uno de los balcones del Museo Provincial se lleva a cabo la escena final. El hervidero de gente que copa la plaza escucha atentamente el Romance de Ciego que repasa la trágica historia de estos enamorados, e Isabel y Diego hacen acto de presencia mientras suena una preciosa oda medieval en su honor. El punto y final a esta escena es muy emotivo: una invitación a besarse para honrar a los amantes bajo el estruendo de los tambores. Así lo hacen todos los presentes. Ya no hay lágrimas, solo sonrisas, besos, abrazos y aplausos. Y es que como reza el romance: «el amor se siente vivo más allá de la existencia.»

Tambores y bombos. Plaza de la Marquesa. Bodas de Isabel. Teruel

Pétalos de rosa para los Amantes. Bodas de Isabel. Teruel

Oda a los Amantes. Bodas de Isabel. Teruel

Momento del beso. Bodas de Isabel. Teruel

Una fiesta que se vive en la calle

Estas escenas centrales son solo una parte de los 90 actos que se llevan a cabo durante Las Bodas. Hay más representaciones teatrales, danzas medievales, desfiles, espectáculos para los más pequeños, torneos en la Plaza de Toros, exposiciones de instrumentos de tortura, talleres, demostraciones de cetrería, conciertos… Si a eso le sumas las haimas, los numerosos puestos del mercado medieval y las tabernas que te encuentras a cada paso podrás imaginar que el ambiente es increíble. Tanto que a veces es difícil dar un solo paso.

Representación de la obra Doncellas y donceles. Bodas de Isabel. Teruel

Músicos en la Plaza San Juan. Bodas de Isabel. Teruel

Exposición de instrumentos de tortura. Bodas de Isabel. Teruel

Taberna. Bodas de Isabel. Teruel

Exhibición de aves rapaces. Bodas de Isabel. Teruel

Herrero en la Plaza San Juan. Bodas de Isabel. Teruel

Y es que la implicación de los turolenses en esta fiesta es absoluta. Literalmente, se vuelcan en ella. Prueba de ello son los 150 grupos que forman parte de la Federación de Asociaciones de las Bodas de Isabel de Segura que plantan sus haimas y sus campamentos por toda la ciudad para evocar la vida cotidiana del Teruel medieval. Oficios, órdenes militares, miembros de la iglesia, parroquias, barrios… Todos ellos son colectivos documentados y su participación en Las Bodas conlleva el cumplimiento fiel del rigor histórico. De hecho, para entrar a formar parte de la federación, deben entregar una memoria donde se explica el origen del grupo y su papel en el siglo XIII.

Carniceros de la Villa. Bodas de Isabel. Teruel

Almogávares de Teruel. Bodas de Isabel

Mercatores. Bodas de Isabel. Teruel

Encomienda templaria y hospitalaria. Bodas de Isabel. Teruel

Pobres y marginados. Bodas de Isabel. Teruel

Aquí me vas a permitir un pequeño punto y seguido. Y es que si he podido vivir Las Bodas de Isabel desde dentro ha sido gracias a uno de estos grupos, los Mesegueros. Ellos me abrieron su haima para mostrarme su día a día en este viaje al pasado y hasta me facilitaron un precioso vestido para no desentonar con el entorno. Compartí con ellos sus guisos, sus risas y me contagiaron su pasión por una fiesta a la que la mayoría de edad le ha sentado de maravilla ya que, según los organizadores, ha sido una de las más exitosas de los últimos años.

Mesegueros. Bodas de Isabel. Teruel

Algunas curiosidades de Las Bodas de Isabel

¿Sabías que Las Bodas tienen hasta su propia cerveza? Así es, la Cervisia Ambar. Una cerveza de características medievales especialmente fabricada para esta ocasión que, como manda la tradición, fue bendecida por el obispo y ofrecida a los novios durante los esponsales. El resto de los mortales pudimos probarla tanto en las posadas públicas como en la propia Abadía de San Arnoldo de Ambar que se levantó en la Plaza de la Catedral respetando los austeros cánones benedictinos. A lo largo del fin de semana, los monjes de esta congregación realizaron todo tipo de plegarias y confesiones y recorrieron el centro de la ciudad impartiendo sus indulgencias cerveceras a vecinos y visitantes bajo el lema Ora, Ambar et Labora.

Abadía de San Arnoldo de Ambar. Bodas de Isabel. TeruelCaballos portando los barriles de la Cervisia Ambar. Bodas de Isabel. Teruel

¿Quiénes dieron vida a Isabel y Diego? Como cada año, se realizó un casting para escoger a los actores que han participado en Las Bodas. No hacía falta tener experiencia, solo ganas de vivir la fiesta. Carmen Jara, una estudiante de magisterio, fue la elegida para interpretar a Isabel. Por su parte, Ángel J. Loras, un polifacético policía local de Teruel, fue quien se puso en la piel de Diego de Marcilla.

Los protagonistas de las Bodas de Isabel. Teruel

¿Qué es Europa Enamorada? Fuera de nuestras fronteras, Teruel está liderando un proyecto con otras ciudades como Verona, Sulmona o Montecchio Maggiore denominado Europa Enamorada cuyo objetivo es impulsar una ruta europea de turismo romántico que conecte todas las ciudades que estén marcadas por una historia de amor universal.

Consejos para disfrutar de las Bodas de Isabel

Si con lo que has leído hasta ahora he conseguido animarte para no perderte la próxima edición de Las Bodas de Isabel de Segura, toma nota de mis sugerencias:

Alojamiento. Aunque Teruel cuenta con una buena oferta hotelera, el fin de semana de Las Bodas el número de plazas siempre es inferior a la demanda. Si quieres reservar una habitación en la ciudad deberás hacerlo varios meses antes o te resultará imposible. Incluso los alojamientos de los pueblos más cercanos cuelgan el cartel de completo. Las Bodas se celebran el tercer viernes de febrero.

Comida. Para comer en un restaurante, aplica la regla anterior y reserva mesa con antelación. Si prefieres comer en la calle, perfecto. Encontrarás tabernas y puestos de comida a cada paso. Fíjate bien porque hay haimas solidarias en las que podrás comer divinamente y de paso contribuir a una causa benéfica. Algo imperdonable: irte de Teruel sin probar su exquisito jamón.

Jamón, panceta y otras delicias. Bodas de Isabel. Teruel

Vino caliente para combatir el frío. Bodas de Isabel. Teruel

Ropa. Si tienes ocasión de vestirte de medieval, hazlo. En el mercadillo hay varios puestos que alquilan trajes aunque ya te digo que barato no resulta. Si no te apetece vestirte, recuerda que estamos hablando de febrero en Teruel. Hace mucho frío. Que no te confunda un día soleado  porque en cuanto atardece el mercurio se desploma y llegar a bajo cero es lo más normal. Así que bien abrigado y a ser posible con ropa de repuesto. Con tanta hoguera sí o sí acabarás oliendo a humo.

¿La fiesta sigue por la noche? Seguir sigue, otra cosa es que aguantes con un programa diurno tan completo. Este año se han programado actuaciones en directo en la llamada haima cultural y se ha instalado una carpa nocturna situada junto al Palacio de Congresos.

Y dicho esto, solo queda formularte la pregunta del millón. ¿Nos veremos en las próximas Bodas de Isabel? O como dicen los del terreno, ¿vendrás a medievales? Teruel, la Ciudad del Amor, te espera.

Más información: Fundación Bodas de Isabel