Complejo Enoturístico Finca La Estacada. Tarancón
por el 24 Sep, 2014 • . Actualizado 24 Sep, 2014 • 10 comentariosEl zumbido del despertador, las prisas, el tráfico, el móvil acumulando llamadas perdidas, días y días que el calendario devora sin piedad… ¿Cuántas veces has pensado que te mereces un respiro? Yo te aseguro que es una idea que me asalta muy a menudo y por eso te invito a conocer un lugar en el que olvidarte de la rutina, desconectar entre viñedos y dejarte mimar en cuerpo y alma: el Complejo Enoturístico Finca La Estacada.
Y es que en este oasis de buena vida, situado en Tarancón, apenas a una hora de Madrid, todo está pensado para disfrutar del enoturismo con los cinco sentidos. El oído solo escucha el silencio, la vista se pierde entre el mar de vides que lo abraza, el olfato trata de distinguir la complejidad aromática que reina en la bodega, el gusto se complace con la cocina creativa pero con fundamento que sale de los fogones de su restaurante, y el tacto que sientes en tu piel hace que toques el cielo con los tratamientos de vinoterapia que realizan en su coqueto spa.
Desmontando el Complejo Enoturístico Finca La Estacada
Relax, buena gastronomía, ocio y un conocimiento mucho más amplio de la cultura vitivinícola. Este es el equipaje de vuelta que llenó mi maleta tras conocer este rincón conquense cuyas instalaciones son una oda a los vinos que elabora la familia Cantarero Rodríguez desde 2001.
Empezando por las 278 hectáreas de viñedo situadas en los alrededores de la bodega, una tierra pobre pero perfecta para la vid en las que cultivan principalmente variedades como la tempranillo, cabernet, syrah y merlot, que dan como resultado una amplia gama de vinos fiel a la filosofía de sus productores: vinos de calidad a precios muy competitivos.
Visitar la bodega es una de las experiencias estrella que nos propone La Estacada. La descarga, el despalillado, la fermentación, la maceración, el remontado… Todos los procesos que van desde la vendimia hasta el embotellado están presentes en un atractivo y didáctico recorrido guiado que, tras alcanzar la inmensa nave subterránea donde reposan las barricas, culmina en la sala de «Los placeres del vino». Como no quiero desvelarte la magia de esta estancia, solo te diré que tuve que agudizar mi olfato para aprender a reconocer los diferentes aromas del vino.
Por supuesto, la visita a la bodega incluye una cata de vinos y ahora, en época de vendimia, un interesante taller de cata de uvas, el método que los enólogos utilizan para decidir el mejor periodo para vendimiar analizando la pulpa, la pepita y el hollejo de la uva.
Con la bodega a pleno rendimiento y con sus vinos cada vez mejor posicionados en el mercado, llegó el momento de dar un paso más y abrir su propio restaurante. Un espacio presidido por el paisaje de viñedos que se cuela a través de sus ventanales, que nos invita a disfrutar de una cuidada selección de cocina castellano-manchega y de mercado que fusiona tradición y creatividad.
Lo pude comprobar degustando algunas de sus especialidades locales. Un festival de sabores compuesto por ensalada de perdiz escabechada, croquetas de ajoarriero, morteruelo y chuletillas de lechal con pisto manchego. ¿Y los postres? Un delicioso cremoso de chocolate y un no menos apetitoso coulant relleno de frutos rojos. Por algo ostentan con orgullo la Q de Calidad Turística. Nota para futuros comensales: si quieres apreciar todo el potencial de los caldos de esta bodega, opta por el menú La Estacada con maridaje de vinos (3 entrantes, pescado, carnes, quesos y postre).
Para completar su oferta de enoturismo, en 2009 abrió sus puertas el hotel en el que, cómo no, el mundo del vino sigue estando muy presente. Prueba de ello es que cada una de sus habitaciones lleva el nombre de una variedad de uva y están decoradas siguiendo esa pauta. La calidez de la Malbec, la amabilidad de la Tempranillo, la armonía de la Chardonnay… Así hasta completar un total de 25 habitaciones (22 dobles, 2 junior suite y 1 suite) dotadas con todos los servicios que se esperan en un hotel de 4 estrellas. ¿Su denominador común? Todas tienen unas preciosas vistas a los viñedos. Ni te imaginas la sensación de paz que te invade cuando te levantas de la cama y corres las cortinas. Eso sí es un respiro.
Como también lo es disfrutar del acogedor spa que pone el broche de oro a cualquier estancia en familia o una escapada entre semana. 160 m² de instalaciones diseñadas para que te relajes y te dejes mimar. Piscina dinámica, baño turco, sauna, fuente de hielo, pediluvio, sala de cromoterapia, solarium, gimnasio… La oferta del spa incluye también diferentes tratamientos de vinoterapia como pueden ser los baños de burbujas, las mascarillas faciales o los masajes. Hablando de masajes, yo tuve la suerte de disfrutar del tratamiento Sueños del Mundo, un exótico masaje balinés a base de uva tinta que me dejó como nueva.
Además de las actividades que puedes realizar dentro del complejo, te aconsejo que aproveches tu estancia en La Estacada para visitar algunos de los enclaves culturales de la zona como la ciudad de Cuenca, el Parque Arqueológico de Segóbriga y el monasterio de Uclés.
Ya lo sabes. No dejes que tus días sean siempre iguales y busca un hueco para darte un respiro en este complejo enoturístico. Seguro que encuentras una opción a tu medida entre los diferentes paquetes que nos proponen: escapada romántica Brut Nature, experiencia gastronómica, escapada Desconecta-T… O ahora, durante la vendimia, con un paquete especial que incluye una noche de estancia con desayuno, visita guiada a los viñedos y bodega, curso de iniciación a la cata de vinos y a la cata de uvas, y una comida masiega. Tú solo tienes que poner la fecha, ellos se encargan del resto.
Ficha del Complejo Enoturístico Finca La Estacada
Dirección: Ctra. N-400, km 103. 16400 Tarancón (Cuenca)
Teléfono de reservas: 969 327 188. Web: Complejo Enoturístico Finca La Estacada
Categoría: 4 estrellas.
Nº de habitaciones: 25 habitaciones (22 dobles, 2 junior suite y 1 suite). Todas las habitaciones están equipadas con conexión gratuita a Internet, climatización individual, baño completo, amenities de vinoterapia, TV, teléfono y minibar.
Servicios: Visita a la bodega y a los viñedos. Gestión de paseos a caballo y visitas a queserías y almazaras. Club enológico. Tienda de vinos y productos típicos de la gastronomía de la zona. Salas de catas. Terrazas. Piscina exterior. Pistas de pádel, Gimnasio. Zona de juegos infantiles. Aparcamiento. Instalaciones adaptadas para minusválidos. Zona WiFi en todo el recinto.
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Nota: Aunque esta reseña ha sido posible gracias a mi participación en el Blog Trip Finca La Estacada, todas las opiniones aquí vertidas son, como siempre, fruto de mi experiencia personal.