Brujas, la niña bonita de Flandes

Brujas, la niña bonita de Flandes

13 noviembre, 2013

Se ha escrito tanto sobre Brujas que se hace realmente complicado hablar de esta pequeña joya flamenca sin caer en los tópicos. La Venecia del Norte, una ciudad de cuento, un destino romántico, un indispensable de la vieja Europa… Para mí, Brujas es la niña bonita de Flandes. Una señorita presumida y coqueta a la que, por cierto, el paso de los años le sienta divinamente.

Lo pude comprobar cuando volví a visitarla el mes pasado en compañía de mi experto en Flandes, el fotoperiodista Rafa Pérez. Igual que la primera vez, Brujas me transmitió una sensación de absoluta perfección, como si alguien la hubiera diseñado sobre el papel dejando que los avatares de la historia hicieran el resto. Los canales, sus callejuelas adoquinadas, los edificios medievales, sus puentes…

La torre de Nuestra Señora desde el puente de San Juan Nepomuceno. Brujas

Si quieres conocer uno de los destinos más populares de Bélgica, acompáñame en este viaje. No solo voy a enseñarte mis rincones preferidos, también habrá tiempo para hablar de leyendas, cerveza, patatas fritas y, cómo no, chocolate.

Brujas de plaza en plaza

La Plaza Mayor. El mejor lugar para empezar a recorrer el centro histórico de Brujas, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es la Plaza Mayor (Markt). Estamos en el corazón de la ciudad, una gran espacio abierto dominado por el Campanario, en el que destacan, además, las coloridas casas de los gremios y hermosos edificios como el Palacio Provincial que en la actualidad acoge el Historium, un nuevo museo que nos permite viajar en el tiempo hasta la Brujas medieval. Casi en el centro de la plaza se erige la estatua de Jan Breydel y Pieter De Coninck, dos héroes populares que en 1302 desarrollaron un papel fundamental en la defensa de la ciudad frente a la invasión francesa.

La Plaza Mayor. Brujas Estatuas de Jan Breydel y Pieter De Coninck en el Markt. Brujas

Si quieres disfrutar de unas espectaculares vistas de la ciudad, puedes subir a la torre del Campanario (Belfort). El esfuerzo es considerable ya que hay nada menos que 336 escalones pero según cuentan vale la pena porque las panorámicas que desde allí se divisan son fantásticas. El Belfort es una de las tres torres que perfilan el cielo de Brujas y que te ayudarán a orientarte entre el irregular trazado de calles y puentes de la ciudad. Las otras dos corresponden a la iglesia de Nuestra Señora -donde se encuentra la famosa escultura de Miguel Ángel La Virgen con el Niño-  y a la Catedral de San Salvador.

La Plaza Burg. Si desde el Campanario tomamos la calle Breidelstraat, enseguida llegaremos a la Plaza Burg. Esta plaza es en mi opinión una de las más bonitas de la ciudad ya que nos ofrece una preciosa combinación de estilos arquitectónicos. El gótico del Ayuntamiento -uno de los más antiguos de los Países Bajos-, el edificio renacentista de la Antigua Escribanía, el barroco del Palacio Episcopal… La perfección de la que te hablaba al principio.

Plaza Burg. Brujas

Proosdij (Palacio Episcopal) Plaza Burg. Brujas

A la derecha del Ayuntamiento está la Basílica de la Santa Sangre. Es aquí donde se guarda y se venera la reliquia de la Santa Sangre que según la tradición contiene la sangre de Cristo. Seas creyente o no, la verdad es que impresiona ver cómo al finalizar la misa los devotos hacen cola para subir al pequeño altar y acercarse a la reliquia. En silencio. Frente a la atenta mirada de la persona encargada de su custodia.

Basílica de la Santa Sangre. Brujas

Devotos de la reliquia de la Santa Sangre. Brujas

Plaza de los Curtidores y Plaza Jan van Eyck. Reconozco que estas dos plazas son mi debilidad. La primera porque es un lugar fantástico para hacer un alto en el camino y disfrutar del animado ambiente de sus terrazas  y del desfile continuo de personas que la cruzan de una esquina a otra.

Pintor en la Plaza de los Curtidores. Brujas

La Plaza Jan van Eyck, por su parte, fue el centro de la actividad económica durante el periodo borgoñón ya que aquí estaba el puerto de Brujas. Buena parte de su encanto se debe a que está rodeada de históricos edificios que nos trasladan a aquella época como la Antigua Aduana o la Casa de los Estibadores. En el centro se alza la estatua del pintor flamenco Jan van Eyck que da nombre a esta plaza. Si quieres admirar uno de sus cuadros más famosos, la Virgen del Canónigo Van der Paele, solo tienes que acercarte al Museo Groeninge que recoge distintas obras maestras de la pintura flamenca y en especial de la escuela de los primitivos flamencos (Dijver, 12).

Plaza Jan van Eyck. Brujas

En la esquina entre la Jan van Eyckplein y la Academiestraat está la Casa Poortersloge, la Logia de los Burgueses. Si te fijas en la fachada verás la estatua de un oso. Y es que según cuenta la leyenda, cuando Balduino «Brazo de Hierro», primer Conde de Flandes, llegó a Brujas se las tuvo que ver con un gran oso blanco. Tras una violenta lucha, consiguió acabar con él y para que su gran hazaña no cayera en el olvido declaró al animal símbolo de la ciudad.

El famoso oso en la fachada de la Casa Poortersloge. Brujas

¡Chsss! Entramos en el Beguinaje…

En medio del ajetreo de turistas, los coches de caballos y las bicicletas, hay un oasis de paz y tranquilidad esperándote. Es el Beguinaje Ten Wijngaarde, un recogido jardín alrededor del cual se alinean las casas que antaño dieron cobijo a las beguinas. Hoy en día, algunas de sus casas están habitadas por una comunidad de monjas benedictinas. Como verás en las imágenes, el beaterio nos recibió con lluvia. ¿Un inconveniente? Más bien una suerte porque siempre recordaré este momento como uno de los más mágicos vividos en Brujas. El sonido del agua repiqueteando en los adoquines, el olor a hierba fresca, la luz que se filtraba por las ramas de los árboles, la soledad… Si vas a visitarlo, ten en cuenta que la puerta de entrada cierra, sin excepciones, a las 18.30h.

Begijnhof Ten Wijngaarde. Brujas.

Monja benedictina saliendo de misa. Beaterio de Brujas

Si salimos del beaterio por la parte posterior, llegaremos al que está considerado por aclamación popular el lugar más romántico de Brujas, el Minnewater. Conocido como el “Lago del Amor”, en el medievo era un embarcadero en el que atracaban los navíos que aseguraban el transporte regular de mercancías entre Brujas y Gante. Hoy es un bonito enclave poblado de cisnes que linda con el parque Minnewater.

Minnewater. Brujas

¿Por qué hay cisnes en los canales de Brujas? Otra leyenda tiene la respuesta. Tras la muerte de María de Borgoña, Maximiliano de Austria trató de imponer un nuevo impuesto a la ciudad y el pueblo, en represalia, ejecutó a uno de sus consejeros, Pieter Lanchals, cuyo apellido en neerlandés significa «cuello largo». A partir de ese momento, Maximiliano ordenó que la ciudad mantuviera los cisnes de sus canales y lagos hasta la eternidad. Curiosa venganza, ¿no?

Cisnes en el Minnewater. Brujas

Muelle del Rosario (Rozenhoedkaai)

Del lugar más romántico de Brujas pasamos ahora al más fotografiado, el Muelle del Rosario. No es más que un recodo del Dijver, uno los principales canales de la ciudad, pero la estampa que nos ofrece, con el Belfort al fondo, es Brujas en estado puro. Fotografiarlo es una delicia. Tanto de día, cuando lo bañan los rayos de sol, como antes de anochecer, bajo la tenue luz artificial que tiñe todo el conjunto.

El Muelle del Rosario, la imagen más fotografiada de Brujas

El Muelle del Rosario. Brujas

El Muelle del Rosario en la hora azul. Brujas

Un paseo por los canales

Muy cerca del Muelle del Rosario está uno de los cinco embarcaderos de Brujas que ofrecen paseos en barca por los canales desde marzo hasta noviembre. Lo más probable es que vayas súper apretado porque en tu barca no cabrá ni un alfiler pero no pienses que es una turistada más. Durante los 40 minutos que dura la travesía, redescubrirás la ciudad desde una perspectiva diferente y recorrerás los lugares más hermosos de Brujas. Tu cámara, como la mía, echará humo.

Paseo en barca. Brujas

Canal Groenerei. Brujas

Brujas desde otra perspectiva

El momento más dulce

No te resistas, es inútil. En Brujas hay más de 50 boutiques de chocolate y las encontrarás a cada paso. No sé si sucumbirás ante los típicos «brugsche swaentjes» o te decantarás por las innovadoras creaciones que elaboran sus maestros chocolateros pero, créeme, caerás en la tentación. Para no resultar empalagosa, te dejo solo dos pistas. La primera, el Choco-Story, el Museo del Chocolate. Un dulce recorrido por la historia del cacao y el chocolate desde los mayas hasta la actualidad (Wijnzakstraat, 2). La segunda, Sukerbuyc, un clásico en la ciudad. Mirar sus escaparates y empezar a salivar es todo uno. Chocolates, mazapanes, bombones… Por si te sabe a poco, en la acera de enfrente tienen un salón de té inglés, De Proeverie, en el que puedes probar otra una de sus especialidades, el chocolate caliente (Katelijnestraat, 5). Y, recuerda, cualquier momento es bueno para tomarte un gofre.

Brujas es la capital del chocolate

Mejllones al vapor y mucho más

Viendo la gran cantidad de estrellas Michelín que atesoran sus restaurantes, no es de extrañar que Brujas se esté convirtiendo en el nuevo centro gastronómico de Europa. Aquí podrás disfrutar de los platos más típicos de la cocina flamenca entre los que destacan el waterzoi, un guiso caldoso de verdura y pollo o pescado, las carbonades a la flamenca y, cómo no, los clásicos mejillones al vapor. Nosotros los probamos en el Restaurante Huyze die Maene (Markt, 17) y te puedo asegurar que estaban deliciosos.

Mejillones al vapor. Restaurante Huyze die Maene. Brujas

¿Y qué decir de sus famosas patatas fritas? Son las mejores que he probado nunca. Según me contó el simpatiquísimo dueño de Casa Patata (Rozenhoedkaai, 6), su secreto está en freírlas dos veces. La primera a fuego lento para que queden tiernas y la segunda bien fuerte para que crujan. Para conocer a fondo la historia de una de las comidas más populares de Bélgica, puedes visitar el Frietmuseum (Museo de la Patata Frita). Lo encontrarás en el nº 33 de la calle Vlamingstraat.

Casa Patata. Brujas

Si leíste mi anterior reportaje sobre Lovaina, ya sabrás que Bélgica tiene la mayor variedad de cervezas del mundo. Una de las más populares de Brujas es la Brugse Zot, una cerveza de alta fermentación a base de malta, lúpulo y una levadura especial que se elabora en la cervecería De Halve Maan, la más antigua de la ciudad (Walplein, 26). Otra cerveza muy apreciada por los brujenses es la Bourgogne des Flandres de la cervecería del mismo nombre (Kartuizerinnenstraat, 6).

Y hasta aquí este recorrido por la pequeña Brujas. Me he dejado muchas cosas en el tintero pero ha sido a propósito. Prefiero que seas tú quien descubra si es una ciudad tan mágica como dicen. Tal vez no encuentres tu cuento de hadas pero seguro que alguna historia te traerás a la vuelta.

Nota: Como ya hice en mi anterior reportaje sobre Lovaina, además de a los organizadores de este viaje (Turismo de Bélgica: Flandes y Bruselas en España, Visit Flanders, Turismo de Lovaina y Turismo de Brujas), quiero darle las gracias una vez más a Rafa Pérez por acompañarme en esta aventura flamenca.

Información práctica sobre Brujas

Cómo llegar a Bélgica

Hay 5 compañías aéreas que conectan España con Bélgica: BrusselsAirlines, Iberia, Air Europa, Ryanar y Vueling. Todas vuelan al aeropuerto de Bruselas, excepto Ryanair que vuela al aeropuerto de Charleroi (a 60 km de la capital).

Cómo ir del aeropuerto de Bruselas a Brujas

La mejor opción es el tren. Lo puedes coger en el mismo aeropuerto en la planta -1 de la terminal de llegadas. El trayecto hasta Brujas dura aproximadamente 1h. 25 min. y cuesta 19,60€ (suplemento Diabolo incluido). Ten en cuenta que el tren no es directo por lo que deberás hacer trasbordo en la estación de Bruselas Nord. Puedes consultar los horarios y comprar tus billetes con antelación en la web de los ferrocarriles belgas.

Llegar al centro de Brujas y oficinas de turismo

Desde la estación de tren hasta el centro de Brujas hay unos 15 minutos caminando. Si prefieres coger el autobús, la parada está a la salida de la estación. Hay muchas líneas que te llevarán al casco histórico. En Brujas hay 3 oficinas de turismo. Una en la misma estación de tren, otra en el Markt (Historium) y la tercera en el Concertgebouw ( ‘t Zand, 34).

Brugge City Card

Si quieres conocer Brujas a fondo, te sugiero que compres la Brugge City Card, una tarjeta turística con la que podrás entrar de forma gratuita en 26 museos, visitar los principales monumentos de Brujas y dar un paseo en barca por los canales, entre otras ventajas. Hay dos versiones, la de 48h y la de 72h. Puedes comprarla a través de su web o en las oficinas de turismo. 

Dónde dormir en Brujas

Brujas cuenta con una importante red de alojamientos que se adaptan a todo tipo de viajeros: hoteles, bed and breakfast, hostales, residencias vacacionales…  Nosotros nos alojamos en el Martin’s Brugge, un 3 estrellas muy correcto con Wi-Fi gratuita. Lo mejor es que está situado en pleno centro, a unos 100 metros de la Plaza Mayor.

 

14 Comentarios

  1. Edu y Eri

    Vaya pedazo de post (como todos los que haces). También pensamos que Brujas es como una ciudad de cuento de hadas 🙂 Nos ha traído muchos recuerdos esta entrada, ya que fue de las primeras ciudades en el extranjero a las que fuimos. ¡Qué guay!

    Responder
    • Alícia Bea

      Muchas gracias, chicos. Me alegra que mi reportaje os haya traído buenos recuerdos. La verdad es que Brujas es una ciudad preciosa. Un saludo!

      Responder
  2. Artabria

    Yo también había participado en ese concurso y Brujas era la razón más importante. Un sueño viajero que espero cumplir pronto, qué bonita es!!

    Responder
    • Alícia Bea

      Brujas es una preciosidad. Espero que muy pronto puedas cumplir tu sueño viajero. Un saludo y gracias por pasarte por aquí

      Responder
  3. José Carlos DS

    Es que tienes razón, si es que parece una ciudad diseñada hacia la perfección, creo que cualquier plano es digno de postal, uno de países que más ganas tengo de recorrer y descubrir este tipo de ciudades 🙂

    Un saludote!

    Responder
    • Alícia Bea

      La verdad es que Brujas hace honor a todos los tópicos que se dicen de ella. Pero no solo Brujas, todo Flandes es una maravilla: Gante, Malinas, Lovaina… Un saludo!

      Responder
  4. ROCIO

    El próximo año voy a coger mis vacaciones y no me lo pienso más. Me voy conocer Bélgica que me quita el sueño…

    Responder
    • Alícia Bea

      Una idea excelente, Rocío. Estoy convencida de que te encantará. Un saludo y gracias por pasarte por aquí

      Responder
  5. Viajes de Primera

    Tienes razón, Alicia, en lo del equilibrio de la ciudad… ¿Será, quizá, por esa potente conciencia cívica que tienen los flamencos? Las comparaciones son odiosas y en todos sitios cuecen habas pero a veces resulta imposible no envidiar, un poquito al menos, ese cuidado con el que allí tratan lo de todos… 🙂 ¿Sabías que hay quien dice que las patatas fritas las inventó Santa Teresa de Jesús? Ja,ja,ja,ja… Aunque sólo allí se combinan con los mejillones al vapor como si no pasara nada… Fascinante el movimiento de las beguinas; siempre nos ha cautivado…

    Responder
    • Alícia Bea

      Sin duda. Brujas es de la ciudades más bien cuidadas que he visitado. Respecto a lo de Santa Teresa de Jesús y las patatas no lo había oído nunca. ¿Tal vez será porque saben a gloria? Jajaja. Me alegra que te guste la foto de la monja benedictina. Es mi favorita. Un saludo

      Responder
  6. María (callejeando por el mundo)

    Que recuerdos Alicia, aunque he de reconocer que lo pudisteis disfrutar un poco más que yo, que entre chaparrón y chaparrón hicimos lo que pudimos. No obstante y pese al agua que nos cayó creo que Brujas es lo que pensaba que era antes de ir, una joya.

    Un saludo.

    Responder
    • Alícia Bea

      Nosotros tuvimos un poco de todo. Nada más llegar, Brujas nos recibió con lluvia. Suerte que a la mañana siguiente mejoró y nos regaló unas horas de sol. En cualquier caso, Brujas es preciosa haga el tiempo que haga. Un saludo y gracias por pasarte por aquí

      Responder
  7. Marta A.

    Maravillosa Brujas!!
    Estoy planteándome ir para allá en Semana Santa, a ver… jejejeje.
    Y esos mejillones con patatas… ñaaaam!! Cómo se nota que se acerca la hora del aperitivo, jejeje.
    Fantásticas las fotos Ali, sobre toda la nocturna en el canal!!

    Responder
    • Alícia Bea

      Gracias, Marta. Brujas es una estupenda opción para Semana Santa. Ya me contarás si al final te animas. Y sí, los mejillones estaban buenísimos. ¿Has visto qué ración? Yo casi no me la acabo. Un abrazo!

      Responder

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14 Comentarios

  1. Edu y Eri

    Vaya pedazo de post (como todos los que haces). También pensamos que Brujas es como una ciudad de cuento de hadas 🙂 Nos ha traído muchos recuerdos esta entrada, ya que fue de las primeras ciudades en el extranjero a las que fuimos. ¡Qué guay!

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    • Alícia Bea

      Muchas gracias, chicos. Me alegra que mi reportaje os haya traído buenos recuerdos. La verdad es que Brujas es una ciudad preciosa. Un saludo!

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  2. Artabria

    Yo también había participado en ese concurso y Brujas era la razón más importante. Un sueño viajero que espero cumplir pronto, qué bonita es!!

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    • Alícia Bea

      Brujas es una preciosidad. Espero que muy pronto puedas cumplir tu sueño viajero. Un saludo y gracias por pasarte por aquí

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  3. José Carlos DS

    Es que tienes razón, si es que parece una ciudad diseñada hacia la perfección, creo que cualquier plano es digno de postal, uno de países que más ganas tengo de recorrer y descubrir este tipo de ciudades 🙂

    Un saludote!

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    • Alícia Bea

      La verdad es que Brujas hace honor a todos los tópicos que se dicen de ella. Pero no solo Brujas, todo Flandes es una maravilla: Gante, Malinas, Lovaina… Un saludo!

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  4. ROCIO

    El próximo año voy a coger mis vacaciones y no me lo pienso más. Me voy conocer Bélgica que me quita el sueño…

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    • Alícia Bea

      Una idea excelente, Rocío. Estoy convencida de que te encantará. Un saludo y gracias por pasarte por aquí

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  5. Viajes de Primera

    Tienes razón, Alicia, en lo del equilibrio de la ciudad… ¿Será, quizá, por esa potente conciencia cívica que tienen los flamencos? Las comparaciones son odiosas y en todos sitios cuecen habas pero a veces resulta imposible no envidiar, un poquito al menos, ese cuidado con el que allí tratan lo de todos… 🙂 ¿Sabías que hay quien dice que las patatas fritas las inventó Santa Teresa de Jesús? Ja,ja,ja,ja… Aunque sólo allí se combinan con los mejillones al vapor como si no pasara nada… Fascinante el movimiento de las beguinas; siempre nos ha cautivado…

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    • Alícia Bea

      Sin duda. Brujas es de la ciudades más bien cuidadas que he visitado. Respecto a lo de Santa Teresa de Jesús y las patatas no lo había oído nunca. ¿Tal vez será porque saben a gloria? Jajaja. Me alegra que te guste la foto de la monja benedictina. Es mi favorita. Un saludo

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  6. María (callejeando por el mundo)

    Que recuerdos Alicia, aunque he de reconocer que lo pudisteis disfrutar un poco más que yo, que entre chaparrón y chaparrón hicimos lo que pudimos. No obstante y pese al agua que nos cayó creo que Brujas es lo que pensaba que era antes de ir, una joya.

    Un saludo.

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    • Alícia Bea

      Nosotros tuvimos un poco de todo. Nada más llegar, Brujas nos recibió con lluvia. Suerte que a la mañana siguiente mejoró y nos regaló unas horas de sol. En cualquier caso, Brujas es preciosa haga el tiempo que haga. Un saludo y gracias por pasarte por aquí

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  7. Marta A.

    Maravillosa Brujas!!
    Estoy planteándome ir para allá en Semana Santa, a ver… jejejeje.
    Y esos mejillones con patatas… ñaaaam!! Cómo se nota que se acerca la hora del aperitivo, jejeje.
    Fantásticas las fotos Ali, sobre toda la nocturna en el canal!!

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    • Alícia Bea

      Gracias, Marta. Brujas es una estupenda opción para Semana Santa. Ya me contarás si al final te animas. Y sí, los mejillones estaban buenísimos. ¿Has visto qué ración? Yo casi no me la acabo. Un abrazo!

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