Si eres de los que disfrutan conociendo cómo se celebran estas fiestas tan entrañables más allá de nuestras fronteras, toma nota porque vamos a viajar a Polonia en Navidad. Concretamente a dos ciudades, Cracovia y Varsovia, que deslumbran y enamoran con su ambiente navideño. Mercadillos, calles y plazas que parecen escenarios de cuento, belenes, pistas de patinaje, espectáculos de luces, vino caliente, dulces, villancicos… La Navidad en Polonia es pura magia y te invito a descubrirla conmigo.
Polonia en Navidad, un destino que enamora
Recuperar la ilusión, sumergirnos en un mundo de fantasía, obviar lo malo y focalizarnos en lo bueno, compartir… ¿Acaso no es este el verdadero sentido de la Navidad? Para mí, connotaciones religiosas y sentimientos encontrados al margen, sí lo es y, de hecho, debo confesar que tras mi viaje a Polonia he vuelto menos ‘grinch’ y más ‘elfa’.
Y es que, a pesar de las bajas temperaturas, el ambiente que se respira en ciudades como Cracovia y Varsovia es tan acogedor que abriga el alma. Como el reconfortante sabor de un vino caliente o la sonrisa de un niño que, irremediablemente, nos traslada a nuestra infancia.
Cracovia, la niña bonita de Polonia, en Navidad
Hablar de la Navidad en Polonia es hablar de Cracovia. Y es que la antigua capital del país -por aclamación popular una de las ciudades más bellas del mundo- luce en estas fechas su cara más alegre, festiva y cálida. ¿Cómo y dónde se vive la cultura navideña en Cracovia? Aquí tienes algunas pistas para descubrirlo.
Centro histórico
¿Sabías que Cracovia logró sobrevivir casi intacta a la Segunda Guerra Mundial por su belleza? Así es. El propio Hitler vio en ella el futuro de Alemania y la indultó de los bombardeos masivos de las tropas nazis. El resultado es lo que vemos hoy: un monumental y conservado centro histórico (Stare Miasto) de trazado medieval declarado Patrimonio de la Humanidad en 1978, que brilla aún más en estas fechas.
Mercado navideño de Rynek Główny
Para descubrir el ambiente navideño de la vibrante y cosmopolita Cracovia, nada mejor que pasear por la Plaza del Mercado (Rynek Główny), una de las plazas medievales más grandes de Europa. ¿Por qué? Porque en sus 40.000 metros cuadrados late el corazón de la ciudad y porque en ella se alzan algunos de sus principales monumentos como la Lonja de Paños, la Torre del Antiguo Ayuntamiento, la basílica de Santa María o la iglesia de San Adalberto.
Un escenario de soberbia arquitectura, cuajado de restaurantes y terrazas, que acoge cada año su tradicional mercadillo navideño, el más antiguo del país, alrededor de la estatua del poeta polaco Adam Mickiewicz.
Un gran árbol que te obliga alzar la mirada, casetas de madera que huelen a sopas, dulces y vino caliente, preciosas bolas artesanales pintadas a mano, puestos de productos locales, el tradicional toque de trompeta que marca las horas… Resulta imposible no sucumbir al espíritu navideño en Cracovia.
Exposición de belenes cracovianos
Pero si hay algo que caracteriza a la Navidad en Cracovia son los «szopka«, los tradicionales belenes artesanales que se inspiran en su arquitectura y en escenas cotidianas. Estas originales composiciones, presentes desde mediados del s. XIX, han sido declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y cada año se celebra un concurso para elegir los mejores.
Aunque los verás repartidos por toda la ciudad, en vitrinas situadas en espacios públicos y en los escaparates de hoteles y restaurantes, lo mejor es que te acerques al cercano Palacio Krzysztofory, sede principal del Museo Histórico de la Ciudad de Cracovia (Rynek Główny, 35). El lugar al que son trasladados a la espera del fallo del jurado tras desfilar alrededor de la Plaza del Mercado. No lo dudes y visita esta exposición antes de que finalice en febrero de 2022.
Visitas imprescindibles en Cracovia
Aunque el objetivo de este viaje invernal es descubrir cómo se festeja el Adviento y la Navidad en Polonia, te aconsejo que reserves un hueco en tu agenda para conocer otros puntos de interés de Cracovia que aúnan pasado y vanguardia. Toma nota de estos planes:
Subir a la colina de Wawel para descubrir la belleza del Castillo Real. Una perla arquitectónica del siglo XVI, situada a orillas del río Vístula, que alberga la impresionante Catedral de San Wenceslao y San Estanislao, el Palacio Real -hoy uno de los museos más importantes de Polonia- y la Cueva del Dragón, entre otros.
Pasear por el barrio judío Kazimierz para no olvidar la tragedia que narra en sus calles La Lista de Schindler -la mayor parte de sus habitantes fueron deportados al gueto de Podgórze durante la ocupación nazi-, y para comprobar que hoy es la zona más trendy y animada de la ciudad. Tiendas de ropa vintage, coquetos cafés, vinotecas, librerías, galerías de arte…
Visitar la Fábrica de Oskar Schindler, un recorrido inmersivo por Cracovia antes, durante y después de la ocupación (ul. Lipowa, 4).
Admirar la colección de arte recopilada por la princesa Izabela Czartoryska para preservar el patrimonio polaco en el Museo Czartoryski. Entre las numerosas obras de arte que se exponen se encuentra La Dama delArmiño de Leonardoda Vinci (ul. Pijarska, 15).
Viajar a Varsovia en Navidad: una escapada de cuento
Otro nombre propio de la Navidad en Polonia es Varsovia ya que la radiante capital del país también se viste de gala para para celebrar estas fechas convirtiéndose en un escenario de cuento ideal para despedir el año.
Para comprobarlo, lo mejor es recorrer sin prisa la Ciudad Vieja (Starówka). Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sus encantadoras casas de colores lucen guirnaldas luminosas y sus callejuelas se engalanan con decoraciones que son pura fantasía. ¿Qué lugares no debes perderte para disfrutar de la Navidad en la ciudad favorita de Chopin?
Plaza del Mercado
Una coqueta pista de patinaje rodea el monumento a la Sirenita, símbolo oficial de la ciudad. Huele a gofres y a vino caliente, y unos tímidos copos de nieve se deslizan desde el cielo. Has llegado a la plaza del Mercado, la más antigua y, en mi opinión, más bonita de Varsovia.
Para contemplarla a vista de pájaro, puedes entrar en el Museo de Varsovia y, tras empaparte de historia, subir al mirador de la quinta planta donde te espera una privilegiada panorámica de la plaza y de la Ciudad Vieja.
Plaza del Castillo
Otro epicentro de la Navidad en Varsovia es la plaza del Castillo (Plac Zamkowy) donde se ubica el Castillo Real. Antigua sede de los monarcas polacos, sus muros cobijan obras de Rembrandt y las pinturas de Canaletto en las que se basó la reconstrucción de la ciudad tras la Segunda Guerra Mundial.
Junto a este soberbio palacio se encuentra la esbelta columna del rey Segismundo III y entre ambos, un majestuoso abeto que al caer el sol se convierte en el protagonista de este emblemático rincón de Varsovia. Si buscas la mejor postal de esta animada plaza, la encontrarás en la azotea de la iglesia de Santa Ana.
Mercadillos navideños de Varsovia
Aunque hay mercadillos de Navidad en varios barrios de la capital, el más clásico es el que discurre junto a la muralla y la Barbacana entre puestos de artesanía, preciosos adornos tallados en madera y productos típicos como quesos, mieles, sopas, salchichas y dulces. Procura cambiar unos cuantos euros a moneda local (zloty), porque seguro que querrás llevarte algún detalle para recordar un viaje tan especial como este.
Ruta Real
El cuento navideño en Varsovia continúa con las preciosas decoraciones que jalonan la Ruta Real, un itinerario de extraordinaria belleza que engloba iglesias, palacios, parques históricos y tres residencias reales: el ya mencionado Castillo, el Parque Real de Łazienki y Wilanów. Presta especial atención a la iluminaciones de las calles Krakowskie Przedmieście y Nowy Świat. ¡Te sorprenderán!
Jardines reales del palacio de Wilanów
El broche de oro de este viaje al corazón de la Navidad en Varsovia no puede ser otro que los maravillosos decorados que engalanan el palacio de Wilanów, donde finaliza la Ruta Real.
Y es que la antigua residencia veraniega del rey Jan II Sobieski, reconvertida hoy en un museo de interiorismo, cuenta con unos bucólicos jardines que se iluminan con miles de luces led formando una sinfonía de colores y música clásica realmente impresionante. Como también lo es el espectáculo de videomapping que se proyecta en la fachada de esta joya del barroco.
Visitas imprescindibles en Varsovia
Si quieres comprender el pasado y el presente de la capital polaca, aprovecha tu estancia en Varsovia para conocer otros imprescindibles como:
Museo de la Historia de los Judíos Polacos POLIN: un viaje a través de la milenaria historia de los judíos polacos que no deja indiferente. Tampoco su ubicación ya que está situado en el que en su día fue el gueto de Varsovia. En su fachada se puede leer la palabra hebrea Polin que significa ‘Polonia’ y ‘aquí descansarás’.
Barrio de Praga: edificios de los años 60, patios, pequeños altares, street art, el Museo del Vodka Polaco… Déjate caer por la zona más genuina de la actual Varsovia que no fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial.
Museo de los Neones: situado en una antigua fábrica, este museo exhibe una interesante colección de carteles publicitarios que formaron parte del paisaje urbano de la Polonia de posguerra.
Palacio de la Cultura y la Ciencia: construido en los años 50, el edificio más alto del país es hoy un centro cultural que cuenta con varios teatros y museos. No olvides subir al mirador para disfrutar de las panorámicas que desde aquí se divisan.
Los sabores de Polonia en Navidad
Uno de los grandes atractivos de Polonia en Navidad es su gastronomía que en estas fechas del año presenta un festival de sabores a cual más delicioso. Ya sea en los mercadillos o en un restaurante, no deberías dejar de probar estas tentaciones locales:
Pierogi: estas empanadillas, que se elaboran cocidas o fritas con distintos rellenos, es el plato más típico y popular. ¿Mis favoritos? Los pierogi ruskie (patata, queso fresco y cebolla).
Sopas típicas: además de la exquisita sopa de remolacha, también te recomiendo probar otras especialidades como la sopa de tomate, de setas o más contundentes con fideos o carne.
Chocolate Wedel: absolutamente delicioso y adictivo, fue mi mejor aliado contra el frío
Obwarzanek: rosquillas de pan con semillas de amapola
Vino caliente: otra opción para entrar en calor muy demandada por polacos y turistas
Con estas recomendaciones gastronómicas concluye este cuento de Navidad en Polonia, un país que deberías tener en cuenta para viajar en estos días tan señalados. Te aseguro que te encantará.
Nota: este viaje ha sido posible gracias a Turismo de Polonia. Toda la información ofrecida y mis opiniones están basadas en mi propia experiencia. Y si quieres ver cómo fue mi viaje en tiempo real, no te pierdas las historias destacadas de mi cuenta deInstagram.
¿Ya se puede viajar a Nueva York? Sí. Tras casi dos años de cierre, el 8 de noviembre se anticipó la Navidad con un regalo esperado por muchos: Estados Unidos reabría sus fronteras a los viajeros internacionales. La noticia, además de llenar los aeropuertos de preciosas historias de reencuentros, ha permitido que los turistas que teníamos esta ciudad en nuestra bucket list estemos ahora pisando suelo americano.
Nueva York se suma así al resto de destinos que despiertan del letargo, despejando poco a poco ese mapa que todos los que vivimos pensando en viajar creíamos nuestro. Y es que la pandemia se ha llevado mucho por delante. Demasiado. Pero hay algo con lo que no ha podido: seguimos sintiendo la necesidad de salir de nuestra zona de confort, de abrazar otras culturas, de probar nuevos sabores.
¡Estoy en Nueva York!
Por fin he podido surcar el Atlántico rumbo a Nueva York. Estoy despierta en la ciudad que nunca duerme -cosas del jet lag– y desde aquí, concretamente desde mi habitación del Midtown de Manhattan, te animo a que hagas los mismo.
Y es que, en apenas 12 horas -por no decir 10 minutos-, he comprobado que el «efecto Nueva York» existe y que es absolutamente arrollador. Sencillamente, te noquea (y te clava una expresión de asombro en el rostro que servidora no se quita hasta que vuelva a Chamberí).
Ahora también sé por qué he tardado tanto en hincarle el diente a la Gran Manzana. Me conozco y, en el fondo, lo sabía. Sabía que una vez catada, no quedaría otra que incluirla en mi particular listado de ciudades imán junto a Estambul o Dublín. ¿Por qué? Porque Nueva York nació para seducir. Y porque hay que ser muy témpano, por mucho frío que haga a 26 de noviembre, para no derretirte a sus pies.
Requisitos actuales para viajar a Nueva York
A fecha de hoy, los documentos que necesitas para viajar a Nueva York son:
Pasaporte: expedido posteriormente a 2006, con dos páginas libres y una validez mínima de seis meses desde tu llegada a Estados Unidos.
ESTA (Electronic System Travel Autorization): tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos puso en marcha este sistema electrónico de autorización de viaje como medida de seguridad. Obtenerlo en muy sencillo. Solo hay que rellenar el formulario que aparece en su web, pagar la tasa correspondiente (14$), y esperar su tramitación. En teoría, se concede en un máximo de tres días, pero en mi caso no llegó a la hora. Una vez que recibes el correo de confirmación ya no tienes que hacer nada más porque el ESTA se vincula automáticamente a tu pasaporte.
Certificado de vacunación: pauta completa de una de las seis vacunas autorizadas por la OMS (Moderna, Pfizer, Janssen, AstraZeneca, Sinovac y Sinopharm).
Test PCR o antígenos negativo: realizado en las últimas 72 horas antes de viajar.
Aunque no sea obligatorio, te recomiendo que antes de viajar te inscribas en el Registro de Viajerosdel Ministerio de Asuntos Extranjeros para que puedan contactar contigo en caso de emergencia. Puedes hacerlo a través de su web o descargándote su app (Registro de Viajeros MAUC) que proporciona información sobre seguridad y recomendaciones de viaje.
Vuela a Nueva York con los Cyber Days de Air France
Si he conseguido tentarte para que incluyas Nueva York en tu próxima agenda viajera, sigue leyendo porque esto te interesa. Y es que Air France te lo pone muy fácil para volar a la ciudad que nunca duerme con sus Cyber Days con los que podrás obtener un descuento de hasta el 15% si reservas tu vuelo entre el 26 y el 29 de noviembre.
Como este descuento no se ve todos los días y lo puedes utilizar en todos los vuelos de medio y largo recorrido en clase económica, te explico cómo conseguirlo paso a paso:
Una vez rellenados tus datos personales, cuando llegues a la página de pago, introduce el código de descuento CYBERDAY21 en el campo “ingrese un vale o código de descuento”.
Haz clic en “aplicar”. Si la reserva cumple las condiciones del descuento, obtendrás el precio total del billete con el descuento aplicado y podrás proceder con el pago.
¿Más razones para volar a NYC con Air France? Si estás indeciso por reservar ahora tu vuelo ya que las restricciones de viaje pueden cambiar de un día para otro, debes saber que todos los billetes de esta aerolínea son 100% reembolsables y modificables para que puedas planificar tus viajes con total tranquilidad. O lo que es lo mismo, si lo necesitas, podrás cambiar tu reserva -fecha y/o destino- sin coste o solicitar un reembolso hasta el 31 de marzo de 2022.
Precios imbatibles y billetes flexibles para volar con una de las mejores aerolíneas europeas que, además, vela por nuestra salud como demuestra la obtención de las 5 estrellas de Skytrax (agencia internacional de calificación del transporte aéreo) en la clasificación de seguridad Covid-19.
¿A qué esperas? ¡Reserva ya porque el número de descuentos disponibles es limitado!
Seguro de viaje para Nueva York
No olvides contratar un buen seguro de viaje para Estados Unidos que cubra cualquier percance que puedas sufrir cuando viajes a Nueva York y más teniendo en cuenta que los Estados Unidos es uno de los países más caros del mundo en cuanto a asistencia sanitaria se refiere. Yo siempre viajo asegurada con Chapka y te recomiendo sus pólizas por sus amplias coberturas. Además, si lo contratas a través de mi web, obtendrás un 7% de descuento usando el código OBJETIVOVIAJAR. No lo dudes, contrata aquí tu seguro de viajes y disfruta de una aventura asegurada.
Código ético: post patrocinadopor Air France. Si compras tu seguro de viaje a través de mi web,recibiré una pequeña comisión que, en ningún caso, incrementa su precio, y que me ayuda a seguir ofreciéndote contenidos de calidad.Mis opiniones son 100% independientes.
A la patria de Alberti le sienta bien cualquier época del año. Si quieres saber por qué, toma nota de estos planes imprescindibles que concentran lo mejor de El Puerto de Santa María, un rincón del litoral andaluz sobrado de encanto que no cierra por vacaciones. Porque El Puerto es Cádiz y eso, querido viajero, son palabras mayores.
15 planes imprescindibles en El Puerto de Santa María
Hablar de los mejores planes que puedes haceren El Puerto de Santa María es hablar de un pueblo que sabe cómo vivir. Entre sonrisas y cañas, sin prisa y abrigado bajo un sol eterno. Que hace vida en las calles y exprime los días al máximo. ¿El resultado? Un buenrollismo que atrapa, seduce y te deja con ganas de más. O lo que es lo mismo, ese embrujo del sur que resulta irresistible allí donde el Guadalete se funde con el océano.
Y es que a la niña bonita de la costa gaditana no le falta de nada. Magníficas playas, arte y cultura, historias que narran reconquistas, descubrimientos y poesía… Súmale una gastronomía que no conoce detractores y la calidad de sus vinos, y empieza a ponerte en situación. Has llegado a El Puerto y, a partir de aquí, solo queda disfrutar.
Las mejores cosas que tienes que hacer y ver en El Puerto de Santa María
Toma nota de esta guía de viaje para diseñar tu próxima escapada. En ella encontrarás los obligados qué ver y qué haceren El Puerto de Santa María, por supuesto, pero también pistas para descubrir sus secretos másauténticos. ¡Comenzamos!
Callejear por el centro histórico
Nada mejor que callejear por el casco histórico para empaparte de la esencia de El Puerto, una ciudad situada en el corazón de la bahía de Cádiz que combina arte, historia y tradición a partes iguales.
Lo verás en el castillo, en calles como Palacios, Luna o Muros -por donde discurría la antigua muralla-, en los portales de la Ribera del Río, en los alrededores del mercado o en la siempre animada plaza de La Herrería. Lugares en los que está presente su pasado señorial y mercantil, el olor que desprenden sus bodegas y su eterno ADN marinero.
Paseando sin rumbo fijo te toparás con interesantes ejemplos de arquitectura civil y con un ramillete de templos, conventos y ermitas que engalanan la ciudad de arte religioso. Presta especial atención a la Iglesia Mayor Prioral, construida, como muchos otros monumentos, con piedra arenisca de las canteras de la Sierra de San Cristóbal. Si te recuerda a la catedral de Sevilla, estás en lo cierto porque su primer maestro de obras también trabajó en la construcción del gran templo hispalense.
Esta ciudad andaluza tampoco sería lo que es sin los versos de Rafael Alberti, una de las grandes figuras de la Generación del 27 que plasmó la magia, el color y el calor del Puerto en su obra como un personaje más. Como lo que fue, un marinero en tierra enamorado del lugar que le vio nacer y morir.
La rica herencia colombina y de cuantos la habitaron, añejas tiendas de ultramarinos como La Giralda, terrazas llenas de vida… Sin duda, el Conjunto Histórico de El Puerto de Santa María te dejará un buen sabor de boca. Más aún si completas tu visita con los planes que te propongo a continuación.
Descubrir las casas-palacio
Tras esta primera toma de contacto, reserva un hueco en tu agenda para conocer otra de las señas de identidad de El Puerto de Santa María: sus casas-palacio. Y es que, durante los siglos XVII y XVIII, los Cargadores a Indias que hicieron fortuna comerciando con el Nuevo Mundo levantaron un buen número de viviendas solariegas que competían en opulencia. Tanto es así que a día de hoy aún se la conoce como la Ciudad de los Cien Palacios.
Si quieres revivir estos días de gloria, solo tienes que visitar el Palacio de Araníbar, el de Valdivieso, el de Purullena o la Casa de Los Leones, un precioso ejemplo del barroco civil gaditano reconvertido en apartamentos turísticos.
Enamorarte de los patios portuenses
Estas viviendas señoriales comparten con otras más modestas una estancia fundamental en el día a día de las gentes de El Puerto: el patio, donde todo sucede y todo se comparte. Yo pude comprobarlo gracias a la Asociación Cultural Amigos de los Patios Portuenses que cada primavera organiza la Fiesta de los Patios. Momento en el que los vecinos abren las puertas de sus casas para mostrar a los visitantes la belleza que encierran estos espacios.
¿Un ejemplo? La Casa nº 6, una casa-palacio con más de 300 años de antigüedad ubicada en el centro que hoy es un acogedor hotel boutique.
Visitar el Castillo de San Marcos, una cita indispensable
Otra de las cosas que sí o sí tienes que hacer en El Puerto de Santa María es visitar elcastillo de San Marcos para descubrir los secretos que encierra esta iglesia-fortaleza erigida durante el reinado de Alfonso X. El más espectacular, sin duda, es el mihrab de la mezquita sobre la que se construyó. Un tesoro que permaneció oculto durante siglos y que por sí solo ya justifica la visita.
Pero no es el único. En el siglo XV esta fortaleza fue clave en el descubrimiento de América. De hecho, el propio Cristóbal Colón se alojó aquí mientras planificaba sus expediciones junto al marino y cartógrafo Juan de la Cosa, quien capitaneó su propia nave, la Santa María, y dibujó en esta ciudad el primer mapamundi en el que aparece representado el nuevo continente.
Si quieres ver una reproducción de esta joya de la cartografía universal, acércate al mural situado en un lateral del castillo.
¿Otra curiosidad? Desde 1959 este Monumento Nacional es propiedad del Grupo Caballero por lo que si lo deseas también podrás visitar su fabulosa bodega histórica y disfrutar de una cata de vinos de Jerez.
Conocer sus famosas bodegas
Hablando de templos del vino, acepta mi consejo y visita alguna de las bodegas que hacen de El Puerto un destinoenoturístico de primera. Algo normal teniendo en cuenta que es uno de los vértices de la región vitivinícola del Marco de Jerez y que está considerado la cuna del fino.
Para profundizar en el peculiar sistema de crianza de este estandarte de la cultura portuense y conocer cómo se crían los mejores vinos de la Denominación de Origen Jerez-Xérès-Sherry -la más antigua de España-, puedes acercarte a la mítica Osborne, a la ya mencionada Bodegas Caballero, a Gutiérrez Colosía o a la Bodega Taberna Obregón, entre otras, donde disfrutarás de una experiencia muy auténtica entre aromas y matices.
Disfrutar de sus playas, un plan con mayúsculas
«El mar. La mar. El mar. ¡Sólo la mar!«. Que sean los propios versos de Alberti los que te acompañen en tu recorridopor las playas de El Puerto de Santa María. Si fuera por él, iríamos directos a la Puntilla, donde solía ir a jugar cuando era pequeño entre arena y pinares.
Pero sus 16 kilómetros de costa dan para mucho más. Aquí están los extensos arenales de Valdelagrana -perfecta para deportes náuticos y flanqueada por un animado paseo marítimo- y los de Santa Catalina. La playa virgen de Levante, integrada en el Parque Natural Bahía de Cádiz, la Calita, la del Aculadero, Fuentebravía…
Y mi favorita, La Muralla. Una playa de aguas cristalinas situada en Puerto Sherry, que toma su nombre de los restos del castillo de Santa Catalina que besan su fina arena.
Pasear a la vera del Guadalete
El ayer y el hoy de El Puerto de Santa María no pueden entenderse sin su privilegiada ubicación en la desembocadura del río Guadalete. De ahí que pasear junto al río sea un plan ineludible para caminar al compás de la historia.
Un claro ejemplo es la Fuente de las Galeras, construida en 1735 para proveer de agua a las expediciones que se dirigían a las Indias, y el antiguo muelle que en el siglo XX se utilizaba para exportar el vino de sus famosas bodegas.
El pasado también está presente en el Parque Calderón, donde cobra vida el legado comercial de la ciudad en forma de árboles como el laurel de la India, e incluso en el moderno puente azul que salva las dos orillas del Guadalete. Su nombre oficial, Pasarela Peatonal «Pepe el del Vapor«, es un homenaje a uno de los personajes más queridos de El Puerto de Santa María, el patrón mayor del Adriano III. O lo que es lo mismo, del mítico vaporcito que sorteaba las aguas de la bahía rumbo a Cádiz.
Viajar al pasado en el Yacimiento Doña Blanca
Cuando visites El Puerto de Santa María tienes una cita con la historia en el Yacimiento de Doña Blanca que conserva valiosos restos arqueológicos del pasado fenicio de este enclave. Entre ellos, parte de la última muralla, un grupo de viviendas situadas en terrazas artificiales que se adaptan a la orografía del terreno, la necrópolis y un lagar para la producción de vino. La visita es gratuita (Carretera de El Portal, km. 3,2).
Ver la puesta del sol en Puerto Sherry
Si unes uno de los mejores puertos deportivos de Europa, la playa de La Muralla, beach clubs, restaurantes y ambiente asegurado, el resultado es Puerto Sherry. Un must de El Puerto de Santa María en cualquier momento del día, y uno de los mejores escenarios para presenciar unos atardeceres de escándalo.
Recorrer en bicicleta el Parque Natural Bahía de Cádiz
Otro de los grandes atractivos de El Puerto de Santa María es el entorno que lo rodea. Un hermoso paisaje de marismas, esteros y salinas que pertenece al Parque Natural Bahía de Cádiz que te recomiendo recorrer en bici y con unos buenos prismáticos para avistar flamencos, garzas reales y cormoranes.
Además de su diversidad ornitológica y su indudable valor ecológico, en los esteros sigue vivo el arte del despesque tradicional gracias a asociaciones como el Fondo para la Custodia y Recuperación de la Marisma Salinera (Salarte), que demuestra que su gestión sostenible genera beneficios sociales y económicos.
¿Has probado alguna vez una tortillita de camarones recién pescados? Yo sí y siempre agradeceré a la familia de Los Machaca este regalo.
Los mejores planes para descubrir los sabores de El Puerto de Santa María
¿Dónde y qué comer en El Puerto de Santa María? Anota estas recomendaciones para llenar de sabor tu escapada. Estoy segura que estos planes gastronómicos estarán a la altura de tu paladar.
Desayunar en la cervecería cafetería El Puerto
Si vas en busca del mejor desayuno de El Puerto, tu destino es la Cervecería Cafetería El Puerto. Un agradable local con terraza, más conocido como La Ponderosa, que sirve, por aclamación popular, los mejores churros de la ciudad. Acompáñalos con una taza de chocolate, un zumo o un café y verás que hacen honor a su fama. Y si eres más de salado, decántate por las tostas y molletes (Misericordia, 17).
Acercarte al mercado de La Concepción
¿En busca de los genuinos sabores de El Puerto? Pon rumbo al mercado de abastos de La Concepción, el mejor lugar para tomarle el pulso a la ciudad. Un abanico de olores y colores que relata en cada parada la historia viva de los portuenses. Carnicerías, fruterías, puestos de verduras… Y, cómo no, el producto por excelencia: el pescado fresco. En especial, aquellos con los que se preparan las recetas de toda la vida como el malarmao, el marrajo o las castañitas, nombre local de los chocos de la costa de Cádiz. Si esta visita despierta tu apetito, atento a la siguiente recomendación (Ganado, s/n).
Tomar el aperitivo en el bar Vicente Los Pepes
Una de las cosas más típicas que tienes que hacer en El Puerto es dejarte caer por el bar Vicente. Si vienes con la lección aprendida, ya sabrás que aquí -como en toda Andalucía – ir de tapeo es sagrado. Ponlo en práctica en este clásico probando sus populares molletes entre antiguos carteles, toneles y el bullicio propio de uno de los «monumentos» más visitados de la ciudad (Abastos, 7).
Romerijo y Bespoke: dos planes gastro en El Puerto de Santa María que nunca fallan
Si te preguntas dónde comer en el Puerto de Santa María, aquí tienes dos experiencias gastronómicas de diez.
La primera es Romerijo, el gran templo del marisco cocido y del pescaíto frito gaditano. Tú decides cómo probar su excelente materia prima. Puedes elegir lo que quieres comer en el cocedero y llevártelo a la tu mesa en sus populares cartuchos. O bien, disfrutar de su servicio en mesa como en un restaurante al uso. Sea cual sea la opción que escojas, riega tu festín con los vinos del Marco de Jerez y buen provecho (Ribera del Marisco,1).
La segunda propuesta que te recomiendo es Bespoke, un local con mucha personalidad capitaneado por Carmen Gutiérrez, de Bodega Gutiérrez Colosía. Croquetas de queso azul de la Sierra de Grazalema, langostinos en tempura, pollo crujiente Thai en láminas, ensaladilla Bespoke «a la mar», música en directo… No lo dudes y reserva mesa en este espacio gastronómico ideal para sherrylovers y amantes del buen comer en el que cada detalle cuenta.
Y, si el presupuesto te lo permite, debes saber que el reputado chef Ángel León tiene aquí su buque insignia, el restaurante Aponiente -3 estrellas Michelin-, y su versión más informal y asequible en forma de tapas y raciones, La Taberna del Chef delMar (Francisco Cossi Ochoa, s/n y Puerto Escondido, 6). Yo no he tenido la suerte de probar sus creaciones, pero algún día llegará ese esperado momento.
Probar los dulces típicos, una experiencia obligada para los más golosos
Todo viaje que se precie debe incluir un momento para probar la repostería local. En el caso de El Puerto, esto pasa por acercarte a Cien Palacios. Una empresa familiar que elabora una de las señas de identidad más reconocibles y aplaudidas del lugar: sus exquisitas tejas artesanas. Las más típicas son las de almendra fileteada, aunque también las hay de coco, de piñones, de chocolate, sin gluten… Todas ellas hechas a mano en hornos de piedra tradicionales (Misericordia, 19).
Otra tentación que también se ha colado entre los imprescindibles de El Puerto son los helados de Da Massimo. Traspasar la puerta de cualquiera de sus establecimientos es entrar en un universo de sabores que salta del dulce al salado sin complejos. ¿Imaginas cuál es el más demandado? Exacto, el de tejas, que en formato cucurucho resulta irresistible (Luna, 22).
Con esta última recomendación, finaliza este compendio de planes imprescindibles en El Puerto de Santa María. Ahora que ya sabes todo lo que tienes que ver y hacer, ya puedes disfrutar de este atractivo rincón gaditano como uno más. Yo ya te he dado las mejores pistas, pero seguro que tú encuentras muchos más motivos para ir, y, sobre todo, regresar. ¿Por qué? Porque El Puerto engancha y mucho.
Visitas guiadas y actividades de interés
Aquí tienes las mejores visitas guiadas que puedes hacer en El Puerto de Santa María y alrededores:
Si reservas alguna de estas excursiones a través de estos enlaces de Civitatis, me ayudarás a seguir proponiéndote más planes viajeros ya que recibiré una pequeña comisión que no incrementa su precio final. ¡Muchas gracias y feliz escapada a El Puerto de Santa María!
El castillo de Peracense es uno de los más bellos y mejor conservados de la provincia de Teruel. Una joya, muy poco conocida, que bien merece una escapada a la comarca aragonesa del Jiloca para descubrir qué lo hace tan único y espectacular. En este artículo encontrarás toda la información que necesitas para organizar tu visita. Cómo llegar, horarios, compra de entradas, qué ver en los alrededores, dónde comer… Estoy convencida de que cuando llegues al final, querrás conocerlo sí o sí.
Un paseo por la historia
La historia de esta imponente fortaleza medieval, que se alza en lo alto de la localidad de Peracense, corre en paralelo a la del resto de castillos de Teruel. Y es que son muchas las fortificaciones que se construyeron para proteger este territorio de los constantes conflictos con Castilla y con las taifas musulmanas.
Las primeras referencias del castillo nos trasladan a la Edad del Bronce, celtibérica y romana, y prosiguen en la Edad Media, momento en el que su valor defensivo aumenta por su situación fronteriza. Años más tarde, tras la reconquista, pasó a ser una prisión y un cuartel del ejército. Luego cayó en desuso, sufrió saqueos y se utilizó como cantera de piedras de afilar.
Afortunadamente, a partir de 1987 empezaron las labores de restauración que continúan en la actualidad con excavaciones arqueológicas y nuevas rutas que hacen de este castillo del siglo XIII un sensacional enclaveparaviajar en el tiempo y disfrutar de los impresionantes paisajes que lo rodean.
Aviso para navegantes: tras publicar una foto del castillo en mi cuenta de Instagram, muchos seguidores me preguntaron si aquí se rodó Juego de Tronos. La respuesta es no, aunque esta fortaleza roja bien podría acoger el Trono de Hierro.
Visitar el castillo de Peracense
Cuando visites esta portentosa muestra de arquitectura militar medieval, lo primero que llamará tu atención es su estratégica ubicación ya que se asienta sobre una gran mole de roca de arenisca roja llamada rodeno. Su construcción, en el mismo material, hace que se mimetice completamente con el paisaje que lo rodea. Un entorno natural de formas imposibles que pertenece a Sierra Menera y que se encuentra muy cerca del cerro de San Ginés desde donde obtendrás las mejores vistas.
Gracias al aprovechamiento de la topografía del terreno, el castillo se convirtió en una atalaya prácticamente infranqueable. Para comprobarlo, solo tienes que observarlo desde la distancia. Quizás te pase como a mí y te parezca un barco varado en la montaña e incluso te cueste distinguir donde termina la roca y empieza el castillo.
Ahora que ya lo tenemos localizado, la pregunta es ¿qué encontramos en el interior de su gran perímetro amurallado? La respuesta es tres recintos concéntricos que organizan su sistema de defensa en un total de 4.000 m2.
Recinto inferior
Para sumergirnos en el contexto de la época, la gran explanada del recinto inferior nos recibe con una exposición permanente de armas de asedio a tamaño real, entre las que destacan la rueda de fuego, un qaws al-ziyar árabe, y el gran ariete. Todas ellas están flanqueadas por un primer cinturón de murallas de 3 metros de espesor con torreones, saeteras y paseos de ronda almenados.
Las antiguas caballerizas -ahora zona de servicios-, el foso y la ya mencionada cantera de piedras son otros puntos de interés de este primer contacto con esta fortaleza que resulta inexpugnable por sus costados norte y este.
Recinto intermedio
En el sector central del castillo, que antaño albergaba los dormitorios, cocinas y talleres, se encuentra el actual museo que cuenta con reproducciones de piezas arqueológicas y una sala de exposiciones de fotografías.
Tras profundizar en la dilatada historia que narran sus paneles, te recomiendo subir a la Torre del Hospital y a la terraza del propio museo para disfrutar de la peculiar silueta que adopta el castillo en su tramo final.
Además de los restos de la capilla, la cárcel y la necrópolis, otro elemento característico del recinto intermedio es el aljibe principal de la plaza de armas que recogía algo tan primordial como el agua. Con una profundidad de 4 metros, podía almacenar hasta 60.000 litros, y para llenarlo se construyó una red de pequeños canales que todavía pueden apreciarse.
Recinto superior
De difícil acceso, fácil de proteger y con amplias panorámicas que controlan todo el territorio. Así es el recinto superior del castillo de Peracense, que, como podrás intuir, albergaba las estanciasprincipales. La residencia familiar del alcaide, la sala mayor, el polvorín, más aljibes…
Aunque el acceso original se realizaba a través de un puente levadizo, hoy son unas escaleras las que permiten llegar a la parte más alta atravesando una falsa Torre del Homenaje, que en realidad es un enorme muro defensivo con una única puerta.
Tras ascender por los diferentes niveles de este recinto, llegamos al punto más alto de la fortaleza: la terraza superior. Es aquí, a 1.365 metros sobre el nivel del mar, donde tu cámara echará humo para captar la belleza de una vista de 360º del valle del Jiloca con todo el castillo bajo tus pies.
Seguramente pienses que estas vistas ya justifican una escapada a este seductor rincón de Aragón, pero las sorpresas continúan y todavía te esperan más perspectivas de escándalo.
Senderos del castillo de Peracense
Si te gusta caminar, no dudes en recorrer alguno de los cinco senderos señalizados que discurren alrededor del castillo. Y es que no solo podrás admirarlo desde diferentes encuadres, también te adentrarás en uno de los conjuntos paisajísticos más singulares de Aragón. Escoge el que mejor que se adapte a tus necesidades, ponte ropa y calzado cómodo y deja que el entorno haga el resto.
Ruta 1 – Subida al mirador de los Panderones: suave ascensión entre densos matorrales de jara que desprenden un agradable aroma (ida y vuelta 480 metros).
Ruta 2 – Ronda del Asalto: ruta circular que rodea la base del castillo bajo sus espectaculares roquedos (590m).
Ruta 3 – Camino de la Villeta: senda perimetral que combina magníficas vistas del castillo y destacados enclaves como las ruinas de la ermita de la Villeta, la Cueva de Maleno o el camino viejo de Ródenas (1.750 m).
Ruta 4 – Camino viejo del castillo de Peracense: como su nombre indica durante siglos fue la ruta que conectaba Peracense y el castillo. Atraviesa el despoblado medieval y el monte de cuarcitas de «La Calzada» (2.900 m ida y vuelta).
Ruta 5 – Senda de la Peña de la Montera: un breve y cómodo paseo por las antiguas canteras de esta peña donde se extraían las piedras para construir el castillo. Su color rojizo es debido al óxido de hierro que contienen (200 m ida y vuelta).
Recreaciones medievales y visitas nocturnas
Con la paulatina vuelta a la normalidad, las actividades que se solían celebrar en el castillo antes de la pandemia regresan poco a poco a este escenario para dotarlo de un patrimonio cultural excepcional. Una de las más destacadas son las jornadas de recreación medieval «Peracense Siglo XIII», un evento que organiza cada verano la Asociación Fidelis Regi y que nos tras traslada a la Edad Media. Las visitas nocturnas teatralizadas, que incluyen la observación de las Perseidas, los torneos de softcombat, el mercado medieval… Si esta fortaleza es una sorpresa continua, los eventos que alberga no se quedan atrás.
Qué ver en los alrededores del castillo de Peracense
Sería imperdonable abandonar este enclave turolense sin conocer los alrededores del castillo donde se dan cita más paisajes hipnóticos y encantadores pueblos como el propio Peracense o Ródenas.
Peracense y el cerro de San Ginés
El peculiar cromatismo rojizo del castillo también envuelve a Peracense, un pueblecito de aire medieval que invita a callejear entre muestras de arquitectura popular. Sus principales puntos de interés son la iglesia de San Pedro, el ayuntamiento y la imponente carrasca milenaria que resiste el paso del tiempo en las afueras.
Al sur del pueblo se levanta el cerro de San Ginés, la cumbre del valle del Jiloca. Aunque se puede llegar a este bello mirador natural en coche, la experiencia es mucho gratificante si se hace a pie siguiendo una ruta circular de 8 km. ¿La recompensa? Peracense y Ródenas a vista de pájaro y, entre ambos, el castillo.
Ródenas
Muy cerca de aquí, a menos de 6 km, puedes visitar Ródenas. Este encantador pueblo forma parte del Parque Cultural de Albarracín, un territorio protegido que cuenta con un valioso patrimonio geológico y paleontológico, y que también incluye los municipios de Tormón, Bezas, Albarracín y Pozondón.
Paseando por el pueblo verás que su arquitectura serrana también sigue los dictados de la piedra de rodeno dando forma a preciosas casas solariegas como la bajomedieval casa del Olmo o la casa de los Julianes. Otros puntos de interés son la iglesia parroquial de Santa Catalina, el aljibe y el antiguo horno comunal, que acoge el Centro de Interpretación Los Encantos del Rodeno.
Albarracín y el Paisaje protegido de los Pinares de Rodeno
¿Cuánto vale una hora de tu tiempo? Porque es lo que necesitarás para llegar al que para muchos es el pueblo más bonito de España: Albarracín. Murallas, estrechas callejuelas empinadas, balcones de forja, soberbios portones, techumbres de madera… Un sueño medieval a orillas del río Guadalaviar que enamora a quien lo pisa.
Ya que has llegado hasta aquí, no dudes en recorrer el Paisaje Protegido de los Pinares de Rodeno, uno de los conjuntos paisajísticos y culturales más espectaculares de Aragón. Como espectaculares son los cientos de pinos resineros que afloran sobre areniscas de color vino, las rocas que retan a la ley de la gravedad y las pinturas rupestres de sus abrigos.
Teruel
¿Qué decir de la coqueta y acogedora capital aragonesa? Pues que Teruel sorprende y mucho. Son pocos los que imaginan que es la cuna del arte mudéjar, que en su casco antiguo el medievo y el modernismo se dan la mano, que es tranquila y amable, que sobrevive con nobleza en la España vaciada y que tiene mucho que contar.
Cómo llegar al castillo de Peracense y dónde aparcar
El Castillo de Peracense está situado a 62 km (48 min) de Teruel capital. La ruta más rápida en coche es la que discurre por la A-23, y continúa por la A-1511 y TE-V-9022 hasta C. Arrabal en Ródenas.
Si el punto de partida es Albarracín, cuenta con unos 55 minutos para recorrer los 54 km de distancia por la A-1512, TE-V-9031, A-1511 y TE-V-9022.
De Zaragoza al castillo hay 143 km. Toma la A-23 hacia TE-V-9024 (salida 160) y sigue por la TE-V-9024.
Puedes dejar el coche en el parkinggratuito que hay en el exterior de la fortaleza. Otra opción es aparcar en el casco urbano de Peracense y subir andando por el ya mencionado Camino viejo del castillo de Peracense.
Aunque el castillo no está adaptado, las personas con movilidad reducida pueden aparcar junto al sendero que conduce al mirador accesible del castillo y disfrutar de unas preciosas vistas.
Horarios de apertura del castillo de Peracense
El castillo de Peracense puede visitarse todo el año en los siguientes horarios:
1 de enero al 16 de abril: 10:30-14:00 y 15:30-18:00h
17 de abril al 30 de junio: 10:30-14:00 y 16:00-20:30h
1 de julio al 15 de septiembre: 10:30-14:00 y 16:00-21:00h
16 septiembre al 15 de octubre: 10:30-14:00 y 15:30-19:00h
16 de octubre al 31 de diciembre: de 10:30-14:00 y 15:30-18:00h
* Dada la situación actual, te recomiendo que confirmes los horarios de apertura en el teléfono de información 620 863 078 o enviando un correo a info@castillodeperacense.es
Precios y compra de entradas para visitar el castillo de Peracense
Toma nota del precio de las entradas:
Entrada general: 3,5€
Jubilados, Carnet Joven y grupos (más de 15 adultos): 3€
Niños (6-14 años): 2 €
Menores de 6 años: entrada gratuita
Respecto a la compra de entradas, puedes adquirirlas en el propio castillo porque normalmente no hay problemas de aforo. Otra opción es realizar tu reserva online en Spain Heritage Network, la plataforma de castillos y palacios de España. Eso sí, tendrás que abonar 1€ + IVA más por los gastos de gestión.
Dónde comer cerca del castillo de Peracense
Mi recomendación es que te acerques a la vecina población de Ródenas y reserves mesa en el restaurante LosPoyales. En su carta encontrarás deliciosas raciones como huevos rotos con foie, torreznos o buñuelos de bacalao, y platos más contundentes como el arroz meloso con calamar y bogavante y el jarrete de ternasco. Este establecimiento es accesible y cuenta, además, con una amplia terraza exterior (Aro la Balsa, 1).
Y hasta aquí toda la información que he recopilado para que puedas organizar tu visita al castillo de Peracense. Ahora ya lo sabes, Teruel tiene su propia fortaleza roja y te está esperando para sorprenderte.
Si aún no conoces la Ruta del Vino de Toro, presta atención porque voy a mostrarte este destino a través de sugerentes experiencias que despertarán tus cinco sentidos. Pasear entre viñedos regados por el río Duero, conocer el interesante patrimonio de Toro, adentrarte en alguna de sus centenarias bodegas, catar sus vinos con Denominación de Origen, dormir en un castillo rodeado de vides, tapear y comer de lujo, como no podía ser de otra manera tratándose de Castilla y León, relajarte en un spa con un tratamiento de vinoterapia…
Suena bien, ¿verdad? Pues todo esto y mucho más te espera en este rincón del sureste de la provincia de Zamora salpicado de villas y pueblos volcados en el oficio del vino.
Ruta del Vino de Toro, un destino en siete experiencias imprescindibles
Naturaleza, arte, gastronomía, bodegas que conjugan tradición y modernidad, turismo sostenible y respetuoso con las tradiciones… Como he podido comprobar recientemente, la Ruta del Vino de Toro tiene un gran potencial que se traduce en una escapada enoturística que deja huella. Y que, además, es perfecta para todo tipo de públicos: familias, parejas, con amigos, foodies, winelovers… ¿Quieres saber por qué? Sigue leyendo.
Toro, una cita con la historia
Las tierras de cultivo, cubiertas de viñedos y campos de cereales regados por el Duero, marcan el camino hasta la monumental ciudad de Toro. Un reino medieval de piedras centenarias, que se eleva sobre una atalaya natural, cuajado de palacios, iglesias mudéjares, casas señoriales y monasterios que narran su historia.
Un pasado que nos habla de personajes como Juan II de Castilla, Juana la Beltraneja e Isabel la Católica -que se enfrentaron en la batalla de Toro-, María de Molina, Doña Elvira o el Conde Duque de Olivares. Todo ello en la muy noble, muy leal y muy antigua ciudad de Toro que fue sede real entre los siglos XII y XVI.
Tanto si entras por el Arco de la Corredera o por la puerta de Santa Catalina, que atestiguan la existencia de varios cinturones de murallas, desembocarás en el corazón de esta villa que conserva uno de los conjuntos artísticos más impresionantes de Castilla y León.
La Torre del Reloj situada sobre la antigua puerta del Mercado, el mudéjar de la iglesia de San Salvador de los Caballeros, el neoclásico Palacio de los Condes de Requena, la iglesia de San Sebastián con su colección de frescos góticos procedentes del monasterio de Santa Clara, el retablo mayor de San Julián, el convento del Sancti Spiritus…
Y, cómo no, la Colegiata Santa María la Mayor, la niña bonita del patrimonio toresano. Esta portentosa muestra de arquitectura religiosa, alzada al borde del barranco que enmarca las aguas del Duero, es uno de los monumentos románicos de transición al gótico más importantes de España.
Con aires de catedral, en su interior destaca la impresionante Portada de la Majestad que centra todas las miradas. La profusión de esculturas que decoran las arquivoltas, su policromía original, la armonía de todo el conjunto… Nunca un Juicio Final fue tan bello.
Con esta explosión de belleza aún en la retina, tal vez sea el momento de ir a tapear por los soportales de la plaza Mayor a la sombra del ayuntamiento y la iglesia del Santo Sepulcro. Cecina, chorizo, rabas, croquetas, bacalao o pulpo que con un buen vino de Toro son un irresistible pecado que no admite confesión.
Para bajar la comida, nada mejor que recorrer el Paseo del Espolón que discurre entre el Alcázar y los jardines de la Colegiata. ¿La recompensa? Una de las grandes postales de Toro: la del Duero trazando una majestuosa curva a los pies de la cuna del vino zamorano. Entre campos de regadío y con la meseta como telón de fondo.
Otro precioso encuadre de esta panorámica es el que nos brinda el propio Alcázar, todo un símbolo de la importancia estratégica y militar de Toro en el medievo. Aquí se encuentra el Centro de Recepción de Visitantes y, justo enfrente, el verraco celtibérico que, según dicen, dio nombre a la ciudad.
Descubre cómo es una bodega subterránea
¿Sabías que el subsuelo de la ciudad está lleno de bodegas? Así es. Excavadas bajo las casas y presentes desde la Edad Media, las bodegas subterráneas de Toro son un claro ejemplo de la identidad de una ciudad ligada a la vid y al vino.
Si quieres descubrir alguno de estos tesoros, te recomiendo adentrarte en la antigua bodega de la Cofradía de Labradores, conocida popularmente como La Niña Bonita, cuya visita gestiona el ayuntamiento.
Esta bodega histórica, que data del siglo XVII, conserva el lagar y la zona de producción, y alberga un centro de interpretación en el que descubrirás, por ejemplo, que el primer vino que llegó a América fue el de Toro a bordo de las carabelas de Cristóbal Colón, y cómo es la festividad más popular de su calendario, la Fiesta de la Vendimia. Una celebración que tiene lugar el segundo domingo de octubre y que forma parte de la memoria colectiva de toresanos y toresanas.
Visita las bodegas de la Ruta del Vino de Toro
Intenso, astringente, peleón… Tras comprobar que los mitos sobre el vino de Toro son cosa del pasado, se impone visitar alguna de sus numerosas bodegas para profundizar en su cuidadosa elaboración. Y es que, aunque inicialmente estos vinos ganaron fama por su potencia, han ido evolucionando con los años, ganando finura y elegancia, gracias al esfuerzo de cualificados enólogos que no han dejado de innovar y experimentar amparados por laDenominación de Origen Toro. El resultado no puede ser más exquisito: un variado catálogo de referencias de vanguardia que no pierden la personalidad que siempre les ha caracterizado.
Teso La Monja
Selección de racimos, despalillado a mano, pisado manual… Un magnífico ejemplo de esta nueva era de la D.O. Vino de Toro es la bodega Teso La Monja. Cinco generaciones de tradición vitivinícola que a día de hoy demuestran que la tinta de Toro se puede «domar» para apreciar mejor su elegancia. ¿Un ejemplo? Su Termanthia de 2004, procedente de cepas centenarias de viñedos prefiloxéricos, fue premiado con 100 puntos Parker en la revista The Wine Advocate.
Bodegas Fariña
Hablar de la Denominación de Origen Vino de Toro es hablar de Fariña, una bodega cuya filosofía enológica se centra en la innovación, la calidad y el respeto al terruño y a la variedad autóctona, la tinta de Toro. Sus más de 300 hectáreas de viñedo propio les permiten un control integral de la producción que da como resultado un catálogo de vinos singulares y elegantes como Pr1mero (el primer vino de maceración carbónica de la zona) y sus gamas Colegiata y Gran Dama de Toro que incluyen sorprendentes malvasías.
Divina Proporción
Que uno de sus vinos se llame Madremía ya avanza la calidad de las referencias de Divina Proporción, una bodega que en cada una de sus propuestas de enoturismo cuenta la historia que hay detrás de cada botella. Visitando la bodega, recorriendo los viñedos, degustando platos tradicionales como las patatas a la importancia en su restaurante…
Museo Quesería Chillón
Reserva, curado, en manteca… El queso de leche de oveja es uno de los referentes más exquisitos de la gastronomía de Toro y un imprescindible en cualquier cata que se precie. El mejor lugar para comprobarlo es el Museo del Queso Chillón. Y es que el atractivo de esta visita no solo se centra en conocer el proceso de la elaboración natural de este emblema de la cocina española.
Lo más interesante es que su discurso museográfico también incluye un recorrido por la historia de los Chillón, maestros queseros desde 1890.
La visita guiada finaliza con una cata de sus elaboraciones estrella en la que destacan tres de sus patentes: el queso de leche cruda de oveja al vino tinto y las emulsiones Chillón con miel y Chillón picante. ¿Sabores gourmet? Exacto. Palabra de cheeselover.
Disfruta de una experiencia wellness: spa y vinoterapia en Valbusenda
Relax y desconexión cinco estrellas en la fértil vega del Duero con Toro dominando el paisaje de viñedos. Esta es la propuesta enoturística que nos ofrece el Valbusenda Hotel Bodega & Spa. Un espectacular complejo vinícola que, además de realizar visitas a sus bodegas y catas, cuenta con un wine spa que utiliza sus propios vinos en sus exclusivos tratamientos de vinoterapia. Un viaje para los sentidos que refrenda el refrán castellano Vino de Toro, medicina para todo. ¿Te animas a comprobarlo por ti mismo?
Sumérgete en la cultura del vino en el Museo Pagos del Rey
Dirige tus pasos ahora a la zamorana población de Morales de Toro para visitar el Museo del Vino de Pagos del Rey, un potente recurso turístico que nos invita a conocer el proceso de elaboración del vino de Toro desde sus orígenes hasta nuestros días.
Las variedades de vid más características de la D.O Toro, los depósitos de vinificación originales, la sala de barricas… Cualquier aspecto relacionado con el vino está presente en el discurso expositivo de este museo interactivo que hace de la Ruta del Vino de Toro un destino imprescindible para los amantes del enoturismo.
Gastronomía toresana: dónde comer en Toro
Mesones, tascas, restaurantes de cocina de autor… Otro de los grandes atractivos de la Ruta del Vino de Toro es la gastronomía toresana que cuenta con un recetario de platos elaborados con productos típicos que respetan la tradición, ya sea en su versión más clásica como en propuestas más innovadoras. Estos son algunos de los establecimientos adscritos a esta ruta que te recomiendo probar por su calidad y excelente servicio:
Restaurante Doña Negra – Merece la pena acercarse a este céntrico restaurante de Toro en el que el chef César Ferrada prepara especialidades como el arroz a la zamorana con costra de cerdo y chichas, y una exquisita trilogía de bacalao que ganó el primer premio al Mejor Bacalao Tradicional de Zamora en 2020. Todo ello en un acogedor local y regado con un tinto de Bodegas Elías Mora (Odreros, 10).
La Esquina de Colás – Picoteo informal de calidad y una cuidada selección de vinos de la zona en el corazón de Toro. Equivocarse aquí es imposible ya que su carta recoge una variedad de tapas a cuál más deliciosa: tostas de autor, pulguitas, sardinas con crujiente de jamón, bacalao con salsa de champagne… ¿El escenario? Un antiguo edificio con el entramado de madera y las vigas a la vista (Plaza Mayor, 24).
LaTinta – Déjate aconsejar y prueba delicias como el lagarto ibérico, el pulpo braseado, los champiñones o su exquisita versión del melón con jamón en formato salmorejo. Buena localización y, como dicen ellos mismos, tapas con sabor a fuego y vino (Plaza Mayor, 2).
Complejo Enoturístico LaTarce – Cocina de km.0 y estacional con un toque innovador que conserva la autenticidad de los sabores en un ambiente elegante y cálido. Su especialidad son los asados de lechazo IGP y de cochinillo al que se suman otras propuestas como la pata de pulpo braseada o la ensalada de codorniz escabechada en timbal. Recuerda dejar sitio para el postre (Carretera Medina de Rioseco, km 1).
¿Un castillo o una casa rural? Dónde alojarte en la Ruta del Vino de Toro
Hoteles de tres y cuatro y cinco estrellas, apartamentos, casas rurales… Toro cuenta con una variada oferta hotelera para todos los gustos y bolsillos. Dos recomendaciones muy distintas, pero con mucho encanto:
Monte La Reina: un castillo neogótico del siglo XIX con unas bonitas vistas de la vega del Duero convertido en un hotel boutique de 8 habitaciones decoradas con un gusto exquisito. Pasear entre viñedos, catas, senderismo… Este complejo enoturístico que aúna sus propios vinos, campo, gastronomía y ocio, resulta perfecto para darte un capricho en tierras zamoranas.
Hotel Rural Marialba: acogedoras habitaciones, huerto ecológico, salón con chimenea, piscina, un extenso jardín… Si quieres cambiar el asfalto por despertar rodeado de naturaleza, tienes una cita en el Hotel Rural Marialba, un alojamiento bioclimático que aprovecha la energía solar situado en la vega de Toro. Coqueto, espacioso y tranquilo.
Aquí finaliza este recorrido por la Ruta del Vino de Toro, espero que todas estas propuestas despierten tu interés y que busques un hueco en tu agenda viajera para viajar a Zamora. Si necesitas más información, la encontrarás en la su web oficial. ¿Brindamos?
Altas cumbres y valles, cielos impolutos, algunos de los pueblos más bonitos de España, gastronomía serrana, actividades en plena naturaleza… Si te preguntas qué ver en la comarca de Gúdar Javalambre, sigue leyendo porque voy a mostrarte mil y un motivos para viajar al sur de Teruel.
Qué ver en Gúdar Javalambre o cómo enamorarte del sur de Teruel
Gúdar Javalambre es un destino que reclama ser descubierto en clave slow, disfrutando de sus paisajes, de la tranquilidad, del aire puro, del patrimonio que lucen sus villas, de su gastronomía -con el jamón de Denominación de Origen y la trufa negra como protagonistas… Y, cómo no, del astroturismo ya que esta comarca está certificada como ‘Destino y Reserva Starlight‘, y luce un cielo estrellado y limpio de contaminación lumínica que refrenda su carta de presentación: «Aquí tocamos las estrellas».
Pueblos de la comarca de Gúdar Javalambre
Uno de los grandes atractivos de esta comarca son las pequeñas poblaciones que llenan de vida la sierra de Gúdar y la de Javalambre plantándole cara a la despoblación rural. Y es que, aunque a primera vista puedan parecer similares dada la orografía montañosa del terreno, cada una tiene su toque especial. Ese que te obliga a detener el paso y a adentrarte en sus callejuelas donde lo cotidiano se torna extraordinario a los ojos del viajero que procede de una gran ciudad. Porque aquí no hay semáforos, ni atascos, ni gente anónima. Aquí encontrarás niños jugando en la calle, vecinos que se saludan por su nombre y, pese a la escandalosa falta de comunicaciones, una calidad de vida envidiable.
A continuación te presento algunos de lo pueblos que tienes que ver en Gúdar Javalambre aunque hay muchos más que espero poder enseñarte muy pronto. ¿Me acompañas?
Mosqueruela
Empezamos este recorrido a 1.475 metros de altitud, en Mosqueruela, una villa medieval, situada a caballo entre la sierra de Gúdar y el Maestrazgo. Fundada en 1265 por orden del rey Jaime I y declarada Conjunto Histórico Artístico, este pueblo resume la esencia de esta comarca aragonesa: tranquilidad, aire puro, patrimonio, un cielo único y bellos entornos naturales, como comprobarás en cada curva de la carretera que conduce a este Pueblo Mágico de España.
Una vez allí podrás recorrer su longeva historia en cada uno de sus rincones. Su pasado musulmán en algunos torreones y puertas de la muralla, el poder que alcanzó gracias a la ganadería en los palacios de los siglos XVI y XVII que se alzan en las calles Ricos Hombres e Isabel Blesa, la iglesia de la Asunción con trazas góticas y barrocas, la calle y plaza Mayor con sus típicos soportales… Una interesante visita que, además, esconde una sorpresa gastronómica que te desvelaré más adelante.
Puertomingalvo
Hablar de Puertomingalvo es hablar de una de las joyas de esta comarca como demuestra su temprana inclusión en la asociación de Los Pueblos Más bonitos de España. Y es que su imagen es de las que se quedan en la retina: encaramado sobre un promontorio rocoso, coronado por un castillo y rodeado por la singular naturaleza del Geoparque del Maestrazgo.
La sensación de estar en un lugar tocado por las musas aumenta a medida que te adentras en su cuidado Conjunto-Histórico Artístico. Un viaje que te traslada 500 años atrás entre fachadas de piedra, aleros de madera, arquitectura popular, portales de la antigua muralla y muestras del gótico levantino como el ayuntamiento.
Precisamente la casa consistorial, además de la oficina de turismo, alberga el Centro de Interpretación de los Castillos del Maestrazgo y una colección de arte contemporáneo muy interesante que te recomiendo visitar antes de subir al castillo que custodia unas vistas de escándalo. ¿Un imprescindible que ver en Gúdar Javalambre? Sin duda.
Linares de Mora
Si quieres enamorarte de Gúdar Javalambre a primera vista, sube al mirador de la ermita de Santa Ana y deja que tu mirada sobrevuele la coqueta silueta de Linares de Mora.
Desde allí podrás apreciar su conjunto urbano, declarado Bien de Interés Cultural, que se alza en el valle del río Linares, en plena sierra de Gúdar, y detalles que lo caracterizan como el color blanco de sus casas que contrasta con los tejados de teja roja árabe.
Aunque solo por capturar esta imagen de postal vale la pena acercarse a Linares, no lo dudes y regálate la experiencia de pasear por sus estrechas calles que huelen a pan recién horneado. Así descubrirás muestras de su patrimonio como el puente medieval, la iglesia barroca de la Inmaculada Concepción, las ruinas del castillo, sus portales y, sobre todo, cómo viven sus escasos, pero afortunados habitantes.
Alcalá de la Selva
La carretera de acceso, enmarcada por una fértil vega, es solo la antesala. Su caserío, que se desparrama valle abajo a los pies del castillo, toda una sorpresa. Así es Alcalá de la Selva, verde, serrana y muy vinculada al turismo de nieve por la cercanía de las pistas de esquí de la vecina localidad de Valdelinares.
Que sea uno de las dos poblaciones de Gúdar Javalambre que pertenecen a la red de Pueblos Mágicos de España ya te da una idea de la singularidad de esta villa de pasado musulmán situada en el curso alto del río Alcalá. La iglesia de San Simón y San Judas, el Humilladero, ermitas como la de San Roque o Nuestra Señora de Loreto… De nuevo se impone pulsar el tranquilo ritmo alcalaíno, llenar tus pulmones de aire puro y dejarte llevar.
Antes o después de callejear por Alcalá, acércate al barrio de la Virgen de la Vega donde podrás aprender a esquiar durante todo el año en una pista artificial y tirarte por un tubby en las instalaciones del Albergue Más Blanco. Tras este rato de diversión y deporte, que puedes extender recorriendo alguno de sus senderos o jugando al golf, no olvides visitar el imponente santuario barroco que le da nombre.
Rubielos de Mora
Pórtico de Aragón, histórica, patrimonial, detenida en el tiempo… Rubielos de Mora es otra de las grandes citas que te esperan en Gúdar Javalambre. Una villa que demanda callejear sin prisa para comprobar por qué también está considerada uno de los pueblos más bonitos de España. Y es que Rubielos se ha esforzado como pocas para preservar su arquitectura con un brillante resultado: lucir uno de los conjuntos urbanos más atractivos de todo Aragón, refrendado por el premio Europa Nostra y por formar parte de la red de Cittaslow. Palacetes y casas solariegas que la convirtieron en la Corte de la Sierra, el monumental portal de San Antonio, la ex colegiata de Santa María la Mayor, el claustro del antiguo convento de los Carmelitas Descalzos, las escuelas modernistas, la renacentista casa consistorial con su preciosa lonja… Rubielos de Mora es historia viva a cada paso.
Una historia que, además, cobra vida cada mes de agosto con la celebración de la Feria Medieval, un fin de semana en el que literalmente la villa regresa al medievo con un gran mercado de artesanía, representaciones teatrales y, cómo no, con todos los vecinos ataviados con trajes de la época.
Otros imprescindibles: visitar el Museo Salvador Victoria, que recorre el universo abstracto de este pintor rubielano, y subir al mirador de la Cruz para contemplar su fisonomía a vista de pájaro.
Olba
Otra de las sorpresas de Gúdar Javalambre es Olba, un edén que se esconde entre escarpadas montañas. Sus diferentes barrios, unidos por el curso del río Mijares, aparecen en las laderas del valle o en las ondas de los meandros creando un entorno ideal para disfrutar del ecoturismo.
Tras callejear en busca de la iglesia barroca de Santa Catalina, el ayuntamiento y sus ermitas, no olvides bajar hasta el río para disfrutar de un precioso paisaje de ribera salpicado de chopos, álamos, sauces y madreselvas. Olba es sinónimo de naturaleza y así merece ser descubierta.
Mora de Rubielos
Si hay una villa que siempre aparece en todas las listas de imprescindibles que visitar en la comarca de Gúdar Javalambre, esta es Mora de Rubielos, su capital y el pueblo donde nació mi padre.
Mi recomendación es que nada más llegar realices una visita guiada por su colosal castillo, erigido en el siglo XIV por los Fernández de Heredia. Defensivo, palaciego y testigo de una dilatada historia, la fortaleza más monumental del sur de Aragón también es una venta abierta a las artes escénicas. ¿Te imaginas a Ara Malikian tocando en su gran patio de armas? Yo lo he vivido en el marco del Festival de Puerta al Mediterráneo, que se celebra en este singular espacio y en Rubielos de Mora cada mes de agosto, y te aseguro que es una experiencia única.
Otro de los regalos que te brinda la visita al castillo es que desde aquí se divisa toda la población. Una reliquia viva de la Edad Media en la que destaca la ex colegiata de Santa María -Monumento Nacional y obra maestra del gótico levantino-, las casonas hidalgas de la calle de Las Parras, el ayuntamiento, y los diferentes portales que antaño la delimitaban. Una última pista: sube al Calvario hasta alcanzar las torres del segundo recinto amurallado para disfrutar de otra bonita panorámica de este pueblo mágico de España.
Manzanera
En el corazón de Sierra de Javalambre, a 996 metros de altitud, Manzanera hace gala de una seductora combinación de historia y naturaleza. Y es que, además de importantes vestigios de su pasado medieval, entre los que destaca el Portal de Abajo con sus torreones almenados, cuenta con un término municipal cuajado de hermosos rincones. Bosques de alta montaña, enclaves esteparios, más de 20 especies de orquídeas silvestres, árboles monumentales, fuentes…
Todo ello enmarcando una población cuyo origen se remonta a la Edad de Bronce a tenor de los diferentes yacimientos encontrados, que ostenta el título de villa gracias a Jaime I y que fue duramente castigada durante la Guerra Civil.
La Puebla De Valverde
¡Qué suerte tienes de tener pueblo! Con el paso de los años, soy cada vez más consciente de qué significa ese comentario que me lanzan de forma recurrente cuando hablo de La Puebla de Valverde. De las nubes de Los Simpsons, del pregón que anuncia la llegada de algún vendedor al son de una jota, de los atardeceres y, sobre todo, de mi gente, de esos amigos con mayúsculas que crecimos juntos verano a verano.
He cambiado el tono para hablar de esta pequeña población de la sierra de Javalambre porque, al fin y al cabo, estoy hablando de mí. De un rincón de Aragón perfecto para cambiar el asfalto por naturaleza, el despertador por las campanas de la iglesia de Santa Emerenciana, y la contaminación por un cielo que cada noche cubre de estrellas los portales de Teruel y de Valencia, los restos de la antigua calzada romana y un término municipal salpicado de masías y campos de carrascas. Así es mi preciado refugio turolense, el pueblo de mi madre. El punto final de este recorrido por las villas de Gúdar Javalambre -de momento-, y el punto y seguido de mi vida.
Naturaleza en estado puro: rutas, deporte y experiencias únicas
Vegas, cascadas, las cotas más altas de la provincia de Teruel, árboles que retan al paso del tiempo, casi 1.000 km de rutas señalizadas… Este territorio montañoso que se distingue por la belleza de sus paisajes es el escenario perfecto para practicar deportes como escalada, descenso de barrancos, senderismo o rutas en BTT. Sin olvidar el esquí, el rey de los deportes de invierno que cuenta con dos estaciones: Valdelinares y Javalambre.
¿Algunas ideas para disfrutar de la naturaleza en Gúdar Javalambre?
Árboles monumentales: la comarca cuenta con 17 árboles singulares -una distinción que se concede a aquellos ejemplares que destacan por su porte, dimensiones, simbolismo o rareza. Uno de ellos es el Pino del Escobón, un majestuoso pino laricio situado a 3 km de Linares de Mora. Su altura es de 28 metros, tiene más de 400 años y se necesitan cuatro adultos para abrazar su tronco. ¿Otro ejemplo? La Sabina del Desmayo de Manzanera.
Vía Verde de Ojos Negros: esta ruta que conecta Teruel con Valencia siguiendo las vías del antiguo ferrocarril minero discurre por La Puebla de Valverde, Sarrión y Albentosa donde se encuentra el mayor viaducto de toda la línea férrea. Una maravilla de la ingeniería que se eleva a más de 50 metros sobre el río.
Ruta Fuente del Gavilán-Balneario el Paraíso (Manzanera): menos de 9 km (ida y vuelta) salpicados de fuentes como el Gavilán, el Cañuelo y las Especias, árboles monumentales, como la ya mencionada Sabina del Desmayo, y merenderos, muy recomendable en cualquier época del año.
Shinrin-yoku: un baño de bosque es una experiencia contemplativa que despierta los sentidos, reduce el estrés y nos conecta con la naturaleza que puedes realizar de la mano de Teresa Laguna de la Casa de los Moyas. ¿Dónde? En un paraje espectacular de Olba a la vera del río Mijares.
Qué ver en Gúdar Javalambre: las estrellas, por supuesto
Tendrás que levantar la mirada para descubrir una de las grandes señas de identidad de Gúdar Javalambre: su cielo. De día, el más azul que puedas imaginar, y tras el adiós del sol, una ventana oscura abierta al firmamento. Y es que este territorio Starlight es una de las mejores zonas de Europa para ver las estrellas. De hecho, en Arcos de las Salinas, a 2.000 metros de altitud, se encuentra el Observatorio Astrofísico de Javalambre, y Galáctica, un centro de interpretación que divulga el conocimiento del cosmos.
Conscientes de este regalo de la naturaleza, los pueblos de Gúdar Javalambre han apostado por la defensa de la calidad del cielo nocturno reduciendo al máximo la contaminación lumínica y creando una red de miradores astronómicos. ¿El resultado? Un destino estelar de referencia que resulta perfecto para el astroturismo. Una modalidad de turismo sostenible y responsable que nos permite navegar por el universo entre ciencia y mitología.
Dónde comer y dónde dormir en Gúdar Javalambre: alojamientos y restaurantes recomendados
Mas de Cebrián (Puertomingalvo)
Un entorno envidiable en medio de la naturaleza, habitaciones de ensueño, dormir envuelto en un mar de estrellas y despertar con el canto de los pájaros, relajarte en un spa con vistas al infinito y una oferta gastronómica que ensalza las delicias del terreno. Así es el Mas de Cebrián, una antigua masía rehabilitada situada en el término de Puertomingalvo donde la paz lo es todo. Bikefriendly, accesible y con sello Starlight. Lo llaman hotel, sí, pero para mí es un paraíso.
Restaurante Existe (Mosqueruela)
Cuando visites Mosqueruela, incluye en tu agenda la cocina de autor con productos ecológicos de proximidad y de temporada del restaurante Existe. A frente de este referente culinario están Alberto y María, dos emprendedores que en plena pandemia decidieron levantar la persiana y luchar contra la despoblación de la zona con sus deliciosas elaboraciones.
Su carta es una explosión de sabores que desfilan en forma de arroces, croquetas de jamón de Teruel, albóndigas de jabalí con salvia o alcachofas a la brasa. Imprescindible: su tarta de queso vasca.
Masía La Torre (Mora de Rubielos)
Lo que antaño fue una antigua masía dedicada a la ganadería y la agricultura es hoy Masía La Torre, un alojamiento rural con mucho encanto ubicado en un paraje natural de Mora de Rubielos. La piedra y la madera aportan calidez, el diseño de las habitaciones invitan al descanso y las posibilidades de turismo activo van desde rutas en bici a relajados paseos por su entorno.
¿Un plus? La gastronomía de su restaurante de km0, que reinterpreta los platos tradicionales, está recomendada por el Consejo Regulador de la D.O.P. Jamón de Teruel.
La Trufa Negra**** (Mora de Rubielos)
Esta comarca turolense es la principal productora mundial de trufa negra, un manjar, conocido como el oro negro, que en La Trufa Negra de Mora de Rubielos cuidan y preparan con mimo. Y es que, en este hotel no solo es la estrella del restaurante Melanosporum, también de sus experiencias de trufiturismo.
¿Te imaginas saborear unas patatas rotas con jamón D.O. Teruel y huevos trufados, y luego relajarte en su coqueto spa? Un lujo a tu alcance en el centro de una de las poblaciones que sí o sí tienes que ver en Gúdar Javalambre.
La Fonda de la Estación *** (La Puebla de Valverde)
Si quieres descubrir a qué sabe Gúdar Javalambre, tienes una cita en el restaurante La Fondica de La Fonda de la Estación. En los fogones, el chef Edu Marco. Sobre el mantel, una cocina de mercado elaborada con productos de proximidad y un toque de vanguardia que complace por su calidad.
¿Y el hotel? Un edificio recuperado de finales del siglo XIX que alojaba a los viajeros que llegaban en tren, y que hoy sigue conquistando a los huéspedes con sus acogedoras habitaciones, el gusto por los detalles y su esmerado servicio. Su ubicación: en los alrededores de La Puebla de Valverde, junto a la Vía Verde de Ojos Negros y a un paso de la estación de esquí de Javalambre.
Y hasta aquí este recorrido turolense. Ahora que ya sabes qué ver en lacomarca de Gúdar Javalambre, solo resta una pregunta: ¿cuándo nos vemos por aquí?
Sigue viajando por Teruel
Si quieres conocer más rincones imprescindibles de la provincia de Teruel, no te pierdas los siguientes artículos:
Carácter, historia, arte, naturaleza, sabores tradicionales y un rico legado inmaterial. Estas son las principales señas de identidad de las localidades que forman parte de la red de Villas Históricas del Reino de León, un conjunto de pueblos y ciudades que, como si de museos vivos se tratase, conservan las huellas del pasado y lo mejor de su presente. ¿Me acompañas a descubrirlas?
La ruta que te propongo cruza de oeste a este la provincia de León, pero puedes modificar el recorrido según tus preferencias.
Villas históricas de León
La red de Villas Históricas del Reino de León es una marca turística creada con el objetivo de promocionar y poner en valor las localidades de la provincia que cuentan con una dilatada historia y un destacado patrimonio etnográfico, que se suma al resto de atractivos que consolidan esta provincia como un gran destino turístico: las Reservas de la Biosfera, su gastronomía, las propuestas de enoturismo amparadas por las D.O León y Bierzo…
Villafranca del Bierzo, tras los pasos del peregrino
Empezamos esta ruta por las villas históricas de León en Villafranca del Bierzo, que nos da la bienvenida entre montañas, viñedos y bosques de ribera que dan paso a esbeltas torres que anuncian su gran peso en el Camino de Santiago. Como la de la Colegiata de Santa María, que se alza muy cerca de su precioso castillo-palacio o la iglesia románica de Santiago.
Tras conocer la riqueza monumental de esta pequeña Compostela, se impone callejear por el barrio de Los Tejedores en un viaje al medievo donde resuena el eco de los gremios que antaño lo habitaron. Y, cómo no, recorrer la empedrada calle del Agua por donde discurre el Camino a la sombra de un conjunto monumental cuajado de casonas blasonadas y balconadas de madera, y hacer un alto en el camino para comprobar la calidad de los vinos de la D.O. Bierzo.
Otras citas imprescindibles en Villafranca del Bierzo son la iglesia de San Juan o iglesia de San Fiz de Visonia, la de San Francisco de Asís y La Anunciada, el convento de la Concepción, y el romántico jardín de La Alameda que acoge cada primavera la Fiesta de la Poesía en homenaje al escritor villafranquino Enrique Gil y Carrasco.
Ponferrada, el feudo de los templarios
A tan solo 25 km y sin dejar el Camino de Santiago llegamos a Ponferrada. El principal atractivo de la capital de la comarca del Bierzo es, sin duda, su casco antiguo que atesora siglos y siglos de historia. Un buen ejemplo es el Castillo de los Templarios que se alza en la confluencia de los ríos Sil y Boeza. No dudes en visitar este Monumento Nacional para sumergirte en los días en los que estos caballeros velaban el puente de hierro (Pons Ferrata) que facilitaba el paso de los peregrinos, y que dio nombre a la ciudad.
Alrededor del castillo se concentran los principales monumentos de la villa como la iglesia de San Andrés, que custodia algunos de los más famosos pasos de la Semana Santa ponferradina, o la Basílica de la Virgen de la Encina, dedicada a la patrona del Bierzo. Precisamente, la calle que une este templo con la plaza del Ayuntamiento es una de las más emblemáticas de Ponferrada. Se trata de la calle del Reloj, llamada así porque en ella se encuentra la Torre del Reloj -la única puerta que se conserva de la muralla medieval-, y en la que destacan también el Convento de la Purísima Concepción y la Real Cárcel, que actualmente alberga el Museo del Bierzo.
Una última recomendación. Si tu visita coincide con la primera luna llena del mes de julio, podrás asistir a la Noche Templaria. Una fiesta en la que los ponferradinos se visten con atuendos medievales para recrear el ambiente templario que vivió en otra época esta ciudad leonesa.
Molinaseca, pura calma en el Bierzo
La primera imagen que nos ofrece Molinaseca no puede ser más bucólica. En primer plano y sobre el río Meruelo, el puente de sillería de los Peregrinos que marca el rumbo para llegar a Santiago; dominando la villa, la majestuosa iglesia de San Nicolás de Bari, y abrazándola, las verdes colinas del Bierzo.
A partir de aquí, la calle Real nos conduce al corazón de esta villa medieval con diez siglos de tradición jacobea. A un casco antiguo, declarado conjunto histórico-artístico, salpicado de estrechos callejones y casonas nobiliarias en que el que conviene caminar a paso lento y, por qué no, tomar un tentempié en la plaza García Rey a los pies del crucero del Santo Cristo que anuncia que el camino prosigue.
Dos sugerencias más: visitar el Santuario de Nuestra Señora de las Angustias -patrona del pueblo-, y recorrer la senda turística que conduce a las Puentes de Malpaso para disfrutar de la naturaleza que envuelve a Molinaseca.
Astorga, una preciosa villa histórica del reino de León
Hablar de Astorga es hablar de la gloriosa Asturica Augusta -punto de encuentro de las calzadas que comunicaban el noroeste de la península con el resto de Hispania- cuyo legado se puede descubrir siguiendo la Ruta Romana. También es hablar de la capital de la comarca de la Maragatería, y de una ciudad bimilenaria con un patrimonio monumental que embellece su fisonomía.
Prueba de ello es la magnífica Catedral de Santa María, con su espectacular cabecera -obra maestra del barroco leonés- y su soberbio interior; y el imprescindible Palacio Episcopal de Gaudí, un edificio neogótico construido con granito del Bierzo, en el que se encuentra ubicado el Museo de los Caminos.
Tratándose de Astorga, sería imperdonable no mencionar el tradicional cocido maragato, un contundente plato que nunca falta en los mesones, y que te recuerdo se toma al revés: primero la carne, a continuación los garbanzos, y por último la sopa. Pruébalo antes de seguir descubriendo otros atractivos rincones como las murallas, la plaza Mayor, el convento del Sancti Spiritus y el Museo del Chocolate.
León, donde la historia se escribe con mayúsculas
Pocas ciudades pueden presumir de una historia tan longeva e intensa como León. Más de 2.000 años de arte y cultura que se traducen en un vasto legado forjado por romanos, cristianos, musulmanes y judíos. Una herencia de valor incalculable que toma forma en cada rincón de esta monumental capital de provincia.
La majestuosa catedral de Santa María, las murallas romanas, el Palacio de los Condes de Luna, la plaza Mayor, la Real Colegiata de San Isidoro con sus extraordinarias pinturas románicas, la plaza del Grano, la Casa Botines, el Palacio de los Guzmanes, sus casonas renacentistas y los edificios modernistas de la calle Ancha son solo algunos ejemplos del patrimonio monumental que engalana su centro histórico, allí donde se dan cita el barrio Húmedo y el barrio Romántico.
Tras dejar atrás la capital, la siguiente parada de esta ruta por las villas históricas de León nos conduce a Mansilla de las Mulas. Amurallada desde el siglo XII, jacobea y flanqueada por el río Esla. Famosa en el pasado por sus ferias de ganado y en el presente por la calidad de sus tomates, los reyes de la huerta mansillesa. Así es esta coqueta villa que conviene visitar sin mirar el reloj para disfrutar del patrimonio que atesora intramuros.
Y es que en Mansilla se dan cita iglesias como la de Santa María o el monasterio de San Agustín -que hoy en día alberga el Museo Etnográfico Provincial-, antiguos palomares, molinos y plazas engalanadas con soportales, como la del Grano, del Pozo y de la Leña, perfectas para tomar un bacalao al ajoarriero acompañado de unos chatos de vino. Todo esto, a solo 17 km de León.
Sahagún, monumental e imprescindible
Otro de los grandes hitos de la red Villas Históricas del Reino de León es Sahagún, una urbe medieval que destaca por su vasto legado monumental. Y es que esta localidad, que atraviesa el Camino de Santiago, nos sorprende con cinco Bienes de Interés Cultural: el Monasterio Real de San Benito, la iglesia de San Tirso, San Lorenzo, el Monasterio de San Pedro de Las Dueñas y la iglesia de La Peregrina, que este Año Santo Jacobeo será una de las sedes de la 25 edición de Las Edades del Hombre.
La larga tradición de Sahagún también cobra vida en celebraciones como la Semana Santa, el Encuentro de Juglares, que nos recuerda que la primera escuela de juglares se fundó en esta villa en 1116, o en las Jornadas Gastronómicas de Cocina Tradicional, el momento perfecto para probar, entre otros, sus famosos pucheros.
Grajal de Campos, arte y cultura
Tras visitar Sahagún, el siguiente destino de esta ruta es Grajal de Campos, un singular pueblecito, rodeado de llanuras de cultivos y vinos, que despunta en una pequeña colina junto al río Valderaduey.
De nuevo es su imponente castillo -el primero artillero de España-, el que nos da la bienvenida con su aire renacentista. El mismo estilo que podemos apreciar en el Palacio de los Condes de Grajal, construido por los señores de la villa a comienzos del siglo XVI en plena plaza Mayor. En la actualidad, el antiguo establo y las mazmorras es un albergue que vela el descanso de los peregrinos.
El esplendor que antaño vivió la villa también se refleja en la iglesia de San Miguel, un gran templo con planta de cruz latina y tres naves, que luce una curiosa torre de cinco esquinas. O, como dicen los lugareños, una iglesia que «tiene cinco esquinas porque no pudo tener cuatro«.
Además de realizar una más que recomendable visita guiada a estos tres monumentos, tómate tu tiempo para identificar sus nobiliarias casonas y otros rincones de interés como el Hospital de Nuestra Señora de la Antigua, la caverna mozárabe o la ermita de la Virgen de las Puertas, patrona de Grajal.
Valderas, medieval y encantadora
Sin abandonar la comarca de Tierra de Campos, nos dirigimos ahora al extremo sureste de la provincia de León para conocer Valderas. Una estratégica villa medieval que conserva en piedra su aguerrido pasado. Y es que tras las murallas de la antigua Val de Heras se decidió el destino de nobles y reyes, fue Capital de las Siete Villas de Campos, Napoleón encontró refugio entre sus muros, y fue el hogar de mercaderes franceses y flamencos.
Todo este legado toma forma en los restos del castillo de Altafría, en el arco de las Arrejas -una de las pocas puertas de España que aún conserva el rastrillo- y en Ia iglesia de San Juan del Mercado. Y, cómo no, en la plaza Mayor, centro neurálgico de la villa, donde se alza la iglesia de Santa María del Azogue y el antiguo consistorio, un precioso edificio de sillería de estilo herreriano.
Mención especial merece el Palacio de los Osorio, una casona reconocible por su singular balcón esquinero, y en el terreno gastronómico, el exquisito bacalao que preparan en los fogones de Valderas.
Alija del Infantado, a orillas del Órbigo
El puente de la Vizana, que salva el curso del río Órbigo, nos conduce al último destino de esta ruta por las villas históricas de León: Alija del Infantado. Este municipio, que se asienta en plena Ruta de la Plata, fue en su día una próspera ciudad señorial como atestigua el Castillo de los Pimentel -un robusto bastión que se construyó sobre el primitivo Palacio de los Ponces-, la iglesia de San Verísimo y la de San Esteban, cuyo artesonado está considerado una joya mudéjar.
Pero los atractivos de Alija no terminan aquí ya que cuenta con interesantes ejemplos de arquitectura popular y con un rosario de fuentes famosas por sus propiedades mineromedicinales.
Como curiosidad, dentro de su patrimonio inmaterial destaca el antiquísimo Ritual del Jurru que tiene lugar en Carnaval. En esta fiesta de Interés Turístico Provincial se libra una batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma y los diabólicos jurrus persiguen a todo aquel que no vaya disfrazado.
Y hasta aquí este viaje por las villas históricas de León, un conjunto de localidades rodeadas de bellos parajes naturales en las que reina la calma, se come como en pocas, y la historia sigue viva a cada paso. ¿Acaso se puede pedir más para una escapada slow?
Si te planteas viajar a Turquía en pandemia, aquí tienes una completa guía que responde a todas tus preguntas basada en la experiencia de mi último viaje en marzo del 2021. Requisitos de entrada, medidas adoptadas por las autoridades para visitar Turquía con seguridad a pesar del coronavirus, consejos a tener en cuenta durante tu estancia…
Guía para viajar a Turquía durante la pandemia de COVID-19
Es muy importante que tengas en cuenta que estas indicaciones son las que están vigentes a día de hoy. Dado que la situación actual provoca que las normativas cambien a menudo, te recomiendo encarecidamente que te informes del momento que vive Turquía antes de viajar. Puedes hacerlo en la web del Ministerio de Salud turco, en la página de la OMS, en este mapa de la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) que recoge las regulaciones vigentes para viajar a Turquía durante la pandemia de COVID-19, revisando las recomendaciones de viaje que ofrece el Ministerio de Asuntos Exteriores de España y consultando con tu aerolínea.
¿Es seguro viajar a Turquía en pandemia?
Tras mi último viaje a Estambul y Edirne, he podido comprobar que Turquía está tomando todas las medidas necesarias para que se pueda viajar a este destino en época de pandemia. Y es que, desde el lanzamiento en junio de 2020 del Programa de Certificación de Turismo Seguro -uno de los primeros y más exitosos ejemplos del mundo en este campo-, el país ha seguido unas estrictas pautas de salud para frenar el avance de la COVID-19.
Seguridad en los aviones: mi experiencia volando con Turkish Airlines
Está demostrado que el riesgo de transmisión del coronavirusa bordo de un aviónes muy bajo gracias al uso obligatorio de mascarillas en el aeropuerto, durante el embarque y en todo el vuelo, la medición de temperatura antes de abordar el avión y el filtrado del aire, entre otros.
En el caso de TurkishAirlines, sus aviones han implementado estrictas medidas y protocolos de higiene para garantizar que sus vuelos sean seguros. Algunos ejemplos:
Mínimo contacto entre la tripulación y los pasajeros
Renovación del aire cada tres minutos con sistemas de filtrado HEPA (estándar para hospitales)
Desinfección completa de todos los puntos de contacto del avión después de cada vuelo (cinturones, asiento, pantallas, baños, ventanas, etc.)
Distribución de kits de higiene para los pasajeros
Servicio de catering con productos envasados y de un solo uso en vuelos de más de 2 horas
Además, conscientes de lo que complicado que es planificar un viaje en estos días, la aerolínea de bandera de turca permite disfrutar de vuelos flexibles con cambios ilimitados de billetes hasta el 31 de diciembre de 2021.
Seguridad en los hoteles
El Ministerio de Cultura y Turismo ha vacunado a todos los empleados del sector turístico (staff de hoteles y restaurantes, guías, agencias de viaje, etc.), y hasta ahora se han certificado más de 8.000 instalaciones turísticas.
Un ejemplo es el Marmara Pera, el hotel en el que me alojé en Estambul, que cuenta con un dispositivo de medición de temperatura que se activa al acercar la mano antes de pasar el arco de seguridad.
Otras medidas que han implantado para hacer de este alojamiento un espacio seguro son:
Registro digital
Desinfección del equipaje en la entrada
Uso de aplicaciones digitales para contactar con los huéspedes
Desinfección antiviral de áreas comunes a diario por empleados que trabajan con equipos de protección personal
Unidades desinfectantes en cada planta
Limpieza del aire de las habitaciones con ozono
Albornoces y toallas en bolsas separadas
Retirada de materiales no esenciales
Bufé libre del desayuno servido por los camareros
Menú digital y códigos QR en el servicio de comidas y cenas a la carta
Distancia mínima de 1,5 metros entre mesas
Cubiertos empaquetados para uso individual
Seguridad en los restaurantes
Estas medidas se pueden extrapolar a todos los establecimientos certificados como es el caso de los restaurantes. Identificarlos es muy fácil: solo tienes que buscar la placa que los acredita como Safe Tourism para disfrutar de los deliciosos sabores turcos con tranquilidad.
¿Un ejemplo? En el restaurante Pandeli -un establecimiento centenario de cocina tradicional situado en el Bazar de las Especias que te recomiendo por su calidad y buen servicio-, se toma la temperatura antes de acceder al comedor, las mesas respetan la distancia de seguridad y se han reforzado las medidas higiénicas para conseguir un ambiente libre de gérmenes.
Requisitos de entrada para viajar a Estambul (actualizado)
Los ciudadanos españoles pueden entrar o salir de Estambul con pasaporte o DNI indistintamente siempre que ambos documentos tengan una validez mínima de 6 meses a partir de la fecha de entrada en Turquía.
Si usas el pasaporte, comprueba que tienes páginas libres y que en el control policial te estampen un sello en el que figure la fecha de entrada y la leyenda GIRIS (entrada en turco). Si tu estancia va a ser superior a 3 meses solo podrás utilizar el pasaporte para entrar en el país. Lo mismo ocurre si accedes a Turquía en tu propio coche o si la entrada se realiza desde Irán, Irak y Siria. (sudeste y este del país).
Requisitos para viajar a Turquía COVID-19 (actualizado)
En este momento (septiembre de 2021), no es necesario hacerte una PCR siempre y cuando presentes un certificado oficial de vacunación que indique que ya tienes la pauta completa o que has pasado la enfermedad en los 180 días previos a tu viaje.
Ten en cuenta que estos requisitos para viajar a Estambul durante la pandemia pueden cambiar en cualquier momento. Lo mejor es que confirmes qué documentación tienes que aportar antes de viajar.
Toque de queda
De acuerdo con el último comunicado del Ministerio de Interior de Turquía, reflejado en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, los turistas que visitan el país están exentosdel toque del queda.
Consejos para viajar a Turquía en pandemia de coronavirus
Es recomendable llegar a la terminal tres horas antes del vuelo, ya que las medidas de seguridad de los aeropuertos pueden requerir más tiempo de lo normal.
Como en cualquier viaje internacional, te recomiendo que antes de viajar te inscribas en el Registro de Viajerosdel Ministerio de Asuntos Extranjeros, Unión Europea y Cooperación, para que puedan contactar contigo en caso de emergencia o necesidad. Puedes hacerlo a través de su web o descargándote su app (Registro de Viajeros MAUC) que proporciona información sobre seguridad y recomendaciones de viaje.
Otra app muy interesante a tener en cuenta en los próximos meses es la IATA Travel Pass que permitirá almacenar, gestionar y verificar la documentación sanitaria requerida por los diferentes países para viajar (certificados de pruebas COVID-19 y en un futuro también vacunación).
Y, por supuesto, nunca viajes sin un buen seguro que cubra todas incidencias que puedas tener durante tu estancia.
Ya en el destino, recuerda usar siempre mascarilla, respetar la distancia de seguridad y aplicar medidas higiénicas como el lavado frecuente de manos.
Seguro de viaje para viajar a Turquía
Tu seguridad es lo primero, así que, si vas a viajar a Turquía o a cualquier otro destino extranjero, haz como yo y contrata un seguro de viajes con Chapka. Para estancias inferiores a 90 días, te recomiendo el Cap Trip Plus por su amplia cobertura COVID-19: gastos médicos derivados de la enfermedad, PCR prescrita por un profesional sanitario, prolongación de estancia, regreso anticipado… Además, si lo contratas a través de mi web, obtendrás un 7% de descuento usando el código OBJETIVOVIAJAR. No lo dudes, contrata aquí tu seguro de viajes y disfruta de una aventura asegurada.
Volver a España desde Turquía
Los pasajeros que lleguen a España por vía aérea o marítima ya no tienen que presentar el formulario de control sanitario que se les exigía antes para entrar en el país.
Aún así, los pasajeros de países que no pertenezcan a la Unión Europea o no tengan la consideración de países asociados Schengen, sí podrán ser sometidos a un control sanitario.
Y hasta aquí toda la información que he recopilado relativa a viajar a Turquía en pandemia. Si me preguntas si me sentí segura, solo diré que hace poco que regresé de Estambul y Edirne y ya estoy deseando volver porque aún me queda mucho país por conocer.
Si quieres hacerte una idea más clara de cómo fue mi viaje a Turquía, te invito a ver las historias destacadas de mi perfil de Instagram.
Teruel es una de las capitales de provincia más bonitas de España. Y no porque lo diga yo -hija de turolenses- sino porque todo aquel que se anima a visitarla coincide en que es un gran destino para una escapada en clave slow. Si quieres saber qué la hace única, súmate a este viaje virtual que concentra todos los atractivos que tienes que ver en Teruel.
Qué ver en Teruel
La capital del arte mudéjar, los restos del primer dinosaurio hallado en España, la patria de Isabel y Diego, su patrimonio modernista, el mayor pub temático de U2 del mundo… Por mucho que te sorprenda, Teruel es todo esto y mucho más. Porque existir, existe, y te aseguro que, si le das una oportunidad, acabarás enamorándote de ella. Algo normal, por otra parte, teniendo en cuenta que habrás conocido la Ciudad del Amor.
Pasear sin prisa por su precioso centro histórico saltando del medievo al modernismo, salvar viaductos y cruzar portales de la antigua muralla, descubrir qué se cuece en sus fogones, recorrerla a la luz de la luna… No hagas caso de las recomendaciones que dicen que brindarle un solo día es suficiente. Verla, la verás, pero solo de puntillas, como un mero lugar de paso. Y Teruel no lo merece. Al contrario, se impone disfrutarla a su propio ritmo. Solo así podrás impregnarte de la tranquilidad que se respira en esta pequeña ciudad, y conocer la nobleza de una gente que se enfrenta con orgullo al olvido y a las injusticias de la España vaciada.
Viaducto viejo o de Fernando Hué
Mi primera recomendación es que te adentres en el corazón de la ciudad cruzando el viaductoviejo que se construyó para facilitar la expansión urbanística de Teruel. Y no solo porque es una de las obras de ingeniería de principios del siglo XX más importantes de España, sino porque lo harás a pie, como un turolense más, disfrutando de su envergadura y del paisaje que lo rodea.
Así llegarás a la Glorieta y desde allí, en solo siete minutos, a la plaza más famosa y concurrida de Teruel.
Plaza del Torico
Si Marrakech tiene la plaza Jemaa el-Fna, Dublín, Grafton Street, y Barcelona, la plaza Sant Jaume, Teruel tiene la plaza del Torico, donde todo empieza y acaba. Y sí, se llama así -aunque su nombre oficial sea plaza de Carlos Castel- porque el astado que corona la columna de la fuente que la preside es una pequeña escultura de bronce de no más de 50 centímetros.
Pero no te engañes, a pesar de sus humildes proporciones, su peso cultural e histórico es inconmensurable. Y es que verlo anclado en su pedestal nos traslada a la propia fundación de la ciudad con el toro como protagonista de diversas leyendas, a los combates más cruentos de la Guerra Civil, y a un presente mucho más amable en el que sigue presidiendo el día a día de los turolenses y sus fiestas más destacadas, en su papel de eterno símbolo de la ciudad.
Todo ello en el centro geográfico del casco antiguo de Teruel. En una plaza trapezoidal que responde a los dictados del terreno, cuajada de soportales que dan abrigo a comercios, pastelerías, y terrazas perfectas para ver la vida pasar cuando el tiempo lo permite. ¿El mejor lugar para empezar a recorrer esta ciudad que conserva prácticamente intacta su estructura medieval? Sin duda.
Ruta modernista
Además de los aljibes que almacenaban el agua en el siglo XIV, en esta misma plaza podemos contemplar uno de los grandes atractivos de Teruel: su legado modernista. Un nuevo lenguaje arquitectónico que llegó a la ciudad a principios del siglo XX con Pablo Monguió.
Este arquitecto catalán encontró en la burguesía local de la época el mejor aliado para construir auténticas maravillas como la Casa Ferrán, La Madrileña o El Torico, inspirada en la Casa Lleó Morera que Lluís Domènech i Montaner diseñó en Barcelona.
Pero este nuevo movimiento de libertad y dinamismo no solo brilla alrededor del Torico. También se extiende por el resto del trazado urbano donde se cruzan al paso otros ejemplos como la Casa Bayo, la Casa Escriche, las Escuelas del Arrabal o la iglesia del Salvador en Villaspesa, que avalan la inclusión de Teruel en la Ruta Europea del Modernismo.
Qué ver en Teruel: Mausoleo de los Amantes
Si hay una historia que identifica a Teruel más allá de sus fronteras, es la de sus famosos amantes, Diego de Marcilla e Isabel de Segura, cuyo trágico destino se recrea fielmente cada año en las imprescindiblesBodas de Isabel. Una fiesta, declarada de Interés Turístico Nacional, en la que toda la ciudad regresa al siglo XIII para revivir los usos y costumbres del medievo.
De hecho, su estela romántica sigue tan viva que una visita a Teruel no estaría completa sin visitar el Mausoleo de los Amantes donde reposan bajo unas delicadas esculturas de Juan de Ávalos cuyas manos, como su amor imposible, no llegan a tocarse.
Además de recorrer los espacios expositivos que profundizan en el contexto de la época, la entrada incluye la visita a la iglesia y a la Torre de San Pedro que nos sumergen de lleno en un arte único en España que te sorprenderá por su belleza: el mudéjar turolense.
Descubre el mudéjar en Teruel
Declarada Patrimonio Humanidad en 1986 por su excepcional valor universal, la arquitectura mudéjar es la gran joya del patrimonio de Teruel. Un estilo nacido de la convivencia entre culturas que alcanza su máximo esplendor en esta capital aragonesa de la mano de los musulmanes que permanecieron aquí durante la Reconquista cristiana.
Ladrillo, madera, yeso y cerámica vidriada. Materiales pobres trabajados con refinamiento, que hacen enmudecer a la piedra y alzar la mirada, en forma de esbeltas torres que te guiarán por el casco histórico.
Torre de San Pedro
Una de ellas es la Torre de San Pedro, la más antigua de las torres mudéjares turolenses y la que sirvió de modelo a las posteriores. En ella podemos ver el elemento que mejor las caracteriza y que las hace únicas: un pasadizo abovedado en la base que permite el paso en una ciudad que en su día estaba delimitada por las murallas.
Sus 25 metros de altura, su sobria decoración con frisos de esquinillas y arcos ciegos entrecruzados… Si tienes ocasión, sube hasta el cuerpo de campanas y accede al ándito que rodea la iglesia a la que está adosada por el exterior. Salvar los 74 escalones de su escalera de caracol tiene recompensa.
Torre y Catedral de Santa María de Mediavilla
Conduce ahora tus pasos hasta la encantadora plaza de la Catedral. Allí te espera la inconfundible silueta mudéjar de la antigua parroquia de Santa María de Mediavilla. La torre -que se diferencia de la de San Pedro por la linterna octogonal que la corona-, el cimborrio y la techumbre también ostentan el título de Patrimonio de la Humanidad.
Precisamente, el artesonado de madera que cubre la nave central, decorado con motivos geométricos y figurativos que aluden al Teruel medieval, es una de las joyas más importantes de este este estilo que, sin duda, tienes que ver cuando visites Teruel.
Una vez allí recuerda pasar bajo la torre para llegar a otro coqueto rincón: la recoleta plaza del Venerable Francés de Aranda, más conocida como plaza del Obispo.
Torre de San Martín
En apenas un par de minutos avanzamos un siglo en el tiempo para descubrir la riqueza decorativa de la Torre de San Martín que atraviesa la Cuesta de la Andaquilla dando paso al portal de Daroca y a la antigua morería.
Sus dos torres concéntricas, el verde y blanco de la cerámica, los lazos que forman estrellas de ocho puntas, las escaleras que llevan al campanario… Pura armonía almohade que recorta el cielo de Teruel en la plaza del Seminario, y que antaño vigilaba el acceso a la ciudad.
Torre de El Salvador
El broche de oro a esta ruta del mudéjar turolense lo pone la Torre de El Salvador que unía los portales de Guadalaviar y Zaragoza pasando por la plaza del Torico. Aunque su estructura es similar a la de San Martín, esta se eleva sobre una trabajada bóveda de crucería -y no de cañón apuntado-, y luce una profusa decoración de elementos de influencia islámica.
No dudes en entrar a visitarla porque en su interior alberga un didáctico centro de interpretación de la arquitectura mudéjar. Tampoco olvides subir hasta el último tramo. Tu cámara echará humo captando las magníficas vistas de la ciudad que se divisan desde el campanario.
Escalinata neomudéjar
Con cien años de vida a su espalda, la Escalinata de Teruel sigue dando la bienvenida a los viajeros que llegan a la ciudad en tren, y abrazando a los turolenses que se animan a subir sus 120 escalones.
Esta monumental obra del ingeniero José Torán es una carta abierta que resume, peldaño a peldaño, la identidad de la propia ciudad entre torreones, escudos, cerámicas vidriadas y farolas de forja.
El rincón más fotografiado de este canto al neomudéjar turolense en el que no faltan aportes modernistas es, sin duda, el altorrelieve en piedra de los Amantes, que la despide antes de desembocar en el paseo del Óvalo.
Museo de Teruel
Otra opción muy recomendable para profundizar en el discurso artístico, tanto de la capital como de la provincia, es visitar el Museo de Teruel. Ubicado en un palacio renacentista de 1592, su colección permanente presenta un itinerario arqueológico y etnográfico que cubre más de 300.000 años de historia y cultura turolense, y también exhibe interesantes exposiciones temporales de arte contemporáneo (Plaza Fray Anselmo Polanco, 3).
Flanagan’s Temple U2
¿Sabías que el mayor templo del mundo dedicado a U2 no está en Dublín, sino en Teruel? Pues así es. Se llama Flanagan’s, es el único Official Irish Pub de la ciudad, y está situado en una casa señorial del siglo XVII. Fotografías, carteles de conciertos, vinilos, objetos de coleccionista… Un local en el que todo gira en torno a Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen, ideal para tomarte una pinta de Guinness o una copa (Ainsas, 2).
Qué ver en Teruel con niños: Dinópolis
Si quieres motivar a los más pequeños de la casa para viajar a Teruel, cuéntales que aquí les espera Dinópolis, un parque temático centrado en el fascinante mundo de los dinosaurios. El Museo Paleontológico -que exhibe la mayor cantidad de fósiles originales de dinosaurios gigantes de Europa-, espectáculos de animación como el T-Rex Show, recorridos temáticos como El Viaje en el Tiempo o El Último Minuto, simuladores en 4D, Tierra Magna con réplicas a tamaño natural de los grandes dinosaurios hallados en Teruel, las atracciones del Sauriopark… Todo un mundo de entretenimiento y divulgación. Compra tus entradasaquí y prepárate para viajar en el tiempo.
Pero el legado de los dinosaurios no acaba en esta sede central ubicada a las afueras de la ciudad. Hay siete centros más situados en otras localidades de la provincia como son Legendark (Galve), Inhóspitak (Peñarroya de Tastavins), Región Ambarina (Rubielos de Mora), Bosque Pétreo (Castellote), Mar Nummus (Albarracín), Titania (Riodeva) y Valcaria (Ariño), que albergan importantes hallazgos de relevancia internacional.
Arte, historia, murallas que encierran leyendas, dinosaurios, un centro histórico que merece ser recorrido, una contundente gastronomía… Así es Teruel, una ciudad a escala humana que se alza por encima de los novecientos metros de altitud cerca de la confluencia de los ríos Guadalaviar y Alfambra. Ahora que ya sabes qué ver en Teruel, ¿a qué esperas para descubrir el secreto mejor guardado de Aragón?
Consejo viajero: Si quieres conocer a fondo esta preciosa ciudad aragonesa, puedes contratar esta visita guiada por Teruel que está muy bien valorada por los viajeros.
Dónde y qué comer en Teruel
Hablar de la gastronomía turolense es hablar del jamón de Teruel, un manjar con Denominación de Origen Protegida que se cura con mimo en los secaderos de la sierra. Junto a esta indiscutible seña de identidad -sellada a fuego con la estrella mudéjar de ocho puntas- comparten mantel el cordero, las conservas, las verduras de temporada como el cardo y la borraja, las migas, los potajes, el bacalao, las sopas de ajo y la apreciada trufa negra. Por cierto, si alguien te anima a probar un regañao o unos suspiros de amante, ni lo dudes. No podrás decir que has pasado por Teruel sin catarlos.
Casas de comida tradicional, restaurantes de cocina fusión, bares de tapas, platos veggies… En Teruel encontrarás todo tipo de propuestas para complacer a tu paladar. ¿Algunas recomendaciones? Los pinchos desenfadados de La Barrica (Abadía, 5), la sabrosa creatividad de Héctor Aínsa al frente de la Gastrotaberna Locavore (Bartolomé Esteban, 10), los platos de temporada y la selección de vinos del Yain (Plaza de la Judería, 9), y las raciones y tapas del Gregory, un clásico del siempre animado paseo del Óvalo.
Dónde aparcar en Teruel
Si quieres aparcar gratis en el centro, lo mejor es dejar el coche en la explanada que hay justo al lado de la estación de tren. Desde allí solo tendrás que cruzar el Jardín de los Botánicos, subir por la Escalinata -o usar el ascensor- y ya estarás en pleno casco antiguo. Otras opciones, esta vez de pago, son las zonas azules y los parkings que hay en la plaza de la Glorieta, en la plaza de San Juan y en la estación de Autobuses (Ronda de Ambeles).
Si no te importa caminar, te aconsejo dejar el coche en la zona del Ensanche y acceder a la zona monumental cruzando a pie el viaducto viejo.
Qué ver en la provincia de Teruel
Comarca Gúdar- Javalambre: el mayor productor mundial de trufa negra es un destino starlight cuajado de pueblos con encanto perfectos para huir del calor estival.
Grutas de Cristal de Molinos: un universo subterráneo de formas imposibles que la naturaleza ha tejido lentamente en las entrañas del Maestrazgo turolense.
Utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. Lo hacemos para mejorar la experiencia de navegación y para mostrar anuncios (no) personalizados. El consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o los ID's únicos en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional
Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos.El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu Proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.