Zamora en cuatro rutas: Románico, Modernismo, el Duero y una ronda de tapas

Zamora en cuatro rutas: Románico, Modernismo, el Duero y una ronda de tapas

24 septiembre, 2015

Zamora es una ciudad tranquila y de discreta belleza que fusiona con acierto los dos tradicionales lugares de culto en España: las iglesias y los bares de tapas. Y lo hace con nota. Con un impresionante patrimonio monumental fruto del Románico y con un puñado de tabernas y restaurantes que elevan al cielo los paladares de propios y extraños bocado a bocado. Todo esto en este enclave castellano-leonés que tiene por vecino a un imponente Duero y que se enorgullece de formar parte, además, de la Ruta Europea del Modernismo. Una ciudad desconocida por muchos e injustamente relegada a un segundo plano a la que se sobran motivos para despertar tu atención. ¿Quieres conocerlos? Perfecto. Aquí los tienes en cuatro rutas que aúnan arte, leyendas y cosas del buen yantar para que vayas más allá del «Zamora no se ganó en una hora» y del «allí debe hacer mucho frío». Comenzamos.

Panorámica de Zamora

Ruta del Románico en Zamora

A Zamora, que se asienta sobre una meseta rocosa en la margen derecha del río Duero, se la conoce por derecho propio como ‘la ciudad de románico‘ ya que cuenta con el mayor número de iglesias de este estilo por metro cuadrado de Europa. No cometas el error de pensar que vista una, vistas todas, y súmate a una visita guiada. Son tantas las historias y leyendas que esconden sus muros y tanto el valor artístico que atesoran que de no hacerlo así pasarías de puntillas sobre un legado que lleva esperándote nueve siglos.

Detalle de la portada de la iglesia de La Magdalena. Zamora

Las recorrerás disfrutando de un casco histórico semipeatonal diseñado con mimo, con plazoletas, lienzos de murallas y espacios ajardinados que embellecen su estructura medieval forjada en piedra arenisca de color rojizo. Las encontrarás agradeciendo la calma que impera en sus calles y el ritmo pausado de esta pequeña capital de 65.000 habitantes en la que, en ocasiones, sentirás que el tiempo se detuvo.

Plaza de Viriato. Zamora

Monumento al Merlú. Plaza Mayor de Zamora

Como esto no es un tratado de arte románico zamorano, no voy a listar sus más de 20 iglesias y todos los monumentos que se conservan de esa época. Simplemente voy a mostrarte aquellos que me llamaron especialmente la atención.

El icono inconfundible de Zamora lo encontramos en la Catedral que está situada en el punto más alto de la ciudad. Te hablo de su famosa cúpula bizantina de 16 arcos dobles, una original muestra del buen hacer arquitectónico del siglo XII que pronto fue imitada en la Colegiata de Toro y en la Catedral Vieja de Salamanca. El otro elemento que define a esta catedral es la Puerta del Obispo, una de las pocas fachadas monumentales románicas que se conservan en España.

Fachada norte de la Catedral de Zamora

Puerta del Obispo. Catedral de Zamora

Ya en el interior, los estilos románico, bizantino y herreriano se cruzan a nuestro paso distribuidos en tres naves con bóvedas de crucería en las que se alzan capillas como la de San Ildefonso o la del Evangelio. El Museo Catedralicio, por su parte, alberga una magnífica colección de tapices flamencos y piezas únicas como una custodia procesional de 1515.

Capilla del Evangelio y retablo mayor. Catedral de Zamora

Interior de la cúpula de la Catedral de Zamora

Órgano de la Catedral de Zamora

Custodia de 1515. Museo Catedralicio. Zamora

Detrás de la Plaza de la Catedral, unos jardines decorados con obras del escultor zamorano de principios del siglo XX Baltasar Lobo, con conducen hasta el Castillo. Asentado sobre roca y adaptándose al irregular terreno, esta fortaleza que vivió sus días de esplendor en la Edad Media nos regala unas bonitas vistas de la Catedral.

Castillo de Zamora

Vistas de la Catedral desde el Castillo de Zamora

También en los alrededores de la Catedral podemos acercarnos a ver el Palacio de Arias Gonzalo también conocido como Casa del Cid ya que dicen que en este inmueble románico vivió Rodrigo Díaz de Vivar, y la Iglesia de San Isidoro que está situada junto al Portillo de la Traición (ahora de la Lealtad). Según el romancero zamorano, su nombre se debe a que fue a través de esta puerta por donde Vellido Dolfos entró en la ciudad después de haber dado muerte al Rey Sancho en 1072 durante el episodio del Cerco de Zamora que dio lugar a la famoso refrán «Zamora no se ganó en una hora». Se ganó tras siete meses y seis días de asedio.

Palacio de Arias Gonzalo. Zamora

Iglesia de San Isidoro. Zamora

Otra de las iglesias zamoranas que me sorprendió fue la Iglesia de San Pedro y San Ildefonso y no por su carácter románico ya que fue ampliamente reformada en el siglo XV. Lo que realmente me impactó fue descubrir que en pleno siglo XXI aún existen caballeros que custodian reliquias; en este caso las de San Ildefonso. Se trata de la Cofradía de los Caballeros Cubicularios, creada a finales del siglo XIII para custodiar los restos del santo y evitar que fueran trasladados de Zamora a Toledo. Otra curiosidad de esta iglesia es que posee una de las pocas imágenes que hay en España de la Virgen del Amor Hermoso a la que acuden las mujeres para pedirle un buen marido o como nos explicó nuestra fantástica guía «el mejor cuñado para mi hermana».

Iglesia de San Pedro y San Ildefonso. Zamora

Muy cerca de aquí, en la encantadora Rúa de Los Francos, se alza la Iglesia de Santa María Magdalena, un pequeño y proporcionado templo románico en cuya portada, una de las más decoradas de la ciudad, deberás encontrar la figura del obispo tumbado si quieres volver a Zamora.

Iglesia de La Magdalena. Zamora

San Juan de Puerta Nueva, Santa María la Nueva, San Vicente o Santiago el Burgo son otras de las iglesias que forman parte del rosario de templos románicos de Zamora junto a construcciones civiles como el precioso Puente de Piedra que salva el Duero o los restos de los tres recintos amurallados que llegó a tener la ciudad en el siglo XIII ganándose el sobrenombre de «la bien cercada».

San Juan de Puerta Nueva. Zamora

Santa María La Nueva y Museo de Semana Santa. Zamora

Puerta de Doña Urraca y restos de las murallas. Zamora

Ruta del Modernismo en Zamora

Un aspecto que desconocía de Zamora antes de visitarla es que pertenece al selecto grupo de ciudades que conforman la Ruta Europea del Modernismo, debido al notable número de edificios de este estilo que se levantaron a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Y es que tras la atonía que siguió al esplendor del Románico, Zamora vivió una segunda edad de oro arquitectónicamente hablando gracias a figuras como el que fuera uno de los precursores del Modernismo, el barcelonés Francisco Ferriol, discípulo de Lluís Domènech i Montaner, que llegó a Zamora en 1808 como arquitecto municipal.

Casa atribuida a Francisco Ferriol. Plaza del Mercado

Calle Balborraz. Zamora

Muchos de estos edificios modernistas se concentran a lo largo de la calle Santa Clara como la Casa de Félix Galarza, el Casino, la Casa de Valentín Guerra, la Casa Francisco Antón o la Casa de Valentín Matilla. También vale la pena acercarse hasta la siempre animada calle Balborraz, una de las más antiguas de Zamora, para contemplar las fachadas de la Casa de Faustino Leirado y la Casa de Mariano López, y a la Plaza del Mercado para ver el original Mercado de Abastos que diseñó el benaventano Segundo Viloria.

Casa de Valentín Guerra. Zamora

Mercado de Abastos. Zamora

Ruta del Duero en Zamora

Sería un pecado abandonar Zamora sin ir al encuentro del Duero. La columna vertebral de Castilla y León a su paso esta tierra divide en dos la capital al tiempo que sus puentes la unen y cohesionan. El más antiguo, el Puente de Piedra que a pesar de sus muchas reformas sigue combatiendo las crecidas del río sin perder un ápice de su sólida belleza medieval. El más moderno, el Puente de Los Poetas. Discreto y ligero visualmente, para no robarle el protagonismo a la cercana Catedral.

Una buena opción para perder la mirada en sus aguas es acercarse hasta el mirador del Troncoso que se eleva sobre las peñas de Santa Marta regalándonos unas espectaculares vistas que alcanzan los dos puentes, la Fundación Rei Alfonso Henriquez y la Playa de los Pelambres, una zona de baño rebautizada como el Benidorm de Zamora.

Puente de Piedra. Zamora

Vistas del Duero desde el mirador del Troncoso. Zamora

Playa de los Pelambres. Zamora

Antes de llegar a ella, deberemos detenernos en las Aceñas de Olivares, un conjunto de molinos de origen medieval dedicados a la producción harinera que actualmente albergan el Centro de Interpretación de las Industrias Tradicionales del Agua.

Aceñas de Olivares. Zamora

Aceñas de Olivares, Zamora

Ahora sí. Llega el atardecer y Zamora nos regala su mejor estampa desde la margen izquierda del río. Los últimos rayos de sol iluminan su distinguida fisonomía, un hipnotizador lienzo presidido por la estampa de la Catedral, las viejas murallas y los reflejos plateados del Duero. Se impone sentarse en un banco y esperar la llegada de la hora azul a la vera de su cauce.

Vista de Zamora desde Los Pelambres

Puente de Los Poetas. Zamora

Anochece en Zamora

Ruta de tapas por Zamora

Aunque parezca osado, pues solo pasé 48 horas en Zamora, me lanzo a proponerte una pequeña ruta de tapas para que te lleves contigo su mejor sabor. Evidentemente es una selección muy personal que baso en la recurrente frase de no están todos los que son pero sí son todos los que están. ¿Por qué tapas? Porque no se me ocurre una forma mejor para confundirme con el paisanaje que me rodea que compartir sus usos y costumbres tapa y vino en mano. Y sí, además, como es el caso, son asequibles, mejor que mejor.

Plaza San Miguel. Zamora

Ayuntamiento de Zamora

Lo primero que debes saber es que las zonas de tapeo en Zamora son básicamente dos: los alrededores de la Plaza Mayor y la denominada zona de Los Lobos que debe a su nombre a un local famoso por sus pinchos morunos.

En los aledaños de la Plaza Mayor, que constituye el mejor escaparte de la ciudad, se encuentra Los Caprichos de Meneses que cuenta con un amplia selección de tostas y creativos caprichos. Yo me dejé tentar por tres de sus clásicos: blinis con foie, chupa chup y bacalao (Plaza San Miguel, 3). Tres agradables sorpresas para mi paladar.

Blinis con foie, chupa chup y bacalao. Los Caprichos de Meneses. Zamora

Muy cerca, en el nº 3 de la calle Herreros, está el Portillo de la Traición, un imprescindible en esta estrecha arteria copada por bares. Aunque mi visita coincidió con su tercer aniversario, el regalo me lo llevé yo en forma de croquetas de boletus y bacalao en tempura negra. Delicioso es decir poco y el ambiente es muy agradable. Un local del que me volvería asidua si no viviera a 250 kilómetros de Zamora.

Croquetas de boletus y bacalao en tempura negra. Portillo de la Traición. Zamora

¿Más tentaciones en esta zona? Los cojonudos y el solomillo al cabrales del Bar Kalima (San Andrés, 8), la tortilla de patatas con salsa del Chillón (Diego de Ordax, 6) y cualquiera de las tapas que elabora Luis Barbón en el Café Bar Viriato. En especial, el solomillo de ternera de Aliste y su versión del «dos y pringada», una comida típica del Domingo de Resurrección de la Semana Santa zamorana (Calle Viriato).

Cojonudo y solomillo al cabrales. Bar Kalima. Zamora

Café Bar Viriato. Zamora

Tortilla de patatas con salsa. Bar Chillón

Ya en la zona de Los Lobos, tres sugerencias: los pinchos morunos de El Lobo (Horno de San Torcuato) y de la Casa de los Pinchitos (Flores de San Torcuato, 5) y las patatas bravas y tiberios -mejillones en salsa- del Bambú (Flores de San Torcuato, 1).

Callos, pincho moruno y papas. La Casa de los Pinchitos

¿Algún zamorano en la sala para ampliar esta ruta?

14 Comentarios

  1. Marti

    Yo solamente incluiría el Rincón de Antonio y su banderilla Manuela, para los que amen el marinado.

    Responder
    • Alícia Bea

      Gracias por la aportación, Marti. Un saludo

      Responder
  2. Mari Carmen

    No sabia que Zamora tuviera tantas cosas para visitar. Habrá que plantearse el pasar por allí. Muchas gracias por el reportaje.

    Responder
    • Alícia Bea

      Me alegra saber que mi propuesta de escapada te ha resultado interesante, Mari Carmen. Un saludo

      Responder
  3. Rosa

    Genial, hoy jueves, una buena opción para este finde. Como siempre gracias por descubrirnos una nueva alternativa. Menos mal que ya he desayunado, sino… Siempre apetece.

    Responder
    • Alícia Bea

      Me alegro que te haya gustado mi propuesta de escapada a Zamora, Rosa. Gracias por pasarte por mi rincón viajero. Un saludo

      Responder
  4. Maite

    Grata sorpresa. Has conseguido que descubramos Zamora, a partir de ahora una escapada pendiente. Un besazo.

    Responder
    • Alícia Bea

      Estupendo, Maite. De eso se trataba. Ya me contarás qué te ha parecido Zamora. Un saludo

      Responder
  5. Elsa

    Una escapada muy apetecible!!!

    Responder
    • Alícia Bea

      Sin duda, Elsa. Zamora te sorprenderá

      Responder
  6. jordi (milviatges)

    Me ha encantado Alicia. Ojalá que pueda acercarme por allí bien pronto, porque sabía lo del románico pero lo del modernismo me ha sorprendido. Saludos!

    Responder
    • Alícia Bea

      Genial, Jordi. Si he despertado tu interés por Zamora, objetivo cumplido. Un saludo

      Responder
  7. PEDRO

    Perfecto lo de las 4 rutas. A mis padres los dejo en la del Románico, a mis suegros en la del Modernismo, los chiquillos a la del Río Duero y yo al tapeo. Así lo vemos todo.
    Un abrazo.

    Responder
    • Alícia Bea

      Di que sí, Pedro. Todos a disfrutar de Zamora

      Responder

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  1. Marti

    Yo solamente incluiría el Rincón de Antonio y su banderilla Manuela, para los que amen el marinado.

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    • Alícia Bea

      Gracias por la aportación, Marti. Un saludo

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  2. Mari Carmen

    No sabia que Zamora tuviera tantas cosas para visitar. Habrá que plantearse el pasar por allí. Muchas gracias por el reportaje.

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    • Alícia Bea

      Me alegra saber que mi propuesta de escapada te ha resultado interesante, Mari Carmen. Un saludo

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  3. Rosa

    Genial, hoy jueves, una buena opción para este finde. Como siempre gracias por descubrirnos una nueva alternativa. Menos mal que ya he desayunado, sino… Siempre apetece.

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    • Alícia Bea

      Me alegro que te haya gustado mi propuesta de escapada a Zamora, Rosa. Gracias por pasarte por mi rincón viajero. Un saludo

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  4. Maite

    Grata sorpresa. Has conseguido que descubramos Zamora, a partir de ahora una escapada pendiente. Un besazo.

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    • Alícia Bea

      Estupendo, Maite. De eso se trataba. Ya me contarás qué te ha parecido Zamora. Un saludo

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  5. Elsa

    Una escapada muy apetecible!!!

    Responder
    • Alícia Bea

      Sin duda, Elsa. Zamora te sorprenderá

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  6. jordi (milviatges)

    Me ha encantado Alicia. Ojalá que pueda acercarme por allí bien pronto, porque sabía lo del románico pero lo del modernismo me ha sorprendido. Saludos!

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    • Alícia Bea

      Genial, Jordi. Si he despertado tu interés por Zamora, objetivo cumplido. Un saludo

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  7. PEDRO

    Perfecto lo de las 4 rutas. A mis padres los dejo en la del Románico, a mis suegros en la del Modernismo, los chiquillos a la del Río Duero y yo al tapeo. Así lo vemos todo.
    Un abrazo.

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    • Alícia Bea

      Di que sí, Pedro. Todos a disfrutar de Zamora

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