Visitar Salobreña, el corazón de la Costa Tropical de Granada

Visitar Salobreña, el corazón de la Costa Tropical de Granada

Un microclima extraordinario fruto de su privilegiada ubicación, un casco antiguo que enamora, un litoral salpicado de playas y recónditas calas, y una gastronomía que tiene en la tierra y el mar la mejor de las despensas. ¿Necesitas más motivos para visitar Salobreña?  

Visitar Salobreña
La preciosa estampa de Salobreña invita a recorrerla con paso tranquilo

Viajar a Salobreña, un estupendo plan en cualquier época del año

Mar y montaña, un rico pasado que se resiste a caer en el olvido y toda la magia que uno espera de un pueblo andaluz. Así es Salobreña, santo y seña de la Costa Tropical y uno de los pueblos más bonitos de la costa granadina.

Casco antiguo de Salobreña
Casco antiguo de Salobreña

Y es que aquí la expresión «el entorno lo es todo» es más acertada que nunca. Para comprobarlo solo hay que fijarse en su magnífica estampa. La de un caserío blanco situado en lo alto de un impresionante peñasco coronado por el castillo, que contrasta con el verdor de los cultivos y con el azul del Mediterráneo que acaricia su litoral. Y, como telón de fondo, las altas cumbres de Sierra Nevada.

La Caleta, Salobreña
Pescador en La Caleta

¿La guinda del pastel? Un microclima subtropical que se traduce en 320 días de sol al año y una temperatura media de 20 °C gracias a su cercanía con el norte de África y al macizo montañoso que frena los vientos del norte. Esta es la receta que avala lo evidente: viajar a Salobreña es un estupendo plan en cualquier época del año. Así lo confirman los lugareños que ven cómo en pleno invierno los viajeros pueden esquiar y tomar el sol en la playa en un mismo día.

Vegas de Salobreña
Las exuberantes vegas de Salobreña

Qué visitar en Salobreña

El casco antiguo, un bálsamo para los sentidos

Angostas callejuelas, casas blancas engalanadas con flores, pasadizos, bóvedas, patios, portones, azulejos que recitan poesías… Este es el perfil del casco medieval de Salobreña, una delicia nazarí que huele a jazmín y azahar.

Calle de Salobreña
Salobreña y sus preciosas buganvillas

Que no te frenen las empinadas cuestas y escaleras que conducen al castillo. Es tal la fotogenia de sus rincones que te detendrás una y mil veces para tratar de capturar su belleza. Una esencia forjada a lo largo de los siglos por las diferentes culturas que la escogieron para establecerse como fenicios, griegos, romanos y árabes.

Casco antiguo. Salobreña
Salobreña, la blanca

Mi recomendación es que recorras este encantador laberinto sin rumbo fijo para dejar espacio a la sorpresa, a esa exclamación de asombro que aparece sin buscarla al girar una esquina. Así, sin pretenderlo, irán desfilando ante tus ojos sus principales atractivos en barrios como La Villa, el Brocal y el Albaycín que dejan clara su factura medieval.

Casco antiguo de Salobreña
Tras cruzar La Bóveda

Te hablo de coquetas plazas como la del antiguo Ayuntamiento, y de La Bóveda, un hermoso pasaje que se apoya en la antigua muralla y que conectaba el Albaycín con la antigua medina. Y, cómo no, de la iglesia mudéjar de Nuestra Señora del Rosario que se alzó sobre una mezquita musulmana y cuya puerta, decorada con azulejos árabes, es una de las imágenes más reconocibles de Salobreña.

Iglesia de Nuestra Señora del Rosario

Otro cautivador escenario es el Paseo de Las Flores que discurre entre zonas ajardinadas y vistas de escándalo. Precisamente aquí, en esta ladera situada bajo el castillo, una placa nos recuerda la leyenda de las tres princesas que Washington Irving inmortalizó en sus Cuentos de la Alhambra.

Paseo de Las Flores. Salobreña
Paseo de Las Flores y castillo de Salobreña

El castillo árabe, Salobreña a vista de pájaro

Tras una lenta subida entre casas encaladas que parecen emerger de la roca, llegamos al castillo. Aunque sus orígenes hay que buscarlos en el siglo X como fortaleza defensiva, alcanzó su mayor esplendor en la época nazarí, cuando los monarcas del Reino de Granada lo utilizaban como palacio de invierno. De hecho, sus baños son muy similares a los de la Alcazaba de La Alhambra.

Castillo de Salobreña
Castillo de Salobreña

Datos históricos al margen, el castillo es uno de los imprescindibles que sí o sí debes visitar en Salobreña. Y no solo para conocer cómo su apariencia ha ido mudando en el pasado. También es una increíble atalaya para contemplar el presente de la villa. Ese que se divisa desde sus torres y muros, de Sierra Nevada al mar, y que se vuelve mágico cuando el sol se esconde. ¿El mejor atardecer de Salobreña? Seguramente.

Atardecer desde el castillo de Salobreña
Atardecer -sin filtros- desde el castillo de Salobreña

La Caleta, sabor a azúcar y sal

Buena parte del encanto de Salobreña reside en La Caleta, un barrio de pescadores y trabajadores de la antigua fábrica de azúcar, hoy catalogada como Bien de Interés Cultural de Andalucía. La cercanía del mar, la blancura de las casas encajadas en la ladera, el silencio… Sería imperdonable visitar Salobreña sin callejear por esta tranquila barriada que mira al Mediterráneo.

La Caleta. Que ver en Salobreña
La Caleta
La Caleta.  Visitar Salobreña
Barcas de pesca en La Caleta

Consejos viajeros → Si quieres probar los dulces típicos de Salobreña, acude a la panadería artesanal Los Tolinos y pide una tarta de piononos (Ramblilla de La Caleta). Y si te gusta la cerámica artística, puedes visitar el taller de Emilio Alaminos (Casa de la Cultura de La Caleta). Recuerda que apoyar al comercio local es la mejor aportación que puedes hacer siempre que viajes.

Sus playas, un ‘must’ de Salobreña

Son muchos los que deciden visitar Salobreña por sus playas. No es de extrañar teniendo en cuenta que no suelen estar muy masificadas y que el clima en la Costa Tropical siempre juega a favor del viajero.

Descansar en una tumbona, comer junto al mar, pasear por entornos casi virginales, practicar deportes náuticos… Sea cual sea tu elección, en Salobreña encontrarás tu particular paraíso costero. ¿Mis favoritas?

Playa Punta del Rio. Visitar Salobreña
Playa Punta del Río

Punta del Río → Situada en la desembocadura del río Guadalfeo, esta playa es perfecta para iniciarte en el mundo del surf de la mano del centro de actividades náuticas 18 Nudos Surf Club, tomarte algo en su zona chill out y avistar aves. Dependiendo de la época del año, podrás ver especies como garzas reales, alcatraces, cormoranes y ruiseñores comunes.

La Guardia → Aguas tranquilas y arena oscura en un entorno único flanqueado por cañaverales que discurre entre el Peñón y la antigua azucarera. Si tienes oportunidad, da un paseo en paddle surf o en kayak por los acantilados de La Caleta con The Guardian Sea Club.

Playa de la Guardia. Salobreña
Paddle surf en la playa de La Guardia

El Caletón → Lo mío con esta cala de aguas cristalinas fue amor a primera vista. Pequeña, aislada, solitaria y rodeada de acantilados. ¿Se pude pedir más?

El Caleton. Salobreña
El Caletón, mi flechazo costero

De Salobreña al cielo: la ruta de los miradores

Si la fisonomía de Salobreña es una delicia visual con los pies en la arena, imagina cómo es verla desde las alturas. Podrás comprobarlo si te lanzas a recorrer los Miradores del Cielo, una ruta que se detiene en 9 miradores a cuál más hermoso. El más famoso, sin duda, es el dedicado a Enrique Morente, uno de los grandes renovadores del flamenco cuyo legado sigue vivo en este balcón que se alza sobre el tajo.

Mirador de Enrique Morente. Que visitar en Salobreña
«La libertad es el arte de vivir». Mirador de Enrique Morente

Pero esta no es la única atalaya del Albaycín, también está el Hoyo de la Frascunda y el mirador del Postigo. Este último antaño comunicaba la playa y el puerto con la villa, y nos ofrece una vasta panorámica que alcanza Sierra Nevada y el Pico Veleta, la cuarta cumbre más alta de España. El mirador del Paseo de la Iglesia, el del Gato y el del Paseo de las Flores, con sus zonas ajardinadas, son otras terrazas de esta ruta señalizada con códigos QR que también está disponible en la app cordobesa OK Located.

Consejo viajero → ¿Dónde dormir en Salobreña? Una buena opción es el Hotel Salobreña Suites. Está a 3 km del pueblo, pero esa distancia se compensa con creces con las fantásticas vistas que se divisan desde las habitaciones que dan al mar.

Senderismo en Salobreña

¿Más motivos para viajar a Salobreña? Disfrutar de su rico patrimonio natural que puedes descubrir a través de su red de senderos. Toma nota de alguno de ellos y lánzate a caminar en busca de los paisajes que la rodean:

Ruta de la Vega Baja de Salobreña y Motril → Prácticamente llana, esta ruta de 19 km discurre por caminos agrícolas y por el litoral que une la desembocadura del río Guadalfeo y el barrio de El Varadero de Motril.

Ruta de la Chirimoya → Adéntrate en la vega de Salobreña para ver de cerca las fincas en las que se cultivan sus apreciadas frutas tropicales.

Senda Mediterranea de Salobreña
Senda Mediterránea

Senda Mediterránea → Esta agradable ruta une el casco antiguo de Salobreña con el de Almuñécar sin apenas perder de vista el Mediterráneo. Si sus 14 km te parecen demasiada distancia a cubrir, puedes disfrutar de su paisaje de acantilados y especies endémicas recorriendo el tramo que va desde el hotel Salobreña Suites a La Caleta.

La gastronomía de Salobreña

Otra de las razones por las que vale la pena visitar Salobreña es por su gastronomía que se nutre de la huerta y el mar para complacer al más exquisito de los paladares. Y es que este rincón de Andalucía no solo destaca por deliciosas recetas del mar, como el pulpo seco, los espetos de sardinas o la zarzuela de marisco. También podrás probar excelentes frutas tropicales como mangos, papayas o aguacates que, gracias al mino de los agricultores de la zona, te trasladarán a paraísos como México, Cuba o Venezuela. Mención aparte merecen las chirimoyas que en su día llegaron de Ecuador y Perú, y que han dado lugar a una variedad autóctona de increíble sabor: Fino de Jete.

Frutas tropicales de Salobreña
Frutas tropicales de Salobreña

Finca ecológica Matagallares

Si quieres conocer sobre el terreno el origen y la forma de cultivo de estas frutas tropicales, te recomiendo visitar la Finca Ecológica Matagallares. Allí te espera su propietario, Juan Carlos Vinuesa, que desde el 2001 lleva a cabo una producción ecológica certificada. Consciente de que progreso y sostenibilidad han de ir de la mano, riega su hectárea con un sistema de goteo programado y localizado para que no se pierda ni una gota de agua, utiliza máquinas de biomasa y deja que la naturaleza y las gallinas que corren por su plantación hagan el resto.

Finca ecologica Matagallares. Que visitar en Salobreña
Finca ecológica Matagallares
Frutas tropicales de Salobreña

Un consejo más: concluye esta interesante visita agroturística con una degustación de sus productos porque esos sabores difícilmente los encontrarás fuera de la Costa Tropical de Granada.

Dónde comer cuando viajes a Salobreña: chiringuitos y restaurantes recomendados

A pesar de su pequeño tamaño, Salobreña cuenta con una variada oferta gastronómica basada en alimentos de temporada y de proximidad con tintes de las diversas civilizaciones que han pasado por ella a lo largo de los siglos.

Si te apetece comer a la vera del mar, tu destino es Casa Emilio, un chiringuito de toda la vida por donde desfilan contundentes zarzuelas, frituras de pescado, mariscos, pulpo a la Salobreña, paellas costeñas y, cómo no, la omnipresente ensalada tropical (Paseo Marítimo, 5. Abierto todo el año).

Casa Emilio. Salobreña
Casa Emilio, un clásico del Paseo Marítimo de Salobreña

Otra apuesta segura la encontrarás en el restaurante La Bahía que llena de sabor la playa del Peñón. Buen servicio, ingredientes locales y opciones vegetarianas, veganas y sin gluten. ¿Un bocado imprescindible? La ensalada Bahía: mango, queso de cabra, mezclum de lechugas, fresas, aguacate y helado de mango.

Restaurante La Bahia. Salobreña
La Bahía, el placer de comer o cenar junto al mar

Ya en el casco antiguo, se impone hacer un alto en el camino en la plaza del antiguo Ayuntamiento. En el número 10 está La Botica, un restaurante de cocina mediterránea en cuya carta no faltan recetas tradicionales como el atún rojo, el arroz caldoso o las almejas a la marinera. Si puedes, reserva mesa en su coqueto Sky Bar. Sus vistas serán el mejor condimento para una velada fantástica.

Y si buscas una cocina que fusione raíces y toques de vanguardia, acércate a conocer el proyecto gastronómico que el chef Francisco Izquierdo desarrolla en el restaurante Aráis. Sabores del mar que llegan de la cercana lonja de Motril, verduras y frutas de temporada, carnes de la sierra… Todo ello regado con una de las bodegas más completas de la Costa Tropical en la que destaca su propio ron: El Mondero.

Restaurante Arais. Salobreña
Restaurante Aráis, un auténtico paraíso foodie

Ir tapeo, un imprescindible de Salobreña

Otra de las cosas que sí os sí debes hacer cuando viajes a Salobreña es algo tan granadino como ir de tapas por el casco antiguo, La Caleta o la zona baja. El imprescindible El Cuesta, un bar de toda la vida donde probé el estupendo mosto Castillo de Salobreña- (Fuente C, 4), la fritura del Pesetas (Bóveda, 11), las elaboradas tapas del Antaño (Díaz del Moral), la fusión del Restobar Lolitalola (Guadalfeo, 3)… Y suma y sigue porque, como ya habrás imaginado, a Salobreña se viene a comer mucho y bien.

Tapear en Salobreña
El Cuesta y el Antaño, dos imprescindibles del tapeo salobreñero

Y hasta aquí este atractivo y variado listado de razones por las que deberías visitar Salobreña, un destino andaluz como mucho que ofrecer estación tras estación. ¿Ponemos rumbo al sur?

*Nota: Este artículo forma parte del blogtrip #ViveSalobreña organizado por la Oficina de Turismo de Salobreña. Como siempre que realizo este tipo de viajes, todas las opiniones vertidas son fruto de mi experiencia.

Ocho experiencias irresistibles para desconectar en el Mar Menor

Ocho experiencias irresistibles para desconectar en el Mar Menor

315 días de sol al año, playas eternas, islas volcánicas, recogidas calas, ecosistemas únicos, deportes náuticos, buena gastronomía, temperaturas medias que superan los 19º…. Gracias a mi reciente viaje a la Costa Cálida, he podido saldar la cuenta pendiente que tenía con la Región de Murcia descubriendo todos los atractivos que encierra el Mar Menor, una preciosa laguna de aguas tranquilas y poco profundas separada del Mediterráneo por los extensos arenales de La Manga. Si te preguntas qué ver en el Mar Menor, aquí tienes ocho experiencias perfectas para desconectar en este tramo del litoral murciano. ¿Habrá momentos de sol y playa? Por supuesto, pero también irresistibles tentaciones que guiarán tus pasos a San Pedro del Pinatar, San Javier, Los Alcázares, Cartagena y La Manga del Mar Menor.

Litoral del Mar Menor

Terraza del restaurante 360. Que ver en el Mar Menor

Antes de empezar con mi lista de experiencias imprescindibles en el Mar Menor, situémonos. Nos encontramos en el sureste de la Región de Murcia, en pleno levante, y rodeados de la albufera salada más grande de Europa. Una laguna en la que reina un agradable microclima que no entiende de calendarios, y que esconde rincones que merecen ser preservados como reclaman las organizaciones ecologistas y vecinales que se oponen a cualquier plan urbanístico que pueda perjudicar a este delicado entorno.

Molino de Quintin. Que ver en el Mar Menor

La Manga del Mar Menor

Tomar el timón de un velero y navegar por el Mar Menor

Cornamusa, botavara, foque, puño de amura, punto de flameo… Aprender a navegar a vela en el Mar Menor es una potente experiencia que puedes realizar en el Centro de Actividades Náuticas de San Pedro del Pinatar con SeaWord Pinatar.

Jugar a cazar el viento, ver cómo el color ocre de la tierra se difumina en los azules y verdes de la laguna, descubrir técnicas ancestrales de pesca en las encañizadas, sentirte patrón por unas horas, comprobar la calidez del agua y su escasa profundidad, experimentar lo intensa que puede resultar la tranquilidad… Sin duda, pasar una mañana navegando es la mejor formar para empezar a conocer este destino que, por sus características geofísicas y su amplia infraestructura de escuelas y centros, resulta perfecto para disfrutar de los deportes náuticos en cualquier época del año. Windsurf, kayak, paddle surf, buceo, piragüismo.. Tú solo decide qué quieres aprender o practicar. El Mar Menor se encarga del resto.

Navegar a vela en el Mar Menor

Respecto a la sostenibilidad, debes saber que todas las actividades que se llevan a cabo en este CAN son respetuosas con este valioso ecosistema de la costa mediterránea que ha sido declarado Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM).

Navegar en el Mar Menor. Murcia

Si prefieres ser tripulante y no patrón, puedes contratar una excursión para navegar entre las islas volcánicas del Mar Menor (El Ciervo, Rondella, Perdiguera, Sujeto y Mayor o del Barón) y las del Mediterráneo (Isla Grosa, Islas Hormigas y El Farallón).

Islas volcanicas. Que ver en el Mar Menor

Avistar aves en el Parque Regional Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar

Con una extensión de 856 hectáreas y seis kilómetros de arenales, el Parque Regional Salinas y Arenales de San Pedro del Pinatar es un humedal protegido en el que nidifican y descansan numerosas especies de aves antes de migrar a África.

Aunque por su belleza y abundancia los flamencos atraen todas las miradas, en este parque también hay importantes colonias de avocetas, cigüeñuelas, chorlitejos, garzas y cormoranes, entre otras especies. Acércate a uno de los observatorios prismáticos y guía de aves en mano, guarda silencio y desconecta practicando birdwatching, otra relajante opción que nos brinda el Mar Menor muy ligada a la conservación de espacios protegidos como este.

Avistamiento de aves. Que ver en Murcia

Flamencos. Que ver en el Mar Menor

CONSEJO VIAJERO → En la web de Murcia Turística puedes reservar esta y otras visitas guiadas gratuitas.

Pasear entre salinas en San Pedro del Pinatar

¿Otra experiencia en la que el estrés no tiene cabida? Dar un tranquilo paseo junto a las salinas de San Pedro del Pinatar, una explotación en activo que demuestra que la convivencia entre el hombre y la naturaleza es posible si se hace de forma equilibrada. Te aseguro que, solo por el ver las diferentes pozas que componen el circuito salinero, merece la pena visitarlas. Sobre todo, cuando te sorprendes al descubrir los espectaculares tonos rosáceos de las charcas cristalizadoras, y cómo esta singular paleta de colores contrasta con el blanco de las montañas de sal. Y sí, los flamencos del parque regional son rosas por el grado de concentración salina del agua.

Salinas del Mar Menor

Salinas de San Pedro del Pinatar. Que ver en el Mar Menor

CONSEJO VIAJERO → Si te apetece caminar unos doce kilómetros, toma el sendero circular de Las Encañizadas que empieza en el canal de agua que rodea las salinas. Verás de cerca las encañizadas, dos antiguos molinos salineros y los populares baños de lodo del Mar Menor.

Encontrar tu playa ideal en el Mar Menor

La que fue hace diez millones de años una gran bahía abierta al Mediterráneo, o como dicen los murcianos al Mar Mayor, cuenta con una gran variedad de zonas de baño. Playas urbanas, para ir con niños o para practicar deportes náuticos, nudistas, certificadas con la «Q» de Calidad Turística y también playas naturales y calas en las que el ladrillo, afortunadamente, aún no ha dejado su huella.

Así que no pienses solo en arenales masificados porque, si lo que buscas son momentos de paz a la vera del mar, los encontrarás en lugares como la protegida y salvaje playa de la Hita -situada entre Los Alcázares y San Javier-, en Las Amoladeras con sus humedales y especies de flora y fauna endémicas, o en la casi virgen playa de Calblanque, integrada en el Espacio Natural Protegido del Parque de Calblanque y considerada por muchos como la más bonita de la Región de Murcia.

Playa del Mar Menor

Playa de Torre Derribada. Que ver en el Mar Menor Otro lugar tranquilo con un grado de ocupación bajo es Punta de Algas, una playa en la que el Mediterráneo se funde con el Mar Menor situada dentro del Parque Regional de Las Salinas y Humedales de San Pedro del Pinatar. También en esta zona está la ya mencionada playa de la Torre Derribada que destaca por sus praderas de posidonia oceánica, una planta marina que libera oxígeno y absorbe el CO² disuelto en el mar y que solo se encuentra en las playas más limpias del Mediterráneo.

Playa Isla del Ciervo. Que ver en el Mar Menor

CONSEJO VIAJERO → Si optas por este tipo de playas, sé responsable y practica el turismo sostenible para que tu impacto en estos espacios sea el menor posible. Recuerda que protegerlas es cosa de todos.

Probar el caldero, un imprescindible de la gastronomía del Mar Menor

Aunque la Región de Murcia es conocida por los saludables productos de su huerta y por la calidad de sus salazones, en el Mar Menor la estrella es el arroz caldero, un plato de origen humilde que se preparaba con los pescados que no resultaban aptos en el mercado y que hoy reina en las cartas de todo restaurante que se precie.

Esta apetitosa receta, elaborada con arroz, ñora y diferentes tipos de pescados, se sirve en dos tandas. Primero el arroz, acompañado de alioli, y después el pescado sobre una base del caldo en el que se ha cocinado. Para acompañarlo, nada mejor que un buen vino de Jumilla, Yecla o Bullas.

Yo lo probé en dos ocasiones y te aseguro que en su sabor he encontrado una excusa más para volver al Mar Menor. ¿Quieres saber dónde?

Caldero del Mar Menor

El Rubio 360º: En este restaurante la cocina y el entorno se alían para dar forma a una experiencia gastronómica inolvidable. Pescados de temporada, los famosos langostinos del Mar Menor y arroces marineros como el caldero o el arroz a banda, rodeados de unas vistas de escándalo que comienzan en las Salinas de San Pedro y se extienden por toda la laguna (Calle Magallanes, 1. Lo Pagán).

Restaurante El Pez Rojo. Cabo de Palos. Que ver en el Mar Menor

El Pez Rojo: Tampoco andan faltos de vistas en este restaurante en el que Pepe García aporta su particular toque de magia al caldero y a los pescados y mariscos del día. Escojas el menú que escojas, disfrutarlo en su terraza, frente al mar y con el sol como un comensal más, te dejará un grato recuerdo en la retina y en el paladar (Paseo Marítimo 3, Cabo de Palos).

Un baño de salud en los lodos del Mar Menor

Otro de los rincones del parque regional que no debes pasar por alto es la playa de la Mota ya que aquí están los famosos baños de lodo del Mar Menor. Y es que las singulares condiciones climatológicas de esta laguna -con 2.800 horas de sol al año- y su elevada salinidad generan en el fondo de la albufera lodos y arcillas cuyas propiedades terapéuticas se conocen desde la antigüedad.

Ya que estás en la mayor zona de lodoterapia al aire libre de Europa, ¿por qué no darte un baño de salud? Yo solo he me he dado baños de lodo en el Mar Muerto pero la cara de felicidad de los allí presentes se parecía mucho a la mía en Israel o Jordania.

Lodos en la playa de la Mota. Que ver en el Mar Menor

Lodos del Mar Menor

Si te animas, solo tienes que entrar en las charcas y embadurnarte de arriba abajo. Espera en los muelles de madera a que el lodo se seque bien -una hora aproximadamente- y vuelve a meterte en el agua para aclararte. No se te ocurra cruzar el paseo y hacerlo en el Mar Menor porque está prohibido. La razón: los lodos que cubren tu piel contaminarían sus aguas.

CONSEJO VIAJERO → Si quieres experimentar los efectos de estos lodos de una forma más íntima y personalizada, puedes acudir a alguno de los centros de talasoterapia del Mar Menor.

Disfrutar de los festivales de verano del Mar Menor

Cada verano el Mar Menor se convierte en el escenario cultural de Murcia gracias a sus famosos festivales así que, si quieres aderezar tu escapada con música, danza o teatro, busca un hueco en tu agenda para estas citas:

Festival Internacional de Jazz de San Javier: The Mavericks, Pat Metheny, Maceo Parker y Vonda Shepard encabezan el programa de la XXI edición de este festival que también contará con la presencia del pianista Chick Corea con su Akoustic Band. ¿Cuándo? Del 30 de junio al 28 de julio.

Festival Internacional de Cante Flamenco de Lo Ferro: Lo que en su día nació como una velada musical en esta aldea del campo cartagenero es hoy una cita imprescindible para los aficionados al flamenco. Este año actuarán Farruquito, Sorderita, Capullo de Jerez y Miguel de Tena, entre otros. ¿Cuándo? Del 21 al 29 de julio.

La Mar de Músicas: Música, cine, arte y literatura se dan cita en este festival que se celebra en diferentes espacios de Cartagena y que este año tendrá a Dinamarca como país invitado. De entre las casi cien actividades programadas destacan los conciertos que ofrecerán Texas, Rubén Blades, Morcheeba o The Human League. ¿Cuándo? Del 20 al 28 de julio.

Festivales del Mar Menor

Festival Internacional del Cante de Las Minas: Vicente Amigo, Diana Navarro o Pitingo son algunos de los artistas que pisarán las tablas de este festival que se celebra en La Unión, y que está considerado uno de los encuentros de cante jondo y flamenco más importantes del mundo. ¿Cuándo? Del 1 al 11 de agosto.

Festival Internacional de Teatro, Música y Danza de San Javier: En su 49 edición este certamen, declarado de Interés Turístico Regional, apuesta por la danza con espectáculos como El Jardín de las Delicias, de la coreógrafa canadiense Marie Chouinard, o Sombras, el último trabajo Sara Baras. ¿Cuándo? Del 1 al 24 de agosto.

Sentir la fuerza de la naturaleza en el Cabo de Palos

Hasta donde alcanza la vista, un pequeño pueblo de pescadores, preciosas calas como Las Escalerillas o Calafría, y un soberbio faro que domina el horizonte. Bajo el agua, cristalina como pocas, una de las mejores reservas marinas del Mediterráneo que destaca por su extraordinaria biodiversidad y que atrae a submarinistas de todo el mundo.

Faro de Cabo de Palos. Que ver en el Mar Menor

Playa de las Escalerillas. Que ver en el Mar Menor He dejado para el final el que posiblemente sea mi enclave favorito del Mar Menor y que, curiosamente, coincide con su límite inferior, el Cabo de Palos. Un rincón con alma custodiado por un vigía silencioso que desde 1865 alertó de ataques piratas, presenció el naufragio de numerosos barcos y que hoy sigue plantándole cara al levante y al jaloque. Un faro, bonico donde los haya, que espero siga proyectando su haz de luz por mucho tiempo. Porque forma parte de la historia de nuestras costas y ese patrimonio no debería venderse ni comprarse.

¿DÓNDE ALOJARTE? Si buscas un lugar agradable en el que relajarte y con todos los servicios que uno espera de un hotel de cinco estrellas, mi recomendación es La Torre Golf & Resort & Spa. Está situado en Torre Pacheco, a pocos kilómetros de la playa y rodeado de campos de golf. A sus fantásticas instalaciones se le suma un plus gastronómico: las creaciones del chef Tony Pérez que desfilan por las mesas del restaurante La Vinoteca. Creatividad, productos de calidad, buena técnica y sabores sorprendentes que respetan las bases de la cocina tradicional.

Hotel La Torre Golf Resort & Spa

Y hasta aquí mis sugerencias. Ahora que ya sabes qué ver en el Mar Menor, ¿nos vemos en la Región de Murcia? Yo estoy deseando volver para desconectar en este rincón de la Costa Cálida.

Nota: Este artículo forma parte del blogtrip #MiMarMenorconDestinia organizado por el Instituto de Turismo de la Región de Murcia y Destinia.

Terras de Pontevedra, tu próxima escapada a las Rías Baixas foto a foto

Terras de Pontevedra, tu próxima escapada a las Rías Baixas foto a foto

En la costa, Pontevedra, Marín, Poio y Vilaboa; en el interior, Campo Lameiro, Cotobade y Ponte Caldelas. En conjunto, Terras de Pontevedra, una atractiva mancomunidad gallega que recoge lo mejor de las Rías Baixas. Conócela a través de este paseo fotográfico que muestra su diversidad. Extensos arenales, arte rupestre, paisajes rurales, espacios protegidos… Olvida el reloj. Viajamos a Terras de Pontevedra, tu próximo destino.

Puerto de San Adrian de Cobres. Vilaboa

NAVEGAR POR LA RÍA. Subir a un barco y recorrer la ría de Pontevedra durante unas horas es una de las mejores formas de empezar a conocer este geodestino turístico que tanto le debe a su litoral. Un mini crucero que nos muestra la fachada marítima de poblaciones y parroquias como Combarro, Marín, Bueu o Raxó, nos acerca a la singularidad natural de las islas de Tambo y Ons, y que, entre bateas y barcos de bajura, nos sumerge en la cultura de la ría.

Paseo en barco por la ria. Fotografias Terras de Pontevedra
Navegando por la ria. Fotografias de Terras de Pontevedra

Súmale un delicioso tentempié a bordo donde no faltan mejillones, navajas y vino, ver cormoranes surcando el cielo y, si hay suerte, delfines nadando a tu vera, y ya tienes al completo la fórmula que convierte esta experiencia náutica en algo único.

Almuerzo a bordo
Bateas en la ria de Pontevedra

COMBARRO (POIO). La primera vez que la visité me guiñó un ojo. Esta, me sacó a bailar y terminamos brindado por la vida. A ti te pasará lo mismo así que obvia a los turistas que se agolpan en sus calles y céntrate en descubrir la esencia de esta encantadora villa pesquera declarada Conjunto de Interés Artístico y Pintoresco.

Combarro. Fotografias de Terras de Pontevedra
Combarro. Fotografias de Terras de Pontevedra

Hórreos que se asoman a la ría, cruceiros, casas de arquitectura popular, redes secándose al sol… Cada rincón de Combarro es un cuadro esbozado en piedra, teja y mar. Cada paso, un encantador escenario por descubrir. No busques más, aquí sigue latiendo la Galicia marinera de siempre.

ATARDECERES EN LA PLAYA. Puestas de sol que inspiran, relajan e invitan a soñar con los pies en la arena. Cualquiera podría imaginar que la ría de Pontevedra esculpió su fisonomía para enmarcar impresionantes atardeceres. Dos ejemplos bastarán para convencerte. El primero lo contemplé en la playa de Mogor, el segundo, en Lourido, un virginal arenal rodeado de vegetación que ya se ha convertido en mi rincón favorito de estas tierras.

Atardecer en la playa de Mogor. Fotografias de Terras de Pontevedra
Playa de Lourido. Fotografias de Terras de Pontevedra

La brisa, el suave descenso del sol hasta fundirse con el mar, la cambiante paleta de colores que tiñe el cielo… Tú decides dónde quieres ver este espectáculo de la naturaleza. Las playas de Marín, Poio y Vilaboa harán el resto.

CARBALLEIRA DE SAN XUSTO (COTOBADE). Un manto verde tejido por robles centenarios que hunden sus raíces al pie de un cruceiro y una pequeña ermita. Así es la Carballeira de San Xusto, un lugar en el que desearás detener el tiempo.

Carballeira de San Xusto, Cotobade
Ermita de San Xusto. Fotografias deTerras de Pontevedra

Camina sin prisa entre los árboles, inunda tus pulmones de aire puro y paladea la calma que brota en esta loma sobre el río Lérez. Si agudizas el oído, tal vez puedas escuchar el eco de antiguas leyendas o versos de canciones populares como este: «Carballeira do San Xusto, carballeiriña famosa, naquela carballeiriña perdín eu a miña rosa».

ARTE RUPESTRE: EN BUSCA DE PETROGLIFOS. Reserva un hueco en tu agenda para descubrir una de las mayores concentraciones de petroglifos de Europa. Un viaje a la Edad de Bronce que te aconsejo iniciar en Campo Lamerio donde podrás desentrañar los secretos que esconden sus grabados en piedra realizados entre los siglos III y II a. C.

Piedra de los caballos, Campo Lameiro. Terras de Pontevedra
Parque Arqueologico de Campo Lameiro. Fotografias de Terras de Pontevedra
Laberintos de Mogor. Fotografias de Terras de Pontevedra

Tras conocer la “capital gallega del arte rupestre”, puedes continuar la ruta de los petroglifos en el Área Arqueológica de Tourón, el Centro Arqueológico de A Caeira y en otros enclaves que también conservan interesantes grabados como Mogor, Viascón, Fentáns, Chan dos Areeiros y Salcedo. Una recomendación: visítalos a primera o a última hora del día ya que las sombras acentúan su relieve y se aprecian mucho mejor.

A CALZADA Y LOS PAISAJES FLUVIALES DEL RÍO VERDUGO (PONTE CALDELAS). Aguas cristalinas rodeadas de robles, abedules y fresnos. Es lo que encontrarás si te acercas a A Calzada, la primera playa fluvial de España con bandera azul. Desde esta zona de baño, perfecta para ir con niños, parten varias rutas de senderismo que recorren los parajes naturales de Ponte Caldelas.

Playa fluvial de A Calzada. Fotografias de Terras de Pontevedra
Paisaje fluvial del rio Verdugo. Terras de Pontevedra

El llamado Sendero Azul, que enlaza con los tradicionales pasos de piedra en A Fraga y Portasouto, es uno de ellos. Una muestra más de los paisajes ribereños que dibuja el río Verdugo hasta desembocar en la ría de Vigo. Si has sentido un soplo de paz al contemplar estos poemas gráficos, he cumplido mi objetivo.

SALINAS DE ULLÓ (VILABOA): Cuatro ecosistemas son los culpables de la armonía de estas antiguas salinas situadas en la pequeña Vilaboa: el bosque de ribera, las tupidas masas de carrizos, la marisma y la ensenada de San Simón que da cobijo a un gran número de aves durante su migración invernal.

Salinas de Ullo. Terras de Pontevedra
Paisaje de las Salinas de Ullo en Vilaboa. Terras de Pontevedra

Cardenales, garzas reales, ánades, espátulas… Si te interesa el turismo ornitológico, acércate hasta este espacio protegido. Uno de los mejores lugares de Terras de Pontevedra observar aves te espera.

SABORES QUE CONQUISTAN. En el litoral, mariscos y pescados. En el interior, excelentes carnes. En tu paladar, sabor, calidad y frescura. Si decides visitar Terras de Pontevedra, cada concello te ofrecerá lo mejor de su despensa: pulpo, almejas, mejillones, cigalas, zamburiñas, rodaballos, besugos, truchas, quesos, filloas, arroz con leche… ¿Mis últimos gastro descubrimientos?

Loaira Xantar: Céntrica tapería que destaca por su cuidada cocina. No olvides probar las croquetas, la tempura de verduras y la tabla de quesos que marida a la perfección con una copa de Xión, impecable albariño de ATTIS Bodega y Viñedos (Praza da Leña, 2).

Comer en Terras de Pontevedra Fotografias de Terras de Pontevedra.

TintaNegra: Acertada relación calidad-precio junto al puerto deportivo de Combarro. Toma como ejemplo mi menú: almejas a la sartén, bacalao con natas, postre, bebida y café por 12€ (Av. Francisco Regalado, 44).

Padal da Santiña: Muy recomendables las innovadoras propuestas de Toño Mora que fusionan la cocina gallega con la japonesa. Imprescindibles: el pulpo tempurizado con panko y espuma de tortilla de patata, y el tartar de atún con chutney de ciruela. (Av. Santa María, 20, Pontevedra).

PONTEVEDRA, BOA VILANo conozco a nadie que haya visitado la ciudad del Lérez y no guarde de ella un grato recuerdo. El que se forja caminado por su casco histórico, sin tráfico que interrumpa su serena belleza. De terraza en terraza en plazas como la de la Leña o la de la Verdura. Escuchando un ‘buen camino’ a los pies de la iglesia de la Virgen Peregrina. Reconociendo su hidalga historia blasón a blasón o disfrutando de espacios verdes como la Isla de las Esculturas que decora con su arte contemporáneo la parte final del río.

Santuario de la Virgen Peregrina. Pontevedra
Convento de San Francisco. Pontevedra
Isla de las Esculturas. Pontevedra

Pontevedra, una pequeña capital de provincia, compacta y amable, que sustituye los planos de metro por un Metrominuto que señala las distancias caminado -nunca más de media hora. Viva, sostenible, sin radares ni grandes centros comerciales. Donde se cuida su pasado medieval y su presente. ¿Una ciudad modelo? No lo digo yo, lo dice el premio Hábitat que le concedió la ONU.

Peregrinas en Pontevedra

Y hasta aquí esta aproximación fotográfica a Terras de Pontevedra que espero haya despertado en ti el deseo de conocerla. No lo dudes, es una apuesta segura.

Cabanas y las Fragas do Eume: Galicia en estado puro

Cabanas y las Fragas do Eume: Galicia en estado puro

No hace falta viajar muy lejos para disfrutar de excepcionales enclaves naturales y playas eternas, de buena gastronomía, de senderos trillados por los peregrinos del Camino de Santiago, de arte e historia. Simplemente hay que desplazarse a la provincia de A Coruña y recalar en Cabanas, un municipio costero de las Rías Altas que junto a las Fragas do Eume resume cuanto es Galicia.

Panoramica de Cabanas

La Galicia amable, cercana y hospitalaria que tienes en mente. La Galicia azul y verde que te sorprende con sus espectaculares paisajes y su patrimonio arquitectónico. La que te conquista por el paladar. Esa Galicia a la que sueñas volver antes de haberte ido.

Playa de A Magdalena, Cabanas

Cabanas, a fraga feita mar

A fraga (bosque atlántico) hecha mar. Así es Cabanas, un encantador concello unido a un río, el Eume, a una ría, la de Ares, a zonas de montaña y entornos de ribera. El lugar donde las fragas se encuentran con el mar creando un bello escenario natural.

Pantalan de Cabanas

Un rincón de las Rías Altas que nos narra la historia de sus habitantes a través de su patrimonio en el que destacan el puente medieval que nos da la bienvenida a Cabanas -construido en 1380 y que en su día contó con un hospital para los peregrinos del Camino Inglés-, sus cruceiros, pazos como el de Fraián o Rioboo -levantado por el arzobispo D. Francisco Seixas en el siglo XVII-, y las iglesias de San Martiño do Porto y San Andrés de Cabanas. Un legado que descubrirás caminando sin brújula por las calles de Cabanas y recorriendo el resto de parroquias que conforman este concello donde no faltan vestigios de época megalítica.

Iglesia de San Andres de Cabanas

Cabanas

Días de playa, senderismo y actividades náuticas en Cabanas

Tú decides cómo prefieres disfrutar del entorno natural de Cabanas. Descansado en sus tranquilos arenales -perfectos para familias con niños-, conociendo sus paisajes a través de su red de rutas o practicando deportes náuticos como el piragüismo o el kayak.

Si vas en busca de largas jornadas de playa que culminan presenciando hermosos atardeceres, tienes a tu disposición tres arenales: la playa de A Madalena -más de un kilómetro de arena blanca flanqueado por un frondoso pinar-, la playa de Chamoso -ubicada en una zona de acantilados- y Río Castro, una pequeña playa situada en el límite de los municipios Cabanas y Fene.

Playa de A Magdalena, Cabanas

Chiringuito Los Pinares. Cabanas

Playa de Chamoso, Cabanas © Eduardo Perez

Mi consejo es que combines estos momentos de relax con las experiencias que nos propone Cabanas KDM Ocio Activo, especialistas en rutas en kayak por el Río Eume y la Ría de Ares, y senderismo por las Fragas do Eume. Su actividad estrella es la ruta A Fraga Feita Mar, una jornada de aventura y conocimiento de la zona que incluye un recorrido a pie por algunas de las sendas más singulares de las fragas por la mañana y una ruta en kayak hasta la playa de A Madalena por la tarde. Además, también organizan campamentos de verano en el Pinar da Madalena en los que la diversión para los más pequeños está asegurada.

Kayak en la ria de Ares. Cabanas

Marco de Salto, historias de meigas que marcan lindes

Además de seguir cumpliendo su función de mojón que delimita las parroquias de Salto, Laraxe e Irís, según la tradición, el marco del Salto es una piedra que posee propiedades curativas contra los meigallos.

Marco de Salto

Encantamientos, sortilegios… Cualquier hechizo realizado por una meiga se puede deshacer si se cumple un ritual que finaliza depositando una moneda encima del marco o tirándola junto a él.

Algunos consideran que puede tratarse de un monumento megalítico, otros acuden en busca de remedio a sus males y a otros, como yo, les encantan estas leyendas que perviven ajenas al paso del tiempo. Sea como fuere, ¿qué sería de Galicia sin sus trasgos, fadas y meigas?

Fragas do Eume, el gran imán turístico de Cabanas

Imagina un entorno en el que la naturaleza es dueña y señora de cuanto sucede alrededor. Un manto verde cuajado de robles, castaños y fresnos. Un río que antes de desembocar en la ría de Ares da vida a exuberantes riberas. Un profundo cañón de abruptas laderas. Senderos que demandan ser recorridos. Líquenes, musgo y helechos de la Era Terciaria. Aire puro. Silencio. Paz.

Ahora, deja de soñar despierto porque este mágico lugar existe. Su nombre, Parque Natural Fragas do Eume, uno de los bosques atlánticos costeros mejor conservados de Europa.

Las Fragas do Eume

9.125 hectáreas que abracan cinco municipios, entre ellos Cabanas, que revelan la riqueza natural de las Rías Altas. Porque fraga significa bosque con árboles de diferentes especies. Y, si añadimos do Eume, un motivo de peso para viajar a esta zona en la que Galicia nos muestra cómo era su fisonomía hace millones de años.

Fragas do Eume

Un viaje en el tiempo, a su pasado más primigenio, que deberás recorrer sin prisa, olvidando el reloj y agudizando los sentidos. Solo así descubrirás por qué Las Fragas do Eume son el mayor reclamo turístico de Cabanas.

Parque Natural Fragas do Eume

Para ello cuentas con una red de senderos señalizados. Uno de ellos es el llamado Camino dos Encomendeiros, un tramo de dificultad baja que parte del Centro de Interpretación y nos acerca a puentes colgantes como Cal Grande antes de llegar al Monasterio de San Xoán de Caaveiro.

Monasterio de San Xoan de Caaveiro

Absolutamente sorprende y romántica. No encuentro mejor definición para expresar la visión de este antiguo cenobio benedictino que aparece entre la espesura del bosque, despuntando entre la vegetación y atrayendo todas las miradas.

Monasterio de San Xoan de Caaveiro

Su bucólica ubicación, en un promontorio rocoso entre los ríos Eume y Sesín, nos ofrece una impresionante panorámica de las Fragas muy similar a la que contemplaron desde el siglo X San Rosendo y otros eremitas.

Un paseo en barco por el río Eume

Si quieres disfrutar de la imponente belleza de las Fragas do Eume desde otra perspectiva, deberás embarcarte en el Anduriño, un barco de pesca artesanal que remonta el río Eume hasta al alcanzar este espacio protegido.

Ruta en barco por el Eume. Cabanas

Te puedo asegurar que, si te gusta navegar, es una experiencia que difícilmente olvidarás. Milla a milla, las tranquilas aguas del estuario van quedando atrás y la travesía se interna en el cañón que el río esculpe antes de su desembocadura. Los sauces, alisos y abedules que protegen las riberas intensifican el verdor de un entorno salvaje no exento de leyendas. Como la que cuenta que Dios prometió la ofrenda de un hombre cada año al río que llegase antes al océano. Los otros dos convocados a este reto, el Landro y el Masma, traicionaron al Eume que respondió enfurecido a esta ofensa salvando con bravura cuantos valles y montes encontró en su ruta.

El rio Eume a su paso por Cabanas

Leyendas al margen, lo cierto es que esta ruta fluvial muestra perfectamente el significado de la marca turística Cabanas, a fraga feita mar: un bosque virginal que acaba fundiéndose en el mar.

Reservar plaza en el Anduriño

Si quieres realizar esta travesía por el Eume a bordo de la gamela Anduriño, puedes reservar tu plaza en la Oficina de Turismo de Cabanas (Parque del Areal), por teléfono (981 434 566) o bien vía e-mail (oficinadeturismocabanas@gmail.com). La ruta está operativa de mediados de julio al 15 de septiembre con un mínimo de tres viajes al día y parte del embarcadero Día Oito. No olvides llevar calzado cómodo, un chubasquero por si la lluvia hace acto de presencia y unos prismáticos.

Barco Anduriño. Cabanas

Los sabores de Cabanas: Meu deus que comida máis rica

La gastronomía es otro de los grandes atractivos de Cabanas. No podía ser de otra manera tratándose de Galicia donde el mar y la tierra se alían para nutrir un recetario que toma forma en platos de marcado carácter tradicional y en innovadoras propuestas culinarias. En ambos casos, la apuesta está asegurada porque, además de maridar a la perfección con los vinos gallegos, en este concello se come muy bien y en abundancia. Aún así, es probable que cuando acabes tu festín escuches un “seguro que quedaches con fame”. Tu respuesta, reflejo de un estómago satisfecho, debería ser “comín coma un rei” o “non me cabe nin unha cereixa”.

¿Dos recomendaciones que reflejan la calidad de los fogones de Cabanas?

  • Chiringuito Los Pinares: Los productos locales son la base de la carta de este establecimiento en el que la chef Chus despliega todo su talento. Pulpo á feira, almejas a la marinera, mejillones al vapor, raxo, parrillada de verduras, merluza de pincho, churrasco, empanadas… Todo ello en un espacio comprometido con el medio ambiente en el que la categoría de chiringuito alcanza otro nivel. ¿Mis imprescindibles? Las zamburiñas a la plancha, la tortilla hecha con huevos camperos, y sus filloas, toda una tentación que se torna pecado cuando las catas aquí, en la playa y con la ría como telón de fondo (Praia da Madalena, s/n).

Delicias gallegas en el Chiringuito Los Pinares. Cabanas

  • Restaurante La Solana: La Solana se ha convertido en todo un referente en la zona gracias a su cocina de raíces gallegas, su cuidada técnica y su extensa carta de vinos que complacen a los comensales en un ambiente moderno y elegante. No olvides probar el pulpo a la plancha con crema de patatas, las filloas rellenas de puerros y langostinos, y la brocheta de rape y vieiras. El dulce remate final, la tarta de queso con mermelada de frutos rojos. Inmejorable relación-precio (Paseo de la Magdalena, 2).

Restaurante La Solana. Cabanas

Para finalizar, otras dos sugerencias para los amantes del vino: Mi mamá me mima, un magnífico albariño afrutado de Bodegas y viñedos Don Olegario, y El canto del cuco, gran tinto de la D.O. Ribeiro elaborado por la bodega Lagar do Merens.

Albariño Mi mama me mima. Chiringuito Los Pinares, Cabanas

Aunque espero que este artículo haya despertado en ti el deseo de conocer Cabanas, te dejo con un vídeo que muestra los grandes atractivos de este municipio gallego.

  • Nota: Estas experiencias forman parte del blogtrip #Cabanas #AFragaFeitaMar organizado por la Universidad de Santiago de Compostela y el Concello de Cabanas.
Qué ver en Irlanda: seis visitas imprescindibles para enamorarte

Qué ver en Irlanda: seis visitas imprescindibles para enamorarte

Irlanda está de moda. Prueba de ello es que el año pasado 395.500 turistas españoles viajaron hasta allí atraídos por su descarada belleza natural, sus potentes ciudades, su acertado cóctel de tradición y vanguardia, su música, su gastronomía y por el irresistible encanto de pasar una tarde en un pub cerveza en mano. Si tú también te estás planteando una escapada a la Isla Esmeralda, ve tomando nota porque voy a tentarte con seis visitas imprescindibles para que sepas qué ver en Irlanda.

Qué ver en Irlanda:

Dublín

Empezamos con un plato fuerte, Dublín, la capital de la República de Irlanda. Te lo diré en gaélico: «Beidh ceol, caint agus craic againn». Tengamos música, charlemos y a pasarlo bien porque la manejable y cosmopolita ciudad del Liffey ya se encarga de poner el resto. Prestigiosas instituciones culturales como el Trinity College o la Chester Beatty Library, el Temple Bar- feudo de la cerveza y la música tradicional-, la Guinness Storehouse y su siempre concurrido Gravity Bar, casas georgianas, parques en los que escapar del trepidante ritmo dublinés, arterias comerciales como Grafton Street y O’Connell Street, la renovada y revitalizada zona de los Docklands, un relajado paseo a la orilla del río… No lo dudes, Dublín, es una ciudad que engancha. Si sedujo a Joyce, Becket, Phil Lynnot, U2 o a la mismísima Molly Malone, tú no vas a ser menos.

Que ver en Irlanda

Trinity College, Dublín. Irlanda

The Temple Bar. Dublín. Irlanda

CONSEJO VIAJERO → Si quieres ahorrar dinero y tiempo, plantéate adquirir la tarjeta turística Dublin Pass. Con ella podrás visitar las principales atracciones de la ciudad evitando las colas que suelen formarse en lugares como la Guinness Storehouse, la cárcel Kilmainham o Dublinia.

Más información:

Qué ver y hacer en Dublín: los mejores planes para exprimir la capital de la República de Irlanda

Conoce la historia de la emigración irlandesa en el EPIC, el nuevo must-see de Dublín

Trinity College y el Libro de Kells, dos grandes citas culturales en Dublín

Kilmainham Gaol, reviviendo el pasado de Irlanda en la cárcel de Dublín

Una ruta por los pubs de Dublín: mis 10 recomendaciones

Cómo ir del aeropuerto de Dublín al centro de la ciudad y ventajas de la tarjeta Dublin Pass

Los acantilados de Moher

No hay lista de visitas imprescindibles en Irlanda que no incluya los acantilados de Moher, una de las joyas de la ruta costera del Atlántico. Sé que los habrás visto mil veces en el cine enmarcando inolvidables escenas de películas como La princesa prometida, Los cañones de Navarone, La hija de Ryan o Harry Potter y el Misterio del Príncipe, pero ninguna pantalla es capaz de captar lo que se siente cuando te plantas cara a cara frente a estas colosales paredes verticales que a lo largo de ocho kilómetros se enfrentan al Atlántico.

Camina por sus senderos, infórmate en el centro de visitantes, trata de localizar la colonia de frailecillos –puffins- que anidan en Goat Island y sube al mirador de la torre de O’Brien. Si el día está despejado, podrás ver las islas Aran, la bahía de Galway, las montañas de los Twelve Bens en Connemara y la península de Dingle. A mí me faltó verlos al atardecer, motivo más que suficiente para que desee volver a este rincón del condado de Clare esculpido por la naturaleza hace millones de años.

Acantilados de Moher. Irlanda

Torre de O'Brien. Acantilados de Moher. Irlanda

Los acantilados de Moher. Irlanda

CONSEJOS VIAJEROS → Si te gusta la música tradicional y el marisco, acércate a Doolin. Está a menos de 10 km y su buen ambiente te encantará; por algo dicen que es uno de los pueblos más animados de la isla. Otra magnífica opción: descubre el entorno calizo de El Burren, un paisaje más propio de la luna en el que las orquídeas florecen junto a tumbas megalíticas. Tal es su magia que Tolkien se inspiró en él para escribir El Señor de los Anillos.

Y si no quieres preocuparte por nada, reserva esta excursión a los Acantilados de Moher, uno de los paisajes más impresionantes del país y a Galway, una de mis ciudades favoritas.

Más información: Los acantilados de Moher, la Irlanda más salvaje

    • NO VIAJES A IRLANDA SIN SEGURO DE VIAJE
      Tu seguridad y tranquilidad es lo primero, así que, si vas a viajar a Irlanda, haz como yo y contrata un seguro de viajes con Chapka. Si lo compras a través de mi web tienes un 7% de descuento usando el código OBJETIVOVIAJAR. Lo puedes conseguir pinchando aquí:

Galway: un imprescindible en tu agenda de qué ver en Irlanda

La ciudad más importante del oeste irlandés es también una de las más bohemias, auténticas y divertidas. Festivales de arte, teatro, conciertos, carreras de caballos en verano y una animada vida nocturna se dan cita en el que fue un pequeño pueblo de pescadores que llegó a estar gobernado por 14 familias tribales. Déjate caer por la Catedral -el último templo construido en piedra en Irlanda-, salva el río Corrib por alguno de sus puentes, callejea por el Barrio Latino, recorre las salas del Galway City Museum para conocer la herencia arqueológica, histórica y patrimonial de la ciudad, y desciende hacia la bahía rumbo al Spanish Arch. Como bien saben los universitarios -un tercio de la población de Galway-, ver la puesta de sol al abrigo de la antigua muralla vale mucho la pena y se cuela en esta ruta de qué visitar en Irlanda por méritos propios.

Catedral de Galway. Irlanda

Galway. Irlanda

Bahía de Galway. Irlanda

CONSEJOS VIAJEROS → En la joyería Thomas Dillon’s encontrarás las mejores reproducciones de los anillos de Claddagh, uno de los símbolos más famosos de Irlanda. A la hora de comer, acude a Mc Donagh’s y prueba el salmón, los mejillones y sus premiados fish and chips. ¿Un pub? Séhán Ua Neáchtain, el lugar en el que entre pinta y pinta me dejaron claro que en Galway es imposible aburrirse.

Más información: Un paseo por Galway, Irlanda en estado puro

Qué ver en Irlanda del Norte:

Belfast

Tomarle el pulso a la ciudad en el siempre animado St. George’s Market, visitar el Ayuntamiento, descubrir el atractivo barrio de la Catedral cuajado de galerías de arte y locales de moda, recorrer los murales políticos en un black cab -taxi negro-, subir al Castillo de Belfast para disfrutar de sus bonitas vistas, pasear a la orilla del Lagan, exprimir la noche de pub en pub y revivir la historia del trasatlántico más famoso del mundo en el Titanic Quarter. Estos son solo algunos de los planes que te esperan en la capital norirlandesa, una pequeña ciudad con mucha historia a sus espaldas que ha sabido reinventarse a través de la cultura y el arte sin perder un ápice de su personalidad. Por cierto, a partir de esta primavera, el puerto de Belfast cuenta con una nueva atracción, el HMS Caroline, un antiguo buque de guerra reformado como museo naval.

Ayuntamiento de Belfast

St. George's Market. Belfast

Titanic Belfast. Belfas

CONSEJO VIAJERO → Aunque en cualquier pub de Belfast podrás pasar una fantástica velada, reserva un hueco en tu agenda para The Crown Liquor Saloon, su estilo victoriano y su cuidada decoración te trasladarán a 1826. Otro lugar muy especial es la Linen Hall Library. Fundada en 1788, es la más antigua de la ciudad y ofrece un variado programa de eventos que incluye exposiciones, lecturas y conferencias.

Más información:

Belfast, siete experiencias en la capital de Irlanda del Norte
Los murales de Belfast

El puente colgante de Carrick-a-Rede

Una pasarela a 30 metros de altura, listones de madera que crujen con el viento, el océano bajo tus pies y un trayecto de 20 metros por delante. Este es el reto que nos plantea el puente colgante de Carrick-a-Rede, una experiencia con mayúsculas que podrás vivir en el Condado de Antrim. ¿La recompensa? Alcanzar la isla de Carrick y disfrutar de unas vistas impresionantes de la isla de Rathlin e incluso de la vecina Escocia. Olvida el miedo, esquiva el vértigo y confía en las palabras que me dijo el vigilante de acceso al ver mi cara de preocupación: «Come on. It’s easy».

Puente de Carrick-a-Rede. Irlanda

Escalera de acceso al puente colgante de Carrick-a-Rede. Irlanda

Escalera de acceso al puente colgante de Carrick-a-Rede. Irlanda

CONSEJOS VIAJEROS → Lleva algo de abrigo y un impermeable para protegerte del fuerte viento y la posible lluvia, y calzado adecuado para caminar por los senderos. Si quieres inmortalizar tu hazaña, hazte con el certificado que emite National Trust, una organización benéfica que se encarga de conservar parajes especiales como éste gracias a las aportaciones de sus miembros y de aquellos que los visitan.

Más información: La experiencia de cruzar el puente colgante de Carrick-a-Rede

La Calzada del Gigante

El gran hito de la ruta costera de la Calzada, considerada una de las cinco mejores excursiones en coche del mundo, es la Calzada del Gigante. Si el escaso kilómetro que la separa del centro de visitantes ya es de por sí un paisaje espectacular que discurre entre acantilados, cuando llegas al que para mí es uno de los rincones más sobrecogedores de Irlanda, sencillamente, enmudeces. 40.000 columnas de basalto, surgidas hace casi 60 millones de años tras una intensa actividad volcánica, que se deslizan hacia el océano. Puedes dejarte envolver por la leyenda y buscar la presencia del gigante Finn McCool a cada paso o pensar que al único titán que hay que temer es al Atlántico. El resultado es el mismo, te quitarás el sombrero ante este prodigio de la naturaleza que la UNESCO declaró Patrimonio de la Humanidad.

Calzada del Gigante

Calzada del Gigante. Irlanda del Norte

Columnas de basalto. Calzada del Gigante

CONSEJO VIAJERO → Si quieres conocer la espectacular Calzada del Gigante, contrata esta excursión y que no te lo cuenten. Además, viajarás a Belfast -la capital de Irlanda del Norte- donde descubrirás los astilleros, el Titanic Belfast -un museo que repasa la historia del transatlántico más famoso del mundo- y los imprescindibles murales políticos.

Más información: La Calzada del Gigante. Nice to meet you, Finn McCool

Recorre los escenarios de Juego de Tronos en Irlanda del Norte

Impresionantes acantilados, castillos, abadías, bosques encantados, bahías, cuevas, verdes valles, pequeños pueblos costeros, playas kilométricas… Tras el paso de la exitosa serie de Juego de Tronos, Irlanda del Norte para muchos ya siempre será Poniente. Y es que la más ambiciosa producción audiovisual de todos los tiempos necesitaba los mejores escenarios para arrasar, paisajes que sólo se pueden encontrar en la Isla Esmeralda.

Bahía de Murlough, Condado de Antrim © Tourism Ireland

Si estás interesado en visitar las localizaciones donde se grabaron algunas de las escenas más impactantes de esta superproducción, te recomiendo este tour desde Dublín en español al corazón de los Siete Reinos. El Bosque Encantado, Invernalia y la morada de los Stark, la abadía de Inch…

Si tras completar esta ruta enfocada en qué ver en Irlanda sientes mariposas en el estómago, no te sorprendas. No podía ser de otro modo. Simplemente, como yo, te habrás enamorado de Irlanda.

Terras de Pontevedra: 6 citas imprescindibles en el corazón de las Rías Baixas

Terras de Pontevedra: 6 citas imprescindibles en el corazón de las Rías Baixas

Entre la sierra y la costa, en el corazón de las Rías Baixas, Terras de Pontevedra espera paciente tu visita para ofrecerte todo aquello que la hace tan especial. Arte rupestre, hórreos que miran al mar, playas de arena fina, espacios protegidos, y pueblos marineros y de interior que se articulan alrededor de la ciudad del Lérez.

Combarro. Terras de Pontevedra
Peregrinos en la ciudad del Lérez. Terras de Pontevedra

Pontevedra, Poio, Marín, Ponte Caldelas, Cotobade, Campo Lameiro y Vilaboa. Estos son los ayuntamientos que conforman este diverso geodestino gallego por el que discurre el Camino Portugués a Santiago. Una atractiva mancomunidad turística que te presento a través de seis propuestas que aúnan cultura, sorprendentes paisajes y un patrimonio gastronómico que apenas necesita presentación. Comenzamos.

Paisaje de las Salinas de Ulló. Terras de Pontevedra

Ruta de los petroglifos: arte rupestre en Terras de Pontevedra

¿Sabías que en esta región se encuentra una de las mayores concentraciones de arte rupestre de Europa? Así es y por ello te recomiendo reservar un hueco en tu agenda para realizar un viaje al pasado que te permitirá conocer el legado de sus antiguos pobladores: la ruta de los petroglifos.

Centro de Interpretación y Documentación de Campo Lameiro. Terras de Pontevedra

El mejor punto de partida para adentrarte en el fascinante mundo de estos grabados en piedra, característicos de la Edad de Bronce, es el Parque Arqueológico de Arte Rupestre Campo Lameiro. Tras aprender a identificarlos y ahondar en los misterios que encierran en su centro de interpretación, podrás recorrer un itinerario de más de 3 kilómetros al aire libre en el que destacan multitud de grabados figurativos como la Piedra de los Caballos, considerado el mejor petroglifo de Galicia. Conocer cómo era un poblado prehistórico, aprender a hacer fuego o adentrarte en un laberinto tridimensional que recrea uno de los símbolos más característicos de los petroglifos de Mogor son algunas de las experiencias que te esperan en Campo Lameiro, la «capital gallega del arte rupestre”.

Aprendiendo a hacer fuego en Campo Lameiro. Terras de Pontevedra

Si quieres ver estos motivos circulares a tamaño real, solo tienes que acercarte hasta Marín y visitar los Laberintos de Mogor, parada imprescindible en esta ruta por sus representaciones en piedra y por las bonitas vistas de la ría de Pontevedra que desde aquí se divisan.

Petroglifos de Mogor. Terras de Pontevedra

La historia que guardan estos valles también se hace presente en el Área Arqueológica de Tourón, con destacadas estaciones rupestres de finales del Neolítico, y en el Centro Arqueológico de A Caeira cuyos grabados zoomorfos y geométricos coinciden en tiempo con los de Campo Lameiro.

Tourón. Terras de Pontevedra

Escenas de caza, ciervos, caballos, espirales, laberintos e ídolos ocultos diseminados en plena naturaleza. ¿Quién se resiste a pasear por los mismos caminos que pisaron nuestros antepasados hace más de 4.000 años?

Combarro y sus hórreos que miran al mar

Hórreos que se asoman a la ría jugando con la marea, piedra, teja, madera, cruceiros, casas marineras y viejas historias de meigas. Así es el escenario que envuelve Combarro, un pequeño pueblo costero, declarado Conjunto de Interés Artístico y Pintoresco en 1972, que enamora nada más pisarlo.

Hórreos en Combarro. Poio, Terras de Pontevedra
Playa de Pinela. Combarro. Terras de Pontevedra

La imagen que buscas está en la playa de Pinela, con su encantador desfile de hórreos y sus vistas a la costa de Poio y Marín. Fotografíalos cuanto quieras pero deja que tus pasos te lleven también al centro histórico de esta perla de las Rías Baixas. Callejea por la Rúa de San Roque, detente en rincones como la Praza da Fonte o A Rúa Cega, admira la arquitectura de sus antiguas viviendas… Sin prisa, sin mirar el reloj. No olvides que estás en una de las villas pesqueras más hermosas de Galicia. ¿Una buena opción para comer? El restaurante Leucoiña, variada carta, buen servicio y con la ría de Pontevedra y el perfil de la isla de Tambo como un comensal más (Rúa do Mar, 33).

Combarro. Terras de Pontevedra

Salinas de Ulló, la gran sorpresa de Terras de Pontevedra

Muy cerca de Combarro, en Vilaboa, donde montaña y litoral se dan la mano, se encuentra uno de los enclaves más sorprendentes de Terras de Pontevedra. Te hablo de las Salinas de Ulló. Ha llovido mucho desde que el Colegio de los Jesuitas de Pontevedra comenzara a explotarlas en 1694. Es más, de su antiguo molino de mareas, uno de los pocos que había en Galicia, solo quedan los restos de sus compuertas. Vestigios de otro tiempo que se perdieron pero que no merman su belleza paisajística.

Salinas y marismas de Ulló. Terras de Pontevedra

Recorrer su perímetro, saltando entre diferentes ecosistemas como el bosque de ribera, las marismas de aguas salobres o la ensenada de San Simón, y pasear por sus muros de piedra, mientras tratas de avistar su rica fauna avícola, supone ganarle a la vida unas horas de paz en un entono protegido que ha sabido preserva su biodiversidad.

El origen de las salinas se remonta al reinado de Felipe IV. Terras de Pontevedra

Aprovechando tu paso por Vilaboa, sube hasta el Mirador de Cotorredondo. La recompensa, unas magníficas vistas que abarcan las rías de Arousa, Pontevedra, Vigo y la isla de San Simón.

Las playas de Terras de Pontevedra

Sea cual sea tu tipo ideal de playa, en Terras de Pontevedra te esperan algunos de los mejores arenales de las Rías Baixas. En la costa sur, por ejemplo, el litoral de Marín discurre entre playas recogidas y semi urbanas entre las que destacan Santo del Mar, Portocelo, perfecta para personas con movilidad reducida, Mogor, frecuentada por los amantes de los deportes náuticos, y la escondida Lapamán que comparte sus tranquilas y cristalinas aguas con Bueu.

Playa de Mogor. Terras de Pontevedra

Por su parte, en los 20 kilómetros de la costa de Poio, encontrarás playas rurales como Laño o ubicadas en entornos forestales como Cabeceira o Lourido. ¿Una recomendación? Acércate a esta última, también conocida como playa da Polvoreira. En este pequeño arenal, resguardado del viento y rodeado de vegetación, contemplé uno de los atardeceres más bonitos que me regaló Terras de Pontevedra. Tampoco pases por alto las playas de Pousada y de Deilán, dos extensos arenales situados en el municipio de Vilaboa.

Atardecer en la playa de Lourido. Terras de Pontevedra

Hablando de playas, déjame presentarte una muy especial, A Calzada, la primera playa fluvial con bandera azul de Galicia. Una zona de baño en la que el río Verdugo, tras adornar con sus riberas la villa de Ponte Caldelas, se remansa rodeado de robles, castaños y abedules y que, una vez más, pone de manifiesto la diversidad de paisajes de esta mancomunidad.

A Calzada. Ponte Caldelas. Terras de Ponteveda

Pontevedra, boa vila

Pontevedra, con su serena belleza, es mucho más que una pequeña capital de provincia. Es una ciudad viva, en la que todo queda a mano, que sucumbe al terraceo cuando el tiempo y el orballo lo permite en plazas como la de la Verdura, la de la Leña, Teucro, Ferrería o en Méndez Núñez, en la que Valle-Inclán vigila el paso de peregrinos, turistas y lugareños. Una ciudad que nos invita a dar un paseo a la vera del río Lérez, a recorrer los puestos del siempre animado mercado de Abastos y, sobre todo, a perdernos por las calles de su casco histórico en busca de un pasado medieval, muy bien conservado, que aparece en cada esquina. En sus casas populares y en las de rancio abolengo coronadas por blasones, en sus pazos, en sus museos y en hitos religiosos de este Conjunto Histórico-Artístico como la Basílica de Santa María la Mayor, el Convento de San Francisco o la iglesia de la Virgen Peregrina, emblema del Camino Portugués. Ya lo dice el dicho popular: «Pontevedra é boa vila. Ninquén a ve que n’o diga.”

Ponte do Burgo. Pontevedra
Praza da Leña. Pontevedra
Estatua de Valle-Inclán. Pontevedra
Iglesia de la Virgen Peregrina. Pontevedra

¿Cuatro propuestas para hacerla un poco tuya?

  • Desayunar entre pinturas, espejos y pilares de hierro en el entrañable Café Moderno, orgullo de los pontevedreses donde solía citarse la flor y nata de la intelectualidad gallega (Plaza San José, 3).
  • Comprar un souvenir gastronómico, léase quesos, mermeladas, embutidos y demás productos de kilómetro 0, en A tenda da Gata, una tienda que aboga por el consumo responsable y la materia prima local (Peregrina, 22).
A Tenda da Gata. Pontevedra
  • Probar el delicioso pulpo á feira y las carnes a la parrilla de la Pulpería y Churrasquería Peregrinus (Profesor Filgueira Valverde, 10).
  • Tomar un vino en la popular taberna La Navarra, testigo fiel de la historia de Pontevedra desde 1925 (Princesa, 13)

El puerto de San Adrián de Cobres

El protagonista de mi última recomendación es el pequeño y tranquilo puerto de San Adrián de Cobres, situado a tan solo 15 minutos de Pontevedra, en un pintoresco paraje de la ensenada de San Simón. Si, como yo, no tienes la suerte de tener el mar cerca, disfrutarás siguiendo con tu mirada el vaivén de las olas, viendo el trajín de barcos que salen cada mañana hacia las bateas donde cultivan mejillones, dejando que el olor de la ría inunde tus pulmones. En esta preciosa postal marinera, pintada de verde y azul, que encuentra en el murmullo de la brisa y en el tintineo de las embarcaciones atracadas en su marina su mejor banda sonora.

Puerto de San Adrián de Cobres en Vilaboa. Terras de Pontevedra
Puerto de San Adrián de Cobres. Vilaboa. Terras de Pontevedra

Cómo llegar y dónde dormir en Terras de Pontevedra

Por carretera: El acceso a Pontevedra se puede realizar por la AP9 que vertebra la Galicia costera de norte a sur. Otra opción es la autovía de las Rías Baixas (A-52) que comunica Pontevedra con la meseta central y Madrid. La estación de autobuses, que conecta con las principales ciudades españolas, está situada en el centro de la ciudad (Rúa da Estación, s/n).

En tren: Hay diferentes conexiones entre Pontevedra y Vigo, Santiago de Compostela, A Coruña y Ourense, así como líneas que enlazan con Madrid, Barcelona, León, Irún, Ponferrada y Portugal.

En avión: Pontevedra no tiene aeropuerto. Los más cercanos son el de Vigo (Peinador) situado a 30 km. de la capital, Santiago de Compostela (Lavacolla) a 59 y A Coruña (Alvedro) a 110 km.

¿Dos opciones de alojamiento en Pontevedra? Hotel Rúas, situado en plena zona monumental. Sencillo, funcional y con un servicio de desayunos muy completo (Sarmiento, 20). Slow City Hostel, también en el casco histórico. Acogedor, con zonas comunes muy cuidadas y enfocado al intercambio social y cultural entre sus huéspedes, muchos de ellos peregrinos (Amargura, 5).

Más información: Web de Terras de Pontevedra

Siete planes para disfrutar de la Costa del Sol, un rincón de Andalucía donde nunca es invierno

Siete planes para disfrutar de la Costa del Sol, un rincón de Andalucía donde nunca es invierno

El Mediterráneo. 320 días de sol al año. 161 km de litoral. Arte e historia. Sorprendentes parajes naturales. Encantadores pueblos tierra adentro y atractivas poblaciones costeras. Gastronomía con sabor a mar y sierra. Gentes que saben disfrutar de la vida. Si con estas pinceladas aún te preguntas por qué la Costa del Sol es uno de los destinos más codiciados de nuestro país, te propongo siete planes para descubrir este enclave del sur de Andalucía donde nunca es invierno. Prepara tus cinco sentidos. Los vas a necesitar.

Antequera. Costa del Sol Playa de La Malagueta, Málaga. Costa del Sol Me dejo en el tintero el desfiladero de los Gaitanes y su espectacular Caminito del Rey, Mijas, Frigiliana, Casares, los Montes de Málaga y muchas más propuestas que harían de este artículo una tentadora enciclopedia. No importa. Una vez que conozcas todo lo que la Costa del Sol tiene reservado para ti, volverás.

Málaga está de moda. Vívela, siéntela

La capital de la Costa del Sol está de moda. Más de un millón de viajeros al año lo confirman. Un interés que responde en buena medida a su decidida apuesta cultural que refuerza su innegable valor como destino de sol y playa. Este ha sido el principal motor de cambio de una ciudad que en la actualidad cuenta con 36 museos. El Museo Picasso y la Fundación Casa Natal, el Centre Pompidou -el primero que se ha abierto fuera de Francia-, el Museo Carmen Thyssen Málaga o el Museo Automovilístico y de la Moda son todo un referente a los que se suman interesantes iniciativas como Soho Málaga, el barrio de las artes y de la cultura underground donde conviven galerías, teatros y tiendas alternativas.

Centre Pompidou Málaga. Costa del Sol

Arte urbano en Málaga. Costa del Sol Todo ello sin dejar de lado sus 3.000 años de historia que alzan la voz en el Teatro Romano, la Alcazaba, el Castillo de Gibralfaro o la Catedral, más conocida como La Manquita porque le falta una torre. Ni el color y calor de sus calles y plazas. Rincones como la plaza de la Merced -donde Picasso dio sus primeros pasos-, el pasaje de Chinitas, la bulliciosa calle Larios, la encantadora plaza del Obispo… Un centro histórico donde es un auténtico placer perderse entre cervezas y tapas, como un malagueño más que también se deja caer por la playa de La Malagueta. 2.901 horas de sol anuales tienen la culpa.

Málaga capital. Costa del Sol Playa de La Malagueta. Malaga. Costa del Sol Torcal de Antequera, un imprescindible de la Costa del Sol

Viajamos al centro de la provincia de Málaga para conocer el Paraje Natural Torcal de Antequera. Un enclave único, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, que emergió del mar de Tetis y fue modelándose por la erosión del agua, el viento y el hielo hasta conformar uno de los paisajes kársticos más espectaculares de Europa. 1.171 hectáreas de torcas, cuevas, simas y desfiladeros que componen un laberíntico lienzo de piedra que, sencillamente, hipnotiza. Más aún cuando el sol se pone sobre las rocas calizas dejando entrever su caprichosa fisonomía. Un seductor juego de luces y sombras en un entorno poblado desde la Prehistoria y que el cine ha plasmado en películas como Furia de Titanes.

Paraje Natural Torcal de Antequera. Costa del Sol Atardece en el Paraje Natural Torcal de Antequera. Costa del Sol

Si quieres conocer la génesis del Torcal y su potencial natural y etnográfico, acude al centro de visitantes y recorre su área expositiva. Además, es el punto de partida de los tres senderos de uso público que nos permiten acercarnos hasta el Monumento Natural del Tornillo, ver figuras como la Mano, el Camello o la Esfinge, o divisar la línea de costa desde el Mirador de las Ventanillas. Otra opción es reservar alguna de las visitas guiadas que organizan: la ruta de los Ammonites, la de las cuevas, la senda de las sepulturas o El Torcal bajo la luna llena, una caminata nocturna que desvela sus secretos y misterios que estoy deseando realizar.

Déjate seducir por Ronda

«Avistamos Ronda. Estaba enriscada en la sierra, como una prolongación natural del paisaje y, a la luz del sol, me pareció la ciudad más hermosa del mundo». Con estas palabras describió el novelista Juan Goytisolo la fascinación que sintió al descubrir la riqueza y singularidad de este mágico rincón de la Costa del Sol. No fue el único. Este capricho andaluz también recibió en su día los requiebros de Hemingway, Orson Welles, Alberti o García Lorca. Halagos que suele copar su famoso Tajo, una profunda garganta excavada por el río Guadalevín en la que se alza el Puente Nuevo. Es el emblema de esta ciudad serrana, sí, pero sería un error quedarse solo con esta romántica postal.

Puente Nuevo, icono de Ronda. Costa del Sol Estatua de Aniya la Gitana. Ronda. Costa del Sol A esta ciudad que parece colgada del cielo, no le van las prisas y demanda un par de días para hacerte partícipe de su esencia. Para reconocer su importa morisca en los baños árabes mejor conservados de España, en el alminar de San Sebastián o en sus murallas y puertas islámicas. Para perderte entre callejones adoquinados salpicados de casas blancas, palacetes, antiguos mesones e historias de bandoleros y cantaoras. Para encontrarte con bonitas iglesias como Santa María La Mayor y monumentos civiles como el Palacio de Mondragón o la Plaza de Toros, erigida en 1785 por la Real Maestranza de Caballería de Ronda y orgullo de los rondeños por su hermosa factura.

Reservatauro, entre toros y caballos

Si en algo coinciden tanto los aficionados a la tauromaquia como sus detractores, es en reconocer la belleza del toro de lidia. Para conocer como se cría y el día a día de una ganadería puedes pasar una agradable jornada en Reservatauro, el parque del toro bravo y el caballo pura raza español. Muy cerca de Ronda, en un espacio declarado Reserva de la Biosfera que nos sumerge en el mundo de la dehesa mediterránea, el ecosistema más característico del sur de España.

Toros en la dehesa. Reservatauro. Costa del Sol Reservatauro. Costa del Sol Visitando sus instalaciones y recorriendo la finca en todoterreno descubrirás de primera mano no solo el mundo del toro, también la flora y fauna silvestre de la serranía y mi debilidad, la fuerza y elegancia del caballo andaluz, una de las razas equinas más antiguas del mundo, que igual que el toro es mimado, respetado y venerado. Te aseguro que verlos cabalgar entre centenarias encinas y alcornocales es toda una experiencia (Carretera Ronda-Campillos km 34, Ronda).

Ruta Verano Azul en kayak, descubre Nerja de una forma diferente

Por mucho que corra el tiempo, la imagen de Nerja siempre estará ligada a la melodía silbada por un puñado de chavales que hicieron de su Verano Azul el verano de todos en la década de los 80. Y es que el éxito de esta mítica serie sigue muy presente en el encantador pueblo costero de la comarca de la Axarquía donde se rodó. El barco ‘La Dorada’, la calle Antonio Ferrandis, el Balcón de Europa, el bar El Molino o el paseo marítimo Antonio Mercero dan fe de ello. Una huella que también sigue viva en su litoral, en playas como la de Burrriana o en la famosa Calachica, que podemos descubrir navegando en kayak con Miguel Joven, un enamorado de la localidad que le vio crecer y saltar a la fama en la piel de “Tito”.

Ruta Nerja Verano Azul en kayak. Costa del Sol. Foto La Maleta de Casimir Ruta Nerja Verano azul en kayak, Costa del Sol Remar a lo largo del Paraje Natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo, entre verticales roquedos, cuevas, inesperadas cataratas y pequeñas calas casi vírgenes, nos permite contemplar Nerja desde una nueva perspectiva al tiempo que conocemos una franja marina de gran valor ecológico.

Disfruta de la gastronomía de la Costa del Sol

Cocina mediterránea en la costa y platos con solera en los pueblos del interior. Esta es la base de la gastronomía de la Costa del Sol que reúne en su recetario lo mejor de la tierra y el mar. El gran embajador del litoral, cómo no, es el pescaíto frito que comparte mantel con los tradicionales espetos de sardinas, una delicia que nunca falta en los chiringuitos de playa. También encontrarás opciones más contundentes como los guisos, las migas, el ajoblanco o la porra antequerana, uno de los platos más típicos de la provincia malagueña. Súmale la calidad del aceite de oliva, sus vinos y el buen hacer de los maestros pasteleros y comprobarás la riqueza y variedad de sabores de esta tierra.

Los sabores de la Costa del Sol Espeto de sardinas. Chiringuito Ayo. Costa del Sol Sabores que podrás catar tapeando, de ruta por las bodegas o en restaurantes de cocina de autor. ¿Algunas recomendaciones?

Chiringuito Ayo: Más de treinta años de experiencia cocinando espetos y paellas a pie de playa. Abre todo el año (Playa de Burriana, s/n. Nerja).

Eboka Restaurante: En este nuevo espacio gastronómico, situado en el centro de Málaga, Antonio Fernández enmarca su “cocina de herencia” con seductoras propuestas como el foie micuit casero, la carrillada de buey estofada o sus pescados del día. Sabores tradicionales que imperan en innovadoras presentaciones en un local decorado con un gusto exquisito (C/ Pedro de Toledo, 4. Málaga).

Restaurante Plaza de Toros: Situado bajo los tendidos de la Plaza de Toros, su carta recoge la tradición culinaria de Antequera con buena nota y servicio impecable. Durante los meses de verano puedes cenar en el mismo albero (Paseo de Maria Cristina s/n, Antequera).

El Pimpi: Una de las bodegas clásicas de Málaga donde se dan cita famosos, malagueños y visitantes. Suele estar hasta la bandera pero merece la pena. Buena oferta gastronómica, vinos de la tierra, decoración centenaria y ambiente asegurado a cualquier hora. (C/ Granada, 62. Málaga)

¿Un momento de relax en la Costa del Sol? Hammam Al Ándalus Málaga

En la antigua medina, a unos pasos de los restos de la muralla árabe, se encuentra el Hammam Al Ándalus Málaga, un espacio prefecto para recuperar fuerzas y dejarte mimar tras una intensa jornada recorriendo la Costa del Sol. Su cuidada rehabilitación, que sigue las pautas de la tradición nazarí, hará que tu mente retroceda siglos atrás entre bellos artesonados, mosaicos y celosías. Tu cuerpo, por su parte, se relajará gracias a sus tratamientos de purificación y belleza.

Hammam Al Ándalus Málaga. Costa del Sol Hammam Al Ándalus Málaga, Costa del Sol Mi consejo es que optes por el baño y ritual Al Ándalus. Es su propuesta más completa e incluye el recorrido por las termas de agua a distintas temperaturas, un kessa tradicional realizado sobre piedra caliente con jabón de uvas rojas, y un masaje con el aceite esencial que escojas: rosa, lavanda, ámbar rojo o biznaga. Entre el baño y el masaje puedes seguir tu momento de desconexión relajándote en la sala de reposo mientras saboreas un té verde con menta. Informado quedas. El encanto y los beneficios de los antiguos baños árabes te esperan en el centro de la capital malagueña (Plaza de los Mártires,5. Málaga).

Más información: Turismo Costa del Sol y Turismo de Málaga  

Hotel ADH Isla Cristina****, Huelva

Hotel ADH Isla Cristina****, Huelva

Durante los días que pasé descubriendo el potencial de Isla Cristina como destino turístico, me alojé en el hotel ADH Isla Cristina, un cuatro estrellas de la cadena ADH recientemente reformado y enfocado solo para el público adulto que se alza en plena Costa de la Luz. Un encantador tramo del litoral de Huelva bañado por el Atlántico y bendecido por un clima mediterráneo continental que suaviza las temperaturas durante el verano y las modera en invierno.

Hotel ADH Isla Cristina Súmale su situación, en primera línea de playa y junto a un agradable pinar, y empezarás a comprender los motivos que hacen de este hotel una apuesta segura para singles, parejas y amigos que buscan un servicio de alto nivel en un entorno excepcional.

Desmontando el hotel ADH Isla Cristina

El ADH Isla Cristina nos da la bienvenida con una acogedora zona de recepción que nos permite intuir a través de sus ventanales la que para mí es la gran joya de este hotel: un relajante oasis  junto al océano que discurre en una cuidada zona ajardinada con dos piscinas exteriores y una terraza con bar perfecta para tomar el aperitivo o una copa al anochecer.

Recepción del Hotel ADH Isla Cristina Hall del Hotel ADH Isla Cristina Piscinas. Hotel ADH Isla Cristina Abrazando este sugerente vergel tropical, el hotel despliega sus alas en zonas comunes marcadas por un cálido interiorismo en el que prima el gusto por los detalles. Una tónica que se refleja en sus amplias y luminosas 148 Junior Suites con salón y dormitorio independiente. De la mía, ubicada en la quinta planta, solo guardo gratos recuerdos. El mejor, sin duda, el paisaje que me daba los buenos días cada mañana: un manto verde de pinos que daba paso al dorado de la fina arena de la playa y al hipnótico azul del Atlántico. Despertarme con esa espectacular panorámica desde mi terraza era un lujo, tanto como rendirme al sueño arropada por el murmullo de las olas.

Vistas desde mi habitación. Hotel ADH Isla Cristina Detalle de bienvenida. ADH Isla Cristina La Junior Suite, de estilo moderno y funcional, ahonda en el concepto general de este hotel, crear una sensación global de comodidad y bienestar cumpliendo las expectativas que corresponden a su categoría. Para ello están equipadas con TV de pantalla plana, wifi gratuito, aire acondicionado y calefacción, caja de seguridad y baño completo con secador y amenities. Aunque no llegué a utilizarla, me gustó el la idea de añadir una pequeña cocina abierta al salón. Un plus que seguro muchos huéspedes agradecen. En definitiva, diseño, confort y magníficas vistas, una combinación que nunca falla.

Mi junior suite en el Hotel ADH Isla Cristina Dormitorio. ADH Isla Cristina Baño. Hotel ADH Isla Cristina Los sabores del hotel ADH Isla Cristina

La oferta culinaria del ADH Isla Cristina engloba tres propuestas que se caracterizan por una cuidada restauración basada en productos y especialidades locales de primera calidad. Así, el restaurante buffet, en el que se sirve un completo desayuno, cuenta con cocina en vivo y platos que recogen lo mejor del recetario onubense y de la cocina mediterránea.

Detalle del buffet de desayuno. Hotel ADH Isla Cristina Sabores de Andalucía. ADH Isla Cristina Bar Ibiza. Hotel ADH Isla Cristina. Foto Carlos Jordán Fotografía Arroz negro. Hotel ADH Isla Cristina Por su parte, el restaurante a la carta es un claro reflejo de los sabores de Andalucía. Pescados y mariscos recién llegados de la lonja, exquisito jamón y todo tipo de delicatessen capaces de satisfacer al paladar más exigente. Finalmente, el bar piscina Ibiza y su terraza chill out nos brinda una distendida oferta gastronómica a lo largo de todo el día que concluye entre deliciosos cócteles cuando cae la noche. ¿Una primicia? Próximamente está prevista la apertura de una zona de barbacoa junto al pinar.

Actividades en el ADH Isla Cristina, mucho más que un hotel de sol y playa

Con el objetivo de procurar una estancia amena y saludable a sus huéspedes, cada día el Hotel ADH Isla Cristina programa una amplia carta de actividades de entretenimiento, deporte y ocio que puedes combinar con relajadas jornadas de sol y playa disfrutando del dolce far niente. Waterpolo, aquagym, taichí, yoga, clases de submarinismo, senderismo, noches temáticas y espectáculos que hacen de sus veladas el mejor colofón a un día en la Costa de la Luz.

Bautizo de buceo. Hotel ADH Isla Cristina Además, el propio hotel se encarga de gestionar actividades extra que te permitirán conocer los secretos que esconde este enclave marinero y acercarte a su cultura. Te hablo de la posibilidad de recolectar fresas en una explotación de cultivo ecológico, recorrer en barco la ría Carreras y el paraje natural de sus marismas, visitar una fábrica de conservas y salazones de pescado, conocer la única salina andaluza con producción y extracción de sal 100% artesanal, descubrir la Vía Verde del litoral en coche de caballos, realizar una cata de aceites en el propio hotel, jugar al golf con tarifas especiales en los campos de la zona… Experiencias que te mostrarán todo lo que Isla Cristina tiene reservado para sorprenderte y seducirte.

Recolecctando fresas. Isla Cristina Paseo en barco por la ría Carreras. Isla Cristina Cata de aceites. Hotel ADH Isla Cristina ¿Cuatro sugerencias imprescindibles? Una visita guiada por el casco antiguo de Isla Cristina a través de la oficina de turismo, asistir a la subasta de pescado en su famosa lonja, disfrutar de sus casi 20 km de playas rodeadas de dunas y pinares y contemplar atardeceres únicos que te robarán más de una sonrisa y acariciarán tu alma.

Isla Cristina Playa de Isla Cristina Puesta de sol. Hotel ADH Isla Cristina Informado quedas. Si tienes pensado viajar a Isla Cristina, el hotel ADH Isla Cristina es una magnífica opción. Por su espléndida ubicación, sus impecables instalaciones, la profesionalidad y trato exquisito de su personal y por su acertada relación calidad/precio.

Ficha del Hotel ADH Isla Cristina

Dirección: C/ Don Justo Rodríguez Pulido, s/n. 21410 Isla Cristina, Huelva. Teléfono: 959 10 30 23

Categoría: 4 estrellas. Web: ADH Isla Cristina

Distancia del hotel a la playa: 200 metros.

Distancia al centro de Isla Cristina: 1,4 km. Muy recomendable salvarlos recorriendo el paseo marítimo.

Nº de habitaciones: 148 amplias Junior Suites, muchas de ellas con vistas al mar, distribuidas en dos ambientes: salón con kitchenette (nevera, vitrocerámica y útiles para cocinar) y dormitorio independiente. Todas ellas están equipadas con wifi gratuito, TV de pantalla plana, aire acondicionado y calefacción, terraza, caja de seguridad, secador, amenities, ducha y bañera.

Servicios: Recepción y servicio de habitaciones 24 horas. Instalaciones accesibles para discapacitados. Restaurante buffet con cocina en vivo. Restaurante a la carta. Terraza con coctelería y snack bar. Dos piscinas exteriores rodeadas por un jardín tropical. Programa de actividades para adultos. Wifi gratuito en todo el hotel. Alquiler de bicicletas. Sala de exposiciones y eventos.

Alquiler de bicicletas. Hotel ADH Isla Cristina Nota: Aunque este artículo forma parte de mi viaje a Isla Cristina durante el blogtrip #ExperienciasADH organizado por ADH Hoteles, todas la opiniones vertidas sobre este alojamiento son independientes y, como siempre, basadas en mi propia experiencia.

Turku, esencia nórdica en la ciudad más antigua de Finlandia

Turku, esencia nórdica en la ciudad más antigua de Finlandia

El río Aura le da su razón de ser; su archipiélago, con más de 40.000 islas e islotes, paisajes de escándalo; sus instituciones culturales, un cosmopolita ambiente universitario; su longeva historia, hitos arquitectónicos; y su gastronomía, magníficos restaurantes y cafeterías para honrar al paladar. Así es Turku, la antigua capital de Finlandia, una atractiva ciudad donde la vida transcurre en tono nórdico. Sin prisa pero sin pausa, al ritmo que marcan las bicicletas, luzca el sol o llueva.

El río Aura, Turku

Debo confesar que antes de este viaje hubiera sido incapaz de nombrar alguna característica de Turku más allá de su ubicación en la costa sudoccidental del país. Por si te hallas en la misma situación, un puñado de apuntes. Turku es la ciudad más antigua de Finlandia y no fue fundada como tal por ningún monarca sino que creció de forma natural al abrigo de su río allá por 1229. La palabra Turku significa mercado, y su nombre en sueco es Åbo, que podría traducirse como asentamiento ribereño. Es la tercera ciudad de Finlandia por su tamaño, después de Helsinki y Tampere, y mantuvo su estatus de capital hasta 1812. Sus dos lenguas oficiales son el finlandés y el sueco.

Aunque los numerosos incendios que asolaron Turku se llevaron consigo buena parte de su factura medieval, Turku sigue siendo una ciudad de serena belleza a ojos del viajero que reclama al menos dos días para conocerla, para saborearla con calma y captar la esencia finlandesa que corre por su venas.

Plaza Mayor de Turku Callejeando por el casco antiguo de Turku Ambiente universitario en Turku

Un recorrido que bien podría empezar paseando por las encantadoras riberas del Aura, el alma de Turku y su mejor tarjeta de presentación. No en vano en sus inmediaciones se concentran sus principales atractivos, su pasado y su presente. Buena muestra de ello son el museo de historia y arte contemporáneo Aboa Vetus & Ars Nova, la Casa Qwensel -el ejemplo más antiguo de vivienda burguesa de la ciudad-, el Museo Farmacéutico, o el Sibelius, la galería de música más importante del país cuyo nombre es todo un tributo a Jean Sibelius, el más famoso compositor finlandés.

Museo Aboa Vetus & Ars Nova. Turku

Pero, sin duda, hablar de Turku conlleva hablar de sus dos principales monumentos, la Catedral y el Castillo. Situada sobre la céntrica colina Unikankare, una de las siete que dominan la ciudad, la Catedral de Turku, de sobria estampa y marcado estilo gótico alemán, está considerada la gran joya del país. Consagrada al culto luterano en 1300 y testigo fiel de muchos acontecimientos históricos, hoy en día es uno de los templos más solicitados por los finlandeses para casarse. Dicen que su eterno pasillo, con dos salidas laterales a medio camino por si toca huir, tiene algo que ver. Bromas aparte, no dejes de visitarla tras detenerte en la antigua plaza mayor en la que se dan cita interesantes edificios como la Casa Consistorial y las casas de Brinkkala, Juselius y Hjelt.

Catedral de Turku Catedral luterana de Turku Interior de la Catedral de Turku

Un delicioso paseo conectado por el Aura nos lleva hasta su desembocadura donde se alza desde 1280 el imponente Castillo de Turku. Palacio real, cárcel, almacén, cuartel militar… Varias han sido las funciones que ha desempeñado este símbolo de Turku cuyos muros encierran momentos de gloria, como los vividos bajo el mandato del rey Juan III de Suecia, asaltos y devastadores incendios. El precio de la entrada es de 9€ y se realizan visitas guiadas.

Castillo de Turku Interior del Castillo de Turku Un viaje al pasado en el Castillo de Turku

Otro lugar imprescindible para conocer cómo era Turku hace dos siglos es el Museo de Artesanía de Luostarinmäki, la única zona de la ciudad que no se vio afectada por el gran incendio de 1827 que calcinó tres cuartas partes del casco urbano. Este parque temático al aire libre, cuyos edificios, callejones y jardines son una ventana para conocer las profesiones artesanales de la era pre-industrial, abre sus puertas en verano y en navidad.

Luostarinmäki, Turku ©Turku Touring

Una vez visitados los imprescindibles de Turku, el río Aura vuelve a reclamar el protagonismo que le corresponde como nexo entre la cultura urbana y naval del lugar. En sus aguas mansas, un puñado de antiguas embarcaciones reconvertidas en restaurantes flotantes. Sobre él, bonitos puentes como el Theather Bridge que lo salvan. En sus márgenes, escoltados por jardines, tranquilos espacios para pasear salpicados de cafés y templos del buen comer. Y en su estuario, donde termina el río y empieza el Báltico, el antiguo puerto cuya memoria marítima y comercial se refleja en las embarcaciones museo del Forum Marinum.

Riberas del Aura. Turku Theather Bridge. Turku

No olvides reservar unos minutos de tu tiempo para embarcarte en el Föri, el pequeño ferry de uso gratuito que utilizan los locales para cruzar de una orilla a la otra. El trayecto, como podrás imaginar, es muy breve pero te brindará una nueva perspectiva del rincón más emblemático de Turku, dominado a lo lejos por la omnipresente torre de la Catedral.

El Föri, un pequeño ferry que conecta las dos orillas del Aura. Turku Bajando del Föri. Turku

Dónde comer y tomar una buena cerveza en Turku

Si eres nuevo en estos lares, debes saber que los finlandeses sienten auténtica pasión por su gastronomía en la que los tradicionales platos de reno o alce guisado y pescados como el salmón y el arenque comparten mesa con delicias como las famosas y enormes salchichas grillimakkara, el ruisleipä o pan de centeno o los pasteles salados conocidos como karjalanpiirakka.

Puesto de pescado en el Turku Market Hall. Turku

Este amplio recetario, influido por la cocina sueca, rusa y alemana pero con un toque muy finés, está presente en los numerosos restaurantes de la ciudad. Tanto en tierra firme, como sobre las aguas del Aura. Tanto para presupuestos ajustados como para bolsillos holgados. Tres recomendaciones:

Pinella: El restaurante más antiguo de Turku con privilegiadas vistas al río Aura. Menú muy versátil a precios razonables en un ambiente cálido de cuidado diseño (Vanha Suurtori, 2).

Restaurante Pinella. Turku

Kaskis: El joven chef Erik Mansikka está al frente de este pequeño restaurante que no deja de recibir elogios desde su apertura gracias a sus sorprendentes creaciones basadas en ingredientes naturales (Kaskenkatu, 6 A).

El chef Erik Mansikka y sus creaciones en el restaurante Kaskis. Turku

Turku Market Hall: Puestos de carne, pescado, quesos y frutas, tiendas delicatessen, panaderías, restaurantes, cafés… Un paraíso para gourmets en un precioso mercado de 1896 (Eerikinkatu, 16).

¿Una cerveza en un entorno singular? Puedes tomarla en The Old Bank, una antigua oficina bancaria ((Aurakatu, 3); en Uusi Apteekki, una farmacia reconvertida en bar (Kaskenkatu, 1) o en The WaterLoo, un pub más conocido como Puutorin Vessau, ubicado en los antiguos baños públicos de la estación de autobuses de Turku (Puutori). Eso sí, no olvides dejarte caer por Panimoravintola Koulu, antaño un colegio femenino y hoy una de las cervecerías más populares de la ciudad que también funciona como restaurante. Cañas artesanales entre pizarras, mapas y libros (Eerikinkatu, 18).

Cata de cervezas artesanales en Panimoravintola Koulu. Turku

El archipiélago de Turku, un paraíso por descubrir

¿Sabías que si los ciudadanos de Turku se empadronaran en grupos de cinco a cada grupo le tocaría un islote privado? Así es. Turku posee el archipiélago del mundo con más islas. Nada menos que 40.000, entre islas e islotes, que conforman un bucólico entorno natural salpicado de playas salvajes, pueblos marineros y zonas verdes a caballo entre la tierra y el agua.

Archipielago de Turku. © Visit Finland. Photographer Taipale Brothers

El conocido como circuito del archipiélago es un recorrido de 250 kilómetros que se puede realizar en coche en verano, cuando el hielo desaparece y se abren las vías marinas. No obstante, la mayoría opta por utilizar la bicicleta para desplazarte por este virginal espacio en pequeñas etapas descansando en acogedores hoteles y zonas de acampada que muestran un riguroso respeto por el medio ambiente. Doce puentes y nueve transbordadores se encargan de conectar este universo de islas pasando por enclaves como Kaarina, Lillmälö y su reserva Lenholm, Nagu, Korpoo,Iniö, Merimasku o la preciosa Naantali, considerada la ciudad del sol de Finlandia. Alquilar una cabaña frente al mar, pescar, relajarte en un sauna o practicar deportes náuticos son algunas de las tentadoras experiencias que puedes vivir en este oasis finlandés en el que el tiempo discurre a otro ritmo, el que marca la naturaleza y el turismo sostenible. Y slow. Muy slow.

Cómo llegar a Turku y desplazamientos

La mejor manera de llegar a Turku es a través de su aeropuerto, ubicado a siete kilómetros del centro de la ciudad. La aerolínea que cubre la ruta Helsinki-Turku es Finnair con varias salidas a lo largo del día excepto los sábados. Para el recorrido Turku-Helsinki, Finnair opera un vuelo diario. Su duración es de 35 minutos.

Desde el aeropuerto puedes coger la línea 1 de autobús hasta el puerto o hasta la céntrica plaza del Mercado, o bien un taxi cuyo precio medio es de unos 20€. Ya en la ciudad, gracias a su pequeño tamaño, puedes desplazarte caminando, en autobús o alquilar una bici en la Oficina de Turismo (Aurakatu, 2). Que no te frenen sus siete colinas, la más alta, Vartiouvori, solo está a 50 metros sobre el nivel del mar.

También puedes aprovechar tu estancia en Turku para coger un ferry hasta Estocolmo. Muchos finlandeses lo hacen por el puro placer de navegar.

NO VIAJES SIN SEGURO

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