Qué ver en Saint-Denis, uno de los barrios más sorprendentes de París

Qué ver en Saint-Denis, uno de los barrios más sorprendentes de París

¿Qué ver en Saint-Denis? Si te haces esta pregunta, aquí tienes todas las claves para conocer los rincones más atractivos de esta localidad situada al norte de París que nos propone una serie de experiencias menos conocidas y trilladas, pero tremendamente interesantes. Y es que acercarse a Saint-Denis es una escapada perfecta para los viajeros que ya conocen la capital francesa, que se suma a la inabarcable oferta cultural del centro histórico. En definitiva, un viaje más allá del París de la Torre Eiffel, Montmartre o Le Marais que todos conocemos, y que nos acerca a ese otro París, el de los parisinos, a través de diferentes culturas y modos de vida.

Ayuntamiento de Saint-Denis

Saint-Denis: un retrato multicultural del Grand Paris

Quien busque más vie en rouge se equivoca de itinerario. En Saint-Denis, donde los los turistas son solo una anécdota, la vida se muestra fuera de ruta, sin artificios y seductoramente cotidiana. Sin estereotipos, con un atractivo mestizaje fruto de 150 nacionalidades que refleja la diversidad y el ambiente cosmopolita del Grand Paris. ¿Por qué no visitar esta parte de la periferia parisina? Paul Éluard, considerado el maestro de la poesía surrealista, y el pintor Claude Monet ya lo hicieron en su día.

Plaza Victor Hugo

¿Dónde está Saint-Denis? A dos pasos del centro de París

Saint-Denis es uno de los distritos que forman parte del Grand Paris, una unidad administrativa que pertenece a la región Île-de-France y que engloba la capital y su zona metropolitana. Está situado, por tanto, fuera del bulevar Periférico, la gran autopista que rodea la capital a lo largo de 35 kilómetros y que, con más de un millón de vehículos al día, es uno de los tramos más concurridos de Europa, y forma parte del departamento Seine-Saint-Denis.

Qué ver en Saint-Denis: la Basílica Catedral de Saint-Denis

La primera prueba que constata que desplazarse al extrarradio de una de las grandes damas de la vieja Europa tiene grandes recompensas es la Basílica Catedral de Saint-Denis, un tesoro de la historia y el arte francés. Esta antigua abadía benedictina, consagrada a Saint Denis, uno de los santos más célebres de Francia y primer obispo de París, está considerada la cuna del arte gótico ya que marca las directrices de una nueva forma de entender la arquitectura religiosa que pronto se replicaría en otras catedrales europeas.

Basilica de Saint-Denis

El principal precursor de esta obra maestra del primer arte gótico fue el abad Suger, un influyente personaje de la época que la reconstruyó en el siglo XII convirtiéndola en un impresionante himno a la luz, el medio por el que lo divino llega a lo terrenal. Excepcionales vidrieras, bóvedas de crucería, arcos ojivales que permiten salvar mayores espacios, ausencia de muros entre las capillas del presbiterio, rosetones…

Basilica de Saint-Denis. Que ver en Saint-Denis

Según cuenta la leyenda, Saint Denis fue torturado y decapitado en el año 272 en Montmartre -en la actual calle de los Mártires- por la autoridad romana que temía el avance del cristianismo. Tras su ejecución, se levantó, recogió su cabeza y caminó seis kilómetros hasta la actual basílica que alberga su sepultura. Sea como sea, lo cierto es que la abadía se convirtió en un importante centro de peregrinación que propició el desarrollo de la ciudad a su alrededor.

Tumbas de Luis XVI y Maria Antonieta. Basilica de Saint-Denis

Otra de las singularidades de esta basílica, que se pasó a ser en catedral en 1966, es que alberga una necrópolis en la que están enterrados la mayoría de los reyes y reinas de Francia, entre ellos Carlos V, Catalina de Medici, Luis XVI y María Antonieta. De hecho, su colección de arte funerario es única en Europa y nos permite ver su evolución desde el siglo XII hasta las grandes obras del Renacimiento.

Cripta de la Basilica de Saint-Denis. Paris

CONSEJOS VIAJEROS → Para no perderte ni un detalle de la Basílica Catedral de Saint-Denis, puedes contratar con Explore Paris un recorrido temático dirigido por un experto de 1h30 de duración. Y si quieres hacer la visita por libre y evitar las colas que se suelen formar para acceder al templo, aquí puedes comprar las entradas sin sobreprecios ni costes ocultos.

Qué ver en Saint-Denis, París: el mercado de las pulgas de Saint-Ouen

En el departamento de Seine-Saint Denis, también reclama nuestra presencia el mercado de las pulgas de Saint-Ouen, el mercado de antigüedades más grande del mundo. Y es que, más que hablar de un mercado, podríamos definirlo como un mercado de mercados que se extiende a lo largo de 7 hectáreas. Los más conocidos son Dauphine, Paul Bert-Serpette, Malassis y Biron, pero hay muchos más como Antica y Cambo -ambos especializados en mobiliario- o Le Passage, con ropa de segunda mano.

En este universo para hipsters fashionistas y cazadores de tesoros se puede comprar todo tipo de productos de diferentes estilos y épocas: joyas antiguas, objetos de decoración, muebles, libros, artículos de colección, discos, ropa vintage… Visitar galerías de arte contemporáneo, ver interesantes muestras de arte urbano, comer, tomar una copa o escuchar a una banda de jazz en directo son otras de las tentaciones que nos propone Saint-Ouen, una parada imprescindible en este recorrido que recoge qué ver en Saint-Denis. ¿Una curiosidad? Se dice que fue aquí donde se originó el apelativo «mercado de las pulgas«. Hay dos versiones al respecto. La primera tiene que ver con la higiene tanto de los vendedores como de las mercancías, y la segunda con el agobio de un visitante que, al ver tanta gente reunida en un mismo sitio, lo comparó con una colonia de pulgas.

Mercado de las pulgas de Saint-Ouen

Si no quieres perderte por sus sinuosos callejones y pasillos, pero sí conocer todos sus secretos, te puede interesar contratar una visita guiada de 2 horas de duración. Acceso: estación Porte de Clignancourt (línea 4).

En Saint-Denis la vida se muestra fuera de ruta, sin artificios y seductoramente cotidiana

Qué ver en Saint-Denis: el Estadio de Francia

Todo futbolero que se precie ya sabe que el Estadio de Francia (Stade de France) es todo un icono del deporte francés. Inaugurado en 1998 con un partido Francia-España, tiene más de 80.000 asientos cubiertos y acoge todo tipo de eventos deportivos y espectáculos.

Si quieres conocer el backstage de este mítico estadio, apúntate a esta visita guiada. Podrás disfrutar de una estupenda panorámica desde las gradas, entrar al vestuario de los jugadores, cruzar el túnel que conduce al campo, recorrer su museo, y escuchar todo tipo de anécdotas sobre su historia, su arquitectura y las estrellas que han pisado su césped.

Estadio de Francia. Que ver en Saint-Denis

El canal de Saint-Denis y el Parc de la Villette

Además de callejear por encantadoras vías como la Rue du Farbourg Saint-Denis o Petites Ecuries, disfrutar de conciertos y exposiciones o curiosear en mercadillos de todo tipo, Seine-Saint Denis también nos invita a conectar con la naturaleza en sus parques y espacios verdes. ¿Dos ejemplos? El Parc de la Villette y el canal de Saint-Denis, dos citas imprescindibles en este compendio de qué ver en Saint-Denis.

El parque de La Villette, ubicado entre la Porte de la Villette y la Porte de Pantin, es un inmenso e innovador parque urbano diseñado por Bernard Tschumi en el que la naturaleza, la ciencia, el arte y la cultura van de la mano. La Ciudad de las Ciencias y la Industria, la Géode -una excepcional sala de cine con una pantalla hemisférica de 1000 m² ubicada en una gigantesca esfera de acero-, la Ciudad de la Música o el Cabaret Sauvage son algunos de sus atractivos a los que se suman zonas de juegos infantiles y senderos que resultan perfectos para desconectar del frenético ritmo de la ciudad.

Ciudad de las Ciencias y la Industria © Paris Tourist Office. Fotografo Jacques Lebar

Por su parte, el canal de Saint-Denis, que comunica la Villette con el Sena, se ha convertido en un agradable lugar para relajarse ya sea paseando, en bici o recorriéndolo en barco. Aviso para navegantes: desde principios de julio hasta finales de agosto, el festival Verano del Canal (L’Été du Canal) anima las orillas del canal de Saint-Denis y del Ourcq con cruceros, actividades para toda la familia, talleres y conciertos.

CONSEJO VIAJERO → Una magnífica forma para pulsar el ambiente que se vive en esta zona es realizar un paseo guiado de dos horas por la Rue Saint-Denis, un antiguo eje real que conecta el céntrico Grand Châtelet con la ciudad de Saint-Denis. Puedes reservarlo aquí con Explore Paris. Acceso en transporte público: Châtelet (Metro, y RER).

¿Dónde comer en Saint-Denis?

Mi recomendación se encuentra justo enfrente de la Basílica de Saint-Denis y es todo un clásico. Se trata de Le Mets Du Roy, un acogedor restaurante decorado con un gusto exquisito cuyo nombre podría traducirse como «Los alimentos del rey». ¿Qué vamos a encontrar en su carta? Pues básicamente sabores tradicionales elaborados con mucho mimo. Entre sus imprescindibles: el magret de pato, el solomillo de ternera Aubrac y la tarta Tatín con helado de caramelo. (Rue de la Boulangerie, 4. Metro: Basílica, línea 13).

Le Mets Du Roy. Donde comer en Saint-Denis

¿Es peligroso visitar Saint-Denis?

Aunque esta ciudad es tristemente conocida por los atentados terroristas de noviembre de 2015, por propia experiencia puedo decir que no es peligroso visitar Saint-Denis y mucho menos de día. Eso sí, como apunta el sentido común y el propio Ministerio de Asuntos Exteriores, es aconsejable adoptar un mínimo de precauciones como no llevar toda la documentación, dinero y tarjetas en un mismo sitio, estar alerta al usar un cajero automático, nada de mochilas a la espalda ni carteras en el bolsillo trasero de los pantalones, evitar zonas poco concurridas… En definitiva, actuar con la misma cautela que debes tener en los alrededores de la Torre Eiffel, por poner un ejemplo. En todas partes hay sinvergüenzas que intentan aprovecharse del despiste de los turistas. Y, para más tranquilidad, contrata un buen seguro de viaje.

Seguro de viaje para viajar a Francia

Tu seguridad es lo primero, así que, aunque viajes dentro de Europa, haz como yo y contrata un seguro de viajes con Chapka. Para estancias inferiores a 90 días, te recomiendo el Cap Trip Plus por su amplia cobertura COVID-19: gastos médicos derivados de la enfermedad, PCR prescrita por un profesional sanitario, prolongación de estancia, regreso anticipado… Además, si lo contratas a través de mi web, obtendrás un 7% de descuento usando el código OBJETIVOVIAJAR. No lo dudes, contrata aquí tu seguro de viajes y disfruta de una aventura asegurada.

¿Cómo llegar a Saint-Denis en transporte público?

Puedes consultar toda la información de las diferentes líneas de metro, RER y tranvías en tiempo real en la web de la empresa pública RATP. Estas son algunas de las opciones que puedes utilizar para llegar a Saint-Denis:

  • Metro línea 13 →, Basilique de Saint-Denis
  • RER D → Estación de Saint-Denis
  • Tranvía línea T1 → Estación Basilique de Saint-Denis
  • Tranvía línea T5 →Estación Marché de Saint-Denis

Y hasta aquí este recorrido por la periferia norte de la capital francesa en busca de nuevas propuestas culturales y diversas geografías urbanas. Ahora que ya sabes qué ver en Saint-Denis, ¿te animas a descubrir la que será una de las sedes de los Juegos Olímpicos París 2024?

El mercado Tsukiji de Tokio, la mayor lonja de pescado del mundo

El mercado Tsukiji de Tokio, la mayor lonja de pescado del mundo

230.000 metros cuadrados. Ventas diarias de casi 3.000 toneladas de productos marinos por valor de 20 millones de dólares. 14.000 mil trabajadores y unos 35.000 compradores. 450 especies distintas de pescados y mariscos. Estas impresionantes cifras son las que se manejan a diario en el mercado Tsukiji de Tokio, la mayor lonja de pescado del mundo y uno de los grandes atractivos de la capital nipona.

Mercado Tsukiji. Tokio Mercado Tsukiji, Tokio

Si sigues mis andanzas por el mundo, ya sabrás que uno de mis grandes placeres es visitar todo mercado que se cruza en mi camino. Me gusta colarme en ellos en calidad de discreta espectadora, descubrir nuevos productos, ver cómo se realizan las transacciones, en definitiva, pulsar un retazo de cotidianidad de los lugares que visito. Siendo así tenía más que claro que perderme por Tsukiji no podía faltar en mi agenda tokiota.

Mercado Tsukiji de Tokio, la mayor lonja de pescado del mundo Para conocer los orígenes de este mercado que ha inspirado a historiadores, antropólogos y cineastas como Isabel Coixet en su Mapa de los sonidos de Tokio, debemos trasladarnos al siglo XVI. Fue entonces cuando Tokugawa Ieyasu, primer shogun del shogunato Tokugawa, decidió dotar con una serie de privilegios a los pescadores de Tsukudajima y Osaka a cambio de que suministraran pescado al castillo de Edo. Los excedentes empezaron a venderse en pequeños puestos en las inmediaciones del puente Nihonbashi dando forma al primitivo Uogashi que ante la creciente demanda de pescado por parte de la población acabó convirtiéndose en un importante mercado. Con el paso de los siglos, la capital de Japón llegó a tener unos 20 mercados privados que desaparecieron, incluido el de Nihonbashi, en el gran terremoto que asoló el centro de Tokio en 1923. Durante la reconstrucción de la ciudad, este mercado, que empezó a funcionar en 1935, se trasladó a su actual emplazamiento en el céntrico barrio de Ginza.

Rumbo al mercado interior de Tsukiji El volumen de tráfico que se genera en el mercado Tsukiji es impresionante Poniendo orden en el mercado de Tsukiji

Una ubicación que, por lo visto, tiene los días contados ya que las últimas noticias apuntan a que el Gobierno Metropolitano de Tokio trasladará esta histórica lonja en noviembre de 2016 a Toyosu, una cercana isla artificial en la bahía de Tokio donde se levantará un gran complejo turístico con motivo de los Juegos Olímpicos de 2020. ¿Perderá parte de su encanto? ¿Dejará de ser una cita imprescindible en cualquier visita a Tokio? Solo el tiempo lo dirá. De momento, sigue abierto y permitiendo que 120 personas puedan observar la espectacular subasta de atunes que empieza a las 5 de la mañana.

A mí me hubiera encantado presenciar ese momento en el que toneladas y toneladas de atún cambian rápidamente de manos, pero, tras conocer la experiencia de varios compañeros de hostel que pese al madrugón no consiguieron plaza en pleno mes de agosto, esa opción quedó descartada. Aún así, puedo asegurarte que este emblema de Tokio no decepciona y que vale mucho la pena impregnarte por unas horas de este ordenado caos de vibrante actividad, olores y colores, que cientos de visitantes como yo tratan de inmortalizar a golpe de fotos.

Zona de acceso restringido. Mercado Tsukiji Trabajos de despiece en el mercado Tsukiji Aunque Tsukiji se divide en dos zonas principales, es el mercado interior (Jonai Shijo), abierto al público a partir de las 9 de la mañana, el que acapara todas las miradas. Aquí todo es colosal. Sus instalaciones, el tamaño de las piezas que desfilan ante tus ojos, los cuchillos que utilizan… Mires donde mires comprobarás que la actividad de los trabajadores, armados con mangueras y ataviados con delantales y botas de goma, es frenética. Tanto que tu presencia básicamente pasará inadvertida. No tienen ni un segundo que perder y están más que acostumbrados al incómodo hecho de tener que compartir espacio con turistas y más turistas pululando a su alrededor. Tu única misión debe ser no entorpecer su labor, estar muy atento para no acabar arrollado por el trasiego de carretillas elevadoras y motos que circulan a toda velocidad por todas partes y dejarte sorprender a cada paso. Verás atunes gigantes, aletas de tiburón, todo tipo de algas, pescados que no conoces y una gran variedad de mariscos que acabarán en algunos casos en las mesas de la ciudad con más restaurantes con tres estrellas Michelín del mundo.

La actividad en el mercado Tsukiji es frenética Diferentes especies de pescados en el mercado Tsukiji Con la precisión de un cirujano. Mercado Tsukiji Un atún enorme en el mercado Tsukiji Puesto del mercado interior de Tsukiji Lo cierto es que no sé cuánto tiempo pasé deambulando por sus estrechos pasillos, viendo técnicas de despiece más propias de un samurái que de un pescadero, observando como en la mayoría de los casos las labores de oficina quedan reservadas a las mujeres, evitando charcos y sorprendiéndome al ver que en el mercado más importante del país de la tecnología se siguen utilizando viejos teléfonos analógicos que cualquiera diría forman parte del atrezo de Cuéntame.

Preparando el pescado. Mercado Tsukiji Suelo resbaladizo. Mercado Tsukiji Labores administrativas en el mercado Tsukiji Sabores japoneses en el mercado Tsukiji En el mercado Tsukiji se realizan ventas de casi 3.000 toneladas de productos marinos

Tras este aluvión de impactantes imágenes marcadas por el fortísimo olor que desprende tanta acumulación de pescados y mariscos, pasé a visitar el mercado exterior, conocido como Jogai Shijo, que a las 11 de la mañana estaba en pleno apogeo.

Mercado exterior de Tsukiji Vendedor del mercado exterior de Tsukiji Puesto del mercado exterior de Tsukiji Puesto de cuchillos en el mercado exterior de Tsukiji Aunque aquí además de pescado, se pueden comprar frutas, verduras, encurtidos, carnes, cereales, utensilios de cocina, magníficos cuchillos que pueden durar décadas y todo tipo de souvenirs, el gran reclamo son los restaurantes que se agolpan en sus alrededores. Y es que tanto japoneses como extranjeros coinciden en que este es el mejor lugar para comer sushi ya sea a modo de desayuno -si has asistido a la subasta no regalarte un festín de a base de té, sopa de miso, sashimi y sushi sería imperdonable- o de comida. Estos minúsculos restaurantes están abiertos desde las 5 de la mañana hasta el mediodía y conseguir entrar en uno de ellos lleva asociado aguantar estoicamente un buen tiempo de espera. Más aún si te decantadas por el Daiwa Sushi cuya fama, como sus colas de varias horas, le preceden.

Largas colas para disfrutar del mejor sushi de Tokio. Mercado Tsukiji Restaurante en el mercado Tsukiji

Información practica y consejos para visitar el mercado Tsukiji

Localización: 5 Chome-2-1, Tsukiji-Chuo, Tokio.

Horario de visita: Mercado interior: de 9:00 a 13:00 h. Mercado exterior: de 5:00 a 14:00 h. Cerrado los domingos, festivos y algunos miércoles. Para más información, visita la web del Tsukiji Market.

Precio: Gratis.

Transporte: Metro: Tsukiji Station de la línea Hibiya (H10).

Subasta de atunes: Si quieres presenciar la puja, ten en cuenta que, como he apuntado, el aforo está limitado a las 120 primeras que se inscriban en el Fish Information Center. El registro se abre con puntualidad nipona a las 5 de la mañana y está situado junto a la Kachidoki Gate (Harumi Street). Hay dos turnos: el primero empieza a las 5:25h y el segundo a las 5:50h. Para llegar hasta el mercado Tsukiji la única opción es el taxi porque el metro de Tokio empieza a funcionar a las cinco de la mañana. Como sí o sí tendrás que madrugar, muchos viajeros recomiendan visitarlo mientras te dure el jet lag. Ya que no no vas a dormir, aprovecha el tiempo.

Aunque probablemente algún repartidor te lo entregue a tu llegada, desde este enlace puedes descargarte un plano del mercado en pdf para orientarte.

Cartel con las normas a seguir en el mercado Tsukiji

Una vez en el mercado, tal y como nos recomiendan las autoridades, debemos tener en cuenta que:

* Somos visitantes, no clientes. No perturbes la actividad del mercado y que el respeto guíe tu forma de proceder.

* No debemos hacer fotos sin pedir antes permiso ni tocar absolutamente nada.

* Dado el gran volumen de tráfico que se genera dentro del mercado hay que andar con mil ojos para evitar ser atropellado. Recuerda que en cualquier caso el que molesta eres tú, no los trabajadores.

* Si no quieres acabar con los pies empapados, ni se te ocurra entrar con sandalias o chanclas. Además de ser muy poco higiénico, un resbalón puede resultar muy peligroso.

* Tampoco se recomienda acceder al mercado con carritos de bebés, maletas ni en grupos de más de cinco personas.

Fiestas del Medievo de Villena: un viaje al pasado en 7 experiencias

Fiestas del Medievo de Villena: un viaje al pasado en 7 experiencias

Desde hace 14 años, cada mes de marzo la localidad alicantina de Villena se vuelca en la celebración de las Fiestas del Medievo en honor a San José, un viaje al pasado cargado de emociones y experiencias que discurre en el barrio de El Rabal al son que marcan las campanas, los pasacalles, las antorchas y las espadas.

No imagino mejor escenario para esta recreación cuyas raíces se remontan a 1622: un precioso barrio de origen árabe que se arremolina a los pies del Castillo de La Atalaya y que luce sus mejores galas con motivo de estas fiestas declaradas de Interés Turístico. Tres días de diversión y cultura que no serían posibles sin el extraordinario trabajo de los vecinos, que año tras año se esfuerzan para que esta tradición que les llena de orgullo siga viva en las estrechas e intrincadas callejas del casco antiguo de Villena.

Las calles de El Rabal durante las Fiestas del Medievo. Villena

Vecino vestido a la moda medieval. Villena

Toda Villena se vuelca con las Fiestas del Medievo

Escenas de las Fiestas del Medievo en Villena

Gigantes y Cabezudos, trovadores, juegos tradicionales, cántigas, teatro, tragafuegos, malabares, cuentacuentos, títeres, cetrería, arqueros… El programa de las Fiestas del Medievo no da tregua con decenas de espectáculos y actividades que toman las calles y sus principales monumentos. Como enumerarlas una a una restaría sorpresa a tu futura visita, te dejo con los momentos más especiales que viví en estos días en los que la capital del Alto Vinalopó regresa a la Edad Media.

Teatro infantil. Fiestas del Medievo. Villena

Visita de los Reyes Católicos

1488. Es de noche y una comitiva de nobles y obispos avanza por la calle Mayor escoltando a los Reyes Católicos que llegan a caballo. La ciudad les espera para hacerles cumplir los privilegios, mercedes y exenciones fiscales que le había prometido tras enfrentarse al Marqués de Villena en la Revuelta de las 5 Campanadas. Hace frío y los allí presentes, ataviados con los ropajes propios de la época, asistimos en silencio a cuanto acontece frente a la Iglesia de Santiago, uno de los ejemplos góticos-renacentistas más importantes de la Comunidad Valenciana. La historia se revive siglos más tarde en Villena y nos cuenta que los reyes de Castilla y Aragón acabaron cediendo.

Esperando la llegada de los Reyes Católicos. Fiestas del Medievo. Villena

Visita de los Reyes Católicos a Villena. Fiestas del Medievo. © Villena Cuéntame

Subida al campanario de la Iglesia de Santa María

Gracias a la Asociación Pro Restauración del Patrimonio Ermita de San José, desde hace ya algunos años es posible subir al campanario de la Iglesia de Santa María. Que no te frenen sus empinadas rampas y escalones porque el esfuerzo merece la pena. No solo podrás contemplar la maquinaria de su centenario reloj en acción y ver las potentes campanas que marcan el ritmo del día a día sino que, además, disfrutarás de las que posiblemente sean las vistas más espectaculares de Villena: la intrincada fisonomía de El Rabal, la amplitud de los barrios nuevos y, sobre todo, la imponente silueta de la fortaleza que domina todo el conjunto.

Vista del campanario de Santa María. Fiestas del Medievo. Villena

Campanario de Santa María. Fiestas del Medievo. Villena Medieval

Castillo de la Atalaya y El Rabal desde el campanario de Santa María. Fiestas del Medievo. Villena

Exterior del campanario de Santa María. Fiestas del Medievo. Villena

Tal vez incluso podrás experimentar qué se siente al tocar, ya en la terraza, una de las campanas procedentes de la Torre del Orejón. Una mano en el badajo y otra en el exterior para oír y sentir la fuerza de su tañido.

Tocando una de las campanas de la Torre del Orejón. Fiestas del Medievo. Villena. © SaltaConmigo

Atalaya Experience

Cada viaje tiene su momento estrella, ese que prevalece por encima del resto, el que recuerdas con mayor intensidad, el que por un motivo u otro te cala más hondo. Para mí, sin duda, fue vivir la Atalaya Experience, un itinerario sensorial diseñado para entender la historia del vigía de Villena a través de las emociones, estancia a estancia. Desde la voz, desde la música, desde el contacto… Un potente, íntimo y sincero trabajo ideado por Mam Producciones en formato de visita teatralizada donde los sentimientos y la pasión van de la mano.

Castillo de la Atalaya. Fiestas del Medievo. Villena

Juegos de puntería en Atalaya Experience. Fiestas del Medievo. Villena

Reí retando a mi puntería, me emocioné escuchando las palabras de amor que recitaba Isabel la Católica mientras mis ojos permanecían cerrados, lloré escuchando las secuelas de la guerra, me sorprendí cuando Juana la Beltraneja leyó en mi iris un viaje exótico con aroma a café, y disfruté, disfruté muchísimo bailando en lo alto de la torre del homenaje mientras Villena me regalaba una preciosa puesta de sol.

Atalaya Experience. Fiestas del Medievo. Villena

Bailando en Atalaya Experience. Fiestas del Medievo. Villena

Actores de Atalaya Experience. Fiestas del Medievo. Villena

Con las manos en la masa y en la mejor de las compañías

¿Sabes cómo se preparan las tradicionales Tortas de San José? Tras mi visita a Villena, yo sí. Aprendí de los mejores maestros. De nuevo debo citar a los miembros de la Asociación Ermita de San José ya que con su esfuerzo y tesón hicieron posible que esta joya del siglo XVII recuperase su esplendor salvándola de la ruina. Ahora la enseñan con satisfacción a cuantos se acercan hasta allí para ver el proceso de elaboración de este sabroso dulce. Charlar con las vecinas del barrio, rodillo en mano, y disfrutar de su amabilidad, fue un momento muy especial, muy auténtico. ¿Mi conclusión? Villena puede estar tranquila, gracias a estas gentes y a la extraordinaria labor que realizan otros colectivos como la Asociación de Vecinos de El Rabal, su legado histórico y cultural seguirá vivo.

Aprendiendo a elaborar las famosas tortas de San José. Fiestas del Medievo. Villena

Tortas de San José. Fiestas del Medievo. Villena

Un alto en el camino en la Bodega El Caracol

En pleno mercado medieval, entre los más de cien puestos de productos típicos y artesanales que se reparten desde la Plaza Mayor hasta la Morería, se halla la Bodega El Caracol. Entrar en esta bodega es como viajar a la Villena del siglo XV. Antiguos aperos de labranza, aparejos para hacer el vino, planchas de carbón, una antigua alcoba… Si hoy en día podemos disfrutar de esta maravilla es gracias a sus propietarios, la familia Marco, que trabajó duro para rehabilitarla y abrirla el público hasta hacer de ella lo que es: uno de los grandes atractivos del mercado.

Cuando crucé su puerta estaba en pleno apogeo con la actuación de Turdión, una compañía musical que amenizó este alto en el camino con sus gaitas, clarinetes y tambores. Corría el vino, sonaba la música, todos vestidos acordes a la época, el sabor añejo de una antigua bodega… Ante tamaña bienvenida, no hizo falta mucha imaginación para sentir que realmente estaba en la Edad Media.

Bodega El Caracol. Fiestas del Medievo. Villena © Miguel Ángel Muñoz Romero

¿Más opciones para reponer fuerzas? Las tabernas medievales de El Vivaque, en la explanada norte del castillo, o las que están ubicadas en la Plaza Mayor y en la Plaza de Biar.

Combates y bodas medievales en las Fiestas del Medievo

Como no podía ser de otra manera, el Castillo de la Atalaya, declarado Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural, enmarca los actos principales de estas fiestas. Y es que, además de brindar el mejor de los decorados a la Atalaya Experience, junto a sus muros se llevan a cabo los combates medievales, un deporte de contacto real en el que los luchadores van provistos de armas y armaduras de los siglos XII, XIII y XIV.

Luchador de la Liga Oficial de Combate Medieval. Fiestas del Medievo. Villena

Técnica, estrategia, coraje y sacrificio son los pilares de esta modalidad deportiva que se traduce en rápidos y espectaculares duelos y melés protagonizados por los miembros de la Liga Oficial de Combate Medieval. ¿Sabes cuánto puede llegar a pesar una armadura? De 25 a 30 kilos. Yo me lancé a probarme un casco de 8 kilos y te aseguro que tienen que tener una estupenda forma física para batallar en estas condiciones.

La Liga Oficial de Combate Medieval en acción. Fiestas del Medievo. Villena

Por cierto, si estás interesado en contraer nupcias durante las Fiestas del Medievo, puedes hacerlo. Será una boda civil en toda regla. El único requisito a cumplir es que tanto los contrayentes como los invitados luzcáis vuestras mejores galas medievales. ¿El culmen del romanticismo? Que un halcón sobrevuele la explanada del castillo con los anillos atados en sus patas y los deje en el altar.

Boda medieval. Fiestas del Medievo. Villena © Villena Cuéntame

Procesión de las Antorchas

En la noche del sábado y al ritmo de los tambores, cientos de personas recorren las oscuras calles de El Rabal desde la Plaza de Biar. Es la Procesión de las Antorchas, un ritual lleno de magia con el que se pretende librar a la ciudad de las brujas y malos espíritus. Visualmente es un espectáculo fascinante. Como si de una lengua de fuego se tratase, vecinos y visitantes emprenden la subida al castillo iluminado el camino con sus antorchas. Allí la fiesta continúa con fuegos artificiales, tamborradas y con un concierto de música balcánica a los pies de las murallas.

Procesión de las Antorchas. Fiestas del Medievo. Villena. © Villena Cuéntame

Procesión de las Antorchas. Fiestas del Medievo. Villena

Y hasta aquí mi repaso a las Fiestas del Medievo de Villena. Un evento único que año tras año se consolida como una gran cita festiva y cultural. Fachadas engalanadas con banderines y pendones, trajes medievales allá donde mires, espectáculos, visitas teatralizadas, un pueblo entregado esperando tu visita… Yo ya las he vivido y disfrutado. Ahora es tu turno.

Mientras llega ese momento, te emplazo a un próximo artículo donde te daré más motivos para viajar a este enclave situado en el noroeste de la provincia de Alicante.

Más información: Mercado Medieval de Villena y Villena Cuéntame

Mercado de La Boquería: historia, aromas y sabores

Mercado de La Boquería: historia, aromas y sabores

Como ya apunté en mi anterior entrada sobre La Rambla, el Mercado de La Boquería es una visita obligada para todo aquel que recala en la Ciudad Condal. Por muchas razones. Porque su historia va ligada íntimamente a la propia historia de la ciudad, porque está considerado uno de los mejores mercados del mundo y, sobre todo, porque perderse entre sus pasillos es una de las mejores formas de tomarle el pulso a una ciudad como Barcelona.

Mercado de La Boquería. Barcelona

Y es que aunque la excelente calidad y variedad de productos que aquí se pueden encontrar es la baza más importante de este mercado, La Boquería no sería un lugar tan especial sin las gentes que lo pueblan. Tenderos de tercera y cuarta generación con años de experiencia a sus espaldas, reputados chefs en busca de productos únicos -como dice el dicho popular, lo que no se encuentra en La Boquería, no existe-, gourmets a la caza de exquisiteces solo aptas para algunos bolsillos, turistas que disparan sus cámaras de forma compulsiva, vecinos del barrio que van a hacer la compra de la semana y barceloneses que no resisten la tentación de entrar a echar un vistazo y que siempre acaban comprando algo por el puro placer de decir al llegar a casa «esto lo he comprado en La Boquería».

Paradas de La Boquería. Barcelona

La presentación de las paradas atrae todas las miradas

La historia del primero de los mercados municipales que tuvo Barcelona se pierde en la noche de los tiempos ya que desde 1217 está documentada la presencia de vendedores de carne en las puertas amuralladas de la antigua Barcelona. Tras muchas idas y venidas, el mercado, tal y como lo conocemos hoy en día, fue inaugurado en 1840 en el solar que ocupaba el antiguo convento de Sant Josep de los carmelitas descalzos. De ahí que a este mercado también se le conozca como Mercado de Sant Josep. En un principio iba a ser una gran plaza con soportales a imagen y semejanza de la Plaça Reial pero finalmente el arquitecto Josep Mas i Vila decidió edificar un mercado cubierto por una estructura de hierro. Desde entonces, el mercado ha pasado por varias ampliaciones y remodelaciones entre las que destaca el precioso arco de marcado estilo modernista que preside la entrada principal del mercado desde 1913.

Vista lateral de La Boquería. Barcelona

En cuanto la rebases, todos tus sentidos se dispararán de inmediato ante el despliegue de aromas, colores y sabores que desprenden los más de 300 puestos que lo conforman. Un laberinto gastronómico que te recomiendo recorrer sin prisas para no perderte ningún detalle. Fíjate en la magnífica estructura de hierro que lo cubre, en la exquisita presentación de sus paradas, en el río de vida que transcurre a tu alrededor. No cometas el error de quedarte solo al principio en los puestos que venden bandejas de fruta listas para tomar a un euro o zumos de mil sabores. Intérnate en sus entrañas para disfrutar del bullicio que reina en la pescaderías que ocupan la zona central del mercado y recorre sin rumbo fijo sus once pasillos. A tu paso encontrarás carnicerías, fruterías, paradas de salazones, de olivas y conservas, legumbres, huevos, dulces y, según la época del año en el que lo visites, la más extensa variedad de setas que puedas imaginar. Incluso hay una tienda de souvenirs por si quieres llevarte un recuerdo de tu paso por La Boquería.

Una de las muchas pescaderías de La Boquería

Charcutería de La Boquería. Barcelona Bandejas de fruta y zumos listos para tomar. La Boquería

Chocolates y frutos secos. La Boquería

Piruletas. La Boquería

Souvenirs La Boqueria. Barcelona

Otra de mis recomendaciones es que te quedes a comer en el mercado. Además del clásico Bar Pinotxo del que ya hablé en mi anterior entrada, tienes muchas más opciones para hacer un alto en el camino y reponer fuerzas como el Quim de la Boqueria, el Bar Central o el Quiosc Modern. Sentado en cualquiera de sus taburetes podrás llevarte a la boca un trocito de este templo de la gastronomía y tu experiencia en La Boquería tendrá el broche de oro que se merece.

Bar Quiosc Modern. La Boqueria.

Aviso para navegantes: si quieres conocer a fondo la historia y los secretos de La Boquería, debes saber que todos los sábados de 10:00 a 11:30 se realizan visitas guiadas por el mercado que finalizan con una degustación de productos típicos. Su precio: 10€ por persona

Dirección: La Rambla, 89 bis – Plaça de la Boqueria

Cómo llegar: Metro L3, parada Liceu. Bus 14, 59 y 91.

Web: www.boqueria.info

Horario: De lunes a sábado, de 8 a 20.30h.