Si te preguntas qué ver y hacer en Marrakech, aquí tienes la respuesta. Bienvenido a una ciudad marroquí fundada hace más de mil años a los pies del Alto Atlas que pese a sus destellos de modernidad no olvida ni quién es ni su pasado. A un rincón africano, vibrante y caótico, teñido de olores, sabores y sonidos que colapsan los sentidos y encienden el alma. A una ciudad que logró removerme por dentro y que ahora te presento a través de 10 planes que considero imprescindibles. Comenzamos.
Índice de contenidos
- 1 Qué ver en Marrakech
- 2 La plaza Yamaa el-Fna, el gran escenario de la ciudad
- 3 Piérdete entre las callejuelas de los zocos de Marrakech
- 4 No viajes a Marrakech sin seguro de viajes
- 5 La Madraza Ali Ben Youssef
- 6 Ríndete a la belleza del jardín Majorelle
- 7 Revive la época de los visires en el palacio de la Bahía
- 8 Descubre las suntuosas tumbas saadíes
- 9 Saborea Marrakech bocado a bocado
- 10 El domingo, como un local más, visita el jardín de la Menara
- 11 Vuela sobre Marrakech en globo
- 12 Relájate en un hamman
- 13 Qué más ver en Marrakech: excursiones y actividades
- 14 Más información para planificar tu viaje a Marruecos
Qué ver en Marrakech
La plaza Yamaa el-Fna, el gran escenario de la ciudad
Si hay un lugar que merece estar en el pódium de cualquier listado encabezado con la manida frase qué ver en Marrakech, es este. Y es que, como si de un imán se tratara, nada más llegar a la ciudad tus pasos te conducirán hasta la famosa plaza Yamaa el-Fna.
Y lo harás para plantarte en el corazón de la medina, donde acude todo el mundo para presenciar el sorprendente espectáculo que cambia siguiendo los dictados del sol. Puestos de zumo de naranja, curanderos, sacamuelas, bailarines, predicadores, encantadores de serpientes… Un vertiginoso carnaval de ruido, gentío, música y tradiciones populares, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, que al llegar la noche se incrementa con la aparición de pequeños restaurantes. Tal vez te parecerá todo muy caótico. Lo es. Simplemente, déjate llevar, interactúa con sus actores y siente el latido de Marrakech. ¿Una buena atalaya para ver cómo esta explanada va mudando su rostro a lo largo del día? Le Grand Balcon du Café Glacier con su terraza panorámica. Imprescindible.
Muy cerca de aquí se encuentra la mezquita de la Koutoubia, cuyo famoso minarete, visible desde muchos puntos de la ciudad, sirvió de inspiración a la Giralda de Sevilla. No podrás visitar la mezquita pero podrás tomar su torre como referencia a la hora de orientarte.
Piérdete entre las callejuelas de los zocos de Marrakech
No es una frase manida. Literalmente en algún momento acabarás perdido en la marea de zocos que se extienden al norte de la plaza Yamaa el-Fna. Mercados de aceitunas, dátiles y frutos secos como Ableuh o Kchacha, Semmarine, que bajo su techo de cañizo oferta babuchas, juegos de té, alfombras o caftanes, el zoco de los tintoreros con lanas de colores secándose al sol, el de los herreros, el de los curtidores… En este recorrido brutalmente sensorial podrás poner a prueba tus mejores técnicas de regateo mientras esquivas el trajín de motos y carromatos que se cruzan en cualquier momento. Un consejo: cuando no sepas dónde estás, pregunta a algún vendedor porque si escoges a un particular lo más probable es que se empeñe en acompañarte a cambio de unos dirhams.
Una sugerencia: déjate caer por el Café des Épices donde podrás tomar una comida ligera a base de sopas, bocadillos y ensaladas. ¿Su gran atractivo? Está situado en la misma Place des Épices donde se dan cita boticarios de toda índole, mujeres que preparan jena para los tatuajes, vendedores de especias, sombrereros… Si tienes ocasión, siéntate en su pequeña terraza. Las vistas a este bullicioso rincón de Marrakech merecen mucho la pena.
No viajes a Marrakech sin seguro de viajes
Si eres un lector habitual de este blog, ya sabrás que no me canso de repetir lo importante que es viajar con un buen seguro de viajes. Yo siempre viajo asegurada con Chapka por sus amplias coberturas internacionales. Si haces números, comprobarás que el coste diario del seguro compensa con creces su precio y más teniendo en cuenta lo extraordinariamente cara que puede resultar una consulta médica en este destino. Además, si lo contratas a través de mi web, obtendrás un 7% de descuento usando el código OBJETIVOVIAJAR. No lo dudes, contrata aquí tu seguro de viajes y disfruta de una aventura asegurada.
La Madraza Ali Ben Youssef
“Tú, que atraviesas mi puerta, que tus mayores deseos se cumplan”. Esta es la inscripción que preside la entrada de la Madraza Ali Ben Youssef, antaño la mayor escuela coránica del norte de África. Te recomiendo su visita porque es uno de los pocos edificios religiosos de Marruecos abierto a los no musulmanes y, además, representa el mejor ejemplo de arquitectura arabigoandaluza de la ciudad.
Solo tienes que acercarte a su gran patio para comprobar el delicado conjunto que forman sus ornamentadas columnas, los balcones con celosías, los mosaicos, las caligrafías esculpidas en las paredes, el estanque… Una profusa decoración que contrasta con la sobriedad de las celdas de los estudiantes del piso superior. Está situada en el interior de la medina muy cerca del Museo de Marrakech y de la Maison de la Photographie y, sin duda, merece formar parte de este listado sobre qué ver en Marrakech.
Ríndete a la belleza del jardín Majorelle
En la llamada La Ville Nouvelle, levantada en la época medieval y feudo de la clase media marrakechí, encontrarás el que para mí es el rincón más hermoso de esta ciudad imperial y un imprescindible qué ver con mayúsculas: el jardín Majorelle. Un elegante y sugerente edén, forjado entre cactus, bambúes y nenúfares, ideado por el artista francés Jacques Majorelle, y recuperado por el gran modisto Yves Saint Laurent cuyas cenizas reposan junto a una sencilla columna.
Olvida el reloj, aquí las prisas no son bienvenidas. Enamórate de un color que jamás olvidarás, el profundo e intenso azul Majorelle que baña su villa modernista. Fíjate en cómo los rayos de sol se cuelan entre árboles y plantas llegados de los cinco continentes proyectando sombras que evocan exóticos destinos. Escucha el canto de los pájaros, el sonido del agua… Saint Laurent lo describió a la perfección: «un oasis donde los colores utilizados por Matisse se mezclan con los de la naturaleza». Pura magia.
Revive la época de los visires en el palacio de la Bahía
Patios con exuberante vegetación, fuentes, teselas policromadas, techos tallados a mano, suelos cubiertos de mosaicos… Desde el exterior nada hace presagiar el lujo y opulencia que derrochó el visir Ahmed ben Moussa en el palacio de la Bahía (la bella). El resultado, tras catorce años de obras, resultó tan extraordinario que en 1911 acabó siendo la residencia general del Protectorado. Aunque solo una parte de sus 8 hectáreas y 150 habitaciones están abiertas al público, se puede visitar el harén y los espectaculares aposentos de la favorita y es otra de las visitas imprescindibles de la ciudad. Ya que estás en esta zona, antes de visitar las tumbas saadíes, aprovecha para callejear por el barrio judío o mellah y descubre un rostro más de la ciudad roja marroquí.
Descubre las suntuosas tumbas saadíes
Otro lugar que tienes que ver en Marrakech son las tumbas saadíes. Su origen nos traslada a 1557, momento en el que el sultán saadí Ahmed el-Mansour el-Dahbi decidió construir un mausoleo digo de su rango, la espectacular Sala de las Doce Columnas. Un espacio exquisitamente decorado con mármol de Carrara, estucos recubiertos de oro puro y mosaicos de azulejos. El resto de este complejo funerario está formado por dos pabellones más y por las más de 170 tumbas de cancilleres y mujeres ubicadas en su jardín.
Saborea Marrakech bocado a bocado
A pie de calle, en ambientes refinados al son de la danza del vientre o en una terraza divisando el anárquico skyline de la medina. La oferta gastronómica de Marrakech se adapta a todo tipo de carteras ofreciendo platos tradicionales como la tanjia, tajines, cuscús, pastillas, brochetas, keftas… Como elegir entre tantos escenarios no es tarea fácil, aquí tienes algunas propuestas además de los ya mencionados Café des Épices y Café Glacier.
Si lo que buscas es cocina tradicional, prueba en locales como Chez Chegrouni (noroeste de la plaza Yamaa el-Fna), Ksar Es Saoussan (Rue des Ksour, 3) o en el siempre de moda Le Foundouk (Souk Hal Fassi, 55). Para descubrir los sabores de la cocina creativa marroquí: el acogedor Le Jardín (Sidi Abdelaziz, 32), y Villa Flore (Derb Azzouz, 4). En ambos sirven alcohol. Si te decides por picar algo en el centenar de restaurantes que invaden el centro de la plaza Yamaa el-Fna, mi consejo es que te sientes donde veas más gente para asegurarte de que los productos sean frescos. Parrilladas, pescados, ensaladas, caracoles, cabeza de cordero… Tú decides.
¿Dónde rendirte a la repostería marroquí? Sin duda en la Pâtisserie et boissones Al Jawda. Está considerada una de las mejores de la ciudad y con razón. Batidos y zumos de mil sabores, pasteles, galletas, los clásicos «cuernos de gacela»… (Rue Derb Dabachi, 16).
CONSEJO VIAJERO → Experimenta Marruecos a través de sus exóticos sabores con este tour gastronómico en español por Marrakech. Los platos incluidos en el tour se pueden cambiar por opciones vegetarianas.
El domingo, como un local más, visita el jardín de la Menara
Un mar de olivos reconvertido en parque urbano, un pequeño pabellón a cuyos pies discurre un gran estanque artificial y el mejor telón para enmarcarlo: las cercanas cimas del Atlas. Así es el jardín de la Menara, el patio de recreo de los marrakechíes que se adueñan de este enclave de factura almohade, sobre todo los domingos, para escapar del imparable ritmo que azota el centro de la ciudad. ¿La mejor hora para visitarlo? Al atardecer, entre parejas de enamorados que cucurucho de patatas fritas en mano esperan la puesta del sol. Más que un qué ver en Marrakech es un agradable experiencia.
Vuela sobre Marrakech en globo
Si tu agenda y tu bolsillo te lo permiten, otra de las cosas que debes hacer es sobrevolar las zonas rurales que rodean Marrakech. Realmente merece la pena madrugar aunque solo sea por presenciar ese hipnótico instante en el que el sol despierta a un nuevo día sobre las cumbres nevadas del Atlas. Y tras el vuelo, un completo desayuno tradicional en una improvisada jaima en medio de la nada. Yo viví esta experiencia con la empresa Ciel d’Afrique. Precio por persona: desde 2050 MAD.
Relájate en un hamman
No puedes irte de Marrakech sin sucumbir al placer que supone relajarse en alguno de sus numerosos hammams. Obviamente, la experiencia más auténtica te espera en los públicos, donde el lavado y el masaje suele realizarse en el mismo suelo de mármol. No obstante, si prefieres un trato más occidental, puedes acudir a los llamados hammams-spa que ofrecen una variada gama de tratamientos como los masajes con aceite de argán o los baños perfumados.
Y hasta aquí mis 10 planes imprescindibles que recogen qué ver en Marrakech. Una ciudad cuya fuerza reside en el ambiente que se respira en sus calles, que te invita a seguirle el juego y a dejarte llevar. Porque en Marrakech más que ver hay que sentir.
Qué más ver en Marrakech: excursiones y actividades
Si no quieres dejarte nada por ver en Marrakech, aquí tienes las mejores excursiones y actividades que puedes hacer con un guía que habla español. Toma nota:
Tour privado en español por Marrakech: descubre todos los secretos de la Medina de Marrakech.
Paseo en globo por el norte de Marrakech: Olvida el ajetreo de sus calles y sobrevuela una de las ciudades más importantes de Marruecos en globo aerostático. Es impresionante.
Circuito de 5 días desde Marrakech a Fez: las montañas del Atlas, el Valle del Dades, las dunas de Merzouga… Descubre los tesoros del interior de Marruecos con este circuito que finaliza en la preciosa ciudad de Fez.
Excursión de 3 días al desierto de Merzouga: disfruta de los contrastes de Marruecos adentrándote en Erg Chebbi, la parte más espectacular del desierto del Sáhara
Excursión de 2 días al desierto de Zagora: dormir en una haima, ver el atardecer en el desierto y visitar antiguas kasbahs son algunos de los atractivos de esta escapada al desierto de Zagora.
Excursión a las Cascadas de Ouzoud: una jornada inolvidable en la que podrás conocer las cataratas más altas del norte de África.
Tour en quad por el palmeral de Marrakech: pistas sin asfaltar, aldeas tradicionales, paisajes pintorescos y emoción asegurada.
Más información para planificar tu viaje a Marruecos
Guía práctica y consejos para viajar a Marrakech
El Jardín Majorelle y la Menara
Tomándole el pulso a Marruecos: primeras impresiones
Dormir en una jaima en el desierto de Marruecos
Que Marrakech es espectacular. Yo hice ese viaje hace unos seis años y no se puede describir ni sus colores ni sus olores hay que vivir-lo , porque no se puede contar, simplemente espectacular.
Gracias por tu comentario, Marisol. Veo que Marrakech te fascinó tanto como a mí. Un saludo
Ese viaje lo tengo pendiente para hacer con amigas. Después de lererte ya sabemos lo imprescindible para saborearlo al máximo. Gracias Alicia.
Una idea estupenda. Marrakech da mucho juego para un viaje de chicas. Un placer ayudarte a planificarlo, Mónica
Hola Alicia, visitè Marrakech hace años, me gustó muchísimo. Al leer tu artículo he revivido momentos bonitos. Y qué me dices del te con menta??
Me alegra saber que esos buenos momentos volvieron a tu mente leyéndome, Eva. El té a la menta… ¡Una delicia!
Me encantan los colores de Marrakech, toda una inspiración para un fantástico viaje. Estupendas las fotografias. Gracias.
Me alegra saber que te ha gustado, Victoria. Muchas gracias por pasarte por mi rincón viajero. Un saludo
Ay qué nostalgia… Un buen recopilatorio de todo lo que hay que ver en Marrakech, además de inspirador
Gracias, Alicia. Esa era la idea 😉
A mí me quedó pendiente lo de montar en globo… La verdad es que ni sabía que existía esa posibilidad cuando estuve… Tampoco disfruté de una sesión en un hamman… Para la próxima!
Saludos
Pues ya tienes dos motivos más para volver, Mari Carmen. Yo estoy deseándolo porque se me hizo un viaje muy corto. ¡Saludos!